Dignificar la Historia

Video del evento del 15 de julio en la Casa Museo de la Memoria Indómita




Las Fuerzas de Liberación Nacional y la Guerra Fría en México 1969-1974 (sumario)

(Extractos de Primer Cuaderno de Trabajo presentado el 15 de Julio de 2015 en la Casa Museo de la Memoria Histórica)
Neil Harvey, Universidad Estatal de Nuevo México
“La guerra sucia en México no fue un fenómeno aislado de los acontecimientos mundiales. Por ello, es importante entender los objetivos de los movimientos guerrilleros en el contexto de la guerra fría y las intervenciones del gobierno de los Estados Unidos en América Latina, una región que era considerada como su área de influencia geopolítica…”

“La Casa de Todos y Todas, A.C., en Monterrey, también ha estado dando a conocer textos de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) que permiten conocer otras características de las FLN más allá de los reportes policiacos que han sido fuente primaria para varios textos sobre los orígenes del EZLN (de manera marcada, el de Tello 1995).”

“A diferencia del EIM y otras organizaciones de la guerrilla urbana, las FLN se caracterizaban por una estricta disciplina militar. No secuestraban a ricos, ni asaltaban bancos, ni pusieron bombas. Su primer comunicado se refiere a la subordinación de la violencia a necesidades de la autodefensa. En su ética revolucionaria, las armas no eran para hostigar al enemigo, sino para crear un ejército popular capaz de arrancarle el poder al enemigo. Es decir, la actividad política y la ideología eran sus prioridades, con el fin de modificar la conciencia. Por ello, no enfatizaban la parte militar de su organización…”

“….en febrero de 1974 fueron descubiertas dos casas de seguridad de las FLN, una en Monterrey, Nuevo León, y la otra en Nepantla, en el estado de México…”
“La noche del día siguiente, el 14 de febrero, la Policía Militar llevó a cabo un operativo que, a pesar de la resistencia de los militantes de las FLN que se encontraban allí, dejó un saldo de cinco muertos (Alfredo Zárate, Carmen Ponce, Mario Sánchez Acosta, Anselmo Ríos y Dení Prieto Stock) así como dos detenidos (Raúl Morales y Gloria Benavides) (“Nepantla, un lustro,” 1979). En la casa de Nepantla los soldados encontraron datos sobre la ubicación del foco establecido en Chiapas e inmediatamente se puso en marcha una operación militar para acabar con el núcleo guerrillero Emiliano Zapata (NGEZ) en Rancho el Chilar, municipio de Ocosingo. En una serie de combates entre febrero y abril de 1974 siete integrantes del NGEZ fueron asesinados y/o desaparecidos: Elisa Irina Sáenz, Raúl Pérez Gasque, Carlos Vives, Juan Guichard Gutiérrez, Federico Carballo Subiaur, César Germán Yáñez y Fidelino Velázquez. El gobierno nunca dio información confiable sobre su paradero; sólo indicó que murieron, sin dar ubicación de ningún sitio. Desde entonces, los siete forman lo que conocemos como la “lista de Ocosingo”, que los familiares y el Comité Eureka siguen reclamando hasta la fecha.”
“En la década de los setentas, las autoridades ejecutaron y desaparecieron a miles de personas no directamente involucradas en la guerrilla, y sus acciones quedaron impunes y gozaron de la protección de las instituciones del gobierno.” “…le toca a la misma sociedad civil trabajar en la recuperación de la memoria histórica, partiendo de los testimonios y comunicados de los mismos militantes y, ubicándolos en los contextos sociales y políticos de la época.”

Comentarios del Dr. Carlos Sánchez Vicente(Euskal Herria)
“Hay una serie de hitos históricos que se suceden desde el final de la II Guerra Mundial, que constituyeron puntos de inflexión en la constitución y desarrollo de los movimientos de liberación nacional y del proceso de la lucha contra el imperialismo.”
“Fue en esta coyuntura mundial cuando nacieron las FLN en México. Y aunque los factores claves del surgimiento de esta organización revolucionaria de liberación nacional hay que buscarlos sin duda en primer lugar en la propia Historia Mexicana, en las tradiciones políticas y culturales de la lucha su pueblo, es imposible sustraer este proceso de las influencias de los grandes procesos mundiales del momento.”
“Uno no puede por menos que reflexionar sobre la conjunción de las muy diversas experiencias tanto subjetivas como colectivas: materiales (la rebelión contra la miseria y la explotación), intelectuales (la lucha por un orden más justo y racional) espirituales (la lucha por la felicidad general o el sentimiento patriótico)- que llevaron a aquellos militantes revolucionarios- en esas décadas insurgentes- a un compromiso tan profundo con sus respectivos pueblos, como fecundo con todos los pueblos a la vez.”
“Aquellos jóvenes que en la casa del Dr Margil decidieron en 1969 asistir al parto de un nuevo mundo, con su lozana generosidad, se fundieron desde ese momento con todo ese nuevo planeta aun por nacer, y con toda su Historia.”

Comentarios del Dr. Francisco Pineda Gómez (Ciudad de Mexico)
“La palabra escrita de las Fuerzas de Liberación Nacional rompe un silencio de cuatro décadas y, con ello, se actualiza en otro contexto. Las ideas, los anhelos y las dificultades de aquel tiempo resurgen para dialogar hoy con otros lectores. Si la primera vez fueron comunicados confidenciales destinados a los militantes, ahora se encuentran frente a otros ojos, en otro tiempo del mismo país, y generan condiciones de posibilidad para la emergencia de nuevas ideas. Sobre todo, estos documentos rompen el monopolio de la palabra dominante, acerca de la lucha de liberación que protagonizaron los jóvenes de aquellos años.”
“Estamos convocados a sacar enseñanzas de los documentos internos de las FLN. Aspectos importantes de lo que señaló César Germán Yáñez (Pedro) a los militantes, aplican al trabajo historiográfico independiente: no debemos ilusionarnos con la idea de un logro rápido o sin esfuerzo, ni con promesas de recompensas futuras; al contrario, en los combates por la historia hay, y habrán, problemas, así como periodos de retroceso. En la ruptura con la historiografía dominante, se precisa el esfuerzo, la capacidad para sobreponernos y asimilar las experiencias para remontar las dificultades que se presenten.”
“’El deber del ahora es hacer la revolución, ésa es la premisa indispensable para todo compañero militante’, señaló el primer comunicado de las Fuerzas de Liberación Nacional. ‘Sólo la revolución podrá salvar a la república’, indicó Emiliano Zapata, general en jefe del Ejército Libertador. Ambos planteamientos fueron la base para proponerles una situación dialógica entre contextos revolucionarios diferentes. Espero que este intento pueda servir para alentar nuevas ideas, acerca del Ejército Libertador y las Fuerzas de Liberación Nacional”.




México: humanidad o barbarie
Las FLN, Primeras notas de una marcha

Corresponsalía de Marijose, desde el País Vasco.

