Boletín de la Escuela Normal Rural “Carmen Serdán”

A nuestro correo de la Casa de Todas y Todos llegó el siguiente Boletín de Prensa de la Escuela Normal Rural “Carmen Serdán”, normal de mujeres en Teteles, Puebla, donde exponen su justa lucha por el respeto a la organización interna, a sus derechos políticos, y al reconocimiento del H. Consejo Estudiantil y las delegaciones de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México. 




Mujeres en la independencia de México

Que la esclavitud se proscriba para siempre,

y lo mismo la distinción de castas,

quedando todos iguales

y sólo distinguirá a un americano de otro,

el vicio y la virtud.

Sentimientos de la Nación 1813, José María Morelos y Pavón

Las mujeres y los hombres que participaron en la lucha independentista, que inició en 1810, nos dieron patria y libertad, ellas y ellos tenían muy claros los valores y razones por los cuales luchaban y con los que deseaban construir un México independiente.

Después de la llegada de los españoles, la población indígena originaria fue eliminada casi por completo y, para el desarrollo capitalista, había que buscar fuerza de trabajo esclava, así que la historia de nuestro país en esos años de expansión colonialista y concreción del capitalismo europeo, se definió por relaciones de esclavitud. Los europeos secuestraron a miles de pobladores de territorios africanos para la explotación de su fuerza de trabajo en los territorios americanos. Así que la presencia de la población afrodescendiente en nuestro país ha estado presente desde aquellos años; es nuestra tercera raíz.

La concentración de capital en Europa no podía llevarse a cabo sin el trabajo esclavo, de hombres y mujeres, tanto en las minas de oro y plata, como en las plantaciones coloniales, la miseria del pueblo y las condiciones de explotación y opresión, llevó a que la población en la Nueva España buscara cómo rebelarse, cómo organizarse ante la injusticia con la que los enviados por la corona española, trataban a seres humanos.

La sociedad estaba dividida en castas, además de los españoles, estaban los criollos, mestizos, mulatos, moriscos y 11 más. Los que más entendían la problemática –por ser letrados– y la necesidad de independizarse y abolir la esclavitud eran los criollos, sin embargo, cuando Hidalgo se levanta en Dolores, el movimiento a favor de la independencia se transforma: hombres y mujeres –por cientos– se suman a la lucha. Su miseria, su falta de organización convierten al movimiento en júbilo, anárquico y explosivo. Conforme éste avanza se van sumando más hombres y mujeres campesinas, peones de haciendas o miembros de las comunidades indias y se conforma un movimiento de miles, armados con garrotes, hondas y machetes. A ellos se unen las y los trabajadores de la ciudad, trabajadores de oficios, mineros, plebe de la ciudad, presos liberados por el ejército revolucionario, 20 mil indígenas de varias regiones. Para 1811, el ejército insurgente estaba conformado por 80 mil combatientes. Es a ese pueblo a lo que Hidalgo llamó “la nación”, con quienes a su lado caminó emitiendo decretos para una soberanía efectiva, suprimiendo las castas y exaltando el derecho a la libertad.

Por 14 años (de 1810 a 1824) el pueblo de México participó en insurrecciones populares, guerra de guerrillas en las montañas de México hasta llegar a desarrollar una guerra a nivel nacional. En cada una de estas estas etapas, las niñas, jóvenes, madres y abuelas fueron conscientes para luchar por la libertad de los pueblos.

Anteponer la lucha colectiva y de los pueblos, ante lo individual, implica una dosis constante de consciencia y sacrificio, pero para las mujeres esta cuota suele ser más alta, porque la sociedad no aprueba que ellas se alejen de sus familias y por lo tanto se les reduce al espacio de lo privado, muchos menos en una etapa de la historia en la que la iglesia católica tenía el poder y la dominación ideológica; por tanto, fue de gran relevancia que las mujeres se sumaran a estos movimientos políticos y armados revolucionarios e independentistas.

