Justicia para los mineros y sus familiares. XII aniversario de la toma de la Mina en Pasta de Conchos, Nueva Rosita, Coahuila.

El presente video fue realizado en el marco del XII aniversario de la toma de la Mina Pasta de Conchos en Nueva Rosita Coahuila, acción realizada por parte de las viudas y familiares de los trabajadores mineros y organizaciones políticas solidarias.

Video realizado por el XII aniversario de la toma de la Mina Pasta, operada por Grupo México, dirigida por Germán Larrea y responsable de la tragedia que cobró la vida de Los trabajadores mineros.
Fuente: Casa de Todas y Todos

Abrazamos la justa demanda por el rescate de los cuerpos de los mineros enterrados en la Mina Pasta de Conchos. Mina de carbón operada por Grupo México, responsable de la tragedia y que junto con el gobierno mexicano se les exige justicia por la memoria y dignidad de los trabajadores mineros y sus familiares.

Casa de Todas y Todos
¡Vivir por la patria o morir por la libertad!




Editorial noviembre

México 2020: noviembre,  mes de vida y muerte

La  cultura  mexicana mezcla los saberes de nuestros antepasados, sus mitologías, sus valores simbólicos,   con nuestras actuales prioridades  como pueblo libre y soberano, que busca la felicidad a pesar de vivir en un sistema desigual e inequitativo en un mundo rapaz e inculto, que no dudamos en combatir; hoy vamos a recordar y celebrar nuestra tradición cultural con la vida de nuestros compañeros que nacieron para no morir, y el sufrimiento nacional,  por los cientos de miles de mexicanos que han perdido la vida en las luchas intestinas por la avaricia y el  poder, todo eso adicionado con los miles de muertes por la pandemia que si bien nos muestra que no somos los humanos nada todavía,  debemos enfrentarla y  procurar el menor sufrimiento global, recordemos entonces, porque recordar es vivir.

El “Xantolo” (en Huasteco) o “Hanal Pixán” (en Maya), el culto a la vida después de la muerte, que nació hace ya miles de años, es una tradición que celebramos los mexicanos, es una fiesta que compartimos vivos y muertos, pues nos da alegría recibir a nuestros antepasados y así convivir con ellos. La tradición indica colocar  en un altar especial a nuestros seres queridos más cercanos,  e incluso a nuestros héroes patrios, artistas, o  deportistas destacados que nos traen buenos recuerdos, es una creencia simbólica que nos identifica como hermanos, todos somos hijos de la misma madre tierra: México.

En la historia Patria,  el mes de noviembre presenta fechas especiales que nosotros celebramos con orgullo, pues son hitos históricos de nuestras luchas como pueblo,  por ser libres, acabar con las dictaduras, repartir la riqueza que solo da el trabajo humano en colectivo.  Recordamos la gran lucha revolucionaria de 1910, que se inició en noviembre, y el proceso que le da continuidad  el 17 de noviembre de 1983 para rescatar para nuestro pueblo la lucha que se había traicionado, y que protagonizaron nuestros compañeros, entre todos ellos,  destacan dos,  que nacieron en noviembre para no morir,  los compañeros ALFONSO y GABRIEL  sacrificados por las balas pro imperialistas. Aquí va nuestro respeto:

ALFONSO: Representa a la juventud, rebelde e insumisa que vio cómo se masacraba al pueblo en especial a los estudiantes en 1968, y escogió un 6 de agosto de 1969 participar hasta la muerte si era preciso en una lucha que se sabía desigual, pero debía de darse.  Es uno de aquellos fundadores de las Fuerzas de Liberación Nacional,  que con el paso de los años, integró el primer núcleo de compañeros que se preparaba para la lucha en la selva, sabemos que ellos al ser descubiertos, lucharon contra los soldados y en seguida fueron a desalojar a los agentes norteamericanos que tenían un campamento para entrenamientos de sobrevivencia en la misma selva, lo cual hicieron.  Después todo es confuso, existen evidencias de que fue detenido, fotografiado y posteriormente asesinado junto a otros miles de  luchadores de aquella época, por eso lo buscamos dentro de una lista de compañeros desaparecidos políticos, que hemos llamado “La lista de Ocosingo” ¡Vivos los llevaron!, ¡Vivos los queremos!.

GABRIEL: En 1976 nuestro compañero Responsable Alfredo,  escribió desde la selva la siguiente elegía, misma que aparece en nuestro libro “Dignificar la Historia II. Las Fuerzas de Liberación Nacional y los combates por la memoria (1974-1977) en la página 101.

COMUNICADO CONFIDENCIAL A TODOS LOS MILITANTES DE LAS

FUERZAS DE LIBERACIÓN NACIONAL

            Recuerdo del compañero Alberto Anselmo Ríos Ríos, Gabriel.

De origen humilde, encausó su vocación a la enseñanza, llegando a titularse de maestro normalista, y en ese campo laboraba al frente de un grupo de alumnos de enseñanza primaria.  Había iniciado, también, estudios de antropología.

Abandonó  ambas actividades cuando nuestra organización requirió sus esfuerzos en forma íntegra.  Gabriel, como era conocido entre los compañeros de la organización, militó como profesional durante poco tiempo: las balas enemigas guiadas por la traición segaron la brillante trayectoria de su actividad revolucionaria; más no impidieron que nos legara el ejemplo que emana de la responsabilidad de sus actos y de su serenidad y heroísmo ante la muerte. Participó en los sucesos de 1968 en México, y ahí entendió que sólo respondiendo con la violencia revolucionaria a la violencia reaccionaria del gobierno opresor, podían nuestros pueblos sacudir el yugo, deshaciéndose de sus opresores, y emerger hacia formas superiores de desarrollo de la sociedad.

