Abril, 2020:

“Sólo quien ama con pasión a su pueblo,  puede odiar con la misma intensidad a quien le oprime: el imperialismo”.

Abril del 2020 es uno diferente a otros, tanto en México, nuestro país, como en el mundo entero. Vivimos el forzoso cambio de nuestra cotidianidad, nos vemos obligadas y obligados en adaptar formas de convivencia que no son las nuestras: vemos calles vacías, medios de transporte tan desabastecidos como los almacenes de abarrotes y víveres, histeria dentro de los hospitales; estamos limitadas de abrazar o dar la mano a nuestras amigas y conocidas; debemos abstenernos de nuestras reuniones para platicar o para celebrar cualquier acontecimiento pretexto para convivir, quienes pueden pagarlo, salen con cubrebocas y antibacteriales. Nos preguntamos: ¿La ficción rebasa a la realidad o la realidad rebasa la ficción?

Dentro de este
cuestionamiento, retomamos a Nestor Kohan, reflexionando sobre los contextos
inesperados: “¿Tendrán
por fin razón los preconizadores del “fin del trabajo” (Jeremy
Rifkin), el “agotamiento de la política” (Daniel Bell), el ocaso de
los “grandes relatos” (Jean-François Lyotard), el “fin de la
historia” (Francis Fukuyama), la opacidad de la
“forma-sindicato” (Toni Negri)? ¿Habremos llegado acaso al fin del
capitalismo senil?”.
Estás, son
preguntas, hacia las que aún no tenemos respuesta.

Sin
embargo, permanecemos nosotras y nosotros con perseverancia, como lo hemos
hecho por 50 años: resistiendo. Por eso, no dejaremos de escribir nuestras
efemérides para recordar a los compañeros y compañeras que nos dejaron
principios éticos y morales irrenunciables, ni de expresar la opinión de
compañeros que, aspirando a la colectividad, participan en el Grupo Editorial
con sus aportaciones.

En abril, conmemoramos el nacimiento de los compañeros Ricardo y Fidelino, quienes forman parte de la Lista de Ocosingo; además, del de la compañera Soledad, quien a los 24 años fue asesinada por el Ejército Federal en San Miguel Nepantla en 1974. Ella fue de las primeras compañeras en incorporarse como militantes profesionales a la organización madre Fuerzas de Liberación Nacional. Para recordarla, extraemos una semblanza del compañero Mario: “Porque para ella la revolución era sinónimo de amar. Sólo quien ama con pasión a su pueblo puede odiar con la misma intensidad a quien le oprime: el imperialismo. Amaba sobre todo a los niños, como si fueran propios…” [http://casadetodasytodos.org/editorial/abril-soledad-ricardo-y-fidelino/].

Abril es también el mes en que oficialmente se celebra el Día del Niño conmemorado en México cada 30 de abril desde el año 1924; instituido por la Organización de Naciones Unidas después de la Declaración de Ginebra en la se reconocieron por primera vez los derechos del niño (y las niñas, apuntamos); sin embargo, la aparición de la niñez en la Constitución se ha convertido en una celebración sin arraigo, ni repercusión, carente de historia.  Este día ha sido tomado por la mercadotecnia desmedida legitimándola como una celebración que se vuelve de consumo “obligatorio” a nivel nacional desde las escuelas, iglesias, instituciones e industrias que, oportunistas, se suman a las fechas registradas en el calendario publicitario para servir al mercado de la desigualdad, mercantilizando una etapa del desarrollo para reducirla al del consumo.

Ante
esto, nosotras mostramos otras preocupaciones sobre la infancia, la infancia
que crece hoy y que hereda las consecuencias de una sociedad de consumo que
conocemos bajo el imperio neoliberal, un mundo en el cual un 1% de la
población, integrada por dirigentes políticos, desde el Estado, la monarquía,
la iglesia, deciden el destino de la clase trabajadora, ejecutando políticas de
exterminio, dando prioridad a mantener la producción económica por encima de la
vida humana; lejos de la opulencia comercial que pueda significar, vemos los
niños y las niñas como humanos en desarrollo, conscientes de su entorno. Para
ello nos apoyamos en J.R. Ubieto con lo siguiente:

“La infancia no es un momento
cronológico, sino un tiempo lógico tal como mostró el psicoanalista Jacques
Lacan (1971). La infancia es un primer tiempo para mirar, un tiempo abierto a
lo inacabado, a lo que está por venir y por construir. Un tiempo también para
fracasar y aprender de los tropiezos. Un tiempo para las sorpresas y la
curiosidad. El saber que allí se explora, incluido por supuesto el saber sobre
el sexo, tiempo habrá de ponerlo a prueba más tarde, en el «despertar de la
primavera». Es un momento lógico necesario, decía también Freud (1981), para
formar aquellos síntomas y defensas, como el pudor, la vergüenza, los ideales,
con los que hacer frente a ese real que constituye lo más íntimo y propio de
cada uno. Es el tiempo en el que la sexualidad y la muerte se viven pero
necesitan ciertos velos antes de abordarlas directamente. Por eso no se puede
eliminar ese tiempo de latencia, en el que cada uno y cada una vamos
construyendo lo que será después nuestro modo singular de estar en el mundo.”
(2018; p.65).

Si las sociedades
capitalistas, bajo la cortina parental de la protección y de la vigilancia, son
el ejemplo tangible de la destrucción de los sistemas de protección social y
las garantías individuales, les ofrecemos nuestra nula confianza. Creemos que
han convertido las luchas de los derechos sociales ─como derechos laborales
para los y las obreras del mundo, la reducción de horas laborales y la
eliminación del trabajo infantil- en exigencias mancilladas por las políticas
neoliberales dentro del capitalismo mundial.

