Hoy es 14 de febrero

Hoy es 14 de febrero, y es digno dedicar unas palabras a nuestros compañeros quienes, en 1974, entregaron su vida por la libertad de nuestra patria en la Casa grande de Nepantla. Muchos de quienes leemos estas líneas, no habíamos nacido aún. Sabemos hoy sus nombres y sabemos también de sus pasos, hemos leído las palabras por las que se sintieron convocados a organizarse en la riesgosa tarea de llevar adelante un proceso revolucionario.

Hemos entendido algunas de las razones de ese tiempo: el fervor del ejemplo revolucionario a la vuelta de la isla, la movilización juvenil en las calles, los cantos de un naciente mundo que fue ahogado en mazmorras, acribillado a mansalva, arrojado anónimamente al océano, incinerado su verdor en las selvas y montañas. Fue por medio de la guerra imperialista, guerra sucia, impuesta a los pueblos del mundo, que el enemigo intentó cegar la visibilidad de un mundo más justo, libre y democrático. Y cuando decimos enemigo, hablamos del capitalismo, ese sistema que sigue hoy ocultando de la vista común la posibilidad real de un mundo distinto y mejor.

Pero ese mundo está presente. Permanece, fundamentalmente, por que –como dijo Salvador Allende- “la historia es nuestra y la hacen los pueblos”; esto es, por que su base objetiva es el pueblo trabajador que aspira en lo general a un mejor mañana, donde -por decir poco- los derechos fundamentales se cumplan para todas y todos. En el hecho concreto de que el trabajo humano sea el único esfuerzo con la capacidad de generar valor, en esa verdad objetiva, cobra realidad de forma irreductible el perenne impulso del pueblo trabajador por mejorar su entorno.

Esa frase de Allende, registrada en el fragor de su último combate y poseedora de una resonancia única en el concierto de la historia, tiene otro polo además de los pueblos que la hacen. Esa frase habla también de un “nosotros”.

La lectura predominante de la historia nos pinta el decurso del siglo XX como un enfrentamiento entre bloques contrapuestos, perfectamente definidos; desde esa lectura, la frase “la historia es nuestra” puede ser enunciada por cualquiera de los bloques y lo único que cambia es el bando y sus colores. Esa lectura monolítica de la historia pasa por alto a los pueblos, los sustituye con personajes, siglas y banderas. Esa lectura sólo favorece al enemigo, pues le permite retratarse como el definitivo vencedor; ha permitido, además, la desarticulación de buena parte de las herramientas teóricas y organizativas mediante las cuales los pueblos lograron avanzar hacia su emancipación.

En el contexto intelectual que ha aflorado de esa lectura, los pueblos son factores económicos o súbditos de un conjunto de creencias; pero día a día, desde ese entramado se conjura la posibilidad de que sean nuevamente agentes históricos. Al pueblo le es permitido revolucionar, a través de su trabajo, a la industria, a las telecomunicaciones, al transporte y a todo el aparato productivo; a transformar el modo en que se mira a sí mismo ante un espejo, el cómo se nombra; a revolucionarlo todo, absolutamente todo, menos a las condiciones que lo mantienen oprimido.

Hablar de revolución se torna herético; como si al nombrar esa palabra fuesen convocados los dolores de toda guerra, los errores de todo régimen, los absurdos de todo abuso; como si conflagrar un proceso revolucionario implicara aspirar a cometer los mismos errores que se dieron en el pasado. Además, se omite con frecuencia de la reflexión el hecho de que gran parte de las riquezas sociales que hoy se defienden, así como prácticamente todos los derechos que –medianamente- arropan a nuestros pueblos, son producto de procesos de revolución social. Resulta complicado venerar y defender la flor negando la raíz.

La libertad individual y la igualdad jurídica ante la ley son producto de una revolución social; la independencia mexicana como nación –tan acotada en los hechos- es producto de una revolución social; los remanentes de la Constitución que no se han visto afectados por el avance neoliberal, en caso de que los haya, fueron producto de una revolución social. La libertad es un imposible para quien vive presa de su propio miedo; y también lo es defenderse. Y el enemigo, lo sabe, lo calcula, lo administra; ha hecho ciencia de ello.

Nuestra confianza está en el pueblo, en su probada capacidad de ser agente de su propio destino. No podemos permitir que el miedo impere entre nosotros, mientras se suman día con día penas y agravios. Mientras la herencia de esos procesos de revolución social es desmantelada, despojada de su carácter popular, y tornada en propiedad privada, no sólo en nuestro país, sino en franca guerra ante los pueblos enteros del mundo. En agravio de la vida misma.

Co. Salvador, Co. Manuel, Co. Maria Luisa, Co. Sol, Co. Gabriel,

¡Presentes!

¿Qué significado tiene la palabra “nuestro” entre quienes ponen su vida para que todo sea común?

¡Vivir por la patria o morir por la libertad!

Grupo editorial de la Casa de Todas y Todos

*La fotografía que acompaña este artículo es corresponsalía de Chubakai.




Almacén de herramientas populares

http://casadetodasytodos.org/almacen/plcls/florEnOtomiSubtitulada.mp4

Almacén de Herramientas Populares

Toda casa tiene un cuarto, algún tejabán o simplemente una caja donde se guardan las herramientas necesarias para el mantenimiento, la intendencia, para reparar lo roto o fabricar cosas nuevas. Nuestra casa, que es de todas y todos, acá en Apodaca, lo tiene. Pero la Casa de todas y todos tiene el propósito de ser un espacio ubicuo, pues la labor política que queremos desarrollar, necesariamente, debe brincar bardas y fronteras. Nuestra labor es eminentemente política, y queremos abrir al público este Almacén de Herramientas Populares, donde iremos depositando las herramientas políticas que vayamos ocupando en nuestro camino, para que sirvan a quien las requiera. Talleres, lecturas, películas, son algunos de los elementos que podrán encontrarse en este espacio.

Hemos decidido que nuestro Almacén de Herramientas Populares tenga como primer elemento este documental de Luisa Rey, llamado Flor en Otomí, que cuenta algo de la historia de las Fuerzas de Liberación Nacional, de la vida y muerte de una de sus más reconocidas militantes, Dení Prieto Stock, y de los hechos ocurridos en Nepantla, un día como hoy, 14 de febrero, pero de 1974.

NOTA IMPORTANTE:
Si tienes algún manual, taller o material que, a tu consideración, puede servir a la organización popular, ponte en contacto con nosotras. Lo mismo si eres autor de alguno de los materiales que vayamos publicando. Cabe aclarar que nuestra intención es puramente educativa, y carece de fines de lucro.
En cualquiera de los casos, escribe a este correo: corresponsalias@casadetodasytodos.org

cartel_flor_en_otomi-480x621Ficha técnica (imdb)

Título original: Flor en Otomí
Año: 2012.
País: México
Dirección: Luisa Rey.
Fotografía: Azeneth Farah.
Edición: Alberto Cortés y Luisa Rey.
Música original: Steven Brown.
Postproducción: Pedro de la Garza.
Premios:  Festival Contra el silencio, todas las voces 2012, Giff Guanajuato 2012, FIDH 2012.
Sinópsis: Una noche de octubre de 1973, a la hora de la cena, Dení se levantó de la mesa y dijo a su familia: – Al rato vengo… y se fué a  la guerrilla, a la casa que las Fuerzas de Liberación Nacional tenían en Nepantla, a 80 kilómetros de la Ciudad de México. Cuatro meses después el ejército, con fusiles y granadas, asaltó la casa. Murieron cuatro compañeros y Dení, quien sólo tenía 19 años.

 




La depreciación del peso mexicano

Corresponsalía del Dr. Pascal

“vosotros sois los primeros hijos de México y os quieren arrebatar vuestra Patria”
Gral. Ignacio Zaragoza

El alza de la tasa de interés anunciada hace unos meses por la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), y ejecutada en fecha reciente, ha generado que las monedas de los países periféricos, también nombradas economías en transición, se hayan depreciado respecto al dólar.

La depreciación es consecuencia de que esta alza hace más atractivos los instrumentos financieros emitidos por y en los Estados Unidos de América (EUA), estimulando que el capital dinerario abandone el territorio de los países periféricos para colocarse en EUA.

La depreciación se intenta contener a través de la intervención de los bancos centrales de los países afectados. El “éxito” de dicha intervención está en función de dos factores; por un lado las reservas acumuladas; el otro, por la exposición de las transacciones productivas y comerciales del país en relación al mercado mundial. Esto explica que la variación porcentual en la depreciación de las monedas de los países periféricos difiera. En unos países la depreciación ha sido mayor que en otros, pero en general la depreciación ocurrió respecto al nivel del tipo de cambio que prevalecía antes del alza de la tasa de interés ejecutada por la FED en fecha reciente.