Xavier, chssss…, despierta, se trata de México Xavier, tú les conoces bien desde hace ya 200 años, acuérdate que entregaste la vida luchando por su libertad e independencia, te enfrentaste al tirano de la Nueva vieja España, te alzaste junto al pueblo contra el poder establecido. Te comprometiste definitivamente por la definitiva liberación de la América ¿recuerdas? allá te sembraste y germinaste.

Pensar históricamente sobre el devenir humano supone derribar barreras entre pasado y presente, estimar el tiempo como un continuo, ya sea hacia el infinito o hacia el eterno retorno, en el que se va sucediendo la confrontación entre la humanidad y la barbarie. Ese pensar temporal puede ser a veces, no sé si muchas o pocas, pero sí en el caso que nos ocupa, transformador en lo individual y en lo colectivo. Ante tal oportunidad nada permanece estático, el pensar histórico busca compartirse y salta por la ventana del despacho donde el académico se afana en identificar las estructuras que se mantienen, los contextos que van cambiando, las permanencias enmascaradas, alumbramientos recientes, sucesos, hitos, causas y consecuencias, y echa a volar, anidando en la mente de los individuos conscientes. Estos seres tan humanos, sujetos activos de su propia historia, interpelan entonces al que piensa, de tal manera que su mirada le sitúa en un punto cardinal concreto, geográfico e histórico. Interpelados pues, pensemos históricamente en México desde Euskal Herria. Pero ¿cómo debemos mirar a este pueblo hermano, si estamos a su Oriente y nos llaman Occidente, y vivimos en el Norte siendo Sur? Pensemos.

México visto desde el Norte, bajo la bota del gringo imperialista, que como máquina eficiente e inhumana, blinda los grandes y jugosos negocios de la lumpen-burguesía, manejando a conveniencia la violencia legal e ilegal al servicio de la doctrina de seguridad nacional, aplicada en su patio trasero de polo a polo cuando el enemigo a abatir es el pueblo.

México visto desde el Sur como avanzadilla, amalgama de ideas y resistencias, crisol para la rebeldía y la insurgencia, cuna de culturas que se encuentran, refugio de los perseguidos de América, y de Europa, lugar de paso de toda clandestinidad. México hospitalario, popular, familiar, obrero, campesino, esa casa de todas y todos de puertas abiertas, espacio compartido en absoluta diversidad de individuos, de pueblos, de ideas. México, el corazón desgarrado que sigue latiendo. Y tan complejo que, por poner un caso, sólo en la gran ciudad azteca es posible vivir siete vidas en el tiempo que dura una en otras latitudes, morir otras siete y sobrevivir adolorido y lleno de cicatrices vitales como gato callejero.

¿Cuál es nuestro punto cardinal y gravitatorio desde el que debemos mirar a México? Tal vez el Oriente sea un lugar idóneo, cuando menos porque, rechazado por el eurocentrismo, desde Levante adivinamos un mundo antiguo que se debate entre lo real y lo mítico como náufrago flotando a la deriva desde tiempo inmemorial, ahí encontramos a pueblos originarios a un lado y otro de la mar océana. En el Oriente de Occidente, al Sur del Norte surge esa misteriosa mezcla de historia y leyenda que explica lo inexplicable: Vencer (sobrevivir) siendo pueblo, nación sin estado, a nuestra derrota común mil veces proclamada y festejada por el poder. Propaganda multisecular quesin embargo, ha tenido el efecto contrario: la mirada de Euskal Herria en la modernidad, desde aquella década de los 60 que ha supuesto el cambio real de siglo, es solidaria con los pueblos hermanos que luchan por su liberación y autodeterminación. Y sólo con nombrar estas palabras, ya el poder se apresta a prohibirlas, de la misma manera que los coroneles griegos golpistas prohibieron la peligrosa letra Z. Hoy Grecia nos da lecciones de valor, dignidad y democracia.

Xavier, a nosotros los vascos nos resulta este camino bastante conocido, somos la anomalía de Europa, somos la memoria de un pueblo borrado de la faz de la historia académica y oficial, somos los últimos africanos europeos, somos mito y realidad, somos porque nos nombra una lengua ancestral que repite como el eco los sonidos de la Tierra. Somos las primeras notas de una marcha siempre incompleta.

Mina, tú que fuiste heroico guerrillero contra el invasor francés que dio con tus huesos en la cárcel, peligroso sujeto para el ominoso bandido absolutista de la saga borbónica que te persiguió y obligó al exilio, y tachado de traidor por la España colonial que, fusilándote por la espalda, te enterró en una fosa común; condenándote al ostracismo por tu conciencia de libertador americano. Pero venciste en tu extrema debilidad, Xavier Martín Mina Ilundain, cuando tus huesos y tu ejemplo fueron exhumados. Eres la anomalía hecha coherencia y lucidez, joven general, así que algo tendrás que decir tú, te nombraron héroe de la patria, si la patria no está liberada. ¿Cuál es, Mina, la anatomía de la barbarie? tú luchaste contra ella, ¿cómo diseccionarla?

La propaganda oficial impone hoy a México una visión de sí misma pensada exclusivamente desde el Norte. Las profecías de Wall Street predican un único camino obligatorio hacia la modernidad, con fronteras y sin derechos para los trabajadores migrantes o nacionales, los cuales deben asumir y conformarse con la esclavitud, la precariedad y el expolio, mientras en las bolsas de Nueva York, Londres Berlín y Tokio, se reparten los beneficios millonarios de semejante despojo entre unos pocos buitres trajeados sin escrúpulos que, rebozándose en el lodo de la inmundicia y la podredumbre, más abajo de donde los cerdos se solazan, como dijo el poeta, siembran miedo, terror y crimen, sin mancharse las manos, utilizando perros adiestrados y uniformados que ladran y muerden cuando ellos silban, esperando su recompensa: las migajas sobrantes del exclusivo banquete de gente VIP, una palmadita en el lomo y una medallita con su nombre de mascota de pedigrí violento chapada en bronce y con la leyenda: “condecoración a este buen perro de su amo. Adiestrado en la Escuela de las AntiAméricas”

Aunque la frontera geoestratégica de EEUU se desplaza hacia el Sur, el amo norteño cava trincheras, levanta alambradas y dispara con mira telescópica apostado entre el desierto de Sonora y el río Grande. Una frontera marcada nítidamente por los colores de la piel, de la etnia, de la clase social por el gringo. El imperio actúa de la única manera paranoica y psicópata que sabe hacerlo: multiplica la violencia terrorista desapareciendo, degollando, torturando, asesinando. No entiende otro actuar cuando prima el negocio gansteril de la venta de armas, del narcotráfico y la prostitución de cuerpos y de mentes. No hay frontera para los ricos entre lo legal y lo ilegal, si la codicia impera.