Desde sus primeros contactos con nuestras Fuerzas de Liberación Nacional, manifestó su deseo de participar con toda su capacidad, tiempo y esfuerzo, al desarrollo de la organización y durante su militancia urbana, desarrollada sin contratiempos, titubeos, dudas, demostró que hacía coincidir sus pensamientos con sus hechos, demostró que, como aquel genial titán “la mejor manera de decir, es hacer”.

Así, después de realizar importantes trabajos en la ciudad, Gabriel se integra en marzo de 1973, no por seguridad, sino por merecimientos de su labor, como cuadro profesional de la organización.

  Así será tu simple  

y complicada historia, Patria,

un galope vital hacia el futuro,

que será tu pueblo

con su aurora

de milpa y de paloma.

Así es tu vida, Gabriel, luminoso caudal que conduce al futuro de tu Patria; así es tu muerte, vibrante compañero, que señala la alta cuota que la revolución impone; así es tu ejemplo, inolvidable camarada, que guía permanente y firme, puro y consecuente, por el sendero  abierto, a nuestros pueblos.

La noble actitud revolucionaria de Gabriel, constante, permitió que lograse su educación de revolucionario, formándose diariamente como tal, preparándose para ser un buen cuadro técnico y político, estudiando con método y sistema, fogueándose en el trabajo cotidiano, activando sus iniciativas, cumpliendo a cabalidad para llegar a forjarse el esqueleto del hombre nuevo, para llegar a portar con dignidad y silencio, el nombre de revolucionario.  Encontró, al través de sus estudios de marxismo, los  motivos y razones para luchar, con optimismo y decisión, por esta revolución que habrá de llevarnos toda la vida, pero que, lejos de consumirla, la consumará; aprendió que la lucha revolucionaria de los pueblos, se guía por métodos y caminos científicos, que el triunfo de la revolución es cierto y que no son casualidades, héroes individuales o accidentes históricos los que llevarán  a nuestro pueblo a la victoria.

Hoy celebramos el 27 aniversario de su natalicio: no conocen aún nuestros pueblos lo perdido, pero habrán de conocerlo, y cuando lo hagan, sépalo y tema el opresor,  pues los humildes del mundo habrán de cobrarle sus arteros actos canallescos.

VIVIR POR LA PATRIA O MORIR POR LA LIBERTAD

Fuerzas de Liberación Nacional

21 de noviembre de 1976

Altar de muertos en la Casa de Todas y Todos, Monterrey, NL, Noviembre 2020

Altar en Casa de Todas y Todos, noviembre 2020. Dedicado a la entrañable compañera Kari Zuviri y a todas y todos los militantes caídos de las FLN y en especial para al siempre compañero Frank o “Pancho”.
Altar en Casa de Todas y Todos, noviembre 2020. Dedicado a la entrañable compañera Kari Zuviri y a todas y todos los militantes caídos de las FLN y en especial para al siempre compañero Frank o “Pancho”.

Hoy  hemos cumplido con nuestra promesa como hermanos de lucha,  de recordar a nuestros compañeros, a nuestras tradiciones culturales y a refrendar así a nuestro  pueblo el juramento de…

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Editorial Octubre, 2020

Octubre, mes de recuerdos que derivan en enseñanzas

Octubre inicia sus enseñanzas con el recuerdo de nuestra compañera Aurora y su ejemplo de no dejarse atrapar por los militares del Ejército mexicano que la intimaban a rendirse.  Enseguida, la fecha que “No se Olvida”, el 2 de octubre, donde cientos de estudiantes y trabajadores inermes fueron asesinados por el crimen de estado perpetrado por el canalla Gustavo Díaz Ordaz y su tristemente célebre Secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez. La compañera Aurora y la generación a la que perteneció nos enseñan que pese a lo difícil que se miren las circunstancias, no hay que dejar de indignarnos ante las injusticias, ante la mentira; que luchar es posible estando organizados. Tan tenían razón que ahora, a 52 años de los tristes acontecimientos que sumaron cientos de muertes, el 2 de octubre es considerado crimen de estado y es fecha de luto nacional. La verdad les dio la razón.

Para el día 8, el “Che” también nos enseña, con su ejemplar lucha antimperialista, que se pueden lograr  cambios revolucionarios cuando un pueblo organizado decide el rumbo de su historia. Nuestro compañero Cesar (Manuel, Pedro), cumple 78 años el día 23, y está en calidad de desaparecido político.  Nos dejó cúmulos de enseñanzas y lo más importante… nos mostró el camino para andarlo en compañía de todos aquellos que quieran caminar organizados, y busquen un país más justo. Por último, nuestro compañero Subcomandante Pedro (Pedrín), cumplía años el 26 de octubre y con su muerte, nos enseña que ante la decisión de lucha de un pueblo, no hay ejército, ni policía, ni guardia que lo detenga, si su lucha es verdadera.

Con motivo del cumpleaños de nuestro compañero Cesar, transcribimos una carta del compañero Alfredo a Romeo, escrita desde las montañas de la Selva Lacandona en enero-febrero de 1977 al padre del compañero Manuel, donde narra las enseñanzas que dejó de herencia, no a una persona física, sino a un ente colectivo, congruente con la lucha que sus fundadores iniciaron, que creció con sus enseñanzas y que no ha parado en sus esfuerzos para alcanzar sus metas de lucha antimperialista.

Aquí el escrito…

“Don R….

A toda la familia ¡Salud!

Imposibilitado de hacerlo por ningún otro medio, lo saludamos con estas breves líneas, esperando que los “achaques propios de su juventud” no se hayan agudizado por ahora. Cúmplanse ya dos años de los sucesos que trajeron a nuestra Organización algunas dificultades conocidas por usted.