Lo relevante –para nosotros– es que la depreciación del peso mexicano representa la prolongación del deterioro del poder adquisitivo de la población; en particular, de aquellos hogares constituidos por la clase trabajadora.

legarretaAlgunos sectores, asociados al poder político mexicano, han intentado argumentar sobre algunos supuestos beneficios de la depreciación del peso mexicano; que si las remesas que llegan mes con mes rendirán más y fortalecerán el mercado interno; que con la devaluación crecerán las exporaciones, al reducirse los precios de las mercancías mexicanas en el mercado internacional. El colmo de esta nefasta comunicación política, ha sido el diálogo entre un par de “estrellas” de un programa matutino de la televisión nacional, quienes siguiendo con pericia las líneas del teleprompter, afirmaron ante el público que no hay motivos para preocuparse por la depreciación del peso frente al dólar; fuera de cámara, al menos uno de los dos ha afirmado lo contrario, dejando en claro que sólo cumplía con su trabajo de mercachifle.

Es importante realizar un análisis de cuáles son los efectos concretos de la depreciación del peso en la vida económica del pueblo trabajador.

Sobre las remesas, podemos afirmar que -si bien “rinden más” ante un peso depreciado- son un paliativo a las enormes carencias económicas de buena parte de la población. Las remesas, como tal, no tienen el alcance para contrarrestar, desde los bolsillos de las familias que las reciben, una estructura económica dispuesta para expoliar a la clase trabajadora. A lo más, permiten la subsistencia o, en el mejor de los casos, una muy limitada movilidad social.

Ahora bien, sobre las exportaciones; si exportáramos mercancías sin comprar bienes intermedios del exterior, los capitalistas localizados en el territorio mexicano (no decimos capitalistas mexicanos, pues el capitalista no tiene más patria que el dinero) estarían “saltando” de la emoción, ya que las mercancías que les compran los del resto del mundo resultan ser más baratas cuando la moneda se deprecia. Pero esto no es del todo así.

La actual depreciación ocurre en una economía mundial en crisis. Una de las consecuencias de dicha crisis es que la demanda mundial se encuentra deprimida. Por ende, las exportaciones estimuladas por una depreciación, no podrían ser propulsoras de las economías que exportan sin importar, ya que no hay un aumento real en la demanda.

Lo cierto es que un amplio margen de la producción de mercancías hechas en México requiere de la importación de mercancías (insumos, maquinaria, herramienta). Esto explica –en parte– que la relación comercial de México registre un déficit comercial: el valor de las importaciones es superior al valor de las exportaciones. Cuando los capitalistas en territorio nacional producen mercancías, ya sea para abastecer el mercado nacional, o para exportar a otros países, requieren comprar mercancías, sobre todo proveniente de EUA, las cuales se adquieren tomando como referencia al dólar.

La depreciación significa que ahora el dólar vale aún más respecto al peso mexicano, por lo que los costos para producir las mercancías se incrementan en la medida que para producirlas en México se requiere de importar otras mercancías que se compran con dólares.

Dicho incremento del costo de producción, resultado de la depreciación -y a pesar de la intervención del banco central mexicano- obligará a los capitalistas localizados en territorio nacional a defender sus márgenes de ganancia; aquellos que no lo hagan así, o que no lo logren, saldrán del mercado.

Esta defensa de los márgenes de ganancia por parte de los capitalistas, toma la forma de un ajuste ante el incremento de los costos de producción, y dicho ajuste consiste en traspasar este incremento, ya sea a los precios finales de las mercancías, o conteniendo el venidero incremento de los salarios nominales, esto es, negando un salario más alto a los trabajadores del campo y la ciudad. En ambos casos, el resultado afecta de manera negativa el poder adquisitivo de los hogares mexicanos, ya que el costo de la vida se incrementa con la depreciación.

El sector productivo localizado en México que importa mercancías, pero que no está expuesto a la competencia internacional, por ejemplo, ese sector de capitalistas cuya mercancía es un servicio, tiene la posibilidad de traspasar todo el incremento del costo de la producción hacia el precio final. Por ello es posible -y muy probable- que en fechas próximas se observe un alza de las tarifas de dichos servicios (luz, telefonía, internet).

Si los productores de estos servicios no optan por el incremento de las tarifas, aun así, buscarán reducir el incremento del costo de producción, a través de proseguir flexibilizando el funcionamiento del mercado de trabajo, como hasta ahora lo han venido haciendo. Y la mentada flexibilización laboral no es otra cosa que la ruptura de los viejos convenios laborales, protectores de ciertos derechos y beneficios para el trabajador, en favor de modalidades de contratación que benefician exclusivamente a los patrones capitalistas.

Si el sector productivo localizado en México importa mercancías, y además está expuesto a la competencia internacional, es decir, en los casos en los que esa misma mercancía es también ofrecida en territorio nacional por capitalistas del resto del mundo, debido a los tratados comerciales que el gobierno mexicano ha firmado, los capitalistas optarán por traspasar el incremento del costo de la producción conteniendo los salarios, ya que si optaran por traspasar el incremento del costo al precio de los bienes finales, perderían mercado frente a sus competidores que se encuentran en otras partes del mundo. Y ante esta posibilidad, nuevamente, el poder adquisitivo de los trabajadores, se ve afectado.

Aquellos productores que ni con estas medidas de ajuste logren alcanzar los márgenes de ganancia previos, debido a que el aumento del costo de producción -a causa de la depreciación- sea superior a la posibilidad de la reducción del costo laboral, se irán a la quiebra, con el consecuente correlato del desempleo. Y en este mismo sentido, también hay que considerar que, si la deuda de las empresas está en dólares, la depreciación actual eleva el monto que deben que pagar, provocando la contracción de su gasto, lo que afectará la demanda de trabajadores – manteniendo o acrecentando los niveles de desempleo.

Estas distintas posibiles respuestas del capitalista localizado en territorio nacional ante la depreciación del peso, brotan por la estructura heterogénea de la producción de mercancías en México. Hay ramas expuestas a la competencia mundial y otras aún no expuestas; muchas -no todas- dependen de la importación de insumos para la producción; otras tantas funcionan con un elevado grado de endeudamiento. No obstante, el resultado es que el traspaso, ya sea vía precio final o vía contención salarial o con la combinación de ambas medidas de ajuste, recaerá en el poder adquisitivo de los mexicanos.

A estos factores se debe agregar que el ingreso gubernamental se verá afectado, ya que ahora es más atractivo, para el gran capital, adquirir bonos emitidos por el gobierno de EUA, que mantener el capital en moneda mexicana; es más redituable, pues, invertir en la moneda norteamericana que en la nacional.

Esto conduce a una reducción del gasto gubernamental en los subsecuentes años; aunado a ello, dicho gasto ha sido ya gravemente afectado por el actual precio mundial del petróleo, ahora a niveles bajísimos -incluso por debajo de su costo de producción. El impacto de la depreciación en las finanzas públicas contribuirá a que persista, y se amplíe, el incumplimiento de las funciones sociales –educación, salud, vivienda– por parte del gobierno, precarizando aún más la economía familiar de la clase trabajadora.

Desde un enfoque más amplio, esto se traduce en que el paisaje mexicano siga empobreciéndose, generando “ninis”, desempleados, empleados precarios, clínicas sin medicamentos, jornadas de trabajo extensas, inundación de mercancías provenientes de China, aumento del costo de los servicios privados y públicos, quiebra de empresas, migración y, imposible omitirlo, crecimiento del “trabajo” en la empresa del narcotráfico, con su inevitable correlato de violencia.

La historia económica de los países de América Latina revela que la depreciación de la moneda nacional siempre deriva en la combinación de inflación y contracción de la producción. Dicho comportamiento ha sido asumido, por parte de la clase política mexicana, como una ley inquebrantable; esa misma clase política ha ido entregando los instrumentos fundamentales de control de la economía, como la banca central -supuestamente autónoma-, a los dictámenes del capitalismo contemporáneo, complicando aún más la ruptura de los eslabones que encadenan en la pobreza a trabajadores, del campo y la ciudad, en nuestro páis.

De la clase política mexicana no vendrá la alternativa que contribuya a mejorar el bienestar de la población, no les interesa suprimir el ciclo inherente del funcionamiento del capitalismo. Incluso los sectores de la clase política que intentan diferenciarse del carácter mafioso y criminal que impera en el Estado mexicano, se han rendido ya a las leyes económicas del capitalismo en su configuración actual: las dejan hacer y las dejan pasar. Lo consideran imposible de alterar. Y no es falso afirmar que, en esas leyes económicas, lo que cobra cuerpo es la guerra hasta el infinito contra los pueblos del mundo, y contra el pueblo mexicano. ¡Acabemos de raíz con la guerra!