La visibilidad de
las infancias frente a un mundo desigual tuvo 
presencia desde el S. XVIII a partir de las sociedad industriales en las
que niñas y niños fueron sometidos y controlados -como en muchas partes lo siguen
siendo- para la satisfacción del capital ya sea desde el manejo de máquinas,
limpieza, servidumbre, entre otras. Y como bien dice Coriat (2008), estas
imposiciones forman parte de “las
primeras políticas burguesas sistemáticas de administración de la fuerza de
trabajo”
. Así se legitimó la desigualdad de la niñez quienes, junto a la
figura de la madre, forman el núcleo invisible del sistema, pasando como
figuras desapercibidas cultural y socialmente por medio del control, el
sometimiento y la desmedida explotación.

La imposición
dominante de la explotación y el utilitarismo al que se exponen las infancias
en realidades inhumanas de inequidad e injusticia social, han seguido el patrón
de convertir cuanto sea posible en mercancía, como el amor, el juego, la
recreación y especialmente lo que nos interesa en esta editorial, la
reproducción social; ya que consideramos que desde el nacimiento mujeres y
hombres, son convertidos en dóciles y homogéneos reproductores de la dominación
capitalista y patriarcal.

Para el sistema de
producción capitalista, toda etapa es importante para ideologizar a la
población y asignar la división sexual de los trabajos, de ello es evidencia la
distribución de las tareas de la vida cotidiana en roles, basta con pararse en
una tienda de juguetes para analizar el destino que desean para la infancia:
las niñas son el blanco de los productos que normalizan la idea de la
maternidad como único destino para las mujeres, así como las labores de cuidado
y crianza gratuita que esto conlleva, y los niños, en cambio, son educados para
la guerra y la competitividad. Los videojuegos, por ejemplo, normalizan la
concepción de que el ejército (estadounidense, generalmente) no solo es el
“bueno” sino que es con quien hay que organizarse para combatir. Bajo la mirada
imperialista, es desde la infancia que se edifica al soldado.

Dentro de la
modernidad se intenta que domine un aprendizaje normalizado y sistematizado
para los intereses de grupos de élite, políticos y económicos: aunado a la otra realidad reducida para las
infancias como la sobreprotección y la normalización de comportamientos y
modelos de hogar o familia que difícilmente pueden ser adoptados por las clases
obreras y trabajadora de servicios.

El reclamo de las y los que soñamos con las infancias no controladas es que erradiquemos la idea de un único plan para las niñas y los niños, y que formemos, a través del acompañamiento para la subsistencia en la vida, se incluya el vínculo de la palabra y la conversación. Fomentamos así, un acompañamiento diferente que nos haga responsables a todas las personas de una crianza colectiva, con el objetivo de que, al salir de la infancia y hacerse mayores, sean personas responsables, sin la tentación del parasitismo (dependencia objetos), la inhibición (saber, trabajo) o la violencia (auto/hétero).

El infante es,
cuando no el presente, la futura clase trabajadora que será oprimida para
sostener el sistema de producción. La práctica capital es considerar la infancia
como fuerza de trabajo en vías de desarrollo, y bajo esa óptica, se encuentra
el otro extremo: la vejez. Quienes ya brindaron su fuerza de trabajo y que
ahora, al no estar insertos en la cadena de productividad, viven el horror de
la “medicina de guerra”.  Sobrevive el
que va a continuar con las labores de vida, asistimos con desconcierto a la
crisis sanitaria.

Consideramos criminal la política
que reduce la dignidad humana para valorar un ser humano según su fuerza de
trabajo. Mostramos con un botón que basta para ver al capitalismo en su grotesca
expresión, por si quedara alguna duda, una nota de prensa de un diario español
reza: Multimillonarios de EEUU reclaman
la vuelta al trabajo aunque eso suponga que muera gente
– [http://www.eldiario.es//internacional/coronavirus-EEUU_0_1009649972.html]:

“Podemos traer gradualmente de vuelta a esas personas
y ver qué sucede. Algunos enfermarán, algunos incluso puede que mueran, no lo
sé-“

 dice uno de ellos. Y continúa, “los multimillonarios norteamericanos con
mucho dinero metido en fondos de inversión lo tienen claro: hay que volver al
trabajo cuanto antes y, si eso supone la pérdida de vidas humanas por el
aumento de contagios, ese es un riesgo que hay que asumir”.

La postura que esta
nota nos muestra, contrasta con los principios internacionalistas de países
como Cuba, que nuevamente brinda una lección moral, ética, social y humana al
mundo entero al enviar sus brigadas de médicos y enfermeras a diferentes países
como a Italia. Precisamente a la ciudad de Lombardía llegaron 52 especialistas
cubanos, tal como antes lo hicieron al apoyar la lucha contra el ébola en
África, el cólera en Haití y en el terremoto que afectó a miles de personas en
Pakistán y también lo hacen en China, en países como Venezuela, Granada,
Nicaragua, Surinam y Jamaica, solo por mencionar algunos.

Si aquellos que son
nuestros representantes, son los mismos que sirven al capital, que profundizan
la brecha de la desigualdad, que usan a los grupos vulnerables para producir
ganancias a su complacencia sin la mínima de ética, están en el lugar
equivocado. Se les reprocha explícitamente su falsa soberanía y se niega su
falso paternalismo protector. La crisis sanitaria actual hace visible la
división de clases y las políticas de exterminio de los grupos políticos en el
mundo. Los parques y las escuelas lucen como territorios fantasmas, no se mira
la ternura de la infancia en ningún lado.

 La vulnerabilidad de la vida, en todas las
etapas de desarrollo del ser humano, nos pone ante la urgente necesidad de
volver a considerar los paradigmas bajo los cuales nos organizamos como
sociedad.

CORIAT, Benjamin.
El taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y la producción
en masa. 14a ed. México: Siglo XXI, 2005. ISBN 968-23-1571-9.

Ubieto, J. R.
(2019). Los malestares actuales de las infancias. Revista Catalana de
Pedagogia, 63-87.