Lucrecia Toriz

La historia institucional se ha encargado de que el pueblo piense que las principales heroínas de la patria solamente fueron tres o cuatro mujeres: Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, Gertrudis Bocanegra y La Güera Rodríguez, a las cuales no pretendemos demeritar, más bien buscamos visibilizar a todas aquellas que, desde las haciendas, las minas y los campos dieron su vida por un México independiente y quedaron olvidadas en el tiempo.

Mujeres combatientes con definiciones políticas que participaron en diferentes trabajos como en las comunicaciones secretas, transportando armas o mensajes, administrando y abasteciendo recursos a los frentes de guerra, confeccionando uniformes y estandartes, procurando la salud y la alimentación de los insurgentes. Mujeres que vieron combatir a sus esposos, hermanos o hijos y que los perdieron en la lucha, mujeres que fueron torturadas, violadas, ultrajadas y asesinadas en los procesos de la guerra de independencia.

El tribunal de la inquisición reaccionó inmediatamente a la insurrección del pueblo y la violencia hacia las mujeres fue brutal, capturaron a varias esposas e hijas de insurgentes, algunas de ellas fueron: María Luisa Camba, Tomasa Estévez, Carmen Camacho, Luisa Lozano, Gertrudis Gómez, Luz Gargollo y Josefa Matamoros, todas ellas encarceladas, fusiladas y exhibidas públicamente. En varias regiones del país, las mujeres fueron apresadas y usadas como moneda de cambio para que los insurgentes se rindieran y entregaran.

Existe poca información sobre la biografía de las mujeres independentistas; sin embargo, nombramos a algunas de ellas: Antonia Nava de Catalán, guerrerense, esposa y madre comprometida con el regimiento de la Sierra Madre del Sur, Fermina Rivera, morelense, tomó las armas en muchas batallas bajo el mando de Vicente Guerrero, María Teresa de la Sota Riva, veracruzana que desde joven simpatizó con la causa independentista y una vez casada, puso a disposición su casa y recursos personales. Cayetana Borja, guanajuatense que como muchas mujeres que participaron en la guerra y al ser capturadas pelearon por la libertad. Magdalena y Francisca Godoy, mujeres veracruzanas que compartieron su patrimonio familiar, cuidaron a los heridos del frente de Orizaba y apoyaron en la fabricación de cartuchos e insumos militares.

María Herrera, que combatió junto a Xavier Mina, quemó su hacienda con tal de evitar que el enemigo acampara y tomara su casa. Petra Teruel de Velasco, poblana que entregó todos sus bienes a la causa y apoyó en la fuga de Guadalupe Victoria.  Tomasa Estévez, guanajuatense que salió desde el primer día a apoyar con el envío de correspondencia, fue soldadera y enfermera.

Carmen de las Piedras de Elías, zacatecana, mujer estratega que ofreció sus bienes y recursos a la tropa de Ignacio López Rayón, dispuesta a emboscar e implementar diversos planes militares contra Calleja del Rey. La Insurgente Manuela Medina, guerrerense que financió toda una compañía militar para luchar con Morelos, fue además la primera jinete a la cabeza de un regimiento de puros hombres.

Hemos mencionado sólo algunas de las mujeres que participaron en la Independencia, historias mínimas de vida que fueron rescatadas por algunos cronistas e historiadoras que se han dado a la tarea de buscar en archivos muertos de esta época histórica y recuperar a todas aquellas mujeres que quedaron en el anonimato.

Todas estas mexicanas fueron ejemplo de heroísmo, valor, entereza y desapego a los bienes materiales; sin embargo ni la Nación, ni el Estado las tomó en cuenta, desprestigiaron su lucha, desconocieron su habilidades y logros en el campo de batalla, negándoles un rango militar y ninguna participó en las discusiones del constituyente.