*Ilustraciones, corresponsalía de Insólito.




Paz laboral

Corresponsalía* del Padre Guerrero.

Amigos, ¿realmente en Nuevo León existe paz laboral?.
Pregunto lo anterior porque cuando me acerco a las fábricas y converso con diversos trabajadores, me señalan muchas condiciones no dignas, bajos salarios, incomprensión cuando piden necesarios permisos, falta de respeto a sus días de asueto y de vacaciones, exposición a altas temperaturas o a fríos extremos, exposición a enfermedades por el manejo de desechos tóxicos, ausencia de las necesarias medidas de seguridad.

Muchas veces los sindicatos están subordinados a los dueños de las grandes o pequeñas empresas, e igualmente son muy normales las complicidades entre las empresas y la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.

De tal manera que los obreros y empleados viven expuestos a una vulnerabilidad injusta. Por eso, cuando intentan organizarse para exigir sus derechos, fácilmente son reprimidos, despedidos y puestos en “la lista” de conflictivos.
Por todo esto es fácil comprender que es falsa la presumida “paz laboral”, porque los trabajadores están sometidos por este sistema neoliberal.

Y si desde los años noventa no se presentan huelgas, no es porque los obreros y empleados estén muy conformes con sus condiciones laborales.

Mas bien no hay huelgas, porque los obreros están sometidos, amenazados y atrapados por un sistema que los pone en el dilema de trabajar recibiendo salarios de miseria o morirse de hambre.

Los despidos injustificados van en aumento, la represión a la protesta es la amenaza constante, los trabajos precarios son la única oferta, el subempleo van a la alta, y la perdida de los derechos laborales es presentada como “privilegio”.

Por eso, considero que juntos debemos atender este grave problema que está afectando a las familias de miles de obreros en la ciudad y en el país.

Nuestro silencio será cómplice de estas injusticias y nuestra indiferencia favorecerá el triunfo del capital sobre los derechos laborales de los mas humildes, si ahora nosotros no nos comprometemos como sociedad civil, para detener la acumulación capitalista.

No es posible que sigamos viendo como” normal y natural la acumulación privada de capital por una élite y la venta de la fuerza de trabajo por la inmensa mayoría”.

 

Soy el Padre Guerrero y esta es mi humilde opinión.

 

 

 

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Las rupturas de febrero.

Para nuestra larga historia, el más corto de los meses ha vestido con el frío de sus días más de una ruptura; y tiene para nosotras un significado hondo y severo. Mes de nombres que duelen, por pertenecer a compañeras, compañeros, que nos fueron arrancados y desaparecidos por el Estado Mexicano: César, Murcia, Alfonso, Héctor, Ricardo, Fidelino; de topónimos como Nepantla, donde cayeron Salvador, Manuel, Dení, Sol, Gabriel; o Cárdenas, donde Aurora y Gonzalo fueron ultimados por las armas del ejército federal.

En cada caso, un ejemplo del deber revolucionario llevado a sus últimas consecuencias. Al igual que el General Vicente Guerrero, asesinado un catorce de febrero, nuestras compañeras y compañeros vivieron por la patria y murieron por la libertad.

En cada caso, sin importar lo profundo de la herida, hemos aprendido a curar, cuidar y remontar. Este camino, por más que lo llamemos nuestro, pertenece al pueblo por la convicción de quienes lo han andado; y ha sido en el pueblo trabajador del campo y la ciudad – en las maestras, estudiantes, obreras, campesinos, profesionistas, empleados y un largo etcétera- donde esa misma convicción halla siempre nuevas manos, plantas frescas para seguir andando; horadando a través de si mismo, por la convicción de ser libre, el pueblo nuestro hallará seguramente una nueva voz, dispuesta a decir las verdades necesarias en estos oscuros días en que la mentira gobierna.

Efemérides

romeoJoven3Siempre hemos honrado la Memoria de los compañeros muertos y desaparecidos políticos que aún buscamos. También en febrero, aunque cada cuatro años, – y a propósito que 2016 es bisiesto-, el día 29 de febrero recordamos a nuestro Co. “Romeo”, en la fecha de su nacimiento. Con ese nombre lo recordamos pues así lo nombraban los compañeros que lo visitaban en los años 70’s.

De origen humilde, terminó sus estudios de medicina y tuvo el honor de pertenecer a una generación de jóvenes médicos profesionistas avecindados en Monterrey, Nuevo León, México, hicieron suyos los ideales de la izquierda NO conformista y pusieron sus conocimientos al servicio de su pueblo, en tiempos en los que el ascenso del nazi-fascismo en Europa desembocaría en la Segunda Guerra Mundial.

A esta generación pertenecieron: el Dr. Ángel Martínez, el Dr. Mateo A. Sáenz, – padre de nuestra compañera Murcia- el Dr. Salvador Martínez, el Dr. Piedra -Padre de Jesús Piedra, desaparecido político-, y muchos otros, que no dudaron en compartir las vicisitudes de la lucha política con los dirigentes obreros de esa época. Por ello se granjearon la agresión y el desprecio de los empresarios y de los gobiernos corruptos que todavía padecemos.

Para todos ellos nuestro recuerdo imperecedero. Por ellos y para nuestro pueblo existimos, suya es la idea y la forma de actuar de la Casa de todas y todos, ¡¡no nos rendiremos!!


Co. Romeo ¡¡Presente!!

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Grupo Editorial de la Casa de todas y todos




Europa ante su espejo, tragedia en tres actos (parte II)

Corresponsalía del Colectivo paz, pan y tierra, Bakea ogia eta lurra taldea.
(continuación…)


Acto II – Tintín en el país del oro negro.

Si hubiera que buscar una imagen emblemática que resumiera esta guerra de despojo, lo más parecido sería una nube de buitres que aterrizan y se pelean por la carroña envuelta en pesado alquitrán. El despojo que queda es la osamenta de los estados nación del Próximo Oriente, después de que los aviones de las grandes potencias hayan lanzado miles de bombas para repartirse el oro negro, el auténtico botín.

Desde que estalló la guerra en Ucrania y Siria – que marcará un punto de inflexión con la entrada de Rusia en el conflicto bélico regional, desplazando en parte el monopolio bélico de EEUU y sus aliados-  el mapa de Europa quedó rodeado por zonas inestables y en guerra, desde el próximo Oriente hasta el norte de África. La Primavera árabe parece que no fue tal, vistos los resultados: países con Estados muy debilitados, desarticulados territorialmente y sumidos en la violencia, El ISIS controlando parte de Libia, la parte petrolera por supuesto, o atentando en Túnez contra intereses turísticos, golpe de estado militar en Egipto, Boko Haram interviniendo con extrema crueldad en el SAHEL…

pb-121130-aleppo-night-ps1.photoblog900En Siria, no obstante, el intento de “Revolución naranja” se fue al traste. Así que la llamada “oposición” al régimen de Bashar al Asad fue en una segunda etapa financiada y armada por las monarquías árabes que tanto deben en su origen y actuar antidemocrático a la Gran Bretaña: Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes. Especial protagonismo dentro de la oposición armada entrenada en campos de Jordania y otros países, cobran el Estado Islámico y el Frente Al Nusra de Al Qaeda. Estados Unidos y su aliado el Estado sionista, a través de la CIA y el MOSAD manejan los hilos de estos grupos insurgentes directa o indirectamente desde hace décadas en la región, financiándolos, armándolos y entrenándolos. El gran negocio de la droga suministrada a los combatientes tampoco les es ajeno desde hace décadas. En Afganistán fue el opio hoy es el captagón, millones de pastillas viajando libremente por las fronteras de Turquía o Arabia Saudita.

La otra guerra, la económica, la de los precios del petróleo que están en caída libre, parece tener su origen en la maniobra de los monarcas árabes para eliminar el incómodo rival del petróleo no convencional, mayoritariamente estadounidense, que mediante la técnica del fracking pretende inundar los mercados internacionales.

Cuando termine esta guerra, probablemente no será posible volver a las fronteras actuales de países que surgieron del proceso de descolonización. Mientras los kurdos se aprestan a conseguir un estado propio, al menos con la práctica de su autonomía, Turquía sueña con revivir el poderío del imperio turco en la región, y necesita el control de las regiones petroleras del norte de Irak y Siria. El Estado Islámico hace eficientemente ese trabajo para el capo Erdogan, mediante caravanas kilométricas de camiones cisterna que transportan el preciado líquido a Turquía.

Pero surgen muchas preguntas. Turquía ha favorecido el paso del petróleo robado y muy barato hacia…. ¿dónde? ¿quién compra ese petróleo fantasma? Países europeos, Israel y empresas estadounidenses… ¿qué bancos blanquean el dinero negro del petróleo y de la droga? Se echa en falta el periodismo de investigación independiente.

