A nuestro correo de info@lacasadetodasytodos.org recibimos video/corresponsalía de los compañeros de Euskal Herria quienes conmemoraron un año mas, a Xabier Mina en su 207 Aniversario, el día 11 del mes 11 (noviembre), a las 11:11 de la mañana…..
11/11 a las 11:11
¡Aupa Xabier! y todos los revolucionarios del mundo…..
Saludamos a los hombres, mujeres y niños que conmemoran en Otano y en los miles de lugares de México, en las escuelas y pueblos, en las organizaciones y movimientos, la vida y el internacionalismo proletario que deja como ejemplo Xabier Mina por la independencia, frente a los intentos de resucitar monarquías obsoletas, imperialismos y políticas de segregación.
Frente a estos tiempos de mares turbulentos que criminalizan a quienes luchan por un mundo nuevo, a quienes son desplazados forzadamente, a quienes migran por intentar ganar el sustento de sus familias y comunidades, a quienes exigen el alto a los genocidios y crímenes de lesa humanidad en Palestina, en África, en Asia y América, en el Abya Yala de los pueblos, en las luchas campesinas y obreras, en los estudiantes, a quienes trabajando enseñan a recordar a los insurgentes a todas ellas y ellos, trabajadores.
A todos ellos, los invitamos a dar un nuevo paso en el internacionalismo proletario, a relanzar los lazos de hermandad y lucha ante los crecientes amagos de expandir y potenciar el capitalismo salvaje y depredador…
¡Gora Mina!
Como escribimos en nuestra pasada editorial…
“…habemos en el mundo personas, organizaciones y países empeñados en el rescate de la memoria histórica, que buscamos hacer visible lo que fue negado por el Estado criminal. No nos cansaremos de reivindicar la lucha de Mina: sus ideales, sus acciones y el sacrificio como un acto de justicia, ya que sin memoria de la injusticia, no hay justicia en la memoria.”
¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!
Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.
Exigen justicia para las víctimas
Impunidad a 10 años de la desaparición de 43 normalistas
Sobrevivientes de la L-23 recuerdan saldo de la “guerra fría”
“…le recordamos al gobierno que termina y al próximo, que no puede haber conciliación
verdadera si no hay verdad completa, castigo y justicia verdadera, porque esto significaría que,
en cualquier otro momento de la historia del país, esta dolorosa represión se volvería a repetir,
sin la posibilidad de arreglar los conflictos por las vías pacíficas y legales”
Exmilitantes de la Liga 23 de Septiembre
La indignación y rabia ante un Estado promotor y cómplice de la brutalidad policiaca y militar en la violación de los derechos humanos, han marcado los diez años de investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, registrada el 26 de septiembre de 2014 durante la noche trágica de Iguala, en el estado de Guerrero.
El crimen de lesa humanidad contra los normalistas es aberrante, y por desgracia sólo es parte de una larga lista de atropellos del Estado contra el pueblo. Es una herida profunda en el corazón de México que sólo logrará sanar cuando exista justicia para las víctimas, castigo para los culpables y garantía de no repetición.
Los 43 estudiantes de Ayotzinapa se suman a la lista de miles de desapariciones forzadas que el Estado sigue sin resolver, registradas no sólo durante los últimos sexenios, sino en el periodo de la guerra sucia contra los movimientos armados y contra inocentes de la lucha del crimen organizado, cuyas muertes se busca justificar como “daños colaterales”.
La protección sistemática de los crímenes del ejército, profundizada por el Estado de la Cuarta Transformación, ha dejado un saldo estimado de 120 mil desaparecidos a nivel nacional. Sólo en el estado de Jalisco la cantidad supera los 15 mil desaparecidos,“en la época que ha gobernador Movimiento Ciudadano a través de Enrique Alfaro, lo que significa un verdadero genocidio contra nuestro pueblo”, dijeron sobrevivientes de la Liga 23 de septiembre, durante la conmemoración del 59 aniversario del asalto al cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua, realizada en la ciudad de Guadalajara.
Los activistas exigieron que se esclarezca la desaparición de los 43 normalistas, de los desaparecidos y asesinados durante la “guerra sucia” y de miles más registradas en años recientes, castigo a los responsables, reparación del daño y garantía de no repetición.
Durante el evento, los organizadores leyeron un pronunciamiento sobre el informe de la Comisión de la Verdad difundido el pasado 6 de agosto sobre las violaciones a los derechos humanos realizadas por el ejército y policías en el periodo de 1965 a 1990 mediante acciones “deterrorismo contra poblaciones inermes, afectando física, emocional, política y socialmente a miles de mexicanos”.
Sostuvieron que la “guerra sucia” fue en realidad la estrategia contrainsurgente del Estado y su aparato represivo contra el pueblo con apoyo de Estados Unidos bajo el pretexto de la doctrina imperialista de “seguridad nacional”. El propósito era, además de eliminar las guerrillas urbanas y rurales, destruir el tejido social de comunidades que apoyaban o simpatizaban con los rebeldes. Se trató de una “estrategia de “aldea arrasada” aplicada en Vietnam y Centroamérica, que incluía la persecución, detención, asesinato y desaparición de pobladores, familiares, amigos y supuestos simpatizantes.