De las enseñanzas recibidas de Cesar tengo muy presente la que se relaciona con la paciencia revolucionaria, la no desesperación, el criterio justo, preciso, de que nuestra Revolución, llena de sorpresas, debe aniquilar, vencer totalmente (no sólo molestarlo) al enemigo, y que para ello el carácter nacional de la Organización no debe pasarse por alto.  Desde hace años, en la vieja casona de Madero, hablábamos de eso. Poco a poco nuestros criterios se fueron reforzando por el conocimiento de las lecciones de la historia y nos llevaron a conclusiones que ahora, en la práctica revolucionaria, vemos justas. No se requiere un gran número de militantes sino una gran calidad de ellos, es mas valioso uno de ellos que miles de pesos, no enfrentarse a los problemas económicos con criterio capitalista (hacen falta pesos) sino con el del esfuerzo propio, entendiendo que cada peso destinado a la Organización puede representar una bala, y significar un día más de combate.

No hacen falta millones de pesos, hace falta encauzar los recursos debidamente. Estos criterios, el desarrollo que les dio Cesar parecen simples ahora, pero el haberlos descubierto antes que nadie, y considerarlos adecuados antes que la práctica demostrara su justeza, es criterio de César. La claridad de sus ideas políticas, producto de sus estudios de marxismo, y consecuencia del examen objetivo de la realidad lo conduce siempre a tomar las decisiones más acertadas.

Ninguno de los momentos apremiantes que hemos sufrido, ha sido consecuencia de sus órdenes, sino producto de inmadurez o falta de criterio de sus subordinados. La perseverancia y voluntad férreas que se ha fomentado, hacen junto a otras virtudes no menos importantes de César, el dirigente que nuestros pueblos necesitan. Le dan a sus actos y a la Revolución el carácter que requieren.  Sé que ni las mas grandes adversidades lo vencen. Por conocerlo, tengo la confianza absoluta de que se encuentra bien.

Lamento que éste saludo por sus “16 años” no vaya acompañado de mejores nuevas. Debe usted considerarse orgulloso de haber permitido con las excelencias de su educación la formación de César.

A doña B….. en diciembre la recordamos y extrañamos.

Si las condiciones son adecuadas, por favor entregue también a Lilia nuestros saludos.

Con un abrazo de “Vivir por la Patria o Morir por la Libertad”

                                                                       “Alfredo”




51 Aniversario

Este jueves 6 de agosto del 2020 en punto de las 16:00 hrs (México), conmemoramos 51 años organizativos de las Fuerzas de Liberación Nacional. Te invitamos a ver la transmisión en vivo.


 



Conmemoración Virtual: 51 años de las FLN y su importancia en la historia de México.

Este jueves 6 de agosto del 2020 en punto de las 16:00 hrs (México), conmemoramos 51 años organizativos de las Fuerzas de Liberación Nacional. Te invitamos a ver el siguiente vídeo:

El caminar de 51 años de las Fuerzas de Liberación Nacional es el trabajo consciente de mujeres y hombres que desarrollaron sus máximas capacidades por la libertad absoluta de nuestro pueblo.



Julio 2020… ¡Siempre adelante!

Este 1º de julio, festejamos el cumpleaños 231 de Xavier Mina. En esa lucha constante de  hacer todo lo que nos une y nada que nos separe, éste 2020 unos y otros, en diferentes momentos, nos ha tocado sufrir la “cuarentena” por el Virus SARS Cov 2 Covid-19, pero eso no nos detiene, seguimos en el constante llevar adelante nuestra lucha y en ésta ocasión la Casa de Todas y Todos,  realizamos un pequeño Video/Regalo para la memoria e historia de Fray Servando Teresa de Mier y Xavier Mina.  Mexicano Novohispano y Navarro que tenían un solo ideal…. Luchar por  ¡Independencia, Salud y Libertad!

Ver entrada

¡Gora Mina!
¡Gora Fray Servando!

Julio enmarca también muchos otros acontecimientos históricos para la casa de todas y todos, hace 49 años pasamos el bautizo de fuego, aunque no éramos delincuentes, ni había nada que nos señalase como tales, fuimos denunciados y los policías mexicanos, siempre corruptos, se llevaron la sorpresa de su vida. Y aún descubiertos…..seguimos adelante.

Hace 20 años un 1º de julio se
inauguró nuestro edificio actual (que por cierto es un sitio histórico pues de
ahí salieron los primeros compañeros en 1969 hacia la selva Lacandona), la Casa
del Dr. Margil, ahora Casa de Todas y Todos. Por la digna historia que guarda
en sus paredes, ha sido tratada de destruir en varias ocasiones,  pues ahí bajo la sombra del centenario árbol
que nos sirve de logotipo, los compañeros fundadores escondieron las primeras
armas y se trasladaron a cumplir con su deber histórico con nuestro pueblo de
¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!, y hasta la fecha esa es la
consigna y seguimos adelante.

Hace 7 años salió a la web,
nuestra página de información y propaganda lacasadetodasytodos.org,
esperamos mejorarla siempre y que sea enriquecida con sus colaboraciones, esa
ha sido nuestra misión,  y por último,
aunque siempre es lo primero, en julio es el aniversario de nacimiento de
nuestro compañero Héctor, que integró el primer núcleo de combatientes en entrenamientos
en la selva.  Hoy somos miles,  en pocas palabras, una felicitación a todas y
todos ustedes queridas hermanas, y hermanos y no desmayéis.

¡Adelante, ¡Aurrera!, ¡Hasta la victoria Siempre!
¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!
Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Junio, 2020: ¡Respiraremos!

Editorial Junio, 2020

Desde el
año de 1971 en la Casa de todas y todos, así en el México que lucha, no
olvidamos los junios: son las agresiones a nuestro pueblo que reeditamos en
nuestra conciencia social lo que nos da fortaleza para seguir adelante. En este
junio un hecho poco usual, una pandemia, nos mantiene unidos, y no es la
primera vez que un evento de dimensiones trascendentes – como los
terremotos-  nos une. Miles de muertes y
regiones incomunicadas para no propagar la epidemia es parte de la estrategia
médica, que no debe de detenernos:  a
pesar de la distancia y la pérdida de contacto, por medio de la conciencia
debemos acercarnos, desarrollando las labores de preparación que son necesarias
para toda acción: la preparación y el estudio.

