14 Aniversario de la explosión de la Mina 8, de Pasta de Conchos

En Monterrey, N.L., la Casa de Todas y Todos se suma a éste esfuerzo de memoria y dignidad para presentarla en:

Casa Colectiva: Mariano Escobedo #732 Nte, Col. Centro, Monterrey, NL | 8 de febrero a las 16:00 hrs.

Este trabajo fotográfico lo presentan las compañeras Claudia Maricela Escobar Pacheco y Elisabeth Castillo Rábago, viudas que siguen en pie de lucha buscando el recate de los mineros y la dignificación del trabajo obrero.




Febrero, 2020.

En México, durante
febrero, le han sucedido varias tragedias a nuestro pueblo. Una de ellas, no la
única, es la de los mineros asesinados por la empresa Grupo Industrial Minera
México. Este 19 de febrero del 2019, se cumplen 14 años de la explosión de la
mina de carbón Pasta de Conchos, en la región Nueva Rosita de Coahuila, México.

La Casa de Todas y Todos
reitera su solidaridad con las familias de los 
63  mineros que laboraban ese día
en el turno de las 22:00 a las 06:00 y que quedaron atrapados en la explosión.

Han pasado ya 14 años de
lucha no sólo contra el Grupo México, dirigido por Germán Larrea Mota Velasco,
sino contra todos quienes se han hecho cómplices de lo que podría tipificarse
como negligencia colectiva y delincuencia organizada de empresarios, gobiernos
locales, estatales y federales que han actuado a beneficio de la empresa a lo
largo de 2 sexenios, con el contubernio de los respectivos partidos políticos
de diferentes colores que lo solaparon,  además de abogados y jueces de toda calaña que
sólo han dado largas a la petición de las viudas.

El gobierno da señales de
procurar el rescate de lo que queda a 14 años, de los restos de 63 mineros; sus
familias los buscan con la esperanza de darles una digna sepultura. Sin
embargo, las condiciones de explotación en la que murieron, sigue siendo la
misma que en la actualidad los hijos o nietos de esos mineros viven día tras
día. La empresa minera Grupo México, culpable de ésta y otras tantas
negligencias criminales, sigue funcionando y obteniendo sus ganancias y
simplemente reemplazó a 63 trabajadores, quedando los responsables en total
impunidad.

Es un deber continuar las
exigencias por las mínimas condiciones laborales para los trabajadores  y lo más importante…. señalar, que existen
culpables, Germán Larrea y Grupo México, no deben quedar impunes. Él y sus
empresas –mediante contratación directa o por medio del “outsourcing”- no pueden
ni deben  quedar libres de culpa.

Por esa razón, en
diferentes partes del país se encuentra la Exhibición fotográfica: “XIV
Aniversario de la explosión de la Mina 8, de Pasta de Conchos”.

En Monterrey, N.L., la
Casa de Todas y Todos se suma a éste esfuerzo de memoria y dignidad para
presentarla en:

  • Casa Colectiva: Mariano Escobedo #732 Nte, Col. Centro,
    Monterrey, NL | 8 de febrero a las 16:00 hrs.  
  • Facultad de Ciencias Políticas y
    Relaciones Internacionales:
    Praga y
    Trieste s/n Col. Residencial Las Torres, Monterrey. Sala de
    videoconferencias de posgrado | 12 de febrero a las 10:00 hrs.

Además invitamos a
quienes puedan asistir, al acompañamiento solidario a la puerta de la entrada
de la mina, el día 19 de febrero como cada año se hace.

¡Exijamos el castigo a
los responsables de éste homicidio industrial! ¡Castigo a los perpetuadores de
la explotación laboral cometido por la Cía. Industrial Minera México!

¡Alto a las políticas de
exterminio! ¡Alto al genocidio de los trabajadores mineros!

EFEMÉRIDES

Este febrero, año
bisiesto, recordamos al compañero Romeo (Atanasio) -que cumplía años rigurosamente
cada 4 años por haber nacido en día 29-. En 1974, acompañado por el padre de la
compañera Dení Prieto Stock (María Luisa), Carlos Prieto Argüelles, (Xavier),
iniciaron la búsqueda de los 7 compañeros desaparecidos, yendo a buscarlos a la
Laguna, a la Selva, a hospitales, Semefo, a diferentes instituciones policiacas,
preguntando a las diferentes aurotidades y finalmente entregaron sus nombres y
fotografías al Comité de Presos, Perseguidos y Desaparecidos Políticos, (Comité
Eureka)  y desde ese año han sido
buscados por esa digna organización.