Las mujeres del Partido de las Fuerzas de Liberación Nacional reconocemos a estas mujeres en la historia, respetamos y admiramos su ejemplo y compromiso en la lucha por la emancipación política de México; honramos su vida recordándolas y nombrándolas, nos organizamos y esforzamos día a día por ser mejores compañeras, buscamos la igualdad y la unidad, no las divisiones arbitrarias que separan, tenemos el compromiso de trabajar todos los días por un México más justo pero también, en la intimidad de nuestra militancia consideramos importante sembrar en cada una de nosotras la generosidad, el respeto y solidaridad con todas las mujeres que luchan contra el sistema capitalista y patriarcal. A más de doscientos años de la lucha por la real independencia de nuestro país, reafirmamos nuestra postura, tal como las mujeres y hombres que participaron en esta gesta histórica, de seguir luchando por la liberación de los pueblos del mundo.

Comisión de Mujeres del PFLN

¡Vivir por la patria o morir por la libertad!

Canciones de la época de la Independencia




Bloqueo carretero del Colectivo Movimiento por la Verdad y la Justicia de Familiares de Personas Desaparecidas de la “Guerra Sucia” de los años 60s, 70s y 80s del Siglo Pasado en el Estado de Guerrero

Durante más de 50 años, familiares de personas detenidas y desaparecidas por el ejército mexicano en Atoyac de Álvarez, Guerrero, hemos venido dando la lucha. Un trayecto que nos ha traído dolor, pero a su vez fortaleza, fuerza para seguir adelante.

Han pasado administración tras administración y nada han resuelto. No nos han dicho en dónde están nuestros familiares, qué hicieron con ellos, no hay juicio a los perpetradores, no han resarcido las pérdidas materiales que nos arrebataron los soldados al desplazarnos de nuestro sustento.

Nos han quitado tanto que acabaron con nuestro miedo. El pasado 8 de agosto de 2022 realizamos un bloqueo en el tramo carretero de Cuatro Milpas perteneciente al Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero (carretera entre Acapulco – Zihuatanejo), por la cerrazón de la Subsecretaria de Gobernación de no atendernos, y nuestra acción ha sido una muestra más de que no estamos de acuerdo en que se nos use para esta nueva Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidos de 1965 a 1990 que se ha formado para dar “solución”, pero que en realidad nos ha demostrado que ha sido una simulación más, un escalón para algunos de conseguir un puesto a costa del dolor, del sufrimiento, de la sangre, de las vidas que se perdieron por  la Contrainsurgencia. Decimos que no somos su proyecto, esto no es un juego, no seremos objeto de burlas como pasó el día 22 de junio en el Campo Militar Número 1 en donde nos sentaron con los familiares de los perpetradores que se llevaron a nuestros familiares y que quienes organizaron ese evento no nos dijeron que estarían soldados familiares de los perpetradores y además se atrevió a decir Luis Crescencio Sandoval que se inscribirán los nombres de los perpetradores en el Monumento a los Caídos, como si fueran héroes porque para ellos estaban cumpliendo con su deber. Sabemos que las fuerzas armadas  protegen los intereses de quienes tienen el poder de la represión y que sólo velan por esos cuantos que usan las armas en contra del pueblo. No hay memoria sin verdad y sin justicia.

En este proceso de lucha participamos personas adultas mayores, enfermas que a pesar de la condición de salud se está participando. En nuestro caso como Colectivo tenemos una compañera con oxígeno que debe tenerlo permanentemente, de ello depende su vida, compañeras y compañeros están falleciendo sin saber nada de nuestros seres queridos desaparecidos y por ello nos vemos aún más en la necesidad de luchar, porque nos digan la verdad del paradero de nuestros familiares, y esta verdad la tienen los militares. Que se haga justicia y se castigue a los perpetradores por sus abusos de poder en contra de comunidades indefensas, pobres y marginadas.