Tal vez hoy podamos enfrentar este nuevo viejo rostro del imperialismo que ha costado ya tantas vidas, deliberar si es el mismo de siempre o si son muchas sus caretas grotescas. Quién sabe si entre la historia y el mito que somos, pervive la hidra milenaria de múltiples cabezas, como expresa certeramente ese pensamiento crítico que ha reunido tantos pensares distintos en San Cristóbal de las Casas, rememorando la Breve relación de la destrucción de Indias y de la humanidad que hoy se repite amplificada.

La barbarie entronizada aterroriza cotidianamente al pueblo mexicano, a todos los pueblos del planeta que son sojuzgados por el capitalismo genocida, globalizado. Millones de rostros sufrientes frente a su monstruosa dominación, ahora como ayer, incluso más sanguinaria. Una máscara que, como espejo deforme del poder, no nos es ajena, pues se cuela en cada casa como una pesadilla: la dominación de género y de clase, la explotación laboral, el robo, la imposición cultural basada en el consumismo y el éxito individual al precio que sea, la difusión del odio y el desprecio al diferente, la desconfianza paranoica de quien tienes al lado, el miedo a uno mismo y a los demás, el aislamiento social, la humillación y la hipocresía como pauta en las relaciones sociales, la seguridad neurótica encadenada a la incultura de masas, la justificación e impunidad del crimen si lo comete el poder.

¿Cómo vencer a esta poderosa bestia sin escrúpulos, joven internacionalista vasco de Otano? ¿Con el conocimiento? ¿Con las ideas? ¿Con las armas? ¿Con la voluntad? ¿Con el valor? ¿Con la memoria?

La memoria es arma fundamental de la resistencia. Con ella la humanidad hunde sus raíces en el corazón de la tierra para tomar de ella su fuerza. Sólo así puede escuchar en el silencio del Universo el tenue latido del que formamos parte. Buscamos la justicia, la armonía de las leyes universales para todos y en todos. Qué importa vivir en una pequeña aldea o en la ciudad, en la selva o el desierto, si podemos estremecernos al unísono ante el abismo insondable del macrocosmos y del microcosmos del que estamos hechos. Buscamos la justicia en un lapso de tiempo que ya forma parte de lo remoto cuando nos pensamos a la luz de las estrellas, como medida de un tiempo estelar que, sin embargo, es el nuestro, de tal manera que en nuestra vida, ese suspiro, ese instante que no cuenta, caben millones de extinciones y evoluciones a nivel molecular.
Rechazamos la barbarie, lo inhumano, la bestialidad de un sistema asesino de acumulación que se alimenta de la degradación y destrucción del ser humano y de la Tierra. Somos tan pequeños estando aislados, pero tan fuertes e invencibles cuando unidos luchamos, ocupados en arañar los terrones de nuestra tierra con las uñas y las manos gastadas, mutiladas, ateridas, ensangrentadas, quemadas, pero dando sentido a nuestra existencia porque nuestras manos y nuestra voz son nuestro actuar consciente que dejaremos como herencia de libertad a nuestros hijos.

Tú, Xavier, sabes bien qué es vivir, morir y sobrevivir en el corazón de la patria, porque no estás muerto, si estuvieras definitivamente muerto los mexicanos te habrían olvidado, como casi te olvidamos nosotros. Ellos han tenido que desandar tus pasos para rescatarte de ese olvido interesado. A ti, Mina, guerrillero, insurgente y libertador, estas compañeras y compañeros que te han arrebatado del olvido eterno, de la nada, no sólo te piensan, te quieren y requieren de tu presencia en su actuar cotidiano, te convidan a que resurjas de las cenizas y del polvo, y a que tu espíritu escape del panteón consagrado a la patria, y ya libre y vagabundo y pobre, compartiendo el insomnio, el hambre, el dolor y la sonrisa con la raza, sin rumbo en el páramo solitario del sueño si no hay quien tome el testigo, des sentido a tu penar de ánima libertaria. Si los mexicanos te piensan es porque se piensan a sí mismos como pueblo, y esa identidad colectiva es su fortaleza y su destino. En ese reconocerse mexicana y mexicano, tu sacrificio, joven navarro, cobra sentido.

Pero hay quien toma el testigo, como los protagonistas de esta historia que tenemos entre las manos, seres humanos que dieron la vida por México y por la humanidad, como tú. Ellos son las Primeras notas de una marcha inacabada, la de las Fuerzas de Liberación Nacional. He aquí nuestra mirada sobre ellos, la de un pueblo que habla, escucha y canta solidariamente con todos los pueblos de la Tierra que se piensan y se quieren libres. Pero la mirada que importa no es la nuestra, la fundamental es la que surge de las entrañas de México mirándose a sí mismo como sujeto colectivo responsable de su devenir histórico, de su soberanía e independencia, cuando es tan necesaria la justicia, la igualdad, la paz y la felicidad. Y junto a la nobleza del pueblo mexicano, de sus muchos pueblos dignos, la presencia de todos los pueblos de América y del mundo. En esta marcha nos encontramos.

Osasuna eta Askatasuna, Salud y libertad

Martxa baten lehen notak / Primeras notas de una marcha


Eguzkiak urtzen du goian
gailurretako elurra
uharka da jausten ibarrera
geldigaitza den oldarra.
 
Gure baita datza eguzkia
iluna eta izotza
urratu dezakeen argia
utuko duen bihotza.
 
Bihotza bezain bero zabalik
besoak eta eskuak
gorririk ikus dezagun egia
argiz beterik burua.
 
Batek gose diraueno
ez gara gu asetuko
bat ino loturik deino
ez gara libre izango.
 
Bakoitzak urraturik berea
denon artean geurea
eten gabe gabiltza zabaltzen
gizatasunari bidea.
 
Inor ez inor menpekorikan
nor bere buruan jabe
herri guztiok bat eginikan
ez gabiltz gerorik gabe.

MIKEL LABOA
El sol funde en lo alto
la nieve de las cimas,
el cauce baja al valle,
acometida que es imparable
 
En nosotros está el sol,
la luz que puede desgarrar
oscuridad y hielo,
fundirá el corazón.
 
Tanto como un corazón generoso,
con los brazos y las manos
deseamos con claridad la verdad,
con la cabeza llena de entendimiento.
 
En tanto haya un solo hambriento
nosotros no nos saciaremos.
Mientras haya un oprimido
no estaremos en libertad.
 
Cada uno mejorando lo suyo
y entre todos lo nuestro,
sin cesar estamos ampliando
el camino a la humanidad.
 
En ningún lugar súbditos de nadie
cada uno dueño de sí mismo,
uniéndonos todos los pueblos
no andaremos sin futuro.



Dignificar la historia: Las FLN y la guerra fría en México (1969-1974)

El día 15 de julio se llevará a cabo, a las 18:00 hrs, en el Museo Casa de la Memoria Indómita del Distrito Federal, la presentación de los cuadernos de trabajo del Dr. Neil Harvey, titulado “Las Fuerzas de Liberación Nacional y la Guerra Fría en México, (1969-1974)”.