Si bien,
en la medida de lo posible, el pueblo trata de mantenerse en casa y no
reactivar la vida social, se avisora ya el afán de lucro del sistema económico
que padecemos: los grandes laboratorios que se frotan las manos en espera de
los medicamentos y equipos médicos de elección para atacar la enfermedad, que
seguramente ellos venderán. De esto y otros males sociales seguiremos hablando
en otros editoriales.

En este junio
no debemos de olvidar el racismo. Ese flagelo que como virus permanece oculto en
las conciencias. Tiene una raigambre milenaria: el ver al otro como inferior
por su color de piel, por su lenguaje extraño, por su indumentaria, son
manifestaciones que se han repetido en amplios periodos del andar humano. Y sin
embargo, es en el periodo regido por el capitalismo que el racismo ha sido un
componente ideológico desde el cual se ha justificado el genocidio, la
esclavitud, la explotación y la expoliación de territorios y pueblos enteros.
Desde el viejo discurso del racismo, se explota laboralmente, se ofrecen peores
salarios, se obliga  a jornadas laborales
más intensas.

Lo que
hoy observamos que pasa en los EEUU, fuertes protestas contra los departamentos
de policías y otras instituciones de gobierno, no solo se explican por la
brutal ejecución ilegal, ilegitima y publica de George Floyd, sino por la
cultura sistémica de brutalidad policiaca e impunidad que ha tenido un costo
inmensurable en el asesinato de miles de negros, hispanos e inmigrantes en manos
de policías blancos racistas.

Casa blanca entre gases lanzado por policías que la “defendían” contra la multitud. ¿Quien agrede a quien?

Las policías locales de las ciudades gringas, los sheriffs, los Texas Rangers, la patrulla fronteriza, ICE, los Federal Marshalls, la DEA, el FBI, el Servicio Secreto, la Guardia Nacional, entre otros han estado vinculados históricamente a dos sistemas de control social, la criminalización de pueblo pobre y de color, y a la militarización de la estrategia de control policiaco civil. Y con ellos, han reventado cualquier intento de rendición de cuentas (police accountability) por parte de la ”sociedad civil” o aun del congreso de los EEUU, y  han violado sistemáticamente los derechos civiles y humanos de los sectores controlados.   

Y el
resultado de esta cultura de abuso intencional e institucional es que el 99.99
de los crímenes cometidos por estas policías queden impunes, y aun justificados
por un sistema de cortes locales, estatales y federales (controlados por jueces
blancos) que han completamente abandonado a las víctimas.  La acumulación de estas ofensas, y agresiones
han resultado en el hartazgo que es hoy evidente y en la reacción popular se da
en forma de disturbios, incendios y enfrentamientos contra fuerzas policiacas
en todo el país, en ciudades como Minneapolis, Chicago, Los Ángeles, San
Francisco, Atlanta, Filadelfia, Nueva York, Houston, Dallas, El Paso, Salt Lake
City y otras grandes ciudades norteamericanas, llegando anoche a la Casa
Blanca, cuya entrada principal fue incendiada, mientras el presidente se
escondía en el Bunker.

Entonces
la historia parece repetirse, y de que nada de esa agresión racista ha
cambiado. Hoy recordamos los alzamientos populares de Watts, o de cuando
asesinaron al líder Luther King, en los años 60s, luego los del año 1992,
cuando los policías responsables de golpear sin clemencia a Rodney King fueron
exhonerados. Hoy recordamos a Eric Garner, a Juan Patricio Peraza, a Michael
Brown, a Esequiel Hernandez, a Trayvon Martin, Sergio Adrian Guereca, a Tamir
Rice, a Philando Castile, a los niñ@s Felipe, Jakelin, Roberto  y centenas más de ciudadanos
afrodescendientes y migrantes que, en el marco de la impunidad, el supremacismo
blanco, y el racismo estructural, han muerto a manos de la policía
norteamericana.

El
cobarde, inepto, mentiroso y bocón presidente de los EEUU ha anunciado que
busca declarar a quienes participan en las estas protestas como terroristas, poniendo
en claro el carácter fascista de su propio gobierno, algo que el imperialismo
norteamericano había procurado anteriormente ocultar o disfrazar. 

Todas
estas acciones de protesta, plenamente justificadas en su forma y en su fondo y
arropadas con el apoyo y la solidaridad de los pueblos oprimidos en todo el
mundo, resultarán seguramente insuficientes: falta conocer al sistema
imperialista y promover la unidad de los trabajadores del mundo, para que desde
un mismo frente actuemos contra el imperialismo global. Ante las guerras de
conquista, invasiones, asesinatos masivos, perpetrados por el imperialismo, cada
país presenta una serie de problemas urgentes por resolver, y cada pueblo trata
de resolverlos con los fundamentos históricos a su alcance. Pero el combate al
imperialismo, debe de hacerse en coordinación, entre todos los pueblos de la
tierra. Esa ha sido nuestra búsqueda desde hace un poco más de 50 años de
existencia.

George Floyd murió ahogado por un policía de Minneapolis: “I can’t breathe” – “no puedo respirar”- fueron sus últimas palabras. El ahogo del racismo, el ahogo del encierro sanitario, el ahogo de esta pandemia en el cuerpo de nuestros pueblos, pasará: el imperialismo será derrotado, el racismo será borrado, la salud será un derecho y la enfermedad será un hecho natural, no una condena social. Ese futuro ha sido nuestra razón, desde hace poco más de 50 años de existencia.

En este
mes de junio, debemos recordar al compañero  fundador de nuestra organización, Manolo, nacido
en Junio, a la compañera Ruth,  a los
jóvenes estudiantes mártires del 10 de junio, y ahora agregar con tristeza a
los miles de víctimas de la pandemia.