A raíz de este bloqueo carretero obligamos al gobierno del Estado de Guerrero a sentarnos a dialogar, en este dialogo estuvieron presentes el Delegado Regional de Coyuca de Benítez, Atoyac de Álvarez, San Jerónimo y Tecpán, Estado de Guerrero; el Secretario General de Gobierno del Estado de Guerrero; el Subsecretario del Gobierno del Estado de Guerrero y la Presidenta Municipal de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Les dimos a conocer nuestras demandas de Verdad y Justicia: que nos diga el ejército mexicano dónde están nuestros familiares, búsqueda de nuestros desaparecidos, juicio a los perpetradores, reparación de los daños materiales que el ejército mexicano nos arrebató, medidas de ayuda en alimentación en tanto no se dé la reparación de los daños que será individual y colectiva (porque todos padecimos de los daños).

Nuestra insistencia es que esté presente en esta mesa de dialogo el Subsecretario de Derechos Humanos Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, quien tiene la facultad para resolver algunas de nuestras demandas; pedimos la presencia del Secretario de la Sedena, Luis Crescencio Sandoval; Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana; el Presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador; Secretario de Gobernación, Adán Augusto; Titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, con la Oficina Especial para la Atención a las Víctimas de Guerra Sucia; Fiscalía General de la República; Comisión Ejecutiva  de Atención a Víctimas, Martha Yuriria Rodríguez Estrada  y los 5 Comisionados de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidos de 1965 a 1990

Hubo ofrecimiento de las autoridades estatales de coadyuvar para que las autoridades federales nos atiendan, y se comprometieron a darle seguimiento para que los representantes de esas instituciones se sentaran a dialogar con l@s representantes y el conjunto del Colectivo.

Las autoridades estatales  de Guerrero iban a apoyar con los gastos de transporte y alimentos para ir a una reunión en CDMX el día jueves 11 de agosto de 2022 con el equipo técnico de Encinas y la CEAV, pero en vista que no se garantizó que en esta mesa estuviera la presencia de Encinas y se redujo el número de personas que asistiríamos dijimos que no se podía dar bajo esas condiciones y que esperamos a que nos reciba el Subsecretario Alejandro Encinas junto con los demás titulares de las dependencias que les mencionamos.

Al vernos y escucharnos las autoridades estatales que nuestras demandas son claras y que no nos sentaremos en una mesa a dialogar sin la presencia de Encinas, recibimos como respuesta que entonces como la carretera no es jurisdicción de ellos y es de la Guardia Nacional, les iban a comentar a ésta que no se logró ningún acuerdo y  pueden proceder como ellos quieran.

Durante nuestro bloqueo carretero estuvo la presencia de la Policía Estatal, pero en los momentos de tensión se retiraron y no estuvieron presentes con el Colectivo.   

A la Sedena le haremos entrega de los nombres de nuestros familiares, deben darnos una respuesta inmediata, han pasado 5 décadas y sigue la impunidad, ya no vamos a tolerar que pase más tiempo sin saber de nuestros familiares.

A López Obrador le entregaremos un documento para que retire el aval de inscribir los nombres de los perpetradores en el Muro de los Caídos.

Que se presente la FGR para que nos diga el avance que hay de cada familiar que buscamos y que proceda con la justicia hacia los perpetradores que ya hemos dado nombres.

A la CNB para que atienda nuestra petición de búsqueda.

A Alejandro Encinas para que nos informe el avance de la Comisión, reparación y medidas de ayuda.

Nuestra máxima autoridad es la Asamblea General que decide y hemos dado una semana para que nos reciba Encinas, sino fuera así, tomaremos otras acciones.

Si el gobierno federal no sede seguiremos en bloqueos, ya se nos acercaron algunas organizaciones para que estemos coordinando acciones en conjunto. 

No es justo que nos arrebataran a nuestros familiares y que no podamos ir a ponerles una veladora y flores, ni tener un lugar en donde llorarles. Queremos que nos den solución y que nos digan dónde están nuestros familiares.

Movimiento Contra el Olvido




Editorial: septiembre, la Patria nace…

México, Patria mía, el hogar común, según José Martí: “Patria es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas.” (Cuadernos martianos IV, 2012). Esos y más sentimientos nacen para nosotros en el mes de septiembre. Antes del 16 de septiembre de 1810 éramos solo vasallos, a partir de ahí fuimos Insurgentes. Por ello los mexicanos bien nacidos, somos antimperialistas, debemos vivir por esta Patria y morir por ella si es preciso, así fue escrito.