Destacaron que muchos de los sobrevivientes fueron liberados gracias a las movilizaciones de familiares agrupados en el Frente Nacional Contra la Represión, después nombrado Comité Eureka, encabezado por la señora Rosario Ibarra De Piedra, quien vivió en carne propia la desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra en la ciudad de Monterrey, N.L..
Con el arribo a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, se abrió la esperanza de que tal vez él, a diferencia de sexenios anteriores priístas y panistas, ahora sí realizaría una investigación seria sobre las desapariciones forzadas en México, pero los resultados fueron francamente desalentadores y la esperanza se vio literalmente traicionada para los derecho-humanistas y sobre todo para las familias de las víctimas al finalizar el sexenio.
LOS VUELOS DE LA MUERTE
Por años de investigación directa en archivos y expedientes que sobrevivieron a la destrucción de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), por testimonios de sobrevivientes y desaparecidos que fueron liberados y hasta exmilitares, se supo que uno de los métodos más sanguinarios utilizados por el ejército durante la guerra sucia fueron los vuelos de la muerte. Éstos consistían en arrojar a los detenidos al mar desde aviones militares, incluyendo a opositores, sus familiares y hasta inocentes, sin otorgarles derecho a juicio y sin posibilidades de defensa alguna, al total arbitrio de los mandos del ejército y de las órdenes de los presidentes en turno.
“Esta forma terrorista de actuar de las instituciones supuestamente legales y legitimas es sólo una de tantas formas de atacar a toda oposición, sobre todo a partir de los años 40s y a través de muchas décadas, pero en especial a los que esta dictadura perfecta consideraba un peligro para su dominación”.
Los organizadores resaltaron la indolencia del Estado a lo largo de todos los sexenios, incluido el de López Obrador.
“…se persiste en la manipulación y el ocultamiento de toda la verdad, sobre todo sin precisar lugares en los que se cometieron tales prácticas y sobre todo también en la identificación de los responsables directos y su enjuiciamiento ante los tribunales de justicia del país.Se contesta con evasivas, con simulación, simulacros y construcción parcial de respuestas, con la entrega de archivos incompletos y censurados, se implementan mecanismos para la “reparación y no repetición del daño”.
Agregaron que el Estado justifica la actuación del ejército, marina, guardia nacional, fuerzas policiacas y paramilitares contra el pueblo bajo el pretexto del derecho al monopolio legal del uso de la violencia o con el alegato de que “cumplieron ordenes de autoridades civiles”. Cuando queda al descubierto su responsabilidad, son protegidos para no ser procesados y castigados, como hasta hoy sigue siendo el caso de los 43 normalistas de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos.
Sobre la respuesta del Estado en el tema de la guerra sucia, consideran una burla que se incluya a los militares entre las víctimas:
“… En particular queremos decirle al general Luis Crescencio Sandoval que su propuesta de que incluyan los militares caídos como homenaje en el monumento de las víctimas de la represión es un despropósito, ya que esos soldado caídos no cayeron en un guerra entre ejércitos regulares y donde se respetaran la ética y el honor militar autentico por parte del ejército, sino que cayeron desgraciadamente en una lucha desigual, que defendió a los oligarcas nacionales e internacionales capitalistas y de contra insurgencia, donde la peor parte la llevó el pueblo luchador y consciente del país”.
Finalmente recordaron al presidente saliente y a la presidente entrante “que si no hay justicia no habrá respiro para las autoridades por medio de las protestas y la luchas por nuestras justas demandas. Y que, si sólo hay perdón y olvido sin justicia, la única salida que nos dejarán al pueblo trabajador y nuestras familias será la de seguirnos organizando independientemente por lograr que se recepte la ley constitucional y la aparición con vida de los desaparecidos de toda la sociedad”.
Durante el evento realizado en la Plaza San Andrés de la Ciudad de Guadalajara con motivo de la gesta heroica de los combatientes caídos en 1965 en Ciudad Madera, los sobrevivientes de la organización que vivió las peores persecuciones y represión del Estado mexicano, acompañaron la presentación del libro “Utopía y Plomo, Una Historia de la Concepción Obrera de la Liga Comunista 23 de Septiembre”, del autor Christian Ricardo García Martínez.
¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!
Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.
El Batallón de San Patricio y la lucha contra el despojo
A nuestro correo de info@lacasadetodasytodos.org llegó la siguiente corresponsalía del historiador Jorge Cervantes que reproducimos a continuación:
“Éramos cuarenta y ocho hombres sin patria y sin uniforme;
esperábamos encontrar ambas cosas más allá de las líneas mexicanas.”
Combatiente John Riley
Septiembre es un mes repleto de sucesos históricos de enorme importancia para México y América Latina, de luchas y resistencias de los pueblos, de indignación y rebeldía que sería imposible de resumir en unas cuantas líneas. Es un mes que nos inunda con sentimientos de patria y nos llena de alegría con símbolos coloridos que inundan calles y plazas en todo el país, convertidos en fetiches cuando olvidamos el origen de su significado.
Éste es un mes agridulce en la historia de México. Celebramos el inicio y consumación de nuestra independencia de España, pero olvidamos que el 15 de septiembre de 1847 ondeaba la bandera de Estados Unidos clavada como espada sobre el Castillo de Chapultepec, sede del Palacio Nacional. Es un suceso que nos avergüenza porque preferimos festejar las victorias del pueblo y entregar las derrotas a la desmemoria y el olvido.