El Dr. Neil Harvey, de la Universidad Estatal del sur de Nuevo México, Estados Unidos, hará una presentación de su trabajo, el cual será comentado por el Dr. Francisco Pineda, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, y por el Dr. Carlos Sánchez Vicente, miembro del Grupo Vasco de Historiadores Socialistas, Eraikuntza, de Euskal Herria, quien nos acompañará por medio de una videoconferencia.

El evento será transmitido en su totalidad desde nuestro sitio web. Para mayor información, escribir a info@casadetodasytodos.org; la dirección del Museo Casa de la Memoria Indómita es Regina No. 66 Col. Centro, en el Distrito Federal. Su teléfono es (55) 5709-1512.

Agradeceremos tu participación; será de gran apoyo para este esfuerzo la difusión del evento por cualquier medio.

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Julio: Dignificar la historia

En este mismo mes, hace 15 años, fue abierta al público por vez primera nuestra Casa. En ese entonces, bajo la figura de la Casa Museo del Dr. Margil. Hoy, a tres lustros de distancia, la Casa de Todas y Todos sigue con sus puertas abiertas al pueblo, a pesar de los turbios esfuerzos del poder por derruir nuestro digno espacio.

Nuestra casa se brinca su propia barda, cuando alguien la hace suya y sale de sus puertas. Nuestra casa no está habitada por un patronímico; es hogar de una familia de ideas: la libertad, la justicia y los clamores actuales de nuestro pueblo, tan parecidos a los de hace 15 o 46 años. Y en estos años hemos aprendido que, para hacerle hogar a las ideas, las paredes sirven pero no son indispensables. Ha bastado en ocasiones el hogar mismo del fuego, la fogata, y el silencio de la montaña. La nuestra es, pues, una casa de ideas, y está presente ahí donde alguien decida darles calor con su propia vida.

Sirva este mes para dignificar la historia de nuestra Casa, hablando con verdad ostensible de lo acontecido en el andar de nuestros compañeros desaparecidos. Sirva también para recordar que se ha cumplido ya un año de la masacre de Tlatlaya, y la impunidad mantiene su sombra sobre ese nombre.

Grupo Editorial de La Casa de Todas y Todos.




Que caigan las monarquías

Por que niegan la igualdad humana.
Por que van en contra de la dignidad que nos hermana.
Por ser instituciones que oprimen a los pueblos.
Por que tienen sus raíces en la ignorancia, el prejuicio y el miedo.
Por los grandes sacrificios de nuestro pueblo para liberarse del yugo monárquico.
Por que actualmente, pueblos hermanos, luchan por liberarse de ese mismo yugo.
Por Euskal Herria.
Por Catalunya.

Por que, como símbolo o poder de facto, son un anacronismo que no debe tener lugar en el mañana por el cual luchamos.

No son bienvenidos. México no es su casa.

¡Que caigan!




Historia forzada: o de la desaparición de la Justicia.

Corresponsalía y Opinión de Samuel Mexi, a 9 meses de la desaparición forzada de 43 estudiantes en Ayotzinapa, Guerrero.

La historia la escriben los vencedores, y hay que decirlo, en México al pueblo, el vencido en muchos aspectos, le siguen dictando el mismo capítulo de desaparición y muerte. Desde la guerra sucia iniciada en los últimos años de la década de los sesenta o quizá mucho antes, allá en los pasajes fratricidas de la institucionalización del México moderno, hasta nuestros días, en los cuales el país entero yace convertido en un campo de batalla para el crimen organizado y las fuerzas militares de los gobiernos –indistinguibles entre ambos-, las consecuencias antes y ahora se ven reflejadas en un resultado común, el costo en vidas humanas. Costo que redunda además en cifras ignominiosas, de las que contrario a lo que pudiera parecer, un mero juego de números y estadísticas en las peroratas de políticos y funcionarios, de ellas no es posible reducir, bajo ningún método matemático o discursivo, el sufrimiento de las madres, hijos y hermanos de las víctimas por desaparición forzada u homicidios sin resolver; quienes sólo han de encontrar alivio en la verdad, que sea no el limitarse a señalar frívolamente a unos cuantos responsables, sino en el desmantelamiento del sanguinario ajedrez del que nos han hecho peones.

Y es que develar la intrincada maraña en que se resuelven las formas de opresión es un primer paso hacia la justicia, hacia el carácter liberador que posee; por una parte conocer bien a bien el porqué de que hoy en día no tengamos una cifra real o verosímil de mexicanos desaparecidos, o el porqué de lo monstruoso de hablar en aproximación de más de treinta mil -la desgracia de cualquier número no es poca-, y aun más, cuestionar el terror como síntoma de qué, es un primer paso para estar en aptitud de juzgar sobre lo inmediato, sobre lo que nos salta a la cara sin contención, para después buscar el origen sus en formas más domesticas de control social. Ignorar las causas de uno o de otro resultado –primario o consecuente-, por su parte, afianza el clima de impunidad y nos abandona a la injusticia, no conocer o no estar dispuestos a ver el copioso entramado de intereses que se urden detrás del asesinato de un paisano en el marco de la denominada “guerra contra el narcotráfico” es aceptar la mentira de una versión oficial que a lo sumo logrará ser verdad legal, y que en esos términos también actúa como discurso-soporte para el Estado criminal.

Así pues hablar de la violencia intrínseca en las relaciones de producción, pasan a un segundo plano, bien porque dicho trauma al ser asimilado bajo la carácter ideológico del Estado democrático moderno, los anhelos de desarrollo económico y, el edulcorante en que se expresa la sociedad de consumo, tanto la explotación o enajenación del trabajo, como la precariedad de satisfactores económicos elementales, se vuelven una inopinada forma de vida para la mayor parte de la población, mientras que para el resto es aceptable como una irremediable condición de clase (Zizek 2001). Es entonces que para los ojos de la sociedad cautiva lo que realmente vale como violencia, tiene lugar bajo una forma más brutal, sanguinaria incluso, hasta menos filosófica podría decirse. La violencia existe solamente bajo el palpable dolor de la guerra. Frente a este escenario estamos hoy parados y aun así, ante esta grotesca expresión de la violencia, de entre los afectados, que en suma somos todos, hay quienes prefieren aceptar una sola versión de los hechos, una historia a fuerza del terror; son ellos quienes sin una pregunta compran una respuesta, para poder asimilar el agravio sin atentar contra la estructura ideológica en la que se sienten complacidos. Pero están también los que admirablemente, desde el dolor han renunciado al miedo, ese se lo han tragado y han opuesto el orgullo del combatiente.