Mientras unos ganan otros pierden. Desde Turquía se ha dirigido hacia Europa la inmensa ola de refugiados que huyen de la guerra y del fanatismo. Este país ha permitido el paso en sentido contrario de yihadistas europeos hacia las zonas de conflicto, y ha aprovechado la confusión y ocasión para atacar a los kurdos o establecer tropas en el norte de Irak. Este miembro de la OTAN es cómplice directo del EI, y por tanto de los atentados de París. No creemos que la OTAN sea ajena a esta realidad, ni siquiera Francia.

También el régimen teocrático de Arabia Saudita, que en la geopolítica regional sueña con la gran Arabia de húmedos espejismos petroleros estorbados por los chiitas iraníes, apoya al ISIS material y espiritualmente, ya que la clerigaya fanatizada del califato ha sido formada en mezquitas de la facción salafista. Últimamente Arabia lidera una gran coalición de 35 países musulmanes contra el ISIS, con la intención de descartar sospechas sobre su actuar, pero la duda sigue siendo a quien bombardeará realmente, después de destruir Yemen.

Los resultados de la actuación militar del Imperio en toda la región han sido terribles, pues no ha contemplado en ningún momento la reconstrucción de los países devastados mediante la enclenque ayuda al desarrollo o el apoyo a la consolidación de Estados mínimamente democráticos. Al contrario, una vez arrasada la zona, comienza el despojo mediante contratos con empresas de los países que se reparten las ganancias. A cada guerra de nueva generación, las grandes empresas de armamento, las de reconstrucción, las de seguridad, suben sus beneficios en la bolsa a niveles estratosféricos.

Por supuesto que Europa no ha sido ajena a la generación de tal inestabilidad: ha participado del expolio de recursos estratégicos que lucran a grandes multinacionales energéticas y de venta de armamento fundamentalmente. No obstante, la Unión Europea no ha actuado con una política común, ni ha habido una intervención unitaria a través de la OTAN. Lo que ha primado ha sido la carrera por la carroña. Mientras Alemania se ha dedicado a saquear la periferia europea mediterránea vía mecanismo de la deuda externa, Francia, que mantiene su política neocolonial en África por el control de recursos mineros y fuentes de energía, interviene con sus tropas especiales en Mali, República Centroafricana, Chad, Niger, Costa de Marfil, Libia… y en Líbano y Siria, antiguos protectorados.

Acto III – Definición de Mafia

¿Pero qué tipo de guerra es la del Estado Islámico y cuál es su proyecto?

Definición de mafia: organización clandestina de criminales que intenta conseguir el monopolio de sus actividades delictivas en una zona.

El Estado Islámico nació en el norte de Irak como escisión de Al Qaeda, precisamente en una región que Estados Unidos marcó como zona de exclusión aérea en la guerra del Golfo, rica en petróleo y bajo su control. Ahora el Califato controla extensas zonas en el norte de Irak y este de Siria con campos petrolíferos que explota, vendiendo el crudo a “sus enemigos infieles”.

El interés geoestratégico de Siria es grande para todos los contendientes, es la vía más rápida para sacar el petróleo por mar, ya que tiene costa en el Mediterráneo, al igual que el Líbano, también desestabilizado. Increíblemente Israel no sufre ataques de importancia por parte de un Califato que reivindica el lejano Al Ándalus y sin embargo parece olvidarse de lo cerca que tiene Jerusalén, ciudad sagrada para el Islam. El dirigente del Estado Islámico, el califa Abu Bakr al Bagdadi al Quraishi al Husaini, ha enmendado hace poco semejante error, amenazando a Israel con un ataque que, dice, partirá de Palestina. Sorprende así mismo la facilidad con que el ISIS utiliza las redes cibernéticas sin ser localizados por el Gran Hermano que todo lo monitoriza.

August 31, 2012 - Aleppo, Syria: Syrian refugee women await in a covered parking area as they take temporary shelter at the Azaz border check point settled by FSA for those who flee from army shelling in the northern villages of Aleppo province. Due the flowing of thousands of Syrian refugees who have crossed into Turkey fleeing from aircraft bombing, the Turkish government have closed the border leaving dozens of hundreds of families stuck along the border areas, mostly of them children and women. (Narciso Contreras/Polaris) ///

El Estado Islámico impone en las zonas que controla una rudimentaria administración, pero realmente no se comporta como un Estado, sino como un poder mafioso que extorsiona, mata, tortura, viola para aterrorizar a una población pobre a la que además cobra impuestos. Este totalitarismo repugnante, xenófobo, que predica odio y que no respeta al diferente, que siembra el miedo, que coacciona y controla a la población, utiliza la Yihad y el disfraz religioso, aberrante, como propaganda de un califato que destruye los estados nación y sus identidades nacionales. Los crímenes de lesa humanidad son filmados y utilizados como propaganda que busca generar terror e islamofobia. Hay jóvenes musulmanes europeos que habitan en periferias urbanas, víctimas generación tras generación de la falta de integración y de la marginación en países capitalistas occidentales, que han visto en el Estado Islámico la promesa de un nuevo paraíso más digno, y han engrosado las filas de esta maquinaria de muerte.

Finalmente el último gran actor de esta guerra a las puertas de Europa es Rusia, que crece en prestigio y simpatías por la determinación y contundencia de sus ataques, y porque su objetivo es ayudar al presidente de Siria, que representa ahora mismo al viejo estado nacional garante del orden frente a la barbarie. Digamos que siendo un gobierno autoritario se ha convertido en el menos malo, no peor en todo caso que los mafiosos monarcas petroleros. Después del atentado al avión ruso, nadie va a cuestionar su intervención en Siria, mientras que la diplomacia de Obama pierde terreno. Putin, hasta hace bien poco despreciado por su intervención directa en Ucrania, ordena lanzar bombas con la inscripción “por París, por los nuestros”.

Los servicios de inteligencia rusos administran cuando conviene información embarazosa para las potencias occidentales, que a duras penas puede ser silenciada: helicópteros estadounidenses cubriendo la retirada de columnas yihadistas, camiones cisterna en filas kilométricas dirigiéndose a Turquía cargados de petróleo, la familia de Erdogán involucrada en el lucrativo negocio, tropas turcas ocupando el norte de Irak, EEUU evacuando a dirigentes del EI ante el avance del ejército irakí… La tensión entre Rusia y Turquía acrecienta la inestabilidad regional, una chispa que hará estallar el polvorín oriental pero que Rusia no abandonará, porque este enorme país tiene intereses geoestratégicos en Europa, Asia Central y el Pacífico, y eso preocupa a EEUU.

A diferencia del periodo de la Guerra Fría, en que los actores principales no se involucraban directamente en los conflictos, salvo excepciones como Vietnam o Afganistán, hemos pasado a una etapa en la que no bastan las guerras asimétricas ni las operaciones de cuerpos especiales contra el terrorismo. El complicado puzzle del Próximo Oriente obliga a actuar a todos sobre el terreno y fuera de él, los que centran su interés en la región y los que tiene bases militares por todo el mundo.

La tragedia ni siquiera llega a su fin al bajarse el telón de esta tragedia. Sin embargo no tenemos duda de que la humanidad se impondrá frente a la barbarie de la guerra y la violencia de las mafias. De nosotros depende salir de la realidad deformante de los espejos del callejón del Gato.

Fotografías del mexicano Narciso Contreras, sin su autorización.




Europa ante su espejo, tragedia en tres actos (parte I)

Corresponsalía del Colectivo paz, pan y tierra, Bakea ogia eta lurra taldea.

La ciudad el Amor y de la Luz ha sido atacada. Los yihadistas franceses llevaron a cabo un ataque coordinado sobre población civil en la gran metrópoli europea, asesinando a 130 personas, en su mayoría jóvenes que se divertían en salas de conciertos, bares y restaurantes. Una de las explosiones, cercana al estadio de fútbol donde se enfrentaban Francia – Alemania, generó la reacción internacional del mundo deportivo que amplificó el rechazo a la matanza.

Los atentados de París han convulsionado a Occidente, horrorizado ante la vulnerabilidad de un entorno supuestamente seguro. Aquí duelen los muertos según estén a un lado o a otro de la línea que separa la pobreza mundial de la minúscula isla privilegiada en que se ha convertido Europa. Porque por citar sólo un caso, ¿alguien recuerda en qué país africano fueron asesinadas en abril, 147 personas, la mayoría jóvenes estudiantes de la Universidad de Garissa, por el grupo yihadista somalí Al Shabab vinculado a Al Kaeda?