Ésta fue quizás la peor derrota histórica de nuestro pueblo, que llevó a la entrega del 40 por ciento del territorio nacional a los Estados Unidos al finalizar la guerra de despojo de dos años (1846 y 1848); una herida que México jamás podrá sanar. La infamia, la cobardía y traición del gobierno representado por Antonio López de Santana, dejó como saldo más de cuatro mil civiles muertos y 25 mil soldados caídos o heridos, sangre derramada no pudo detener la ambición expansionista del imperio.
El territorio arrebatado a México incluyó los estados completos de California, Nevada, Utah, Nuevo México y Texas, así como extensas regiones de Arizona, Colorado, Wyoming, Oklahoma y Kansas. Un robo histórico ratificado mediante el vergonzoso Tratado de Guadalupe, del 30 de mayo de 1848.
La expansión territorial de Estados Unidos se realizó en varias etapas y por vías pacíficas y bélicas, al culminar su periodo de independencia. Los norteamericanos ampliaron las fronteras originales de las trece colonias que tenían en el Atlántico mediante la compra de Luisiana a Francia en 1803, de La Florida a España en 1819 y de Alaska a Rusia en 1867. La anexión del resto se impuso por la fuerza de las armas, el asesinato y el exterminio.
La «Conquista del Oeste», fue un despojo a sangre y fuego para lograr la expansión del imperio hacia el Pacífico: Apaches, Navajos, Hopi, Siouk, Cherokee, Cheyenne, Iroqueses, cComanches y otros indios originarios, fueron desplazados de sus tierras a punta de balas y confinados en “reservas”, tras un exterminio casi total.
La voracidad sin límite del imperio puso su mirada en México, con quien tenía relaciones tensas que empeoraron en 1845, cuando la República de Texas se incorporó al país vecino. Estados Unidos buscaba extender su territorio hacia el sur, y el 13 de mayo de 1846, el presidente James K. Polk declaraba la guerra a nuestro país con ese propósito.
El Batallón de San Patricio
En 1845, una plaga destruyó los cultivos de papa en Irlanda y para no morir de hambre, muchos irlandeses emigraron a Estados Unidos para buscar trabajo. La única opción era enrolarse en el ejército, que con engaños les ofrecía buenos salarios y tierras.
Los irlandeses fueron maltratados y discriminados por los soldados norteamericanos y sometidos a castigos severos. Antes de iniciar la guerra contra México, los estadounidenses profanaron iglesias católicas en Texas para provocar a sus vecinos y esto provocó que muchos irlandeses abandonaran las filas castrenses. Estaban tan hartos de las burlas y castigos, que terminaron por identificarse con los mexicanos.
John Riley y Patrick Dalton integraron el Batallón de San Patricio con algunos soldados irlandeses desertores, a los que más tarde se unieron escoceses, ingleses, polacos y franceses. Muy pronto, el grupo reunió a decenas de soldados que tomaron el nombre del santo patrono que introdujo el catolicismo en Irlanda.
Riley repartió panfletos en diferentes idiomas, donde invitaba a los irlandeses a reflexionar sobre los motivos que llevaban a Estados Unidos a invadir México. En octubre de 1846, el ejército mexicano contaba ya con cien soldados desertores encabezados por Riley que se habían pasado a las filas de nuestro país.
El Batallón de San Patricio llegó a tener 800 combatientes y su bandera propia: verde de un lado, con la figura del santo patrono, y por el otro, el dibujo de un arpa dorada con el lema “Ering Go Bragh”, que significa “Irlanda para Siempre”.
El primer combate de los llamados Sanpatricios fue la Batalla de Monterrey, registrada el 21 de septiembre de 1846, con una acción de artillería que evitó dos asaltos de los estadounidenses a La Ciudadela. Los combatientes jugaron también un papel importante en la Batalla de Angostura en Coahuila en febrero de 1847, donde el traidor de Santa Anna ordenó la retirada a pesar de que el triunfo estaba asegurado.
El batallón enfrentó su artillería a los invasores norteamericanos en Matamoros, Buenavista y Cerro Gordo y se mantuvo como unidad leal a México bajo las órdenes del General Pedro María Anaya, pero finalmente, en la Batalla de Churubusco (agosto de 1847), el ejército mexicano fue derrotado. Los Sanpatricios sobrevivientes fueron apresados por los yanquis, juzgados, declarados culpables de traición y castigados con la horca.
La historia registra que, en Churubusco, después de una intensa batalla, el general norteamericano David Twiggs preguntó al general Pedro María Anaya sobre las municiones y armamento de los vencidos y obtuvo como respuesta la célebre frase de: “si hubiera parque, no estaría usted aquí”.
Dieciséis soldados del batallón fueron colgados en San Ángel, frente al templo de San Jacinto en la Ciudad de México el 9 de septiembre de 1847, cuatro más al día siguiente en el pueblo de Mixcoac y el resto, el 13 de septiembre cerca del Castillo de Chapultepec, en una ubicación escogida para que los condenados pudieran ver antes de morir, la bandera estadounidense clavada en el Castillo de Chapultepec.
Se sabe que quince soldados -entre ellos John Riley- no fueron colgados, pero como castigo, fueron marcados con una “D” en la mejilla derecha, recibieron 50 latigazos y estuvieron en prisión hasta que los estadounidenses se marcharon de México.