¡Nosotros  no olvidamos!

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Grupo Editorial de la Casa de todas y todos.




Corresponsalía abril

Recibimos la siguiente Corresponsalía del Centro de Estudios de la Casa de los Pueblos.

Oaxaca, México, abril del 2020.

Semanas de trabajo cooperativo, organizativo…Y la lucha sigue.
Compañeras, Compañeros, Compañerxs; además de saludarles, queremos informarles
como hemos decidido enfrentar la crisis de enfermedad por la que atraviesan los
mundos.

Primero. Estamos conscientes, en diferentes momentos de la historia, los
pueblos hemos tenido que enfrentar múltiples epidemias.

Durante la invasión y saqueo de los pueblos de américa por los europeos en el siglo XVI: la viruela, el tifo, el cólera y la sífilis, provocaron una hecatombe demográfica.

En 1812, durante la guerra de independencia, se diseminaron intencionalmente la fiebre y el tifo para diezmar las rutas y sitios de las tropas insurgentes comandadas por José María Morelos.

En Oaxaca, entre 1750 y 1880, se sucedieron plagas y epidemias que diezmaron
poblaciones y reorganizaron la distribución de los pueblos, los circuitos
mercantiles y las relaciones con las ciudades.

De 1882 a 1921, encontramos registro de las siguientes epidemias: cólera en
Chiapas, Oaxaca y Tabasco de 1882-1883, en 1915 el istmo de Tehuantepec; fiebre
amarilla en Sinaloa en 1889, 1902 y 1903; peste bubónica en Baja California y
Sinaloa en 1902-1903, en Mazatlán el registro fue de 529 muertes; fiebre
amarilla en Veracruz entre 1903 y 1905, tuberculosis en 1907, sífilis en 1908,
en 1910 sarampión; tifo en el centro-sur, incluida la capital de la república
en 1911, 1915 y 1916. En el primer semestre de 1915 el panteón de Dolores
registró 9,788 entierros y para 1916 se tenía un registro de 12,149 muertes en
la capital; en 1918 la influenza española dejó 500,000 muertos más, en el país.

En relación con las epidemias, los mecanismos de inmunización eran y sieguen
siendo precarios y eran y siguen siendo parte del escenario de guerra. Las
enfermedades repuntaban por ciclos y se recrudecían según la temporada del año:
en frío aumentaba el tifo, con calor aumentaban el cólera, dengue y paludismo.
El hambre era y sigue siendo permanente.

Diferentes misivas de generales revolucionarios y de familiares de Emiliano
Zapata permiten conocer que de 1914-1915 él estuvo enfermo de algún
padecimiento prolongado, que no impidió que la revolución siguiera en
movimiento (Pineda, 2013: 56-110).

La revolución del sur generó uno de los más grandes proyectos de salud
comunitaria y asistencia a heridos en combate. La medicina de guerra desde
abajo, desde las prácticas históricas de los pueblos insurrectos, desde los
contingentes de trabajadores de la salud, en las columnas y en los pueblos, en
las montañas y los trenes, en el territorio cuerpo de las personas y en el
territorio insurgente, operaba con un plan general que organizaba los centros
de atención y los hospitales desde la perspectiva revolucionaria para cubrir el
territorio liberado. Otra experiencia similar en la historia es el
tren-hospital de la División del Norte.

El  Ejercito  Libertador  del  sur  tenía  como
 prácticas  de  sanidad  y  atención,  la
canalización  de  enfermos  y  heridos  a
 hospitales  de  campaña instalados  en  Cuernavaca,
Cuautla, Toluca y México; tenía enfermerías en Jojutla y Chiautla, así como
puestos de socorro  en  Huitzilac,  Peñón  Viejo,
 Iztapalapa,  Mexicaltzingo,  San  Mateo  y
 Topilejo, atendidos por médicos, pasantes, estudiantes de medicina,
enfermeras y enfermeros, por mujeres, hombres, niños y ancianas que sumaban
colectivos, recolectaban, transportaban y eran correos entre los pueblos. Se
formaban brigadas sanitarias que también eran comandadas por mujeres como María
Guadalupe Muñiz y Dolores G. Pliego que luchaban por el cumplimiento del Plan
de Ayala (Pineda y Castro, 2013: 214).

Se colectaban cargas de maíz, ropa, leña, vendajes, medicamentos para los
heridos, zacate y cobertores para los hospitales, con obreros y campesinos en
Contreras y Morelos. En los diferentes rumbos del territorio se sentaron
precedentes del futuro sistema de derecho a la salud que se irá construyendo a
pesar de todos los obstáculos del poder. Es así, un aporte de los pueblos, no
del Estado.

Emiliano Zapata atendió con mucha dedicación las tareas para resolver las necesidades del colectivo social: auxilio económico, víveres, vestimenta y semillas para sembrar; abasto de leña, forraje y aparejos; resolución de diferendos sobre  tierras,  chinampas,  bosques,  agua,  ganado,  herencias  y  casas  habitación; impartición de justicia, asuntos judiciales, funcionamiento recto de los ayuntamientos, educación y salud; operación de caminos, correo, telégrafo y ferrocarril; comercio, producción de las fábricas de azúcar, fábricas textiles y fábricas de papel, minas,  construcciones.

Cuando hay una crisis, una guerra, enfermedad, quienes padecemos los nuevos mecanismos de control y segregación impuestos por el poder y quienes ponemos los muertos, somos nosotros, los pueblos. Como somos los pueblos los que, a pesar de la precarización y represión generamos alternativas que construyen vida.

Hoy como ayer insistimos, como nos enseñó Zapata; las necesidades del colectivo social se resuelven con organización y lucha; construyendo salud comunitaria, construyendo Autonomía, sembrando la tierra, compartiendo los frutos de la siembra y el trabajo colectivo, que hermana, que nos hace compañeros.

Centro de
Estudios de la Casa de los Pueblos.