Romeo, quien muere un
febrero de 1993, a la muerte de su compañera de vida (la compañera Rosita),
expresa la decisión de que su casa sea utilizada por nuestra organización para
las actividades políticas que se hagan necesarias, como un espacio de libre
expresión y organización, hoy Casa de Todas y Todos (antes Casa del Dr.
Margil),  una más de sus inumerables
colaboraciones para el crecimiento de nuestra organización revolucionaria.

Febrero, es también un
mes en el que se presentaron diversos acontecimientos, que al sucederse, forjan
y dan templanza a nuestra organización: 46
años hace ya, que en un febrero de 1974, nuestra organización sufre la pérdida
de sus primeros compañeros. Hace 45
años, en un febrero de 1975, mueren en cumplimiento de su deber los compañeros Aurora
y Gonzalo, en Cárdenas, Tabasco. Hace 43
años, febrero de 1977, muere el compañero Alfredo, en las montañas del Sureste
Mexicano por falta de atención médica.

Otro episodio, hace 25 años, en un febrero de 1995: nuestra
organización vivió difíciles periodos de persecución tanto en Chiapas como en diferentes
partes de México, pues un traidor, Salvador Morales Garibay, alias “Daniel”,
roba dinero destinado a la atención médica de los compañeros y  vende  al gobierno la información de las casas que
las FLN tenían en todo el país, nombres y apellidos de muchos compañeros
militantes, responsables, colaboradores, etc., también nombres de poblaciones,
lugares, buzones, campamentos, etc.

Pero ante cada una de esas
situaciones, no se detuvo el andar del sujeto colectivo Fuerzas de Liberación
Nacional, al contrario, aumenta la convicción para levantarse en cada momento y
continuar con el trabajo.

Viene a tono, lo señalado
por Nikolai Alexéiev Ostrovski  en su
libro “Así se templó el acero”:

 “Lo más preciado que posee una persona
es la vida. Se la otorga una sola vez, y hay que vivirla de forma que no se
sienta un dolor torturante por los años pasados en vano, para que no queme la
vergüenza por el ayer vil y mezquino, y para que al morir se pueda exclamar ¡toda la vida y todas las fuerzas han sido
entregadas a lo más hermoso del mundo, a la lucha por la liberación de la
humanidad!
Y hay que apresurarse a vivir. Pues una enfermedad estúpida o
cualquier casualidad trágica puede cortar el hilo de la existencia”.

Eso nos enseñan la vida y la muerte de nuestras compañeras y compañeros en el transcurso de 50 años, así como la seguridad de que sus pasos, indudablemente, marcan un camino en donde todavía, sin lugar a duda,  falta seguir sumando esfuerzos encaminados a Vivir por la Patria o Morir por la Libertad.

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos




Enero, siempre revolucionario.

(La fotografía fue tomada el 29 de noviembre del 2019 en la Explanada de los Héroes de la ciudad de Monterrey, N.L. por el fotógrafo Leonel Rocha.)

La denuncia a una sola voz que se hizo presente inicialmente en Chile, por parte de las mujeres del grupo de “Las Tesis”, representa la actualidad de una lucha histórica e  insumisa que se está desarrollando desde diversos frentes que atraviesan diagonalmente a la sociedad: artísticos, políticos, culturales, autónomos, indígenas, estudiantiles, académicos etc.

Las mujeres, mediante una
práctica política constante, han sido capaces de reconocer no solo a la cara
visible del capitalismo, la violencia sistemática, sino que además cantan la
composición del mismo: el capital, los jueces, los aparatos represivos, el
Estado, los presidentes. Todos estos son causantes de los feminicidios, las
violaciones y la impunidad que padecen las mujeres de nuestro país y el resto
del mundo, donde las relaciones perversas del sistema político y económico, en
conjunto con sus representantes antes mencionados, crean las condiciones
necesarias para que este camino de criminalidad hacia la mujer continúe a
perpetuidad; por lo tanto, deben ser denunciados, condenados y erradicados.