Así lo han hecho las Fuerzas Unidas por los desaparecidos, así lo han hecho los padres del Ayotzinapan furioso, tampoco cesa esta Casa en la exigencia de la presentación de nuestros hermanos; se ha negado pues, si bien con hambre de verdad, cualquier versión que las autoridades tilden de oficial, pues ésta resulta ser sinónimo de acomodaticia, exigimos la verdad que incomoda, la que destruye prejuicios y pone de cabeza la mentira del gobierno. En lo reciente es señalable la forma en que el anterior titular de la Procuraduría General de la Republica se refirió a la versión, que de los hechos del veintiséis de septiembre de dos mil catorce, estaba consignada en la averiguación previa al reputarla como “verdad histórica”, pues tal calificativo no es sino una ansiosa pretensión por asirse de un cabo de legitimidad desde el discurso y no a través de las pruebas –que tambalean frente a las opiniones de la comunidad forense independiente-, pues en el derecho tal concepto de verdad es por demás utópico, siendo sólo asequibles en la práctica los términos de verdad legal o procesal, y hasta en tanto no sea fallada por un tribunal. Al final del día la procuraduría en su cinismo falla desde la ciencia forense hasta la filosofía del derecho, evidenciándose el intento de simulación.

Pero a qué va la simulación, qué es lo que encubren y a través de qué lo hace: la respuesta es un concepto que cumple un doble propósito, el de hacerse valer como objeto de la maniobra, y el medio mismo a través del cual se lleva a cabo el encubrimiento, hablamos pues del Estado de derecho como Estado legal y éste como limitante a la justicia -o concedamos el termino critico de Estado paleo-iuspositivista (Ferrajoli, 2001)-. Y es que si se dice tener las leyes, si se crean las instituciones para su cumplimiento, pero se mofa de los gobernados con la legalidad cual artimaña o ésta no sirve a sus fines últimos, entonces estamos ante la simulación de Estado; esta es la historia de México, un país con leyes pero sin justicia.

Aquí es necesaria otra pregunta como saeta, en qué parte del discurso del llamado Estado de Derecho, encontraremos justicia y en qué parte hemos de ubicarla más que como un valor ideal, como una función propia de la asociación humana; esto se deja de lado en cualquier pronunciamiento que haga parecer al Estado de Derecho como figuración monolítica, el concepto de Estado de Derecho ha servido para referirnos al sostenimiento de las categorías de autoridad, incluso para hablar de seguridad pública o paz social, mas nunca sugiere una función de justicia que valga para todos los horizontes de la vida social.

Frente a la vacuidad del Estado de Derecho, la toma de justicia cobra expresión en acciones que desafían el status quo de la legalidad, la justicia se vuelve un incansable proceso de búsqueda, corporizado en la afrentosa indagación del paradero de un desaparecido al margen de las autoridades; es el grito que acusa a quienes hacen oídos sordos tras un escritorio o una barandilla; en suma, es un expediente abierto para un país mutilado, sobre el que debemos de juzgar nosotros, los que no vestimos toga, los desnudos. Han ocultado bajo abstracciones inferiores la verdadera justicia, han disfrazado a los criminales últimos, y desaparecido a los rijosos, a los testigos, a los rebeldes, a los libertarios, a los comunistas, y a los inocentes, a estos últimos los entierran bajo el término de daño colateral.

Entonces ahí junto al Estado de Derecho, está la violencia de Estado para perpetuar un orden cuadrangular de legalidad, infranqueable, inmune a la protesta, monstruosamente más fuerte cuando la reprime; así funciona la violencia de Estado, tanto para detener o desarticular de manera directa todo intento de búsqueda de justicia, como para cundir el miedo y el temor en una sociedad de por sí ya cautiva, borrando toda posibilidad de movilización emergente. En nuestro país, éste avasallamiento del poder se ha enquistado en todos los niveles de gobierno, sin la exclusión de pertenecer a un mismo aparato de poder que encubre la violencia desde el momento mismo en que se pueda señalar como un acto u abuso de autoridad, o corrupción. Y es que cuando presuntos policías municipales, entran por la madrugada a un domicilio a sustraer al mayor de los barones de la familia que ahí reside, la figuración del Estado está ahí, en el amague con armas prohibidas, en los uniformes y las botas, en las insignias que ostentan impunidad, la violencia de Estado está también en una investigación varada.

La desaparición forzada, por su calificación especifica en cuanto al sujeto activo, posee una característica complejidad en su persecución, pues si el acometimiento de este delito de lesa humanidad tiene como presupuesto típico la participación de elementos del Estado ya en forma directa o mediante su aquiescencia plagiaria, desde una percepción generalista -como negársela a quien sufre el secuestro de un hermano por elementos policiales- resulta absurdo, que las pesquisas de los responsables estén a cargo del mismo aparato que concibió culposamente, o bien mediante un dolo oculto, el crimen contra un paisano y de quienes tras el viven buscándolo.

Esta conducta criminal pues, lesiona gravemente los supuestos de legitimidad de un régimen democrático, aun más cuando se tiene conocimiento certero de que el contexto en el que ocurre es el de una represión sistemática. La propia Corte Interamericana de los Derechos Humanos, se ha referido a la gravedad de la fenomenología que como delito de Estado tiene la desaparición forzada, pues advierte este organismo internacional, que el crimen de desaparición forma parte, en la mayoría de los casos –y México no ha sido una excepción- de un patrón sistemático aplicado o tolerado por el poder gubernamental. Esto ha sido relatado en el Caso Rosendo Radilla Pacheco, que desde 1974 tuvo que esperar treinta y cinco años para que un tribunal internacional reconociera que fue el Estado; fue el Estado quien llevo a cabo la desaparición de un campesino en un contexto de efervescencia política. Cabe además acotar lo vergonzoso que resulta, que nuestra historia, nuestra historia de dolor tenga que ser relatada por un tribunal fuera de nuestras fronteras, parece el colmo de todos nuestros males, que la jurisdicción de nuestra conciencia como pueblo no nos alcance para condenar con expeditéz a los gobiernos responsables de agresiones contra la población civil, y que por su parte se haga parecer a la justicia como un producto de importación.

Se ha dicho además, que el derecho a la verdad frente a un crimen de Estado, es un derecho colectivo, pero reflexionemos allí, si al referirse como derecho colectivo dicha corte habla de un prerrogativa que incumbe a la sociedad en groso modo, entonces dicho derecho no es una concesión sino una construcción que debemos ejercer quienes nos agrupamos en la búsqueda por la verdad, esa verdad que se nos oculta; la sociedad organizada no puede pedir al propio aparato criminal la clarificación de los hechos y que además se imponga las sanciones conducentes, la sociedad organizada, debe, crear las condiciones mismas para abrogar la injusticia que es la falta misma de una acusación formal al aparato gubernamental responsable del delito de desaparición forzada, como hoy lo sería la desaparición de cuarenta y tres normalitas de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos. Con esto no se quiere decir que absolvamos a quienes fungen el papel de autoridades, sino que las juzguemos a la luz de la historia, que las relevemos de la potestad de su cinismo.

El caso del veintiséis de septiembre ha alcanzado un aforo mediático de magnitudes insondables, la indignación, si bien no ha corrido como pólvora, pues no ha prendido en todos los sectores de la población de manera significativa, sí ha hecho aparecer para los menos, una idea, suficiente para cuestionar de fondo a todo el sistema político mexicano, “ha sido el Estado el responsable único de la desaparición forzada de cuarenta y tres jóvenes normalistas”, sí #FueelEstado. Entonces podemos decir que si el sólo hecho de que un crimen como la desaparición forzada de personas, es la primera muestra de que no existe un régimen democrático, o de que éste se viene abajo en sus supuestos constitutivos, corresponderá pues a la sociedad organizada restituir los valores democráticos que han sido lesionados, en desagravio de la soberanía popular, de la cual también se han burlado.