Corresponsalía

Cuerpos-territorios, condiciones de vida, epidemias y la Revolución del Sur

Centro de Estudios de la Casa de los Pueblos

Recibimos la siguiente Corresponsalía del Centro de Estudios de la Casa de los Pueblos, al propósito de la pandemia de 1918.

Las condiciones de
vida y las condiciones de la guerra.

El poder hegemónico históricamente ha tenido
prácticas de dominación y escarmiento recurrentes sobre tierras, cuerpos y
símbolos, como el incendiar pueblos, apropiarse de las cosechas, destruir la
base agrícola de subsistencia, separar la cabeza, desmembrar y mutilar el cuerpo
en secciones cardinales, precarizar la vida hasta la hambruna y propagar
epidemias, elaborar discursos, generar imágenes o versar la mentira y la
calumnia en la historiografía, recurriendo a conceptos racistas, criminalistas,
burlescos y denigrantes, para minar y descalificar los procesos
revolucionarios. 

El genocidio, el etnocidio, el epistemicidio y
el ecocidio son también mecanismos que el poder genera para intentar derrotar
la voluntad de lucha de los pueblos.

Durante la conquista europea de los pueblos y
naciones históricas en el siglo XVI, la viruela y sífilis provocaron una
hecatombe demográfica, en 1812, durante la guerra de independencia, se
diseminaron la fiebre y el tifo para diezmar las rutas y sitios de las tropas
insurgentes, durante la revolución estas enfermedades tienen repuntes a grado
de epidemia que cobraban la vida de cientos de miles, principalmente en las
zonas pobres del campo y la ciudad. Con ese pretexto se formularon mecanismos
de control y segregación.

El registro de esperanza de vida en 1910 era
de casi 30 años (Bravo y Reyes, 1958, p. 81), México tenía 15.16 millones de
habitantes, el 42% de la población era menor de 15 años y sólo el 2% mayor de
65 años (DGE, 1918), el mayor número de muertes durante la revolución fue
particularmente en menores de 14 años.

El censo de población de 1921 registra 14.33
millones de habitantes[1]; a
pesar del subregistro de morbimortalidad, se estima que la revolución tuvo
entre uno y dos millones de muertos, según los datos censales, hubo ochocientos
veinticinco mil muertos registrados en diez años de guerra, esto es 226 muertes
al día.

La pobreza, el hacinamiento, las condiciones insalubres y miserables en las que se vivía en las periferias de las ciudades, en barrios como Tepito, La Merced, Peralvillo, Los portales, donde no se tenía drenaje ni luz y el agua potable que se consumía tenía impurezas biológicas, bacterias patógenas, parásitos intestinales, virus y químicos que provenían de aguas negras, aunados a la desnutrición crónica fueron determinantes en la proliferación de enfermedades infectocontagiosas como paludismo, viruela, escarlatina, tuberculosis, tifoidea, sarampión, tos ferina, tétanos, rabia, dengue, fiebre amarilla, peste, tifo, cólera, poliomielitis, difteria, encefalitis, influenza española, entre otras que son un indicador de la pobreza y marginación en que vivía el 90% de los habitantes, en esas condiciones debía continuar el trabajo y la lucha de los campesinos sin tierra, peones acasillados, obreros, costureras o lavanderas que trabajaban jornadas extenuantes en condiciones deplorables.

En promedio “cada persona consumía 13 kilos
de azúcar al año, 24 de arroz y 2 kg de frijol
(Valadés,
1987, p. 119),
los salarios cuando había, eran miseros, una mujer se vendía
por 6 centavos y un hombre por cinco pesos; lo que nos habla de una política de
control, explotación, segregación, acaparamiento y usura para el exterminio de
la población.

Entre las principales epidemias registradas entre 1882 y 1921 encontramos cólera en Chiapas, Oaxaca y Tabasco (1882-83), el istmo de Tehuantepec (1915), fiebre amarilla en Sinaloa (1889, 1902 y 1903) (Carrillo, 2005, p. 1050), peste bubónica en Baja California y Sinaloa en 1902-1903, en Mazatlán el registro fue de 529 muertes (Carrillo, 2002, p. 74; Ydirin, 2018, p.11), fiebre amarilla en Veracruz (1903-05), tuberculosis en 1907, sífilis en 1908, en 1910 sarampión, tifo en el centro-sur incluida la capital de la república en 1911, en 1915 y 1916. En el primer semestre de 1915 el panteón de Dolores registró 9, 788 entierros y para 1916 se tenía un registro de 12, 149 muertes en la capital (Molina, 2015, p. 1205); en 1918 la influenza española dejo 500,000 muertos más en el país (Ydirin, 2018, p. 12)

En 1891 el director del Hospital Militar, el
general Alberto Escobar, da instrucción para que la Secretaría de Guerra cree
la Carta Geográfica Médico Militar como un asunto de estrategia militar.
En 1907 el Estado Mayor publica un ensayo de geografía médico militar que
identificaba la etiología conocida o probable de las enfermedades, con ellos
los generales identificaban sitios de mayor riesgo, los recursos materiales y
personas involucradas (Carrillo, 2002, p.72).

Cuerpos de campesinos
y obreros, territorios de lucha.

En un contexto de guerra, la salud fue vista en
términos higienistas con un modelo militar de salud pública centralizada a
través del Consejo Superior de Salubridad y de las juntas de sanidad, cuya
política genocida, racista y de exterminio, utilizó medidas de control
poblacional mediante la detección y aislamiento de los enfermos, se les buscaba
casa por casa para la reclusión en cuarteles, cárceles, nosocomios, lazaretos,
viviendas.

Se incendiaban casas y pueblos enteros como
medidas de control social, Tepalcingo, Jojutla, Xalatlaco, Tilzapotla fueron
arrasados completamente bajo esta lógica, mientras que en la capital durante
1915 había 11, 197 personas recluidas en los nosocomios: Hospital General,
Hospital Tlalpan, Lazareto S. Joaquín, Hospital Militar (Molina, 2015, p.1219-1221).