Editorial Marzo…

Mes de “Lucha”…

8 de marzo… Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

La historia se ha hecho con
fuerza y desde abajo, por eso es importante reivindicar desde la memoria; el 8
de marzo de 1857, miles de mujeres trabajadoras textiles salieron a las calles
de la ciudad de Nueva York con el lema “Pan y Rosas” protestando por la
miseria en la que sobrevivían y para exigir mejores condiciones laborales,
reivindicar el recorte de horario de trabajo y demandar el fin del trabajo
infantil.

 Medio siglo después, el 25 de marzo de 1911,
hubo un incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, fallecieron 146
personas, 123 mujeres y 23 hombres, la mayoría jóvenes inmigrantes de entre 14
y 23 años. No pudieron salir del centro de trabajo, porque estaban
cerradas  todas las puertas de salida,
los patrones temían “el robo” de la mercancía por parte de los empleados.

En 1910 se realiza la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Dinamarca, asistieron más de 100 mujeres de 17 países y se proclama el Día Internacional de la Mujer Trabajadora para reivindicar la memoria de lucha de las mujeres por su emancipación.

No
hay duda de que la fecha 8 de marzo, viene del dolor y la rabia de mujeres que
perdieron la vida, y es un deber recordarlas por su valentía para salir y
protestar. Las mujeres, han hecho valer su voz y han protestado para
transformar la historia.

Recordemos también la lucha por el derecho a votar, el derecho a ocupar cargos públicos, a trabajar, derecho a la formación profesional y a la no discriminación laboral, pues la mujer, por el sólo hecho de ser mujer, no aparecía, no existía en las acciones de la vida pública.  Para ser parte de la historia, las mujeres han luchado.

En 1908, mujeres trabajadoras inglesas  adoptaron como color el morado como signo de reivindicación, el color de la resistencia a los embates de las estructuras de explotación patriarcal y colonialista.

Entonces, no hay duda que
las mujeres tienen un pasado de lucha emancipador, un pasado de lucha de clase
y contra una estructura de élite, una lucha contra el poder económico y
político que ataca las condiciones de vida de la clase trabajadora, por siglos
las mujeres han sido las explotadas por los explotados, es decir, el eslabón
más vulnerado en la cadena de explotación capitalista.

 La lucha por la igualdad de derechos entre
hombres y mujeres, por una jornada laboral reducida a 10 horas y digna, por
salarios mayores y en igualdad al de los obreros, por el rechazo a la
explotación infantil y por la unión de trabajadoras para la conformación de
sindicatos, fueron algunas exigencias llevadas por las mujeres obreras, incluso
a costa de su propia vida. Justamente la lucha de la mujer se da, en el auge
del crecimiento industrial, de la expansión de capitales y de la consolidación
de la clase burguesa. Por eso consideramos fundamental no perder el continuo de
la memoria histórica, para no olvidar que tras cada paso que se avanza de
manera colectiva en la lucha feminista, tiene tras de sí el digno sacrificio de
las compañeras de la clase trabajadora.

Sus convicciones y organización ejemplar nos han legado la conciencia de lucha. Las mujeres somos reconocidas como sujetas de derechos, ejercimos (a costa de todo un aparato de poder) el poder votar y ser votadas, usar pantalón, trabajar, estudiar, heredar, leer los libros que sean, amamantar en público, casarte con quien quieras o no, ser deportistas, etc, y todo gracias a las luchas feministas.

No se puede decir que nada
ha cambiado, aún falta mucho camino y dignidad, pero los ejemplos de mujeres indómitas
han marcado los caminos hacia la transformación:

¡Vivan las Mujeres Rebeldes!

Madres de Desaparecidxs, Madres de Plaza de Mayo, Madres de los 43 Normalistas de Ayotzinapa, Las Patronas, Las Sufragistas, Mujeres por el Derecho a Decidir, Viudas de Pasta de Conchos, Las Panteras Negras,  Viudas de Sartaguda, Feministas Comunitarias, Comité Eureka, Mujeres Palestinas, Mujeres Kurdas, y demás ejemplos que falta mencionar y que seguirán gestándose.

La situación actual de las
mujeres continúa teniendo condiciones de explotación, precarización, división
sexual del trabajo, y  también vive en
medio de un ambiente de violencia machista desde los hogares, hasta cualquier
lugar del espacio público.

La división sexual del
trabajo,  ha relegado a las mujeres a las
tareas domésticas y a las labores del cuidado y la crianza bajo una concepción
de “naturalidad” en México. (Es común escuchar la frase “las mujeres a la
cocina”).

Los datos del INEGI en 2018, detallan que del total
de tiempo destinado al trabajo en el hogar no remunerado, fue realizado
mayoritariamente por mujeres, con un 77%, frente a un 23% representado por los
hombres.

Y la presencia creciente de las mujeres en la
espacio laboral remunerado fuera de su hogar, representa una Tasa de Trabajo
Asalariado en México, de un 43.7% frente a 56.6% que representan los hombres.
Es decir, se sitúa en una posición marginada a las mujeres padeciendo una doble
exclusión y explotación, dentro y fuera de los hogares.

La mujer, al realizar trabajo de cuidado y del
hogar, regala su fuerza de trabajo no a su pareja/marido/padre/familia, sino al
patrón(a). Porque el trabajador remunerado reproduce fuerza de trabajo mediante
la creación de mercancías, que serán intercambiadas en el campo económico,
mientras que quien está a cargo de los trabajos del hogar y de los cuidados sin
remuneración, con su trabajo repone diariamente gran parte de la fuerza de
trabajo de toda la clase trabajadora.

El tiempo dedicado al trabajo de los cuidados y el
hogar por parte de las mujeres, tiene impacto en su materialización económica,
ya que genera plusvalor, acumulación de capital, es decir ganancias monetarias
para el burgués, representando el 23.4% del PIB del México.