Esto no sucedió en el 68, nunca antes, tan amplios sectores de la sociedad mexicana han conocido de manera masiva y de forma inmediata hechos similares, en los que autoridades de distintos niveles de gobierno sean responsables de la orden y consentimiento de una agresión en contra de la población civil; no estaríamos hablando de una certeza acabada de los hechos sino de una amplia difusión de los mismos, en sus consecuencias más prontas el atentado en contra de la integridad física de jóvenes mexicanos, p. ej., ahora se tiene certeza sobre la masacre de Tlatelolco, pero cuántas personas se dieron cuenta del crimen el tres de octubre de aquel año. Hoy, nosotros nos hemos enterado del asesinato de trece personas (una de ellas con aterradores signos de torura) y la desaparición de más de cincuenta, al día siguiente a los hechos; es claro que no se ha guardado el mismo silencio de antes, el #FueelEstado es una resonancia que nos simbra de coraje.

Sin embargo, ante un crimen de Estado un pueblo no puede plantearse la justicia bajo el mismo orden en que hasta entonces se ha sustentado la conformidad social frente a las instituciones, es decir, la legitimidad; frente a un crimen de Estado, no se puede confiar en las investigaciones de un gobierno que puede ser señalado de responsable directo, así de absurdo es, como que el titular del ejecutivo haya designado a un comisionado centralizado dentro del ejecutivo para investigar un conflicto de interés en la compra de fastuosas propiedades por parte de la primera dama y un secretario de Estado, esto a un contratista favorecido en múltiples negociaciones dentro de gobiernos priistas -como antecedente el mexiquense-; aquí también cabe la percepción generalista, pues es visible el cinismo de la clase política frente a los cuestionamientos de la opinión pública, mismo cinismo con el que ha diseñado la estructuración del Estado mexicano, se revela pues la farsa de Estado.

Y es que una violación de esta naturaleza, como lo es la desaparición de los cuarenta y tres, es hasta una regresión al refinamiento del poder, desnuda la imagen del Estado moderno sobre la que se construye o hacia donde pretende dirigirse la sociedad actual, el aparato de dominación se lava la cara y muestra su verdadero rostro, el del despotismo más exacerbado y vergonzante.

Hoy está puesto el llamado para que salgamos con la palabra por delante a encontrar la justicia, a librar la historia, a cuestionar nuestra propia posición, reconocer hasta dónde nos ha relegado ésta forma de Estado, hasta dónde nuestra soberanía, cuánta es nuestra libertad de autodeterminación, el paraqué de la autonomía, hacía dónde nuestros derechos, cuándo la transformación de nuestras relaciones de producción. Un gran debate se está abriendo, y lo más alentador son los distintos foros en que hemos de encontrarnos, pues las resoluciones de cada uno de ellos serán voces a punto de actuar.

*Fotografía – Corresponsalía de Chubakai.

Para escribir artículos de Opinión o Corresponsalías, escribir a corresponsalias@casadetodasytodos.org




Comunicado de Eraikuntza ante la desaparición física de Periko Solabarria.

Recibimos la triste noticia del sensible fallecimiento del luchador social Periko Solabarria, por letra de nuestras compañeras y compañeros de Eraikuntza, en Euskal Herria. A continuación, publicamos el fraterno correo que nos han enviado, así como el Comunicado informando este lamentable hecho.

Estimadas compañeras y compañeros, os enviamos un comunicado del Colectivo vasco de historiadores socialistas ante la muerte del compañero Periko Solabarria. Periko ha sido un referente histórico en las luchas obreras de la margen izquierda bizkaina desde la década de los 60 del siglo XX. Ha sido también un importantísimo referente de la lucha contra la dictadura franquista y en particular de la lucha del MLNV (Movimiento de liberación nacional vasco). Su gigantesca talla humana y ética le ha convertido en uno de los luchadores imprescindibles – como diría Bertold Bretch- para los trabajadores vascos, los jornaleros andaluces, los mineros asturianos, y en general para toda la humanidad trabajadora. No tenéis más que ver en la red el inmenso torrente de condolencias afectuosas que están llegando a Euskal Herria desde diversas partes del mundo. Para Eraikuntza ha sido un hombre del siglo, un hombre que ha recogido en su persona la conjunción de luchas obreras y populares que desde los años 60 se han desarrollado en Euskal Herria contra la barbarie del capital.

Pionero del movimiento de curas obreros en Bizkaia, infatigable trabajador y luchador en la mina y después en la construcción, educador de los hijos de los obreros, ternura hecha aliento, encarcelado varias veces durante el Franquismo, multado por sus homilías, fundador de Herri Batasuna, diputado en el Parlamento español por Euskadiko Ezkerra primero, y por Herri Batasuna en dos legislaturas, sin dejar su trabajo en la construcción. Diputado en el Parlamento Vasco y juntero por Bizkaia. Hasta su muerte a los 85 años no ha dejado jamás la barricada. En los últimos años era un militante de primera línea en la Asamblea de parados de Bizkaia, y en el colectivo de desahuciados por los bancos (los que están a punto de perder su casa por el abuso y la política de recortes neoliberal en este herrialde), caminante codo con codo con las mujeres, con los jóvenes comprometidos, con los presos. Un hombre cuya singladura principal se resume en el amor revolucionario dado a su pueblo, a todas y todos sin contrapartida alguna. Un ser humano de majestuosa sencillez, de dignidad a prueba de cualquier ataque. Un referente en fin, para todos los hermanos y hermanas que luchamos y soñamos con otro mundo posible. Periko hizo suya en el quehacer cotidiano y solía repetir a menudo la frase de Emiliano Zapata “Si ellos no nos dejan soñar nosotros no les dejaremos dormir”. Agur eta ohore Periko, beti arte Periko.

El domingo 28 se celebrará un homenaje popular y multitudinario en la Herriko Plaza de Barakaldo, su pueblo. Os hacemos partícipes de este acto internacionalista.

Os enviamos este artículo para su publicación y difusión en vuestros medios si lo estimáis oportuno antes del domingo.

Un fraternal abrazo de
Eraikuntza (Grupo Vasco de Historiadores Socialistas)

Comunicado

Periko Solabarria nos acaba de dejar. Su muerte podría habernos dejado a todos huérfanos. Huérfanos de un referente de valentía, de honestidad, de dignidad y de compromiso. Sigue y seguirá vivo, sin embargo, en el corazón de su pueblo, en el corazón de las actuales y futuras generaciones de militantes y de todas y todos aquellos que crean que otro mundo es posible. Ese otro mundo con el que Periko nunca dejó de soñar, de la misma forma que tampoco nunca dejó de rebelarse con firmeza contra aquellos que no nos dejaban soñar con ese otro mundo posible.