En 1850, John Riley se fue a Veracruz, donde murió y fue sepultado como “Juan Riley”, nombre con el que se alistó en el ejército mexicano. Algunos sobrevivientes regresaron a Irlanda y otros más se quedaron en el país.
Actualmente existe una placa conmemorativa en el lugar en que fue ejecutado el Batallón de San Patricio, en la Plaza San Jacinto en San Ángel.¿Mártires o héroes? Lo cierto es que, por convicción o ideología, los soldados extranjeros se unieron al pueblo mexicano para enfrentar la agresión del imperialismo voraz, invasor y asesino que recurre a cualquier medio para extender su poder y dominio sobre los pueblos del mundo.
¡Urgente! Chiapas, México, agosto de 2024
Al correo de la casa de todas y todos llego la siguiente información la cual publicaremos integra.
A la sociedad mexicana
A los medios de comunicación
A las organizaciones sociales, civiles y sobre todo que defienden los derechos humanos
A la Iglesia de Chiapas
¡¡¡URGENTE!!!
¡Nos están matando y no hay quien nos pueda ayudar!
Somos vecinos de varios ejidos del municipio de Frontera Comalapa que pudimos salir de nuestras comunidades. Vivimos el terror de parte de grupos que les llaman delincuencia organizada, pero que sabemos son carteles que están en guerra desde ya varios meses.
Estos carteles secuestran, asesinan, y nos amenazan. En estas semanas la guerra está muy fuerte, esto ha provocado que nos movamos de nuestras comunidades, que son varias como Paso Hondo, Santa Rita, Verapaz, Ejido 24 de febrero, Tampico, ejido Bella Vista del Norte, Barrio Nueva Delicias, Guadalupe Grijalva, La Sabinada, Ejido Tres Maravillas, Barrio Monteverde y todos los barrios del municipio de Frontera Comalapa, Ejido Anonal, Ejido Nuevo Comalapa.
Y del municipio de Amatenango de la Frontera, Ejido Nueva Morelia, Ranchería Michoacán, Ejido Pacayalito, Barrio Bienestar Social, Barrio Nueva Libertad, Barrio Flor de Mayo, Ejido Nuevo Recuerdo, Ejido Palestina, Ejido Nuevo Amatenango, Barrio Belén, Barrio Platanillo, Barrio el Pino, Barrio Nueva América, por mencionar algunos ejidos y barrios.
Los carteles se llevan a hombres, mujeres, niños, y por eso estamos huyendo, ya sea fuera de nuestras tierras, incluso en lugares seguros para que nos podamos proteger de tanta violencia, palabra que se queda corta por los que desaparecen y mueren.
El día de ayer reportaron vecinos de los ejidos de Paso Hondo y Bella Vista del Norte del Municipio de Frontera Comalapa que uno de los grupos del crimen organizado entró a sus ejidos llevándose por la fuerza a más de 60 personas hombres todos. Amenazaron en regresar por más gente.
Necesitamos del apoyo de todos los sectores que conforman la sociedad civil, que nos ayuden porque queremos seguir vivos, trabajando y estar con tranquilidad. Los carteles nos controlan, nos impiden trabajar y además nos quitan lo poco que tenemos, además de que nos usan para sus propios intereses y no los de la comunidad.
Queremos nos ayuden divulgando nuestra voz de auxilio, organizándose para presionar a las autoridades del estado de Chiapas, del gobierno federal y del Estado mexicano.
Gracias por escucharnos y ojalá en sus corazones nos pongan un lugar y que pronto acabe este horror que estamos viviendo ahora en Chiapas, pero ha venido afectando a todo México
Atentamente
Hombres, mujeres y niños de la Frontera de Chiapas y de la Sierra.
Jornada en memoria de la guerrilla antifascista en el Poniente granaino
A nuestro correo info@lacasadetodasytodos.org llegó la siguiente corresponsalía, misma que reproducimos íntegra, pues consideramos que rescatar las luchas de nuestro pueblo contra las arbitrariedades y la represión del Estado aliado a los más oscuros intereses, es una tarea necesaria en todo momento y lugar. No sólo es recordar los pasajes más dolorosos, la persecución, el exilio, la cárcel, la tortura y la muerte de quienes enfrentaron la ignominia del poder y la reacción. Es una tarea que nos permite además dignificar el presente, hacer justicia a quienes lucharon por un mejor futuro para nuestro pueblo; reconocerlos no sólo con estatuas, placas, discursos o libros que sellan la historia como una lápida sobre la tumba, sino valorar el ejemplo que nos dejaron para mantener viva la llama de la indignación, el coraje contra toda injusticia contra la humanidad.
Recuperar la historia del olvido, la memoria indomable y la dignidad de quienes dieron su vida para responder al momento histórico que les tocó vivir, es nuestra responsabilidad, lo mínimo que debemos hacer para evitar que esas historias se repitan en otro tiempo y otras latitudes. Es una lucha contra el silencio que vivimos a pesar de la era de la información, la tecnología, los satélites y la internet.
No sólo recordamos, también somos continuidad, resultado de una historia de luchas en constante desarrollo, con triunfos y derrotas, con alegrías y tristezas, pero con la esperanza en lograr un mundo mejor.
Una de las frases más hermosas sobre la necesidad de la lucha contra la injusticia fue pronunciada por Ernesto Che Guevara hace ya algunas décadas: No somos conocidos ni familiares, pero “...si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es lo más importante”.