Para la Casa de todas y todos, septiembre es además el mes de recordar a muy queridas compañeras y compañeros, un 8 de septiembre nace en Nueva York nuestra recordada compañera María Luisa, la juventud en nuestras filas, un 9 de septiembre fallece en nuestra Casa de seguridad la compañera Lucha, primera compañera en integrarse a la clandestinidad. Un trágico 16 de septiembre nos abandona para siempre nuestro compañero Francisco Pineda, investigador del zapatismo original, el 21 de septiembre celebramos el cumpleaños de Mario, quien combinaba el trabajo clandestino con la investigación de la historia de la revolución, a él debemos el rescate histórico de la epopeya heroica del asalto al cuartel Madera el 23 de septiembre de 1965.  Por último, la palabra escrita de la clandestinidad nos hace recordar a nuestro mejor ejemplo de un cuadro político y técnico, quien cuidaba y operaba las máquinas de imprenta arriesgando la vida ante la represión homicida, el compañero Hernán falleció un 23 de septiembre.

Así la Patria se forma con recuerdos centenarios y contemporáneos, es nuestro deber hacerlo siempre en septiembre.

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Grupo editorial de la Casa de Todas y Todos

A 57 años…. Del Asalto al Cuartel Madera, presentamos fragmentos del trabajo de investigación realizado por nuestro compañero Mario y que apareció en Nepantla No. 13 en el año de 1981:

“NADA ES GRATUITO EN LA HISTORIA”

            “El 23 de septiembre de 1965, el grupo guerrillero comandado por el profesor normalista Arturo Gámiz García atacó el cuartel del ejército mexicano localizado en Ciudad Madera en el estado de Chihuahua. 16 bajas sufrió la guarnición que custodiaba el cuartel.  Ocho de los trece participantes en el ataque perdieron la vida, la mayoría de ellos rematados a mansalva después de ser heridos y hechos prisioneros.  El hecho de que uno de cada cinco de los participantes en la batalla haya quedado fuera de combate da una idea clara de lo encarnizado de este enfrentamiento militar, en que el pueblo armado se enfrentó por primera vez con carácter ofensivo al poder represivo del Estado Mexicano.

La desigualdad numérica de las fuerzas combatientes, la diferencia de equipo militar y de experiencia fueron determinantes en el resultado de aquel combate:  armados de escopetas de taco, bombas molotov que no alcanzaron a utilizar y rifles calibre .22, los combatientes populares fueron derrotados militarmente y sobre sus cadáveres arrojados a la fosa común cayeron no solamente toneladas de tierra, sino también de calumnias y de falsas interpretaciones sobre los motivos de su lucha.  Otro lenguaje habrían empleado analistas, observadores, politólogos, oportunistas e inclusive personas indiscutiblemente honestas para calificar este poco conocido pasaje de la historia de México de haber sido otro el resultado de ese combate.  De “héroes populares”, “vanguardia revolucionaria”, “etc.”, no lo habrían bajado.  No les quedó sino llamarlos “los mártires de Madera”.

En ese momento -1965- la lucha del profesor Gámiz y su núcleo guerrillero fue calificado de mil maneras:

  1. Fueron víctimas de una provocación que los llevó al suicidio, víctimas inocentes de “no sé qué oscuras fuerzas que los engañaron”.
  2. Su movimiento no fue más que una algarada regional contra los caciques locales.
  3. La causa de la lucha guerrillera estuvo en la incapacidad política, la impericia y la estupidez de un gobernador que por estar aliado a la oligarquía -latifundista y ganadera- del estado no tenía siquiera disposición para disimular su posición de clase.  (Esta tesis apunta a la suposición de que fuera de Chihuahua, en el resto del país la población vivía en jauja, done los virtuales jefes políticos porfiristas -los gobernadores de los estados- eran al menos más hábiles para dar al pueblo las demagógicas gotas del reparto agrario)
  4. Inspirados en el ejemplo victorioso de la Revolución Cubana, Gámiz y su grupo pretendieron hacer una calca del ataque al cuartel Moncada.
  5. El ataque al cuartel de Ciudad Madera fue un acto desesperado e imprudente que provocó la represión contra los lugareños.