A pesar de las muchas tragedias, el cuerno sagrado de la abundancia sigue derramando espejismos de riqueza “bien distribuida” en Europa, hasta tal punto, que ni siquiera el miedo ha hecho mella en las fiestas consumistas por excelencia en este fin de año verdaderamente nefasto. Pervertido el sentido original de la Navidad cristiana, olvidamos fácilmente a nuestros semejantes, un millón de seres humanos- 25% niños- que esperan un futuro mejor a las puertas de Europa, detrás de muros y alambradas levantados tan rápidamente que se han adelantado incluso a la llegada del invierno, como regalo de bienvenida.

Los olvidados, ya no son noticia, sólo un estorbo en fechas tan señaladas, un problema sin resolver. La Unión Europea ha ofrecido en el colmo de la hipocresía burguesa 3000 millones de euros al mafioso presidente turco para que se haga cargo de su incómodo problema. Tampoco son noticia ya las más de 4000 personas ahogadas en aguas del Mediterráneo oriental sólo en este año, y las que siguen muriendo, entre ellos el niño Aylan, y centenares de pequeños inocentes como él. En un día como hoy, ocupa las portadas de los periódicos una gran noticia: la palabra refugiado ha sido elegida palabra del año 2015 por la Fundación del Español Urgente promovida por la Agencia EFE y el BBVA, en dura competencia con otras 12, como trolear, zasca, clictivismo o despatarre.

El limosneo televisivo coopta las mentes con concursos y tómbolas navideñas. El mejor marketing publicitario de las grandes empresas “solidarias” es la visión complaciente de la desgracia ajena que contribuyen a crear, cuando el altar de las ofrendas se aleja de un humilde pesebre o de una pobre patera, y el oro, el incienso y la mirra se entregan al único dios material en el que cree el mundo incivilizado, el Beneficio, que llamaríamos codicia si hubiera algo de ética en el mercado globalizado. Pero no se aflija usted por este apocalipsis cotidiano, “ponga 10 euros en una cuenta de cualquier ONG y el mundo cambiará, no pierda la esperanza”

El esperpento de Europa reflejado en los espejos cóncavos y convexos del Callejón del Gato que inmortalizara Valle Inclán, se convierte en la mueca grotesca que intenta ocultar una tragedia diaria y a la vez universal, una tragedia que aquí desarrollamos en tres actos.

vita-notturna-parigi-BataclanActo I – El miedo, instrumento de dominación

La consternación y el shock por los atentados, el “Je suis Paris”, dio paso a la expresión de un miedo colectivo de rápido contagio, bien aprovechado como instrumento de dominación social por los gestores políticos del capital globalizado, el gobierno francés en este caso, que utilizando símbolos como la Marsellesa y el lema Liberté, egalité, fraternité, consiguió debilitar el espíritu crítico de una sociedad fuertemente conmocionada. Navegando Francia a la deriva entre el chovinismo y la xenofobia, Hollande se presentó entre ujieres uniformados con plumaje dieciochesco ante la Asamblea Nacional, y extendiendo el brazo, puso el pulgar boca abajo: Alea iacta est, y con este gesto imperial, declaró la guerra al Estado Islámico entre aplausos del gallinero político.

La guerra incluye, en la práctica, el estado de excepción permanente: controles policiales, espionaje, registros, prohibiciones, limitación de la libertad de expresión y reunión en suelo nacional, control de fronteras europeas, bombardeos en Siria, mantenimiento de la actuación neocolonial de la legión Extranjera en varios países africanos donde las fuerzas especiales de paracaidistas actúan violentamente desde hace décadas, y gobierne quien gobierne.

Echando más leña al fuego, el ambicioso delfín Manuel Valls advirtió del peligro de armas químicas y bacteriológicas en futuros ataques. El temido enemigo a batir tiene un gran número de franceses en sus filas, que han golpeado a Francia precisamente en su corazón. Las medidas que se están tomando, azuzadas por los medios de propaganda mediante imágenes patrióticas “espontáneas” de unidad entre las instituciones y la población, recortan libertades con el beneplácito de los ciudadanos. Lo que todo francés tiene en la cabeza es “hay que defender nuestro modo de vida”. Este lema ya lo utilizó Bush en Estados Unidos después del atentado a las torres gemelas y al Pentágono. Los medios de comunicación europeos se encargan de poner altavoz a la consigna “Es la guerra de la civilización contra la barbarie”.

Pero la escenificación del poderío galo no ha bastado, y finalmente el espejo deformante muestra tal cual es el rostro de los farsantes: en las elecciones regionales el partido socialdemócrata de Hollande, ordenó la retirada de algunas de sus candidaturas “socialistas” y llamó a votar con urgencia nacional a la Derecha de Sarkozy para parar el avance de la extrema derecha de Le Pen.

Entre espejos convexos y cóncavos, las ratas corren por la penumbra de un callejón sin salida, y la Izquierda francesa se metamorfosea en derecha en nombre de la patria, como en un cuento de Kafka, convertida en un enorme escarabajo moribundo que entre estertores aplasta a la clase obrera que le dio el ser. Malos tiempos para la libertad… y para la lírica, como cantaba el grupo gallego Golpes Bajos.

(Continúa…)




Religión y lucha por la liberación nacional y el socialismo

 (“Tesis política” de las FLN de principios de los años 80’s)

Una aclaración necesaria:

“Quien no conoce la historia de su patria, es un extranjero en su propia Patria”; el apotegma iniciaba el libro de texto de historia Patria en las escuelas de México en la segunda mitad del Siglo XX. Éramos el fruto de la larga lucha revolucionaria de México. Teníamos historia, himno y bandera. Poco a poco, se fueron excluyendo los cursos de historia de la educación básica. Pero nosotros no olvidamos. Las “Tesis Políticas” escritas por las FLN a principio de los años 80’s del siglo pasado nos muestran que el deber de estudiar y llevar salud física y mental a nuestro pueblo ha sido una constante en sus esfuerzos emancipatorios. La creación de escuelas y hospitales no son preocupación exclusiva del ahora: ante la carencia evidente de las mismas, el que lo hiciera una organización ‘política y militar’ en forma clandestina, sin usar las armas aún siendo perseguida, forma parte de ésta historia Patria.

Hoy presentamos la “Tesis política sobre la Religión”, escrita por las FLN para uso público, no clandestino. En ella no se habla de las FLN, pero sí de la necesidad de avanzar en las relaciones entre militantes revolucionarios y religiosos honestos. Con la próxima visita del Papa Francisco a México, consideramos pertinente expresar nuestro punto de vista histórico sobre las religiones. Además, consideramos importante seguir participando en la construcción de la “ciencia de la historia”, a partir de documentos fidedignos que han sido crisol en la concreción de los esfuerzos y luchas de nuestro pueblo por su liberación; de poco sirve hoy, para este propósito y a nuestros ojos, rebobinar la mitología, mistificar procesos o hacer de la historia, cuento.

Son estas tesis políticas serias, escritas con el debido respeto a quien las lee, las que hicieron que la “Cra. Bárbara” decidiera participar activamente en la lucha por la liberación de su pueblo y de su Fe. La Compañera Bárbara era oriunda de Santa Bárbara, Chihuahua, miembra de una congregación religiosa francesa adscrita a la diócesis de San Cristóbal de las Casas, y militante comprometida de las Fuerzas de Liberación Nacional desde principios de los años ochentas, y después de ella muchas otras y otros siguieron su ejemplo. Sean ustedes testigas de la historia y, como hizo ella, elija ahora o “calle para siempre”.


 

RELIGION Y LUCHA
POR LA LIBERACION
NACIONAL Y EL
SOCIALISMO.

La unidad de esta lucha verdaderamente revolucionaria de la clase oprimida por la creación de un paraíso en la tierra es más importante para nosotros que la unidad de opinión del proletariado acerca del paraíso celestial”.

V.I. Lenin, 3 de diciembre de 1905.

Camilo Torres, 6 de agosto de 1965.

Introducción

La religión no juega ni jugará un papel unívoco en nuestra guerra revolucionaria. Entre los eslabones de la cadena que tiene atado a nuestro pueblo están los del conformismo, la pasividad, el individualismo y el divisionismo, fomentados por las instituciones religiosas abierta o solapadamente aliadas al imperialismo, o incluso directamente patrocinadas por él.

En la medida en que aumenten las contradicciones económicas se intensificarán los esfuerzos mediatizadores de esas iglesias reaccionarias, que se harán aún más reaccionarias y anticomunistas. En esa misma medida aumentará la necesidad de los creyentes y religiosos honestos, de liberarse de la opresión imperialista, liberando con ello su fe, la que está siendo manipulada por la burguesía para mantener sus privilegios. Conforme se vaya profundizando la crisis del imperialismo, los religiosos y creyentes honestos serán perseguidos, torturados y asesinados, por lo que verán cada día más claramente que la revolución es su única alternativa de liberación religiosa.