Del mismo modo la situación
de marginalidad de las trabajadoras del hogar en México que son remuneradas,
pero que carecen de derechos que dignifican a cualquier persona: pensión,
retiro, horario laboral digno, capacidad de convivir con sus familiares,
educarse, tener derecho al ocio, indemnización, vacaciones, aguinaldo,
seguridad social, etc. Las trabajadoras de los hogares (propios y ajenos) han
resistido las condiciones más injustas del poder neoliberal, la explotación, y
escuchar la frase: “es como de la familia” por parte de los empleadores, no
representa más que una ritual sin ningún sustento material, legal y ético.

Es por ello, que a causa de
la resistencia y valor de las trabajadoras de los hogares, se conformó en 2016 el
Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO) https://sinactraho.org.mx/conocenos/. Buscando la defensa de
sus derechos humanos laborales, la no violencia, no discriminación por sexo,
género, raza, color de piel y de religión, la equidad, el valor social y
económico del trabajo del hogar remunerado, y seguridad social para el
mejoramiento de la calidad de vida de trabajadores y trabajadoras del hogar en
México. De esa manera visibilizar y alcanzar derechos que pertenecen a las
trabajadoras del hogar.

El salario ha organizado a
la sociedad capitalista, permitiendo crear condiciones jerarquías de género y
clase, porque al no ser reconocido económicamente el trabajo de las mujeres, el
capitalismo le dota de poder a los hombres, generando un control respecto a las
mujeres (Federici, 2018).

La explotación bajo el
sistema capitalista ha orillado a las mujeres a la esclavitud de la doble
jornada, derivado del costo elevado de la vida en el neoliberalismo. Obliga a
las mujeres a en un trabajo remunerado (salario para subsistir), mientras y al
llegar a casa, invierten su esfuerzo en las tareas de orden, limpieza, crianza
y cuidado.  Esta es una división
patriarcal, según la cual el patriarca tiene la capacidad y el deber de
desenvolverse en el ámbito público, mientras las mujeres continúan en las
tareas invisibles e inagotables de la vida en el hogar, en el cual además son
violentadas desde la infancia, la mayoría de las ocasiones por sus propios
familiares o personas cercanas, asunto que continua  hasta la vida adulta, porque son las parejas
amorosas quienes más violentan a las compañeras, como si por el hecho de ser
mujer sea sinónimo de ser propiedad anexa al servicio del hombre, del patrón.

Además de vivir en un lugar inseguro, se han construido “valores
femeninos”, que sostiene la idea de la familia, la maternidad y la dinámica de
acción al servicio de los demás, generalmente aprendidos en los procesos de
socialización sexista y clasista, teniendo consecuencias sociales, políticas y
económicas.

Las mujeres en el siglo XXI, así como las que antecedieron la lucha feminista siglos atrás desde los centros de explotación, desde la marginalidad de los hogares, seguimos demandando condiciones dignas de vida y la libertad de todos los pueblos, es necesario una transformación radical de las estructuras de género y  clase.

El 8 de marzo, es el día de la mujer trabajadora.

El 8 de marzo, es el día de
la mujer trabajadora. Así como antaño las mujeres escogieron el morado como
color reivindicativo, en la actualidad el verde, reivindica el legítimo derecho
que tienen las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Sobre territorio y su tiempo.
 Es importante no permitir que ninguna
estructura de poder, robe a las mujeres trabajadoras su bandera de lucha, es
indignante que quienes nunca han apoyado a la libertad de la mujer de decidir,
ahora se manifieste a favor de la lucha feminista.

Nos queda claro que ni la iglesia, ni la derecha, ni los partidos políticos, ni las instituciones, ni los empresarios, ni  los patrones, ni los gobiernos neoliberales, nunca, ningún fascista ¡JAMÁS! podrán ser aliados ni mucho menos voceros de un grito que tiene eco desde hace años por el feminismo, porque no hay lucha más antisistémica que el feminismo.

Cada 8 de marzo recae en la
consciencia de las mujeres un llamado a la dignidad de la vida, a la libertad
plena para ejercer nuestros derechos y a un combate incesante contra el
capital.

Frente
a todos los agravios las mujeres desarrollamos todas las luchas, y todos
nuestros esfuerzos, siempre por la unidad, por una lucha combativa que forme
consciencia de clase.

¡MUJERES DEL MUNDO UNIDAS!

EFEMERIDES

En Marzo,
recordamos a la compañera Anita, quien consagró su vida a las causas de la
liberación de los pueblos, a la compañera Lucha, en sus innumerables facetas,
Lucha haciendo cuentas, Lucha cuidando animales, Lucha visitando obreros, Lucha
platicando con la vecina, Lucha enseñando, Lucha regañando, Lucha
protestando… pues también lo hacía.

También recordamos al compañero Alfredo, formador moral de muchos compañeros a través de su ejemplo y dejándonos importantes lecciones de ética revolucionaria al escribir los comunicados emitidos desde las montañas del sureste mexicano, enseñándonos en todos y cada uno de ellos, la importancia del compañerismo, de la crítica franca y oportuna y de la autocrítica; lo importante de la disciplina, discreción, de ser buenas militantes para formarnos como tales y sembrar en nuestros corazones, hasta morir si es preciso, la digna semilla del …

“¡Vivir por la Patria!” o “¡Morir por la Libertad!”.

Referencias

INEGI, (2020).
Trabajo No Remunerado de los Hogares. Retrieved 28 February 2020, from
https://www.inegi.org.mx/temas/tnrh/

Federici,
S., Catalán Altuna, M., Fernández Guervós, C., & Martín Ponz, P.
(2018). El patriarcado del salario.




Jornada de exposición fotográfica: “XIV Aniversario de la explosión de la mina 8 en Pasta de Conchos”.

¡Justicia y dignidad para los obreros del mundo!.