Aunado a las versiones anteriores, el desastre militar en que culminó la experiencia guerrillera de los combatientes populares dio pie también a que se tejieron las más absurdas versiones sobre lo poco factible de desarrollar la lucha revolucionaria en nuestro país.  Los oportunistas entonaron el canto del cisne para la lucha armada en México, como lo hicieron dos años después con la muerte del Che en Bolivia los oportunistas a nivel internacional.

Al año siguiente de la fallida empresa político-militar, Cárdenas, fue a la región de Madera.  Durante el recorrido que hizo por la región se percató de las necesidades de la población en materia agraria y la falta de libertades políticas, comprobando que la lucha armada que allí libró el pueblo fue justa debido a las enormes contradicciones en el agro chihuahuense, e hizo ver la necesidad del reparto agrario, la suspensión de la sobrevigilancia militar, el cambio de adscripción de los militares connotados por su papel represivo, la modificación de la imagen represiva del ejército.

Y sin embargo, la tierra no se repartió de inmediato.  La política del régimen respecto del reparto agrario, así como respecto a todo aquello que implique concesiones reales al pueblo cuando ya las condiciones de vida se vuelven insoportables, consiste en no ceder absolutamente nada bajo presión popular.  Todo lo que el régimen otorga lo hace usando la mascarada del paternalismo, y siempre y cuando no afecte mayormente la cuota de ganancia de los capitalistas.

(…)

A la vuelta de quince años, aquella valiosa experiencia militar del pueblo representado por sus mejores hijos sobre las armas, apenas si queda reducido, para las nuevas generaciones, al vago recuerdo de un grupo romántico que tuvo la ilusión de destruir el poder represivo del Estado armado sólo de escopetas de taco y rifles .22.  Para comprender políticamente las verdaderas motivaciones de los revolucionarios armados que atacaron el cuartel de Ciudad Madera, tenemos que recurrir a la génesis y desarrollo del propio núcleo guerrillero y al estudio de las concepciones políticas que sustentaron su actividad revolucionaria.

(…)

Que el régimen haya callado no es extraño.  Nada espanta tanto a la burguesía como que se difunda la verdad revolucionaria.  Pero la izquierda, ¿por qué?  Ni suicidas, ni aventureros, irresponsables o desesperados como los llegó a calificar la izquierda mexicana de aquella época.  A lo sumo accedió a llamarlos “equivocados” con la silenciosa advertencia, a todo aquél que quisiera seguir su ejemplo, que se podría traducir en algo así como “ya ven lo que les pasa a los desesperados”.  A pesar de su juventud, habían ya acumulado una vasta experiencia política al lado de las masas campesinas encabezando distintas acciones revolucionarias de masas en medio de la represión más feroz.

(…)

Decir que sólo el gobierno del estado de Chihuahua utilizaba el garrote para mantener a raya las demandas populares, equivale a desconocer la historia y la naturaleza esencialmente represiva del Estado mexicano, que en los últimos años de los ’50s y en los primeros de la década de los  ’60s había desatado una feroz cacería de brujas contra todo movimiento popular independiente.  Después de golpear a la clase obrera (ferrocarrileros, maestros, telegrafistas) el régimen se dedicó a reprimir a los campesinos y asesinó a Rubén Jaramillo.  El estado de Guerrero era mantenido en constante estado de sitio y los muertos se contaban por decenas; y a pesar de ello el pueblo logró derrocar al gobernador de ese estado.  Bastaban por ejemplo las visitas de Kennedy o de De Gaulle para que toda la izquierda fuera guardada preventivamente para que no espantara a los posibles inversionistas.