La religión es, pues, un elemento importante –diríamos incluso que a veces fundamental- en la lucha de clases, ya no sólo como instrumento de dominación sino de liberación, entendida ésta no como hecho individual, sino nacional y de clase.

Por ello se hace necesario analizar a la religión como parte de la lucha de clases, para delimitar al enemigo y para dotar a los revolucionarios –religiosos o no- con armas para la lucha ideológica. Como veremos, la discusión no pasa por el cuestionamiento de la existencia de Dios, sino por la necesidad de establecer si existen o no contradicciones de fondo entre la fe y la militancia revolucionaria, porque de no existir, se hace imperiosa la tarea de lograr una unidad estratégica de las fuerzas –religiosas o no- comprometidas con la lucha por la toma del poder por el pueblo.

Nuestro análisis parte del papel que ha desempeñado la religión en la lucha de clases en México a través de la historia, plantea los avances del pensamiento cristiano derivados de la revolución latinoamericana, reseña algunos puntos relevantes de la discusión entre marxistas y cristianos, y señala la vinculación de los religiosos y creyentes avanzados con la lucha armada por la liberación nacional y el socialismo como una cuestión práctica e inmediata.

1.Esbozo histórico

Las religiones prehispánicas fueron prácticamente arrasadas por la conquista y sus remanentes carecen actualmente de relevancia. Tampoco tienen importancia desde la perspectiva histórica que nos ocupa, aquellas religiones no cristianas que llegaron al país con pequeños núcleos de inmigrantes. Por ello nos referiremos solamente a las religiones cristianas, entre las que obviamente destaca el catolicismo.

Si afirmamos que las iglesias cristianas se han aliado y han formado parte de las clases dominantes a través de la historia, no somos novedosos. Tampoco tenemos la intención de satanizarlas como enemigas del pueblo, sino más bien la de establecer el punto de partida de la evolución que han seguido los cristianos para llegar –necesariamente- a la opción revolucionaria.

Desde luego que el móvil principal de los conquistadores españoles no fue el de imponer su religión sino el lucro, de tal manera que la iglesia se constituyó de inmediato en un mecanismo de enriquecimiento. Este se logró como siempre se logra, a través de la violencia: La economía mercantil se implantó empezando por la conquista, siguiendo con el despojo y acabando con la explotación. A esta violencia se ligó la imposición religiosa del vencedor, al grado de que los primeros franciscanos ya decían que donde no hay plata, no entra la religión.

El clero contribuyó a la economía colonial concentrando a la población indígena, amaestrándola y organizándola en unidades productivas. Ya antes de finalizar el siglo XVI, la iglesia adquirió grandes extensiones de tierra utilizando para ello, además de las habilidades mundanas de los clérigos, los métodos nada piadosos de la inquisición. Mas no todos los sectores de la iglesia se identificaron con la clase dominante.

La sed de riquezas de los conquistadores fue calmada con las encomiendas, que pronto se mostraron ineficaces para desarrollar la economía colonial, porque no habían suficientes trabajadores debido a la matanza de indígenas. Se buscó entonces racionalizar el reclutamiento y la distribución de la mano de obra a través de los repartimientos, que conllevaban la excesiva explotación y maltrato de los trabajadores. Estas prácticas de trabajo forzado coexistieron con el intento de generalizar el trabajo asalariado, necesario para el desarrollo de la economía mercantil.

En este contexto contradictorio del desarrollo del trabajo asalariado, la escasa oferta de brazos, el genocidio y la explotación excesiva, y la servidumbre que ataba a los trabajadores, lucharon los frailes avanzados como Las Casas, Quiroga o Zumárraga, para proteger a los indígenas de la voracidad española. En su lucha tuvieron que enfrentar a su propia iglesia, empeñada también en exprimir al pueblo.

La economía colonial se consolidó, quedando la iglesia como uno de sus puntales. Cuando más fuerte se veía comenzó a resquebrajarse por sus contradicciones económicas: La pugna entre la servidumbre y el trabajo libre, entre los gremios y los obrajes, entre la encomienda y la hacienda, entre el campo y las ciudades, entre metrópoli y colonia, entre las clases privilegiadas y las masas desposeídas, entre los valores arcaicos y una economía mercantil en crecimiento, se fueron acentuando y haciendo más agudas.

Frente a los españoles ricos estaban los criollos, que anhelaban su emancipación ya que –como agricultores o empleados modestos que eran- veían crecer sus deudas, mientras que crecían también las fortunas de los peninsulares. Entre tanto, el grueso del pueblo –indios, negros y castas- se debatían en la miseria y el desempleo. La resquebrajada estructura colonial no resistía el embate del capitalismo mundial.

Una vez más, como en los albores de la colonia, surgieron a principios del siglo XIX, del seno de la iglesia, los defensores de la causa popular. En esta ocasión habrían de guiar al pueblo por el camino de la revolución para conseguir nuestra primera independencia. El cura Hidalgo abolió el tributo, liberó a los esclavos y confiscó la riqueza de los españoles. Llevó a cabo, pues, un programa popular. Entretanto, el alto clero excomulgaba y restablecía la inquisición, argumentaba que la doctrina cristiana exigía la obediencia al rey y bendecía –un poco más tarde- al ridículo imperio de Iturbide.

Pero la iglesia de los años 20 no pudo apropiarse del movimiento obrero controlado por Luis N. Morones. Así que volvió sus ojos codiciosos de poder al campo, donde habían campesinos pobres e inconformes con la persecución religiosa de los gobiernos de Carranza y Obregón y con sus miserables condiciones de existencia, a las que la reforma agraria no había llegado a poner remedio.

La iglesia de los años 20 cerró filas en su pugna por el poder contra el gobierno encabezado por Calles. Dejó de prestar servicios religiosos y orilló a los campesinos a la rebelión armada en 1926. Para el año siguiente la iglesia ya había entrado en componendas tanto con el gobierno mexicano como con el norteamericano (interesado en la estabilización del país para poder extraer mejor sus riquezas), así que dio una vez más la espalda al pueblo –esta vez armado por ella- para rescatar su cuota de poder al lado de los opresores.

Derrotado el movimiento cristero, la iglesia, esa iglesia defensora de sus privilegios de la que estamos hablando, optó por no seguir enfrentando a otras fracciones de la clase dominante. No tanto porque hubiera renunciado a la recuperación de sus privilegios perdidos, sino porque durante aquellas décadas de los años veinte y treinta hubo un flujo revolucionario en el mundo que le mostró a su verdadero enemigo: los pobres, el pueblo trabajador del campo y de la ciudad.

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En este contexto, la iglesia católica se despliega nuevamente, tal y como lo hiciera hace 130 años, pues la burguesía debe hacer uso ahora de todos sus recursos para mediatizar las luchas populares. Viene la más alta autoridad vaticana pasando por encima de todos los preceptos constitucionales, a predicar conformismo y anticomunismo, a hablar de una “justicia” donde deben coexistir explotadores y explotados y a tratar de restablecer la política de desmovilización obrera que ya había promovido sin éxito 58 años antes.

La visita papal de 1979 no sólo mostró la posición reaccionaria del clero tradicional, sino el profundo arraigo cristiano de nuestro pueblo, el que se volcó espontáneamente a las calles, sorprendiendo incluso a la oligarquía que orquestara una campaña publicitaria sin precedentes para preparar la visita.

Hoy día, las más altas autoridades eclesiásticas del país se pronuncian casi a diario a favor del gobierno, llamando al pueblo a mantener la calma ante la creciente miseria producto de la crisis, condenan por todos los medios a su disposición el compromiso que han adquirido los religiosos y creyentes más avanzados con las luchas populares, y favorecen abiertamente la escalada represiva del Estado, apoyando iniciativas como la de instaurar la pena de muerte.

En cuanto a las otras iglesias de denominación cristiana, irrumpieron tardíamente en nuestra historia, porque la reforma religiosa del siglo XVI nos llegó, como ya señalábamos, no con el protestantismo sino con las contrarreforma. Las iglesias protestantes vinieron por dos caminos diferentes a México: Junto a los inmigrantes europeos del siglo pasado una vez expulsados los españoles, y como parte del proyecto neo-colonial del imperialismo norteamericano.

3En el primer caso, las iglesias se limitaron al servicio religioso de los británicos o alemanes busca-fortunas recién inmigrados, casi sin haber realizado labor proselitismo. No así en el segundo caso, en el que se trata de fundaciones con enormes recursos financieros provenientes de la oligarquía norteamericana. Estas fundaciones realizan labores “filantrópicas” con el claro propósito de dividir y domesticar a nuestro pueblo.