Éste rescate de la historia la tejen los pueblos de todo el mundo como una forma de mantener la identidad frente al enemigo de la humanidad: el imperialismo. El tejido es de muchos colores y se alimenta de todos los idiomas del mundo, unidos por la dignidad y la justicia.
Los ideales de quienes murieron por las causas del pueblo siguen siendo una tarea pendiente. Rescatar esos ideales históricos nos alimenta, nos fortalece y nos convence de que la lucha sigue en el nuevo contexto mundial, más complejo y diverso. Esos ideales siguen vivos, calan hondo en nuestro ser colectivo y reclaman nuevos derroteros en muchos frentes, trincheras y batallas. La mazmorra y la muerte no logró enterrar esos ideales, porque siguen presentes en nuestras luchas.
Si las luchas de nuestro pueblo fueron pisoteadas, criminalizadas, satanizadas y sobre ellas se lanzó injurias, lodo y tierra para sepultarlas, es nuestro deber rescatarlas no sólo del olvido sino de la insidia convertida en poder. Somos fuertes porque nuestras luchas son dignas y valientes, miraron de frente al enemigo y opusieron resistencia, organizaron, sembraron la semilla que se convirtió en fruto, alimentaron pequeños vientos para convertirlo en tempestades de rebeldía para barrer del mundo a los tiranos que nos oprimen, explotan, someten, humillan, masacran, violan.
Gracias a nuestros hermanos de lucha que nos precedieron, la bandera de la libertad ondea, pero necesitamos tomar su asta con fuerza para elevarla a nuevos horizontes, en el confín de las luchas que sólo acabarán cuando sea posible la liberación definitiva de nuestros pueblos. Ellos lo reclaman, porque los enemigos de antaño siguen presentes, vestidos con nuevos ropajes y caretas, organizados mejor y a nivel internacional.
Con la misma entereza de nuestros compañeros que ya no están pero siguen presentes en nuestros corazones y nuestra memoria, seguiremos enfrentando la embestida criminal de los dueños del mundo, la destrucción y el ecocidio que han provocado con su sistema de muerte, las guerras, la infamia y las mentiras que difunden en los grandes medios de comunicación que operan como negocios de la desinformación. Por eso hermanar nuestras luchas es necesario.
Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.
Resumen y agradecimiento por la jornada en memoria de la guerrilla antifascista en el Poniente granaino. Uno no sabe nunca por qué ni para qué hace lo que hace. Este pasado sábado 11 de mayo provocamos desde la Tasquiva, la organización de una jornada intensa de memoria y recuerdo de la lucha guerrillera en el Poniente granaino, sin saber qué iba a resultar, a pesar de lo que resultara. Pasaron meses desde que en octubre pensamos en darle forma a dicha jornada. Reencuentros con antiguos amigos y amigas de Loja con la excusa de la recuperación de la memoria, Paco, Mauri. Encuentros con nuevas personas amigas, preocupadas por la memoria y el recuerdo de una lucha y su continuidad, Juanjo, Dulce. Invitación quienes se habían dedicado a recuperar esas historias de vida de lucha y apoyo contra el franquismo, contra el fascismo, excavando en la historia en las condiciones menos favorables, Jose M.ª, Jacqueline, las gentes del Frente Sur. Pasaron los meses y la propia tentativa de la jornada empezó a generar un compartir los recuerdos de los que en aquellos años eran muy chicos y ahora, en el presente, les sale inconscientemente una memoria que no se cierra, que necesita ser compartida. Gentes de Loja, de Arenas del Rey, del Salar, a les que el relato de la historia como “lo que ha pasado, pasado está” no convence, no tranquiliza, no funciona. Una memoria que cortocircuita el presente, que lo desordena. Una memoria que impide el sepultamiento total de a quienes derrotó la dictadura. Un recuerdo que restaura otros presentes desde el pasado.
Y así fue. Desde las primeras horas de la mañana, en el primer encuentro de gentes desconocidas entre sí en el Centro de Interpretación de la Sierra de Loja, se sentía un aire fresco que paralizaba la destrucción histórica de un mundo más justo. El camino de la Sierra previsto se giró en un no saber cuál era el sendero exacto para lo que habíamos quedado, y se convirtió en un deambular, u camino compartido de historias y risas, con un recuerdo en la cima para aquellos lejanos años republicanos. Parece que se respiró el mismo aire que las gentes de la Sierra respiraron hace más de 70 años. Una lucha colectiva de clases por un mundo más respirable, más justo.