No es casualidad, ni tampoco resultado exclusivo de los medios digitales, que la denuncia presentada como performance con “Un violador en tu camino”, haya hecho eco y traspasando continentes. Es una acción dirigida hacia una sociedad jerarquizada, violenta, ampliamente desigual e injusta, que ha puesto a las mujeres como blancos históricos del capitalismo y es además una denuncia clara frente al machismo. Porque así como el Estado capitalista ejecuta el poder político desde un sistema eminentemente patriarcal, así también, tiene su necesaria continuidad en las prácticas del hombre en la sociedad, porque el hombre machista tiene tanto interés en establecer su dominio social [en paralelo con el Estado] sobre la mujer, que convierte cualquier contacto con ella en una muestra de dominación.

La voz que las mujeres
hicieron sonar en varios países del mundo, se desarrolla colocándolas como
sujetas de su historia y haciendo una revisión radical de los instrumentos del
Estado capitalista al que se han enfrentado por generaciones. Incluso, en esta
revisión radical, se cuestiona y rechaza la propiedad privada, porque desde
ésta se naturaliza y justifica la práctica social que coloca a la mujer como
mera propiedad del hombre, lo que ha significado su exclusión de un sinfín de
dinámicas y escenarios políticos, intelectuales, sociales y económicos.

En definitiva, las
resistencias de las mujeres para el siglo XXI, visualizan la reestructuración
de la reproducción social, económica  e
ideológica, como parte crucial para la transformación de las relaciones
sociales: la única forma efectiva de emancipación de la mujer atraviesa el fin
del Capitalismo en tanto régimen imperante. En este sentido, es indispensable
la radicalización de la lucha contra el Estado capitalista, por la miseria que
éste representa para las mujeres y hombres del mundo.

La libertad, para las
mujeres y hombres conscientes de esto, sólo es posible llevando adelante una
lucha dura, que demanda sacrificios y mucho esfuerzo. Un ejemplo de la
radicalización que mujeres en la historia de nuestro país es palpable en la
vida de 2 mujeres que lucharon contra la invasión norteamericana a la ciudad de
Monterrey en 1846: María Josefa Zozaya y María de Jesús Dosamantes.

En este contexto, presentamos a continuación una semblanza de ellas.

María Josefa Zozaya

Mujeres que participaron contra la invasión norteamericana a Monterrey
en 1846

La presencia de las mujeres
en resistencia a lo largo de la historia es prueba del desarrollo político que
han enfrentado, y que forjaron el camino para las mujeres que ahora cuestionan
el establecimiento del Estado capitalista e imperialista. Las valientes mujeres
que combatieron la invasión norteamericana a Monterrey en 1846, María Josefa
Zozaya y María de Jesús Dosamantes se puede conocer por el artículo publicado
en la revista Relatos e Historias en México, publicada en el año 2010 en su número 111:

María Josefa Zozaya

Originaria de Villa Real de
Borbón (que a partir de 1827 cambió de nombre a Villagrán), un pueblo ubicado
en los límites de Nuevo León a escasos 50 km de Linares, Josefa nació el 12 de
octubre de 1822 en una familia acomodada.

En el verano de 1846 ya soplaban los vientos de guerra que venían de la frontera hacia Monterrey. Las dificultades con Texas y la posterior admisión de ese territorio a la unión americana conducirían finalmente a la guerra de Estados Unidos y México. Los primeros campos de batalla se desarrollaron en la margen del Río Bravo.

Tras las derrotas de Palo
Alto y Resaca de Guerrero, y la evacuación de Matamoros, el ejército mexicano
conducido por Mariano Arista se retiró primero a Linares, Nuevo León, y luego
regresó a Monterrey.

Ante el inminente avance de
los norteamericanos sobre la capital nuevoleonesa, desde principios de junio de
1846 los regiomontanos comenzaron los trabajos de fortificación de la ciudad
que continuaron sin interrupción durante tres meses.

Se edificaron fortines en la
periferia, se levantaron murallas de contención, se cavaron trincheras en las
bocacalles, se construyeron parapetos sobre los techos de las casas y se
abrieron aspilleras o aberturas en las paredes para asomar los mosquetes de los
francotiradores. Todo esto causó expectativa y temor entre los habitantes de la
ciudad por los acontecimientos que estaban por venir.