A partir de la década de los años 30 el imperialismo norteamericano intensificó la penetración ideológica y militar en nuestro país a través de diversas sectas como los “Testigos de Jehova” o la “Iglesia Fundamentalista del Verbo de Dios”, y de agrupaciones supuestamente religiosas como el “Instituto Lingüístico de Verano” o los “Cuerpos de Paz”. Cabe resaltar que dicha penetración se lleva a cabo ante la mirada complaciente y aun con la colaboración del Estado. “Más vale una misión que cien ametralladoras” decía cierto ministro de la iglesia metodista, encargado de la Fundación Rockefeller.

2. La iglesia cede ante el empuje revolucionario

Por supuesto que el desarrollo hasta aquí descrito del cristianismo institucional no está circunscrito a México, sino que se da en todos los países en los que predominan las religiones cristianas. Para la década de los años 60, el Vaticano se encontró con que estaba cada vez más aislado de las masas católicas debido a su postura antipopular. En consecuencia, el Papa Juan XXIII siguió una política de acercamiento con los países socialistas y emitió un documento en el que admite que los comunistas realizan las acciones propuestas por la moral cristiana, aunque partan de una base teórica errónea (de acuerdo al papa). Por su parte, Paulo VI avanzó en la puesta al día de la iglesia, mediante la realización del II Concilio Vaticano y la emisión de su encíclica “Populorum Progresio”. Estas medidas hicieron posible que muchos religiosos y religiosas honestos utilizaran su ministerio en todo el mundo subdesarrollado para favorecer las luchas de liberación nacional y por el socialismo.

Desde entonces dejó de ser novedad la participación de religiosos en los movimientos armados en Nicaragua, Brasil, El Salvador, Colombia o Guatemala.

1En México, los cristianos progresistas buscan obtener su legitimidad dentro de la iglesia tradicional, a la vez que se involucran con organizaciones políticas real o supuestamente de oposición. A pesar del reflujo reaccionario inducido por el Vaticano, han tenido algunos logros como el de haber arrancado una declaración que reiteraba el compromiso de la iglesia con los pobres en la III Conferencia Episcopal Latinoamericana, realizada en Puebla, a pesar del espíritu ultramontano reinante. Por otro lado, los obispos de la Región Pacífico Sur y otros en diferentes lugares del país han manifestado la necesidad de que los católicos participen políticamente en defensa de los intereses populares. Obispos y sacerdotes honestos denuncian permanentemente el deterioro en la calidad de la vida de la población y logran una cierta politización de las masas.

es mera contemplación, sino la reflexión consecuente de una práctica que trate de desplegar la fuerza creativa del pueblo en obras de beneficio común. Los cristianos avanzados realizan una concientización notable a través de estos trabajos, la que muestra al pueblo a su enemigo, así como su propia capacidad de lucha.

3. Discusión entre cristianos y marxistas

Lo que se ha dado en llamar diálogo entre marxistas y cristianos no ha sido fácil. Se ha visto obstaculizado en la práctica por el oportunismo de “izquierda” y por una desconfianza, por lo demás explicable, de parte de los religiosos y creyentes. Pero debe resaltarse que son precisamente estos quienes más activamente han buscado ese diálogo.

Son dos las actitudes supuestamente marxistas las que obstaculizan la participación revolucionaria de los cristianos: La primera es el sectarismo provocado por una lectura rígida del marxismo-leninismo: Si los libros dicen que “la religión es el opio del pueblo”, es así, por más que los religiosos y creyentes hayan demostrado –incluso con el generoso sacrificio de sus vidas- su capacidad revolucionaria en nuestra América Latina. Ya hemos señalado que los primeros interesados en que la religión deje de ser manipulada por la burguesía son los propios cristianos revolucionarios.

El segundo obstáculo, quizá más grave que el anterior, consiste en que los revolucionarios materialistas frecuentemente consideran de manera mecánica a la fe como algo transitorio, como una especie de enfermedad infantil que desaparecerá al triunfo de la revolución. En consecuencia los compañeros cristianos son considerados como militantes a los que les falta algo, que tienen limitaciones –superables- producidas por su fe. La terca realidad se ha encargado de mostrar que esto no es así, sino muy al contrario, que los creyentes tienen en su fe al elemento más profundamente motivador de su militancia revolucionaria y que, además, la militancia revolucionaria acrecenta su fe.

La fe ha mostrado ser un elemento dinámico y creativo que además de reconstruirse a través de la militancia revolucionaria, es capaz de realizar aportes valiosos tanto para la destrucción de la vieja sociedad como para la construcción de otra donde impere la justicia, el amor, la solidaridad y la esperanza en el futuro.

Todo esto plantea nuevos problemas a la crítica marxista de la religión, la cual de ninguna manera debe pasar por la negación del derecho que se han ganado los cristianos a hacer la revolución, derecho más legítimo que el de aquellos que en el nombre del marxismo permanecen cómodamente sentados tras sus escritorios. La unidad entre cristianos y marxistas se ha dado en las cárceles fascistas y se está dando en las trincheras de las guerras de liberación nacional y por el socialismo. Esto es lo que debe recoger la teoría, la que tendrá siempre presente que la unidad cristiano-marxista parte de la práctica revolucionaria.

El esfuerzo que han realizado los cristianos por acercarse al marxismo ha sido considerable a pesar de los obstáculos arriba descritos, al grado que no pocos teólogos progresistas han leído la obra de Marx con mayor seriedad y profundidad que muchos autoproclamados marxistas. Estos cristianos han realizado una admirable autocrítica, originada en la crítica marxista de la religión, han comprendido la lucha de clases y se han involucrado en ella reinterpretando su compromiso a la luz del Evangelio.

No obstante, queda entre los cristianos revolucionarios una reserva, un obstáculo por superar desde el punto de vista teórico. Plantean que la teología política desacraliza la naturaleza y las instituciones, relativizando las nuevas instituciones creadas por la revolución triunfante. La liberación es concebida como un proceso (al que califican de dialéctico pero que es concebido mecánicamente) de desinstitucionalización, de modo que una vez liberada una formación social hay que comenzar a liberar a la siguiente. El argumento incluye al socialismo, pero se abstiene de analizar lo que sucederá en la sociedad sin clases.

Otra vertiente del mismo problema es la lectura deshistorificada de la obra de Marx, en la que existe la tendencia a tomar frases sueltas, a manera de versículos, otorgándole a cada una de ellas un valor independiente del contexto en que fueron expresadas. La obra de Marx se convierte así exactamente en lo opuesto a lo que quiso su autor: en un texto dogmático con “verdades” absolutas.

De este tipo de lectura se deriva, bajo la influencia del anticomunismo reinante, una crítica más o menos superficial de los “seguidores” de Marx, que no son sino los constructores de las vanguardias revolucionarias de los países que han logrado liberarse del imperialismo. Marx está bien, dirán de buena fe estos teólogos, pero Lenin se equivocó. Añaden a su argumento que actualmente no hay sociedades de verdad socialistas tal y como las imaginara Marx (como si las sociedades se construyeran con la idea) porque han caído en el “materialismo ateo”, en la “burocracia” y en el “capitalismo de Estado”.

Buena parte de la discusión entre marxistas y cristianos se dio en el marco de la euforia post-franquista en España y durante el breve gobierno de la Unidad Popular en chile. Parecía entonces que era posible la “vía democrática” al poder, que no haría falta la dictadura del proletariado, que se podría alcanzar la “sociedad plural”. Pero la lucha de clases no se resuelve con tanta facilidad. No nos engañemos: La revolución de nuestra sociedad, la mexicana, requiere de un proceso particularmente cruento y prolongado. La alianza estratégica entre revolucionarios cristianos y marxistas se inscribe necesariamente en el reconocimiento de que nuestro camino es la guerra popular prolongada.

Una vez reconocida la necesidad de la guerra justa, queda sólo por determinar el momento histórico en que se hace posible e imperioso para el pueblo pasar a la ofensiva. La crisis irreversible en la que se ha precipitado el imperialismo, con toda su secuela de miseria y represión, señala que se ha llegado ese momento, que ni cristianos ni marxistas tenemos derecho a posponer.

4. La alianza como cuestión práctica

Cuando una organización revolucionaria convoca sin aventurerismo, sin la manipulación de quienes buscan votos u otros beneficios oportunistas, mostrando un trabajo constante y tenaz, a luchar por un proyecto histórico en que tenga necesaria cabida todo el pueblo para hacer la guerra contra el enemigo común que es el imperialismo, los religiosos y creyentes honestos se muestran dispuestos a integrar su esfuerzo a la revolución.

Esa organización debe mostrar un respeto irrestricto a las creencias religiosas del pueblo, por lo que no puede objetar el credo religioso de los que en ella militen. Deberá ser la lucha revolucionaria la que defina el carácter verdaderamente revolucionario de quienes en ella participen, y no la improductiva discusión entre materialistas e idealistas.