Por la tarde la gente amiga de la librería Omega tenían todo ya preparado para iniciar la segunda parte de la jornada con el documental de Juanjo Matas, la presentación del campamento guerrillero de Cerro Formazo y la vida en la sierra a cargo del grupo Frente Sur, el relato sobre la guerrilla antifranquista en el poniente granadino de Jose M.ª Azuaga y la historia “sin retaguardia, la mujer y la guerrilla” de Jacqueline López. Tres horas sin parar, sin despegarse de las sillas, con el aforo excedido y algunas personas de pie en la puerta, desembocó en las intervenciones de familiares de víctimas del franquismo de Loja, Arenas del Rey, Salar, así como de miembros de la asociación La Desbandá y otras personas del público. Un descanso merecido dio paso al relato sobre los maquis y la poesía de Andrés Ortiz y la actuación del grupo musical lojeño Elemento, con su gran tema dedicado al éxodo de La Desbandá en 1937. Cerraron la jornada con una fantástica versión del Último de la Fila, “Insurrección”, evocando ese sentimiento tantas veces sentido en la historia de la gente digna y rebelde del Poniente de Granada que te lleva a levantarte contra una injusticia, a luchar por un mundo más justo:
“Me siento hoy como un halcón. Llamado a las filas de la insurrección.“
Alguien se quedó con toas las ganas de continuar el encuentro después en el bar conocido como el Sindicato, pero decidimos dejarlo para una próxima vez, así las puertas se dejan entreabiertas para seguir conspirando mano a mano, hombro a hombro. Gracias a todas las personas que hicisteis posible este estimulante encuentro, tanto a las que vinieron a compartir lo investigado sobre la guerrilla en el Poniente granadino y sus redes de apoyo, como a las personas que compartisteis el recuerdo de quienes fueron asesinadas. Gracias también a las que se comprometieron alegremente con seguir enlazadas para futuros necesarios. ¡A tol mundo, gracias de corazón! ¡Seguimos juntándonos a recordar!
Abrazos y hasta pronto. La gente de La Tasquiva.
A continuación, compartimos algunos materiales y contactos relacionados con el tema por si os interesa seguir investigando por vuestra cuenta, hay muchos más, todo es ponerse:
– Documental “Historia de la guerrilla antifranquista en el Poniente granadino (Foro por la Memoria de Granada, 2011) h
Recibimos la siguiente corresponsalía, misma que publicamos de forma íntegra… !Un abrazo fraterno para todas y todos!
Este 11 de mayo, en la plaza del Castillo de Iruña Pamplona, se leyeron por primera vez los nombres de las 3700 personas asesinadas en Navarra tras el golpe de estado militar de 1936, que dio paso a la Guerra Española (1936-1939) y a la Dictadura de Franco por 40 años (hasta 1975). El acto fue organizado por todas las asociaciones memorialistas navarras que exigen el derribo del Monumento a los Caídos, un edificio enclavado en el corazón de la ciudad para exaltación fascista de los vencedores de la contienda, con el nombre oficial de “Navarra a sus muertos en la Cruzada” En su cripta estuvieron hasta hace poco tiempo enterrados los cadáveres de los generales golpistas Sanjurjo y Mola, este último director de la conspiración militar, a quienes los Caballeros Voluntarios de la Cruz han celebrado misas de aniversario cada 19 de julio. Una de las directrices reservadas de Mola a los conspiradores fue ésta:
“Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades y sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas. Conquistado el poder instaurará una dictadura militar que tenga por misión inmediata restablecer el orden público, imponer el imperio de la ley y reforzar convenientemente al ejército, para consolidar la situación de hecho que pasará a ser de derecho”.
Madrid, 5 de junio de 1936. El Director
El edificio erigido en 1942 pretende eternizar la victoria de los que practicaron una guerra de exterminio contra miles de personas- Cruzada según la propaganda fascista y nacional-católica-, por sus ideas republicanas, de izquierda, comunistas, anarquistas, nacionalistas vascos, por ser miembros de organizaciones obreras de clase, ateneos, maestras y maestros,.. Hicieron desaparecer el sistema democrático de la República española con la ayuda militar de Hitler y Mussolini y la inacción de Reino Unido, Francia y otros países del Comité de no Intervención. España recibió la ayuda de la URSS y de las Brigadas Internacionales, de las que también formaron parte cientos de voluntarios de México, país al que hay que agradecer la acogida del exilio español tras la guerra, y a su presidente Lázaro Cárdenas, país que no reconoció el régimen franquista hasta la muerte del dictador, aun cuando otros, con EEUU a la cabeza, se apresuraron a apoyarlo, montando bases militares yankis en territorio español en el periodo de la Guerra Fría.
Este sábado de 2024 fueron nombradas todas las víctimas, les dieron voz sus familiares y vecinos, pueblo por pueblo, y a cada nombre le seguía un atronador “asesinado” “asesinada” y el sonido de la descarga de fusil sobrecogedor. Fueron nombrados también los 206 presos del Fuerte de San Cristóbal asesinados en los montes cuando el 22 de mayo de 1938, 795 de ellos protagonizaron la gran fuga del penal donde malvivían presos políticos y sociales, originarios de muchos lugares de España. Se hizo mención así mismo, de aquellos que trajeron a matar a Navarra de otras provincias.
Su recuerdo estuvo prohibido por décadas, la propaganda los tachaba de antiespañoles. Habían sido asesinados en las tapias de cementerios y cunetas, y enterrados en fosas comunes diseminadas por toda la geografía navarra y española. En los años 50 Franco hizo construir con prisioneros de guerra su tumba megalómana, oradando una montaña en el Valle de los Caídos, cerca de Madrid, y colocando una cruz de 150 metros de altura, que, si en principio estaba destinada a ser sepulcro y propaganda eterna del caudillo, del fundador de Falange José Antonio Primo de Rivera, y de los muertos de su bando, la propaganda oficial cambio de discurso en 1958, hablando de reconciliación y de todos los muertos de la guerra sin distinción de bandos. Así que empezaron a robar miles de cuerpos de republicanos que sacaron de las fosas comunes por orden del Ministerio de la Gobernación, y que fueron trasladados al Valle de los Caídos, el lodazal del Sapo Iscariote, como lo calificaba el poeta León Felipe, sin conocimiento de sus familiares. Este monumento a la infamia era visitado por todos los jefes de estado que arribaban en España por aquellos años. Hace poco tiempo fueron exhumados definitivamente los restos de Franco y José Antonio. Hoy es un lugar de memoria.