Hoy -1981- el carácter represivo del estado burgués no ha cambiado.  De franco y desembozado en la década anterior se ha vuelto sofisticado y silencioso con el aval de los que ayer estaban presos por la visita de Kennedy y que hoy reciben, al amparo de la “reforma política”, a Carter en la cámara de diputados.  No existen en realidad presos políticos en nuestro país; sólo muertos y desaparecidos; la represión llega a cada sindicato, a cada comunidad campesina o a cualquier sector que quiera actuar políticamente con independencia del estado como requisito para incrementar las ganancias de la burguesía y del imperialismo.  Los golpes que ahora propina la “brigada blanca” son silenciosos, como calladas son todas las actitudes políticas de la burguesía que con la mentira reaccionaria oculta la necesaria verdad de los antecedentes revolucionarios del pueblo mexicano.

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.  La decisión política de Arturo Gámiz fue la de cortarle las alas a una sucia maniobra que desde la “izquierda” iba a restarle el apoyo popular a la lucha guerrillera para transferírselo a lo que entonces se llamaba “izquierda atinada”.  La decisión militar no fue la de tomar el cuartel, sino sólo la de realizar un ataque relámpago con finalidades políticas propagandísticas, para efectuarlo en un período perentorio e inmediatamente proceder a la retirada.  El error militar que provocó el desastre político fue el de retrasar el momento de dar la orden de retirada.

(…)

En octubre de 1963 y en febrero de 1965, bajo la dirección de los luchadores sociales que participaron en el ataque al cuartel de Madera, se celebraron en la sierra de Chihuahua dos encuentros políticos en los que participaron delegaciones campesinas y estudiantiles y minoritariamente de obreros procedentes de varias regiones del país, donde se estudiaron y analizaron a la luz del marxismo las condiciones de la vida nacional.  Fruto de esos encuentros de la sierra son los análisis políticos en que se consigna a plenitud el conocimiento que de la historia de México, de la realidad nacional presente y de la situación internacional tenían los revolucionarios que la posteridad se ha ensañado en calificarlos como los “mártires” de Madera.  En esos documentos se apunta ya con claridad la visión política del futuro que había en sus concepciones.  Ese futuro ya es presente, y muchas de sus conclusiones políticas se están cumpliendo, a la vez que el futuro cercano nos permite afirmar que los revolucionarios de Madera no estaban equivocados como quiso hacerlo ver la izquierda.

(…)

Para los que en México queremos hacer la revolución, cumpliendo el imperativo de nuestra generación, es imperativo también conocer la obra política de los atacantes del cuartel Madera.  Esto se vuelve más importante en el momento en que la confusión política provocada por las fuerzas de izquierda, que se han sumado sin pudor al presupuesto oficial y abandonan todos sus proyectos -si es que los tuvieron- de independencia de clase, desviando a las masas de la comprensión de su misión histórica.  Se hace necesario abordar el estudio de la obra política de Gámiz en momentos en que las concepciones de la violencia revolucionaria en nuestro país han sido rebajadas a la simple negación de la teoría científica de la revolución por quienes considerándose herederos políticos de los revolucionarios de Madera, han confundido la actividad político revolucionaria con el simple “echar bala” o con matar a un agente de crucero para obtener un revólver, etc., desconociendo -y negando de hecho- lo fundamental de las concepciones políticas sobre la liberación nacional en nuestro país que sustentaba el profesor Gámiz.

Ni locos, ni suicidas, ni mártires.  Mártires los cristianos que se inmolaban en el circo romano, suicidas los kamikazes japoneses; locos, Hitler y Mussolini.  El revolucionario no es suicida ni ama a la muerte.  El revolucionario aspira a vivir para transformar las condiciones de vida miserable de su pueblo y si para lograrlo es necesario entregar la existencia, gustoso la da para que el pueblo siga viviendo.”

(…)

Hasta aquí el fragmento… los invitamos a leer el documento completo en el Cuaderno de Trabajo III de la serie “Dignificar la Historia”, Cruce de caminos: luchas indígenas y las Fuerzas de Liberación Nacional (1977-1983), página 80.