En relación con las epidemias, los mecanismos
de inmunización eran precarios eran parte del escenario de guerra, los ciclos
de repunte de las enfermedades se recrudecían en diferentes temporadas del año,
en frío aumentaba el tifo, con calor aumentaba el cólera, dengue, paludismo, el
hambre era permanente; los grupos más vulnerables fueron los menores de un año
y las mujeres.

En 1900 estados como Querétaro, Puebla,
Oaxaca, Moleros tenían un promedio de 580 muertes por cada 1000 nacidos vivos
en el primer año de vida[2] (Ávila, 2015, p.417 e
INEGI, 1995, p. 62-71), para 1915 el índice de mortalidad aumentó, el
sarampión y la viruela, habían diezmado a la población. En Puebla se
registraron 999 muertes por tifo en 1915 y 1076 en 1916, del total de muertes
el 69.5% eran mujeres (Molina, 2015, p. 1201).

Diferentes misivas de generales
revolucionarios y de familiares de Zapata permiten conocer que entre 1914-1915
él estuvo enfermo de algún padecimiento prolongado que no impidió que la
revolución siguiera en movimiento (Pineda, 2013, p. 56-110).

La revolución del sur generó uno de los más
grandes proyectos de salud comunitaria y asistencia de heridos de combate, la
medicina de guerra, desde abajo, desde las prácticas históricas de los pueblos
insurrectos, desde los contingentes de trabajadores de la salud, con  un plan general que organizaba los centros de
atención y hospitales desde la perspectiva revolucionaria para cubrir el
territorio liberado, en las columnas y en los pueblos, en las montañas y los
trenes, en el territorio cuerpo y en el territorio insurgente, otra experiencia
necesaria en la historia es el tren-hospital de la División del Norte.

El Ejercito Libertador del sur tenía prácticas
de sanidad y atención, canalización de enfermos y heridos a hospitales de
campaña instalados en Cuernavaca, Cuautla, Toluca y México, tenían enfermerías
en Jojutla, Morelos, Chiautla y puestos de socorro en Huitzilac, Peñón Viejo,
Iztapalapa, Mexicaltzingo, San Mateo y Topilejo, atendidos por médicos,
pasantes, estudiantes de medicina, enfermeras y enfermeros, por mujeres,
hombres, niños y ancianas que sumaban colectivos, recolectaban, transportaban y
eran correos entre los pueblos, se formaban brigadas sanitarias que también
eran comandadas por mujeres como María Guadalupe Muñiz y Dolores G. Pliego que
luchaban por el cumplimiento del Plan de Ayala (Pineda y
Castro, 2013, p. 214).

Se colectaban cargas de maíz, ropa, leña
vendajes, medicamentos para los heridos, zacate y cobertores para los
hospitales con obreros y campesinos en Contreras y Morelos (Pineda, 2013, p. 109-116). En los diferentes rumbos
del territorio se sentaron precedentes del futuro sistema de derechos a la
salud que se irá construyendo a pesar de todos los obstáculos del poder, es
así, un aporte de los pueblos no del Estado.

Pero, además, Emiliano Zapata atendió con
mucha dedicación las tareas para resolver las necesidades del colectivo social:
auxilio económico, víveres, vestimenta y semillas para sembrar; abasto de leña,
forraje y aparejos; resolución de diferendos sobre tierras, chinampas, bosques,
agua, ganado, herencias y casas habitación; impartición de justicia, asuntos
judiciales, funcionamiento recto de los ayuntamientos, educación y salud;
operación de caminos, correo, telégrafo y ferrocarril; comercio, producción de
las fábricas de azúcar, fábricas textiles y fábricas de papel, minas,
construcciones.(Pineda, 2016, p.12)

En el contexto de estas gestas revolucionarias, en
medio de las epidemias y la gurra, en torno a las posibles y no sólo deseables
transformaciones de las relaciones sociales, dice el PLM en el Manifiesto del
23 de septiembre de 1911:

“El robo, la prostitución, el asesinato, el
incendiarismo, la estafa, productos son del sistema que coloca al hombre y a la
mujer en condiciones en que para no morir de hambre se ven obligados a tomar de
donde hay o a prostituirse, pues en la mayoría de los casos, aunque se tengan
deseos grandísimos de trabajar, no se consigue trabajo, o es éste tan mal
pagado, que no alcanza el salario ni para cubrir las más imperiosas necesidades
del individuo y de la familia, aparte de que la duración del trabajo bajo el
presen- te sistema capitalista y las condiciones en que se efectúa, acaban en
poco tiempo con la salud del trabajador, y aun con su vida, en las catástrofes
industriales, que no tienen otro origen que el desprecio con que la clase
capitalista ve a los que se sacrifican por ella
.[3]

Para quienes tienen interés o formación en el campo de la salud, nos queda la tarea de rescatar de la memoria de los pueblos, la historia de la construcción de la salud como un derecho, como un bien social que se logra con libertad política y económica, con la posesión de la tierra y la justicia, con un proyecto revolucionario que asegure el bienestar económico, político, cultural, social, ambiental de todo un pueblo.


[1] DGE. Según el Tercer
Censo de población de los Estados Unidos Mexicanos en 1910 había 15, 160,369
habitantes y en el Censo General de Habitantes de 1921 se registran 14, 334,
780 habitantes.

[2] Brena,
en Atención a la salud en la época porfirista, señala que fallecían 572 por
cada 1000 niños antes de cumplir el año de edad, en Querétaro 677, en Puebla
491, mientras
que la tasa de mortalidad infantil nacional en 1900 era de 288.6 y en 1909 de
301.8 (Narro, 1984, p. 641).