Para quienes tuvimos la inmensa suerte de conocerle será imposible olvidar nunca el calor agradable y humano que nos trasmitía su cercanía física. Fue un hombre que regaló a lo largo su vida mucho y verdadero amor. Por eso fue y es tan querido por tantos y tantos. Pocas veces hemos visto un chorro tan generoso de solidaridades y afectos procedentes de tan diversos lugares-geográficos y políticos- como en el homenaje que se le rindió en la década de los 90 en Barakaldo. En ese acto, por cierto, conseguimos para nuestro colectivo una verdadera joya testimonial de la lucha contra la dictadura en los años 60 en Bizkaia: El disco del grupo “Gogor” (que nos regalaron unos amigos de Periko) con temas grabados durante el encierro que en 1968 en el seminario de Derio realizaron varios curas. Entre aquellos se encontraban entonces Xabier Amuriza, Julen Kalzada, Martín Orbe y otros que iniciarían en esos años de duras luchas-junto a Periko- el movimiento de curas obreros y curas disidentes en el seno de la iglesia vasca y contra la iglesia española de la “cruzada” y con quienes compartió represión y cárcel. La dedicatoria sencilla escrita sobre la funda del disco del grupo “Gogor” decía: historialari izean.

Periko Solabarria ha legado un precioso patrimonio para la cultura de este pueblo que, como ocurre siempre con los hombres verdaderamente excepcionales, queda plasmado y resumido en su misma existencia vital: su compromiso profundo y honesto; su generosidad sin límites; su majestuosa sencillez; su dignidad compartida. Valores que representan justo la antítesis de los contra-valores dominantes en una sociedad aplastada por el capitalismo de casino: la capacidad de rapiña, el egoísmo feroz, el individualismo estúpido, las artimañas del trapacista. Contra-valores que el poder mediático se empeña diariamente en difundir como las virtudes de los vencedores del siglo, supuestos (y repugnantes a la razón) modelos a imitar.

La imagen que en la memoria colectiva quedará de Periko Solabarria es la de un hombre que compartió hasta el final su suerte y su vida con aquellos sectores sociales víctimas de esta barbarie, y con su lucha: los parados, los desahuciados por los bancos, los presos, los torturados, las familias de los caídos en el combate ( en el político, en el laboral y en el social) Con todos aquellos que han sufrido en carne propia las heridas más profundas de la mordedura de la bestia. Con todo el pueblo trabajador, con todos los trabajadores del mundo, porque de Periko hay que destacar también su vocación vital internacionalista de primera linea. Para Periko Solabarria la lucha por los derechos de Euskal Herria era una parte de la lucha por los derechos de la humanidad trabajadora.

Periko Solabarria acaba ahora de conjuntar especie y universo. Ha sido su última batalla, y en ella ha ganado la inmortalidad. Nada más y nada menos.

Nuestro colectivo estará el domingo a las 12:30 en la Herriko Plaza de Barakaldo para homenajear de nuevo a este imprescindible compañero que se ha mudado para vivir a partir de ahora en cada uno de nuestros corazones y en el de todos a la vez.

ERAIKUNTZA (grupo vasco de historiadores socialistas)




Tlanonohtzaliztli tlalpankayotl: Ze tlazemihtoli monek tiknetecholizke tikpatlazke altepetl
(Nuestra propuesta – traducción al náhuatl)

Tlahtoliztli

Febrero 2015

Iuan in chikaupoliu in 43 telpochtin tla iaxka Ayotzinapa, in altepelt oitechixnexti moziu uan mokokol tlaixpan ze gobierno tlen kitlayolitlakoa altepetl, momakilia tlayokoya iuan poliuliztli. Inikik otiktlatemoaya in 43 telpochtin mopoluih, iuan kokoli otiknamikih zenca poliunimeh amo ixtli uan amo tokaitl ipan nochi México. Noihki otiknamikih toaltepetl ipoztektika, iuan zenca poliunimeh in ze ixkuepa yaoyotl, tlen kihtoa tlen kiyauti teixnamiki narcotráfico ikuak iaxkateixnamiki nochitin alteptl, kikuepa mochiuatika. Zenka kokoli tzezeloa toyol uan tikihta in miktlantli tlen okichiua in ueltini, tomintlakameh. Axkan ye amo zan tiknekih tiknamikih in 43 poliunimeh. Axkan tiknekih tiktlamih iaun in temautiliztli. Axkan noihki tiktlatemoh kiketzah in altepetl tlen tiknekih.

Tlaixpan nochtin inon, axkan tiknekih tikixnextih totlazemihtol pampa zatepan tikpiah ze nonohtza nochtin tiknetecho. Tiknekih tlein nokokol mokuepa, mopatlaa in ze chikauak tlen kiketzaz toaltepetl. Tiknekih tiketzah ze altepetl neneuhtli uan iuan tekuyotl, ipampa nantechtlatza totekuyotl in gobiernos iuan in tlakameh tlen nanpia nochtin tomin in zemanauak.

Ze. Yoltikakeh okiuikakeh, yoltikakeh tiknekih

Tokokol uehkaua tika, amo motlami. 1968 in gobierno okipoliuh uan okitlaatih zenka toiknui. In 71 uan 74 nakinemih omouikah. Uan ok zatepan okuepon xiuitl iuan xiutl in tlayolitlakomeh teixnamiki in altepel: San Cosme, Nepantla, Acteal, Aguas Blancas, El Charco, El Bosque, Chavajeval, Tlatlaya, Pasta de Conchos, Atenco, Agua Fría, San Fernando, Guardería ABC, Ciudad Juárez.
In septiembre 2014 Ayotzinapa mochiumachio in chikaukayotl pampa in altepetl. In ueltinimeh inekih tlen tokoko tikyelkaua. Inekih tlen tikyelkaua in telpochtli uan ixpokatl tlen itekiaya ninaltpemeh iuan ninzenyelitin. Yehze amo tikyelkauazque, amo tiktlapopouazke. !Yoltikakeh okiuikakeh, yoltikakeh tiknekih!

Ome. Tlaixpan in itlakoa uan uitekimeh teixnamiki in altepetl: in chikaukayotl.

In axkaitianimeh in tomin uan uelli kihtah monekiliztli pampa motlakixtia ninaxkaiuan nankimani kokoli, tlayouali, itlakoa uan uitekimeh. Inin tika yaoyotl teinamiki in altepelt. In gobierno miktiloni, okinmik zezenca toikniu. In chikaukayotl uan in tlateki amo monamaka. Amo tiktlakalakih, tikchiakaukayotl.

Yei. In okachiuali yoltekayotl iuan zan tehuantin.

In altepetl tzahzi ikokol, yehze noihki kuika in chikaukayotl. In okachiuali in México iaxka in altepetl, toaxka. Amitla techtlauehkazke: telpochtin, ixpokameh, tlamantin, tekintin, temachtianimeh, milkixpin, tlakuikani, iknotlameh, ueuetinimeh. In Yankuik altepetl ehuaz iuan toteki, tochikaukayo, tonetecho. Tikyauti titlateki pampa tikpia in ze altepetl tlanemaniliztli.