La lucha por la dignidad y la recuperación de los cuerpos de 63 mineros, es una exigencia histórica para el pueblo mexicano. Como Casa de todas y todos, respetamos la digna resistencia de las familias y trabajadores. Es por ello, que La Casa de Todas y Todos, presentó el pasado 8 de febrero en La Casa Colectiva la exposición fotográfica: “XIV Aniversario de la explosión de la mina 8 en Pasta de Conchos”, y el miércoles 12 de febrero en la Facultad de Ciencias Políticas de la UANL, donde además se llevó a cabo una conferencia con testimonios de familiares.

Posted by Casa de Todas y Todos on Saturday, February 8, 2020

Relataría de hechos y testimonios de lo sucedido en la explosión de la mina 8 de Pasta de Conchos.

Explosión de la mina 8 de Pasta de Conchos: testimonios

Posted by Casa de Todas y Todos on Wednesday, February 12, 2020

Lectura de la convocatoria y posicionamiento de familiares y organizaciones solidarias.

Explosión de la mina 8 de Pasta de Conchos: 14 años

Posted by Casa de Todas y Todos on Wednesday, February 12, 2020

Relataría de trabajos desarrollados con familiares y organizaciones en Pasta de Conchos y lectura de convocatoria para el 19 de febrero.

Testimonio de lucha: Pasta de Conchos #pastadeconchos #salylucha

Posted by Casa de Todas y Todos on Wednesday, February 12, 2020

Testimonio que muestra lo atroz que ha sido el estado mexicano con los familiares afectados por la explosión de la mina 8 de Pasta de Conchos.

El próximo 19 de febrero del 2020, se cumplirán 14 años de la tragedia de Pasta de Conchos en la mina 8 y con 12 años (28 de septiembre del 2008) de iniciado el rescate independiente cuando las Viudas y Familiares de los 63 mineros atrapados de Pasta de Conchos.

Por ello, Viudas y Familiares de los 63 mineros atrapados de Pasta de Conchos, organizaciones políticas independientes y organizaciones sindicales, invitan a solidarizarse a todos los sectores de la sociedad, para acudir al campamento “Susanita Gómez” el día 18 de febrero, y el 19 de febrero a las 10:00 am a participar en la marcha donde se exige !JUSTICIA y DIGNIDAD! a los familiares y trabajadores obreros.




14 Aniversario de la explosión de la Mina 8, de Pasta de Conchos

En Monterrey, N.L., la Casa de Todas y Todos se suma a éste esfuerzo de memoria y dignidad para presentarla en:

Casa Colectiva: Mariano Escobedo #732 Nte, Col. Centro, Monterrey, NL | 8 de febrero a las 16:00 hrs.

Este trabajo fotográfico lo presentan las compañeras Claudia Maricela Escobar Pacheco y Elisabeth Castillo Rábago, viudas que siguen en pie de lucha buscando el recate de los mineros y la dignificación del trabajo obrero.




Enero, siempre revolucionario.

(La fotografía fue tomada el 29 de noviembre del 2019 en la Explanada de los Héroes de la ciudad de Monterrey, N.L. por el fotógrafo Leonel Rocha.)

La denuncia a una sola voz que se hizo presente inicialmente en Chile, por parte de las mujeres del grupo de “Las Tesis”, representa la actualidad de una lucha histórica e  insumisa que se está desarrollando desde diversos frentes que atraviesan diagonalmente a la sociedad: artísticos, políticos, culturales, autónomos, indígenas, estudiantiles, académicos etc.

Las mujeres, mediante una
práctica política constante, han sido capaces de reconocer no solo a la cara
visible del capitalismo, la violencia sistemática, sino que además cantan la
composición del mismo: el capital, los jueces, los aparatos represivos, el
Estado, los presidentes. Todos estos son causantes de los feminicidios, las
violaciones y la impunidad que padecen las mujeres de nuestro país y el resto
del mundo, donde las relaciones perversas del sistema político y económico, en
conjunto con sus representantes antes mencionados, crean las condiciones
necesarias para que este camino de criminalidad hacia la mujer continúe a
perpetuidad; por lo tanto, deben ser denunciados, condenados y erradicados.

No es casualidad, ni tampoco resultado exclusivo de los medios digitales, que la denuncia presentada como performance con “Un violador en tu camino”, haya hecho eco y traspasando continentes. Es una acción dirigida hacia una sociedad jerarquizada, violenta, ampliamente desigual e injusta, que ha puesto a las mujeres como blancos históricos del capitalismo y es además una denuncia clara frente al machismo. Porque así como el Estado capitalista ejecuta el poder político desde un sistema eminentemente patriarcal, así también, tiene su necesaria continuidad en las prácticas del hombre en la sociedad, porque el hombre machista tiene tanto interés en establecer su dominio social [en paralelo con el Estado] sobre la mujer, que convierte cualquier contacto con ella en una muestra de dominación.

La voz que las mujeres
hicieron sonar en varios países del mundo, se desarrolla colocándolas como
sujetas de su historia y haciendo una revisión radical de los instrumentos del
Estado capitalista al que se han enfrentado por generaciones. Incluso, en esta
revisión radical, se cuestiona y rechaza la propiedad privada, porque desde
ésta se naturaliza y justifica la práctica social que coloca a la mujer como
mera propiedad del hombre, lo que ha significado su exclusión de un sinfín de
dinámicas y escenarios políticos, intelectuales, sociales y económicos.

En definitiva, las
resistencias de las mujeres para el siglo XXI, visualizan la reestructuración
de la reproducción social, económica  e
ideológica, como parte crucial para la transformación de las relaciones
sociales: la única forma efectiva de emancipación de la mujer atraviesa el fin
del Capitalismo en tanto régimen imperante. En este sentido, es indispensable
la radicalización de la lucha contra el Estado capitalista, por la miseria que
éste representa para las mujeres y hombres del mundo.