Tras la muerte del dictador, a partir de 1978 comenzaron a realizarse las primeras exhumaciones, y fueron las familias de las víctimas las que se organizaron para buscar y excavar multitud de fosas comunes, sin ayudas ni permisos. Celebraron funerales multitudinarios y tallaron los nombres de sus seres queridos y arrebatados en las placas de piedra de panteones en los cementerios. Los gobiernos de la Transición practicaron el olvido interesado con la ley de Amnistía de 1977. Se había establecido el reino de España, la monarquía parlamentaria de la casa Borbón, con Juan Carlos I como rey, designado sucesor por Franco en 1969, según la Ley de Sucesión de la Jefatura del Estado de 1947. Hoy el rey emérito Juan Carlos de Borbón vive en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), después de abdicar en 2014 tras salir a la luz acusaciones de enriquecimiento ilícito (robo y fraude a Hacienda) y corrupción (acusaciones de tráfico de influencias, comisiones millonarias, blanqueo de dinero, venta de armas,..) por los que no ha sido juzgado en España por la inviolabilidad de la que goza la figura del Jefe del Estado.
Tuvieron que pasar muchos años para que surgiera una nueva movilización por la memoria (dado que los sucesivos gobiernos de UCD, PSOE y PP no hicieron nada, incluso el PCE de Santiago Carrillo se hizo monárquico). Y fueron las asociaciones de familiares y memorialistas las que exigían dignificar a las víctimas del Franquismo, la búsqueda de desaparecidos, realizar nuevas exhumaciones científicas, banco de ADN, la querella argentina contra los crímenes del franquismo, dada la imposibilidad de que la justicia española juzgara los crímenes de lesa humanidad, que no prescriben, pero que han archivado sistemáticamente amparándose en la Ley de Amnistía de 1977.
La Ley de Memoria Histórica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) del 2008, entendió por fin que la Memoria era una cuestión de Estado. Entre otras cosas obligaba a la retirada de símbolos franquistas de los espacios públicos. Le ha seguido la Ley de Memoria Democrática del 2022, que favorece que el conocimiento y dignificación de las víctimas del Franquismo, entre por fin en el sistema educativo, ya que los jóvenes no conocen qué pasó.
En Navarra fue un hito pionero la declaración aprobada por su Parlamento el 10 de marzo de 2003, para la reparación moral de las víctimas y la denuncia de la represión ejercida por el franquismo desde 1936. “Murieron por la libertad y la justicia social y desde el Parlamento de Navarra les rendimos nuestro más sincero reconocimiento y homenaje”. Diez años después se promulgo la Ley foral de Memoria Histórica de Navarra (26 de noviembre de 2013). El 10 de mayo del 2008 se había inaugurado el Parque de la Memoria de Sartaguda, el pueblo de las Viudas.
Actualmente la Derecha y Extrema Derecha arremeten en las comunidades autónomas donde gobiernan juntos- Aragón, Castilla-León y Valencia- derogando las leyes de memoria regionales y decretando Leyes de Concordia, un blanqueamiento del franquismo que iguala a víctimas y verdugos. La ONU ha censurado que estas leyes de Concordia atentan contra la legislación de derechos humanos, ocultando las graves violaciones y crímenes de lesa humanidad cometidas durante el régimen franquista.
Ponemos fin a esta colaboración señalando las palabras de los representantes de las asociaciones memorialistas organizadoras de este acto del 11 de mayo de 2024:
“Queremos honrar también la memoria de las más de 30000 personas represaliadas, huérfanas, viudas, encarceladas, exiliadas, desterradas, multadas, expoliadas, violadas, embargadas, rapadas, que sufrieron el escarnio público y otros tormentos. Verdad, Justicia, Reparación para todas ellas.
Valentía frente a los nuevos fascistas que equiparan a los asesinados con sus verdugos franquistas, derogando las leyes de memoria y aprobando falsas leyes de Concordia. Y con el objetivo de que el derribo del edificio de los Caídos pronto sea una realidad”
En el acto ondearon las banderas republicana, navarra e ikurriña, y se vieron pañuelos palestinos. Desde aquí participarles nuestro apoyo y solidaridad a las madres y familiares de los miles de desparecidos en México y a las asociaciones que luchan por VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN de su país. Nunca más un México sin ellos.
Corresponsalía UNAM
Recibimos por parte de Comité de Lucha Prepa 4 UNAM la siguiente información, la cuál publicaremos integra.
No Más Sanciones.
La Dirección General de la Escuela Nacional Preparatoria #UNAM, en conjunto con los Directores de los planteles 4 y 5, han sancionado provisionalmente a un estudiante de la Prepa 4, como represalia por exigir el cumplimiento de los pliegos petitorios de la comunidad y solidarizarse con los 5 alumnos expulsados injustamente de la Prepa 5.
Exigimos al Director de la Prepa 4, Eduardo Delgadillo Cárdenas, que el procedimiento no se remita al Tribunal Universitario y se respete el derecho de expresión y asociación del alumnado.