El miedo de la población de
quedar atrapada en una batalla sangrienta provocó que algunas familias
abandonaran la ciudad. Muchos buscaron refugios en sus fincas, en los
alrededores o con familiares en otros poblados. Pero a pesar de tener la
oportunidad de marcharse a Villagrán, Josefa Zozaya tomó la decisión de correr
la suerte de los habitantes de Monterrey que decidieron enfrentar al enemigo y
con sus hijas permaneció en su casa para enfrentar la situación, cualquier que
esta fuera.

Su casa formó parte del
último recinto defensivo del plan de combate del General Pedro de Ampudia,
comandante del ejército mexicano, y fue ocupada con tropas, ya que desde ahí se
podía dominar el paso de varias calles…posesionado de algunas calles contiguas
a la plaza principal, varias compañías de rifleros de Mississippi, armados con
sus rifles Whitney de cañón rayado, abren fuego desde la parte alta de los
edificios. Los soldados mexicanos, apostados en las azoteas aledañas, también
desde la casa de Josefa Zozaya responden al tiroteo y el combate se generaliza
por entre los techos.

Las batallas silban, caen como granizo y rebotan en los muros de sillar de los parapetos. Las municiones se consumen y es necesario pertrechar a las tropas. Es en ese punto que aparece mencionada Josefa Zozaya por Guillermo Prieto, como si tuviera una cita con el destino, y que, con valor y determinación enfrenta su momento sin imaginar que con este acto pasará a la historia. Ante el riesgo de perder la vida. Josefa sube a la azotea y desdeñando la mortal precisión de los “Rifles Mississippi”, lleva pólvora y balas a quien las necesite, lo que entusiasma a los combatientes.

María de Jesús Dosamantes

Cuando el ejército norteamericano estaba ya casi a la vista de Monterrey, la señorita María de Jesús Dosamantes se presentó ante el general Pedro de Ampudia, comandante de la plaza, con un uniforme de capitana y montada a caballo, dispuesta a pelear contra los invasores. Ampudia comunicó oficialmente al ministerio de guerra: “le encargué que recorriese toda la línea para que la vieran todos los cuerpos que componen este ejército”.

A pesar de que su
participación es la más documentada de entre las mujeres que participaron
activamente en este episodio, su origen posterior de destino se desconoce. El
historiador Israel Cavazos sugirió, en su diccionario biográfico, que muy
probablemente ella hubiera llegado a Monterrey con las tropas de refuerzo antes
de la batalla y seguramente partió con ellas después de la capitulación de la
ciudad. Si esto es cierto, también es probable que hubiera asistido en la
siguiente gran batalla, la de La Angostura, en febrero de 1847, en territorio
de Coahuila, en la cual se enfrentaron los ejércitos de los generales Antonio
López de Santa Anna y Zachari Taylor.

Muchas otras han quedado en
el anonimato, pero que sin duda alguna construyeron la consciencia colectiva
con grandes determinaciones frente a la opresión de cualquier Estado, gobierno,
institución injusta en el mundo. Para todas ellas, nuestro reconocimiento y
para las que han seguido su ejemplo insumiso e insurgente frente a las
hostilidades del capitalismo, abrazamos sus luchas!!!

Este enero del año 2020 recordamos con tristeza a nuestras compañeras y compañeros caídos, heridos, torturados y presos por décadas de antes y después de 1994. El 1 de enero perdimos también a valientes compañeros insurgentes en las montañas, y recordamos con especial cariño y respeto a nuestro querido Co. Subcomandante Insurgente Pedro. Él fue militante desde 1979 y consciente de su actuar hasta el día de su muerte. Pero nuestra lucha no se detuvo y en los hechos, la Declaración de Guerra hecha al poder ejecutivo, al ejército del estado mexicano, y por ende al imperialismo que los apoya, fue aprobada un año antes, en otro enero, 1993, por los compañeros pertenecientes a las FLN. Así se dio inicio, tras 25 años de trabajo clandestino, el levantamiento armado del 1 de enero de 1994.

¡Vivir por
la patria! o ¡Morir por la libertad!

Grupo
Editorial de la Casa de Todas y Todos