La libertad, para las
mujeres y hombres conscientes de esto, sólo es posible llevando adelante una
lucha dura, que demanda sacrificios y mucho esfuerzo. Un ejemplo de la
radicalización que mujeres en la historia de nuestro país es palpable en la
vida de 2 mujeres que lucharon contra la invasión norteamericana a la ciudad de
Monterrey en 1846: María Josefa Zozaya y María de Jesús Dosamantes.

En este contexto, presentamos a continuación una semblanza de ellas.

María Josefa Zozaya

Mujeres que participaron contra la invasión norteamericana a Monterrey
en 1846

La presencia de las mujeres
en resistencia a lo largo de la historia es prueba del desarrollo político que
han enfrentado, y que forjaron el camino para las mujeres que ahora cuestionan
el establecimiento del Estado capitalista e imperialista. Las valientes mujeres
que combatieron la invasión norteamericana a Monterrey en 1846, María Josefa
Zozaya y María de Jesús Dosamantes se puede conocer por el artículo publicado
en la revista Relatos e Historias en México, publicada en el año 2010 en su número 111:

María Josefa Zozaya

Originaria de Villa Real de
Borbón (que a partir de 1827 cambió de nombre a Villagrán), un pueblo ubicado
en los límites de Nuevo León a escasos 50 km de Linares, Josefa nació el 12 de
octubre de 1822 en una familia acomodada.

En el verano de 1846 ya soplaban los vientos de guerra que venían de la frontera hacia Monterrey. Las dificultades con Texas y la posterior admisión de ese territorio a la unión americana conducirían finalmente a la guerra de Estados Unidos y México. Los primeros campos de batalla se desarrollaron en la margen del Río Bravo.

Tras las derrotas de Palo
Alto y Resaca de Guerrero, y la evacuación de Matamoros, el ejército mexicano
conducido por Mariano Arista se retiró primero a Linares, Nuevo León, y luego
regresó a Monterrey.

Ante el inminente avance de
los norteamericanos sobre la capital nuevoleonesa, desde principios de junio de
1846 los regiomontanos comenzaron los trabajos de fortificación de la ciudad
que continuaron sin interrupción durante tres meses.

Se edificaron fortines en la
periferia, se levantaron murallas de contención, se cavaron trincheras en las
bocacalles, se construyeron parapetos sobre los techos de las casas y se
abrieron aspilleras o aberturas en las paredes para asomar los mosquetes de los
francotiradores. Todo esto causó expectativa y temor entre los habitantes de la
ciudad por los acontecimientos que estaban por venir.

El miedo de la población de
quedar atrapada en una batalla sangrienta provocó que algunas familias
abandonaran la ciudad. Muchos buscaron refugios en sus fincas, en los
alrededores o con familiares en otros poblados. Pero a pesar de tener la
oportunidad de marcharse a Villagrán, Josefa Zozaya tomó la decisión de correr
la suerte de los habitantes de Monterrey que decidieron enfrentar al enemigo y
con sus hijas permaneció en su casa para enfrentar la situación, cualquier que
esta fuera.

Su casa formó parte del
último recinto defensivo del plan de combate del General Pedro de Ampudia,
comandante del ejército mexicano, y fue ocupada con tropas, ya que desde ahí se
podía dominar el paso de varias calles…posesionado de algunas calles contiguas
a la plaza principal, varias compañías de rifleros de Mississippi, armados con
sus rifles Whitney de cañón rayado, abren fuego desde la parte alta de los
edificios. Los soldados mexicanos, apostados en las azoteas aledañas, también
desde la casa de Josefa Zozaya responden al tiroteo y el combate se generaliza
por entre los techos.

Las batallas silban, caen como granizo y rebotan en los muros de sillar de los parapetos. Las municiones se consumen y es necesario pertrechar a las tropas. Es en ese punto que aparece mencionada Josefa Zozaya por Guillermo Prieto, como si tuviera una cita con el destino, y que, con valor y determinación enfrenta su momento sin imaginar que con este acto pasará a la historia. Ante el riesgo de perder la vida. Josefa sube a la azotea y desdeñando la mortal precisión de los “Rifles Mississippi”, lleva pólvora y balas a quien las necesite, lo que entusiasma a los combatientes.

María de Jesús Dosamantes

Cuando el ejército norteamericano estaba ya casi a la vista de Monterrey, la señorita María de Jesús Dosamantes se presentó ante el general Pedro de Ampudia, comandante de la plaza, con un uniforme de capitana y montada a caballo, dispuesta a pelear contra los invasores. Ampudia comunicó oficialmente al ministerio de guerra: “le encargué que recorriese toda la línea para que la vieran todos los cuerpos que componen este ejército”.

A pesar de que su
participación es la más documentada de entre las mujeres que participaron
activamente en este episodio, su origen posterior de destino se desconoce. El
historiador Israel Cavazos sugirió, en su diccionario biográfico, que muy
probablemente ella hubiera llegado a Monterrey con las tropas de refuerzo antes
de la batalla y seguramente partió con ellas después de la capitulación de la
ciudad. Si esto es cierto, también es probable que hubiera asistido en la
siguiente gran batalla, la de La Angostura, en febrero de 1847, en territorio
de Coahuila, en la cual se enfrentaron los ejércitos de los generales Antonio
López de Santa Anna y Zachari Taylor.

Muchas otras han quedado en
el anonimato, pero que sin duda alguna construyeron la consciencia colectiva
con grandes determinaciones frente a la opresión de cualquier Estado, gobierno,
institución injusta en el mundo. Para todas ellas, nuestro reconocimiento y
para las que han seguido su ejemplo insumiso e insurgente frente a las
hostilidades del capitalismo, abrazamos sus luchas!!!