La búsqueda de unidad de todas las fuerzas revolucionarias del país definirá a la organización revolucionaria como laica, ya que proselitismo religioso dentro de sus filas rompería la unidad. A su vez, a ningún militante de la organización le sería dado opinar en el nombre de esta sobre la interpretación de las cuestiones religiosas que sólo competen a las distintas iglesias.

El marxismo-leninismo ha mostrado su validez en todas las revoluciones triunfantes de este siglo. Por ello todos los militantes, religiosos o no, de una organización revolucionaria como la que estamos planteando, tendrán la obligación de capacitarse teóricamente en el marxismo-leninismo. Además, no debe permitirse que el clero reaccionario se apropie de algunos elementos del marxismo-leninismo para dar explicaciones no científicas de la realidad, derivadas de la lectura fragmentaria de los clásicos, substituyendo la unidad de la teoría y la práctica revolucionarias por un simple discurso de apariencia revolucionaria.

El respeto a la religión debe asumir formas concretas: Permiso a los militantes para celebrar sus ritos, prohibición de que sean objeto de críticas o burlas, existencia de capellanes en la organización, y cabida de escritos y argumentos de los religiosos a favor de la revolución en las publicaciones abiertas o clandestinas.

La revolución ha de recibir el aporte cristiano al igual que todos los demás aportes del pueblo. Los trabajos que esperan a ser realizados son de una variedad enorme y tienen como única limitación las posibilidades creativas del pueblo, habida cuenta del grado de avance de la lucha. Para algunos de esos trabajos, los cristianos –particularmente los religiosos y religiosas- tienen el compromiso específico de lograr que los creyentes caminen por la senda revolucionaria. Para la realización de los más, se requiere la conciencia de la necesidad de la revolución y de que esta es posible.

El germen de esa conciencia ya existe entre los cristianos honestos de nuestro país.


Epílogo

Hasta aquí el documento histórico que hoy damos a conocer.

Independientemente de las manifestaciones de Fe de nuestro pueblo y de la reconocida rapacidad de los políticos mexicanos por aprovechar la visita del papa para lavar su imagen, seguimos pensando como nuestra “Tesis Política”, que sean bienvenidos todos los seres humanos de buena fe, dispuestos a

Vivir por la Patria o Morir por la Libertad”




¡Primero de enero!

En unas horas comenzará 2016. Hemos decidido publicar esta editorial de enero horas antes, para recordar el cumpleaños de nuestro compañero Gonzalo, fundador de las FLN, caído en el cumplimiento de su deber en febrero de 1975. Gonzalo fue en todo momento un compañero ejemplar, dispuesto a llevar adelante los trabajos que fuesen necesarios, como queda asentado en remembranzas que fueron dadas a conocer como comunicados confidenciales luego de su muerte.

Hoy, decimos:
¡Compañero Gonzalo, Presente!

Hemos comenzado a seleccionar ya los documentos que formarán parte de los cuadernos de trabajo que continúan la labor de Dignificar la Historia; así , hemos pedido a reconocidas historiadoras que analicen y hagan, sin ningún tipo presión por parte nuestra, los comentarios del periodo que va de 1974 a 1979.

En 1974, las FLN pasaron por un periodo de acelerada actividad en el que la convicción y el fulguroso ejemplo de los compañeros desaparecidos y caídos, fue el asidero principal para impedir que la tristeza y el desconcierto hicieran naufragar la labor colectiva que cobro vida el 6 de agosto del 69.

Los objetivos de esa labor siguen vigentes, como vigente continúa la represión al descontento social, las desapariciones políticas, el acoso a activistas y periodistas, el encarcelamiento y homicidio como fórmulas de la mafia gubernamental para enfrentar los reclamos de una sociedad que, poco a poco, halla los modos y los medios para articular su descontento. No hay lugar para la tristeza en el concierto de la viva rebeldía de los pueblos: cualquiera que haya caminado una marcha en la ciudad o en las carreteras, que haya levantado una barricada, montado guardia en un plantón o huelga, preparado café para mantener atenta una asamblea, cualquiera que en sus manos haya empuñado la decisión de decir NO al imperio de lo injusto, lleva como verdad en su corazón las palabras de Julius Fucik, ¡Que la tristeza no sea unida jamás a nuestro nombre!

Será esta noche, en los hogares mexicanos – y en muchos otros extranjeros, también – noche de propósitos para los ciclos venideros. Nosotras en la Casa de Todas y Todos, nos hemos propuesto continuar con el proceso político que anunciamos en Nuestra Propuesta; llevar a buen término los encuentros regionales que ahí hemos planteado; sumar, en la medida de nuestras posibilidades, a la consolidación de procesos políticos que encaucen el descontento popular hacia caminos de liberación, justicia y democracia.

Finalmente, nos resta recordar dos aniversarios que se cumplen el día de mañana, primero de enero.

Se cumplirán 22 años del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; el trabajo lento y constante de las FLN pudo resumirse en una fecha: felicitamos y agradecemos a los pueblos indígenas, a los compañeros de la ciudad y el campo quienes, involucrando a sus familias, participaron directamente en la titánica tarea de constituir un ejército popular; que supieron vencer y convencer. Nuestra entera solidaridad está con ustedes, con su lucha, con su ejemplo.

Será también el 57 aniversario de la Revolución cubana, hito histórico en un siglo poblado de eventos trascendentes; ejemplo para los pueblos de América Latina, pero también para los del mundo entero: se puede vencer; se puede erradicar el trabajo infantil, el analfabetismo, la insalubridad, el hambre, en un país con severas carencias económicas (y con un bloqueo económico que cumplirá en 2016 cincuenta y seis años); como todo proyecto humano, la construcción de el sistema social cubano está plagada de problemas y seguramente se han cometido errores. Tenemos la impresión, en la Casa de Todas y Todos, de que el pueblo cubano tiene en sus manos y sus mentes las herramientas necesarias para gestionar libremente su futuro.

Fin al bloqueo económico a Cuba, solidaridad con la isla rebelde, ahora y siempre.

31 de diciembre de 2015, 1 de enero de 2016.

¡Vivir por la patria o morir por la libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Juez de Distrito en Oaxaca ordena la suspensión definitiva de parque eólico en Juchitán, Oaxaca.

16 de diciembre de 2015

El pasado viernes once de diciembre, el Juez Séptimo de Distrito en el Estado de Oaxaca otorgó la suspensión definitiva en el amparo presentado por 1166 miembros del pueblo indígena binnizá del istmo de Tehuantepec. Esta suspensión es un logro importante para los pueblos indígenas del país en la lucha por la conservación del territorio: ratifica que han existido violaciones a los derechos de nuestros pueblos, por parte de diversas autoridades, entre ellas la SENER y SEMARNAT.

Los tratados internacionales ratificados por México, el artículo 2 constitucional, la reforma energética establecen que la consulta a los pueblos indígenas en el caso de proyectos de desarrollo en su territorio, debe ser de carácter previo, libre e informado (convenio 169 de la OIT), en el caso de la consulta en Juchitán con respecto al parque de Eólica del Sur, el Estado mexicano no actuó de ninguna manera de buena fe, pues otorgó permisos y autorizaciones previas a la realización de la consulta, además de que es el primer ejercicio de consulta después de 24 parques eólicos ya instalados en la región. La consulta no fue libre porque no pudimos expresar nuestra opinión y posición durante consulta, pues fuimos hostigados y perseguidos, por nuestros mismos paisanos, que ya tenían pactos realizados con las empresas y con el gobierno municipal. La consulta no fue informada porque careció de información relativa a los impactos ni de uno, ni del conjunto de parques eólicos, sobre nuestro paisaje, los ciclos biológicos de nuestros suelos y nuestras formas de vida. El mismo James Anaya, ex relator de las naciones unidad en materia de pueblos indígenas, resaltó que el gobierno mexicano tenía serias deficiencias en cuanto a la aplicación de la consulta.
Denunciamos que, desde el primer momento en que se interpuso este amparo hemos sufrido amenazas y hostigamiento, estamos siendo vigilados y perseguidos, al punto de no poder estar con tranquilidad en nuestros domicilios y oficinas, en este contexto, la radio comunitaria Radio Totopo fue intervenida, para impedir que continuará difundiendo información necesaria para el fortalecimiento de la resistencia.

Pedimos a los gobiernos federal, estatal y municipal, que respete este amparo y cese en el respaldo a las empresas privadas de ocupar nuestro territorio. Así mismo, exigimos un alto a la criminalización de quienes nos encontramos defendiendo nuestro mar, nuestro viento y nuestro territorio en el istmo de Tehuantepec.

Atentamente.

Pueblo indígena binnizá.
Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad – UCCS
Centro de Derechos Humanos Tepeyac
Fundar Centro de Análisis e Investigación