Naui. Iuan yeuantin amo yoltekayotl ze kualli uan neneuki México.

Inin kokoli iaxka teixnamiki in tlen kiteuitekitika in altepetl. Inin kokoli moyauti teixnamiki Yenuantin nochtin. Temiktilonimeh, PRI, el PAN, el PRD, el Partido Verde, Convergencia, Morena, PT. Yehuantin in tomin ninaxka: Televisa, Telmex, Grupo Salinas, Cemex, Grupo México, Mexicanos Primero, la Concanaco, el Consejo Coordinador Empresarial. Kinautih nochipa. Iuan in bancos tetlaneutia tomin in altepetl uan kitechatlamiki iuan ueyuikilimeh. Noihki kinnamakatika nochtin totlaltilpak. Kinamakatika ipan zan ze tepitzin maitin in nikan uan amoixmachtime. Iuan Yehuantin amo yoltekayotl in nelli uan neneukayotl. Yeuantin amo kitikazke in melauak, kualli México.

Makuilli. Tlamiliztli inin ixkuepani sistema

In presidente uan gobernadores kinekih kitlaatiah in nelli inikik kiuikah uan kinamaka totlaltikpak. Kinekih kitlaatiah tlen kitekih iuan in ueltinmej in nikan uan amoixmachtimej. Inin tlautzakolmeh netechotika ipan in gobierno kipiah toalpetl tlakotli. Nochtin melauak tlen omoehua iuan in Revolucion Mexiana 1910 okimoixpoliuh, in gobierno uan in axkaitianmeh in tomin. Kinekih kitlamih iuan in itlateki iaxka altepel. Amitla tikpiah, nochtin okinamakati in ueltinimeh: oztotin, xaltentlimeh, atentin, teokuitlatliltik, kuautlameh. Amo ticpiah amiltla axkan. Zan tikpia in chikaukayotl pampa tiktlamizke iuan inin ixkuepani sistema.

Xikuaze. Tlaixpan ninouitepanyaliz. Tikehuah in ze México yankuik.

Uehkaua in Constitución in 1917 otlahtomiktika. Achto oteixpantiaya in nintlateki uan nintlahto iaxka altepetl, ikan in 1910 iuan in Revolucion Mexicana kanin oimikin zenca toikniu. In patlameh ohitlachiua in gobiernos ipan in constitución ohitlamih iuan in peualtin iaxka altepel. Inon, axkan moneki tlen tikeleuih ipan in altepetl tlen altpetl tiknekizkeh, tlein tominaliztli tiknekih, tlein gobierno tiknekih, tlen yoliztli tikmakatika in tokonemeh, tozenyeliztli, kein tiktekih iuan in tlalli, in atl, in tepemeh, in atentin, nochtin toaltepetl. Kein tikmanih neneuki nochtin, tlen itechtenemaktia nochtin.
Iuan inin nonohtzatiliztli tikeleuih in Yankuik neyolnonohtiliztli, in Yankuik Constitución. In peualiztli in altepelt tikneki.

Chikome. Tekuyotl iuan melaualiztin inochtin.

Tiknekih tiknetechoh pampa tikpiah in ze yoliztli iuan tekuyotl uan neneuki pampa nochtin. In tlatekimeh iaxka toaltepetl itechmaka in peualiztli pampa in ze yankuik altepetl: tlalli, tlatekiliztli, kalmachtiliztli, tlakualiztli, pakayeliztli, chantli tekuyotl, neneukiliztli, teiknuiyotl, tlanemiliztli, democracia.

Chikyei. Yakatiak in toaltepetl. México amoakah Imperialismo.

In itlakoaliztli ipan toaltepel iuan okiualkuih zenca tlakoli ipan México, yehze amo yoltekayotl zan nikan. In Imperialismo Norteamericano in peualiztli ichteki in Latinoamérica. In imperislismo xikitetlalia ningobiernos, iuan tlapapaliztli ipan in Constitución, in tlapapaliztli tlen itechkuilia tomelaualiz kanin tlatekinimeh, noihki kinekih itechkuilia totlaltikpak. Amo inekih imatih in tlakoli uan amokualli tlen ipeua in tlalli, in atl, in tepetl. Nochtin motlali ipan zan ze tepitzimeh maitin. In nikan uan amoixmachtimeh. Teuantin, tikpiah in tekuyotl uan in chikauak iaxka ixtlamachiliztli.

Chiknau. Ipan in tlanemiliztli altepel, Nochtin tlatekiliztlimeh, nochtin chikaualiztlimeh.

Iuan amoneukin ohtlimeh motlatekitika, ken moueliz, pampa tikchikaukayo nochtin in mexicanos teixnamik inin ihkaliztli. Toaltepetl moneki nochtin tlahtomeh, nochtin maitin uan nochtin in yolomeh pampa tiktlakixtikaua in ueltini, pampa tiktlakixtikaua in poliuiliztli. Ipan altepetl, ipan kalmachtiliztli, ipan tlatekiliztli, ipan tepemeh, touehkayo tikaz in tepoztekiliztli pampa tikpiah in tlanemiliztli. Touehkayo uan neneukayotl kitehcmaka in chikauak pamapa tiktekih tiknetechoh. Onkan ehuaz in altepetl yankuik, in México melaualiztli uan tlanemiliztli.

Matlaktli. Moyoli pampa in altepelt anozo momiki pampa in tlanemiliztli.

Inimeh tlahtoltin tla iaxka Vicente Guerrero, uan ok mokuikameh ipan totlatikpak uan ok kitechnotzah pampa kitlatekih. Zatepan, okze tlatekini, Arturo Gamiz, temachtiani ipan Chihuahua, oihto, amitla mopanol amotlazotli ipan in uehkayotl iaxka altepetl. In altepetl moipati kinemi, kachi moipati kimiki. Iuan in uehkayotl motikyelnamikih pampa tiknetechoh pampa tiktlatekih, ipampa in nelli iaxka in altepetl uan in altepetl amo moixkuepa. Axkan moneki monetechoa totlatekiliztli.
Tikmatih akinke tiktika, uan tikmatih akinke kitika inimeh. Tikmati motiknekih uan amo motiknekih.
Tikuih in articulo 39 in toconstitución pampa tiktlachiuh tomelauk, mopatla anozo moehua toaltepetl. Inin tla iaxka matiliztli uan touik iuan inin notzayo.

*Traducción del documento – Corresponsalía de Juan Hernández.
*Fotografía del artículo – corresponsalía de Chubakai.




Dialogo: Lucha Histórica, Derechos y Acuerdo Social en México

Palabras de la historiadora Lydia Espinoza Morales, la doctora Leticia Hidalgo, los profesores Arturo Valdez y José Luis Manzo, y la defensora de derechos humanos Alejandra Jimenez,