Este enero del año 2020 recordamos con tristeza a nuestras compañeras y compañeros caídos, heridos, torturados y presos por décadas de antes y después de 1994. El 1 de enero perdimos también a valientes compañeros insurgentes en las montañas, y recordamos con especial cariño y respeto a nuestro querido Co. Subcomandante Insurgente Pedro. Él fue militante desde 1979 y consciente de su actuar hasta el día de su muerte. Pero nuestra lucha no se detuvo y en los hechos, la Declaración de Guerra hecha al poder ejecutivo, al ejército del estado mexicano, y por ende al imperialismo que los apoya, fue aprobada un año antes, en otro enero, 1993, por los compañeros pertenecientes a las FLN. Así se dio inicio, tras 25 años de trabajo clandestino, el levantamiento armado del 1 de enero de 1994.

¡Vivir por
la patria! o ¡Morir por la libertad!

Grupo
Editorial de la Casa de Todas y Todos




Conmemoración de Xavier Mina en México: 202 años de su fusilamiento

El director de la Casa de Todas y Todos, el Arquitecto Fernando Yáñez, comenta porqué es parte importante reivindicar la historia de lucha de los pueblos, y con ello, recordar los 202 años del fusilamiento del héroe Francisco Xavier Mina.

Francisco Javier Mina, natal de Navarra, fue pionero en la lucha insurgente, desde las armas, así como Fray Servando Teresa de Mier, en la letras, el ilustre regiomontano fue quien invitó al héroe a formar parte de la insurrección en América Latina; la politóloga Mtra. Selene de la Fuente invitó a reflexionar sobre la vigencia de la organización antiimperialista hoy.

La Dra. Lydia Espinosa Morales, Historiadora del INAH, en el Conversatorio en honor al luchador antiimperialista Francisco Xavier Mina, en conmemoración a 202 años de su fusilamiento.




Conversatorio: 202 años del fusilamiento de Xavier Mina




Editorial Septiembre, 2019

Septiembre… Mes de “informe y cuentas claras”??? o Mes de lucha y búsqueda de caminos que conlleven a cambios reales…???

Nos llega septiembre del 2019 por primera vez con un
gobierno que se dice “diferente” como ya otros presidentes en turno a lo largo
de la historia se han presentado.

Anuncia, con bombo y platillo…. Informe de gobierno.
Estemos atentos y como siempre críticos a lo que en ésta ocasión “informe” a la
nación. Nación con miles de ausentes y otros tantos cuerpos sin identificar.
Con estados de la República que destacan no por sus avances académicos, sino
por la cantidad de entierros clandestinos que se han encontrado. País que sigue
esperando una transformación, ni siquiera una 4ª… pues no podemos hablar de que
se haya conquistado una genuina independencia cuando viven nuestros pueblos
asolados por los poderes imperialistas.

El informe presidencial por años (desde la
Constitución de 1824) presente en la historia de nuestro México, a manera de
ritual, un protocolo que ha “evolucionado” o que más bien se ha ido adaptando a
las diferentes situaciones que vive nuestro país.  Que inició siendo casi estilo “monárquico”
donde los presidentes en turno desde Porfirio Díaz, pasando por el traidor
Carranza se “arropaban” no sólo de políticos sino también de empresarios,
jerarcas de la iglesia y dueños de los medios de comunicación.

“Informe” que fue aumentando su contenido en
cuartillas, los informes de Porfirio Díaz eran breves, el de 1910, tenía sólo 3
cuartillas. Madero lo aumentó a 21 páginas y en todos ellos se decía que el
presidente en turno contaba con el apoyo del pueblo quien elegía a sus
representantes con “entera libertad”.

Desde Plutarco Elías Calles les preocupaba a los
políticos convocar a un nuevo pacto social. Urgía poner fin al caudillismo para
pasar a lo institucional y el informe sirvió para eso, junto con otras cosas,
para ungir un país de instituciones, un país “en paz”, listo para la llegada de
los capitales extranjeros a “invertir” en nuestro país, para marcar la
diferencia del nuevo régimen en comparación con el sexenio anterior quienes
fueron los malos, los corruptos, los “malos mexicanos” pues ahora tocaba a un
nuevo gobierno quien corregiría las cosas mal hechas en el sexenio anterior.

Para “orquestar” todo lo anterior, ya en 1982, el
desarrollo de la democracia liberal en México nos trajo las “interpelaciones” y
actos de protesta, dentro y fuera de San Lázaro, prueba de que ya todo era
supuestamente distinto.

El desprestigio de la clase gobernante llevó a cierto “ocaso” en el formato de los Informes, y en el año 2005 fue la última vez que el informe se celebraría en San Lázaro, pues al año siguiente –en el contexto del fraude electoral- las condiciones adversas se veían apabullantes y el gobierno panista prefirió “refugiarse”, “protegerse” y buscar las reformas adecuadas a la Constitución para que ya no sea el presidente quien entregue el informe al congreso sino los secretarios de gobernación; y no sólo eso se establecieron desde entonces sedes “ad hoc” para evitar el “desorden” provocado por el descontrol entre la propia clase política: Auditorio Nacional, Museo de Antropología e Historia, y ahora Palacio Nacional. 

No perdamos de vista el horizonte, por este ardor que
tenemos frente. Mientras el gobierno, y el Estado en su conjunto, responda a
los intereses reales del desarrollo capitalista, los pueblos no hallarán en
esas instituciones los instrumentos de su genuina liberación; a lo más, habrán
paliativos, beneficios de mediano y corto plazo, que pueden resultar
refrescantes en muchos miles de hogares y que pueden causar escozor entre el
sector más reaccionario, rancio y vendido del empresariado y su clase política.
Pero ahí estarán, pendientes, observando el modo de retornar. Y, por otro lado,
no estará distante el sector del  empresariado que quizá ve con buenos ojos, o
es indiferente a las políticas sociales de este nuevo gobierno. Y el gobierno
podrá hablar de grandes transformaciones, de cambios de régimen, pero si su
interés es reposicionar al país en el contexto mundial del capitalismo, para
los pueblos finalmente sólo habrá mayor explotación, continuidad al despojo y
en suma, el fortalecimiento del control imperialista sobre nuestro destino
colectivo.