[3] Regeneración 1911.Los  Ángeles, Estado de California, Estados Unidos
de América,  a los 23 días del mes
de  septiembre de 1911. Rúbricas de Ricardo
Flores Magón, Librado Rivera, Anselmo L. Figueroa, Enrique Flores Magón En: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2625/54.pdf




10 de abril del 2020

Aniversario 101 del asesinato de nuestro Gral. Emiliano Zapata.

El virus que se distribuye en el mundo, no es el único
que en la historia ha provocado debacles.  La
pandemia de influenza de 1918, conocida como “gripe española” o “influenza
española” ocurrió durante la Primera Guerra Mundial (Guerra de rapiña y
despojo, guerra de unos cuantos países “poderosos” buscando sojuzgar y sacar
ganancia de los más pobres); en ese entonces los espacios reducidos y cerrados
y los movimientos masivos de tropas, sobre todo las tropas estadunidenses,
ayudaron a impulsar la propagación de la enfermedad.

Se estima que alrededor
de 500 millones de personas, o un tercio de la población mundial, se infectaron
con ese virus, y el número de muertes en todo el mundo se estimó en al menos 50
millones.

Hubo 3 momentos que se
reconocen de esa pandemia, el primero se detectó en campamentos militares, pero
a los Estados Unidos y otros países involucrados en la guerra no les convenía
informar sobre la gravedad de ese virus pues le interesaba mantener la moral
alta entre la población.  Pero la segunda
ola, (algo así como fase 2), surgió en Camp Devens, (campo de entrenamiento del
Ejército de los EE. UU. en las afueras de la ciudad de Boston) y en una
instalación naval en esa ciudad. Entre septiembre y noviembre murieron más de 100 000
personas en los EE. UU. en octubre de ese año.

El tercer momento, comenzó
a principios de 1919, duró toda la primavera y causó incluso más casos de
enfermedad y muerte. En nuestro país, México, es sabido que desde 1914 se  sufría de una gran escasez de agua y comida.
La crisis económica estaba latente pues fue una época donde las vías
ferroviarias, que era el medio para movilizar tropas y mercancías se vieron
afectadas por el desarrollo de la lucha revolucionaria. Eso provocó que el
traslado de las mercancías fuera muy costoso, provocando escasez de agua y
comida. Nuestro pueblo mexicano, ante todas las circunstancias nacionales o
internacionales, se ha mantenido en lucha.

Para 1918, nuestro General Emiliano
Zapata presentó un “Manifiesto a los habitantes de la República” en el
Cuartel General de Tlaltizapan, Morelos, el 16 de febrero de 1918.

“La revolución se propone: redimir a la raza indígena, devolviéndoles sus tierras, y por lo mismo, su libertad; conseguir que el trabajador de los campos, el actual esclavo de las haciendas, se convierta en hombre libre y dueño de su destino, por medio de la pequeña propiedad; mejorar la condición económica, intelectual y moral del obrero de las ciudades, protegiéndolo contra la opresión del capitalista; abolir la dictadura y conquistar amplias y efectivas libertades políticas para el pueblo mexicano.”

(,,,)

Y
ante esa situación, señala el Manifiesto….

“La
Revolución del Sur carece de fines personalistas. El Plan de Ayala que le sirve
de bandera sólo persigue mejorar la clase proletaria; impedir que el rico
explote al que tuvo la desgracia de haber nacido pobre; devolver a éste lo que
injustificadamente le ha sido quitado por hacendados y caciques y otorgarle un
pedazo de tierra en su Patria, a que indiscutiblemente tiene derecho como
mexicano […].

Los
artículos de primera necesidad se agotan, a tal grado que el hambre ha llevado
el luto y la desolación a muchos hogares de inocentes que tienen derecho a
vivir […].

Prolongar
esta situación por más tiempo, las enfermedades y miserias irán en progresión
creciente y los que ayer permanecieron indiferentes, desprovistos de ideales
revolucionarios, hoy, contrariando sus inclinaciones, se verán obligados a engrosar
las filas del enemigo, para alivio de sus males y satisfacción de sus más
imperiosas necesidades […].

Inspirado
en las ideas de patriotismo y de justicia, con que siempre he sellado mis actos
y penetrado de las amarguras por que atraviesa la República, os invito para
que, eliminando toda idea personalista, ayudéis a luchar por la salvación de
este suelo que nos vio nacer.

El General en Jefe Emiliano Zapata

“Manifiesto a los habitantes de la
República” cuartel general de Tlaltizapan, Morelos, 16 de febrero de 1918.
Archivo histórico UNAM, fondo Gildardo Magaña. En La Guerra Zapatista
1916-1919
, Francisco Pineda Gómez, Ediciones Era, México, 2019, Pág. 64.

Sin embargo, el
capitalismo, aunque pareciera que agoniza (igual que en aquel entonces), sigue
pataleando, entra en un dilema entre cuidar la salud de la población y el
paralizar o no la economía. Si la gente no trabaja, se detiene la producción de
mercancías y ¿la ganancia…? Por eso, los empresarios necesitan que la gente
salga a trabajar, aún a sabiendas que pone en riesgo la salud. Primero están
sus ganancias, y el virus del COVID-19, hace que ésta contradicción se
visualice. No hay que dejar de observarla. Al “Quédate en casa”, se opone el “Regresen
a trabajar.”

Nosotras, nosotros, desde la Casa de todas y todos… aún en medio de la pandemia, vemos que es necesario no dejar de ver el lado histórico y realista de la historia, de nuestro país y del mundo. No perder de vista cómo el imperialismo, fiel a sus convicciones de rapiña y despojo, aprovecha éstas situaciones para no dejar de “golpear” a países como Venezuela, Cuba o Irán y que por lo mismo, mientras exista el imperialismo, no podemos dejar de ser pensantes, de continuar organizándonos, no hemos dejado de luchar y por lo tanto debemos continuar  Viviendo por la Patria o Morir por la Libertad.

Grupo Editorial de la
Casa de Todas y Todos.