Y los motivos para organizarse y continuar la lucha,
seguirán ahí, presentes.

Efemérides.

En septiembre recordamos a nuestra compañera Lucha, quien
muere en éste mes; a la compañera Ma. Luisa y el compañero Mario que nacieron
en septiembre y que nos dieron grandes lecciones de humildad, compañerismo.

De nuestro compañero Mario extraemos algunos párrafos de la investigación realizada en los años 80’s, aparecida por primera vez en nuestro periódico Nepantla 13 (1981) “Nada es gratuito en la Historia” y que refleja su firmeza y convicción revolucionaria, su amor y confianza en que nuestro pueblo no se equivoca, que es sabio en su toma de decisiones:

(…)

“Para los que en México queremos hacer la revolución, cumpliendo el imperativo de nuestra generación, es imperativo también conocer la obra política de los atacantes del cuartel Madera.  Esto se vuelve más importante en el momento en que la confusión política provocada por las fuerzas de izquierda, que se han sumado sin pudor al presupuesto oficial y abandonan todos sus proyectos -si es que los tuvieron- de independencia de clase, desviando a las masas de la comprensión de su misión histórica.  Se hace necesario abordar el estudio de la obra política de Gámiz en momentos en que las concepciones de la violencia revolucionaria en nuestro país han sido rebajadas a la simple negación de la teoría científica de la revolución por quienes considerándose herederos políticos de los revolucionarios de Madera, han confundido la actividad político revolucionaria con el simple “echar bala” o con matar a un agente de crucero para obtener un revólver, etc., desconociendo -y negando de hecho- lo fundamental de las concepciones políticas sobre la liberación nacional en nuestro país que sustentaba el profesor Gámiz.

Ni locos, ni suicidas, ni mártires.  Mártires los cristianos que se inmolaban en el circo romano, suicidas los kamikazes japoneses; locos, Hitler y Mussolini.  El revolucionario no es suicida ni ama a la muerte.  El revolucionario aspira a vivir para transformar las condiciones de vida miserable de su pueblo y si para lograrlo es necesario entregar la existencia, gustoso la da para que el pueblo siga viviendo.

El pueblo mexicano en su lucha por el pan y por la tierra, por la solidaridad internacional y por el libro, por la defensa de las libertades políticas ha sido muy generoso en la entrega de mártires sacrificados en el altar del capitalismo.  Jaramillo y su familia fueron asesinados, Román Guerra Montemayor fue asesinado, cientos de obreros y campesinos han sido reprimidos por el estado mexicano.  En todas sus luchas el pueblo siempre estuvo desarmado en tanto que el enemigo de clase siempre estuvo armado y por ende a la ofensiva.

Hasta el 23 de septiembre de 1965 la ofensiva estuvo siempre al lado de los opresores; el pueblo siempre actuaba a la defensiva ofreciendo el pecho a las bayonetas.  A partir de esa fecha supo el estado mexicano que el pueblo ya no estaba más en disposición de servir de silueta de tiro al blanco de los soldados.  Nuevas experiencias guerrilleras surgieron después en todo el país:  Genaro Vázquez y la ACNR, Lucio Cabañas y el Partido de los Pobres; distintas y efímeras organizaciones que nacieron al calor de la represión desatada por el régimen contra los estudiantes en 1968 y el 10 de junio de 1971; hasta culminar con la aparición, vida y ocaso de la LC-23-IX que adoptó ese nombre en pretendido homenaje y continuación de la obra de los revolucionarios de Madera.

El revolucionario caído no necesita de apologías para recordar su memoria.  Sus obras y sus concepciones políticas lo hacen vivir.  Para comprender el quehacer revolucionario de quienes por primera vez en la historia del proletariado mexicano emprendieron el camino de la liberación nacional empleando la violencia revolucionaria armados antes que nada de la teoría científica de la revolución; tenemos obligación de estudiar su pensamiento, sus concepciones sobre la lucha de clases en nuestro país, sobre las relaciones de la situación nacional y la internacional; tenemos que estudiar la crítica despiadada que hicieron de las enmohecidas organizaciones de izquierda a las que premonitoriamente calificaron como propensas a ubicarse en lo que hoy conocemos como “reforma política”, sus planteamientos organizativos y las previsibles maniobras intervencionistas del imperialismo yanqui en nuestro país.

Los textos que ofrecemos fueron escritos por el Profesor Arturo Gámiz García, dirigente de la Guerrilla de Chihuahua, precursora del movimiento revolucionario en nuestro país.  Fueron elaborados en octubre de 1963 y febrero de 1965 durante los “Encuentros en la Sierra” y publicados en forma de “Resoluciones” y “Dictámenes” por Ediciones Línea Revolucionaria, teniendo una circulación clandestina.

El rescate del pensamiento revolucionario del profesor Gámiz no tiene como finalidad relatar la historia.  Su finalidad es aportar un material ideológico de importancia fundamental para la lucha de clases en nuestro país, que nos permita esclarecer la actividad revolucionaria de nuestro pueblo en la tarea que le corresponde a nuestra generación en este fin de siglo;  Construir la historia de la liberación definitiva de nuestro pueblo.”

(…)

Invitamos a leer el artículo completo “Nada es gratuito en la Historia” en el libro “Dignificar la historia” III. Cruce de caminos: Luchas indígenas y las Fuerzas de Liberación Nacional (1977-1983)”,  en la página 80.

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos




Saludo por el 50 aniversario de las FLN por parte del compañero comandante insurgente Germán.

“Quiero ser justo al recordarlos a ellos y a esta generación, a ustedes verdes retoños de nuevas ramas del centenario árbol que nos cobija…felicidades a todos ustedes, mujeres y hombres conscientes…”




Inauguración exposición fotográfica 50 años FLN: Símbolos e Historias.

Se exhibirá vídeo sobre la Declaración de Guerra.