Hacemos un llamado al estudiantado mexicano, a mantenerse en alerta, con motivo de próximas acciones a realizarse.
🚩 ¡Lucha, guerrilla y batalla! ¡A Prepa 4 no se le calla!
La Batalla de Sacramento
A nuestro correo de info@lacasadetodasytodos.org llegó la siguiente CORRESPONSALIA sobre La Batalla de Sacramento, librada el 2 de marzo de 1847, en Sacramento, Chihuahua, donde 30 chihuahuenses cayeron en una batalla desigual y el ejército norteamericano continuó su marcha hacia el centro del país después de tomar la ciudad de Chihuahua.
“El cielo marcaba girones escarlatas y los campos se regaban de sangre chihuahuense,
los centauros caían, los caballos en loco tropel galopaban sin jinetes, con las tripas arrastrando…
Olía a bosta, a trilita, a pólvora y a sangre; las aguas cristalinas, de por sí aguas montañesas
del Río Sacramento, se tiñeron de color albáceo… Mujeres, niños y ancianos recogían a sus muertos…
En el cementerio se enterraban los asesinados a mansalva”
Crónica de Manuel López Chacón
El intervencionismo armado de los Estados Unidos con el fin de ampliar su poderío y extender sus fronteras, ha sido una política permanente desde su fundación en 1600 con la anexión de las primeras 13 colonias, que para 1760 registraban una población de 2.5 millones de personas.
Amparado en el Destino Manifiesto, que atribuye derechos divinos de dominio y control sobre el resto del mundo, el imperio norteamericano se arrogó el papel de “protector de los países indefensos ante la invasión de países extraños”.
La primera anexión colonialista después de las 13 colonias fue en 1803, cuando Estados Unidos compró a Francia el estado de Luisiana por un precio irrisorio de 15 millones de dólares. La segunda anexión fue Florida, cedida por España en 1819 y la tercera correspondió a Texas en 1820, como parte de una concesión solicitada a la corona española para el asentamiento de 300 mil familias de Missouri. El virreinato autorizó la petición con tres condiciones: las familias debían convertirse al catolicismo, hablar español y no tener esclavos.
Las garras del imperio estaban listas para dar su zarpazo en México, a quien declaró la guerra en 1846 con el propósito de adueñarse de gran parte de su territorio. Un personaje reconocido por la historia como traidor al país (Antonio López de Santa Ana), facilitaría la tarea expansionista gracias a su cobardía y torpeza política. En 1824, el gobierno mexicano centralizó funciones y dio un golpe al federalismo al prohibir armamento a los estados, lo que dio el pretexto a los texanos para declarar a Texas república independiente.
Durante el periodo de 1836 a 1846, México vivió una profunda inestabilidad política, que se reflejó en rápidos cambios en la Presidencia, ocupada por 19 mandatarios durante en ese lapso. El caos fue aprovechado por Estados Unidos para declarar la guerra a México en 1847 y dar continuidad a su política expansionista. Con 2 mil soldados armados, la primera tarea fue tomar Santa Fe, Nuevo México, sin necesidad de disparar un solo tiro, por la superioridad numérica y calidad de armamento frente a los oponentes. Este suceso afectó la moral de los mexicanos, que perdieron la primera batalla sin haberla peleado.
Seis meses después, el ejército norteamericano continuó su avance hacia el estado de Chihuahua. El 21 de diciembre de 1846 ocupó Paso del Norte (Ciudad Juárez-El Paso) en un combate que dejó once bajas del lado mexicano y ninguno del ejército invasor. De nueva cuenta, los mexicanos fueron derrotados al tener pocos efectivos mal armados y con escasa preparación.
El 8 de febrero, la fuerza del coronel Alexander Doniphan formada por 924 soldados y 300 civiles, partió de El Paso del Norte hacia Chihuahua. El mayor Samuel Owens hizo que los civiles formaran un batallón junto con la caravana de 312 vagones. El 25 de febrero llegaron a la Laguna de Encinillas, donde se enteraron de que las defensas chihuahuenses estaban preparadas para enfrentarlos.
En la ciudad de Chihuahua, la tensión crecía ante la inminente llegada de los invasores, ya que la zona era de paso obligado en la ruta hacia la Ciudad de México. El general Angel Trías -gobernador del estado-, junto con organizaciones populares que le apoyaban, pidieron apoyo de armamento al gobierno federal para enfrentar con éxito al ejército norteamericano, pues como recordamos, años antes Santa Anna había prohibido a los estados armarse. Pero no obtuvieron respuesta. Sólo quedaban tres opciones: rendirse y huir, declararse “neutrales” -como lo hicieron otras entidades para permitir el avance de los agresores- o defender el territorio. Los habitantes de Chihuahua decidieron por la tercera opción, a pesar de las tremendas desventajas en que estaban.
Durante varios meses, los chihuahuenses recopilaron fusiles y reclutaron a voluntarios para la defensa de la zona. Se reunieron 700 caballos y 70 hombres del 7º. Regimiento de Infantería, 250 hombres del Batallón Activo de Chihuahua, 180 de la Guardia Nacional, 50 hombres del Escuadrón de Durango, 10 piezas de artillería y 106 caballos más del escuadrón duranguense. Se disponía de más de mil 500 hombres contra Alexander Doniphan y su ejército.
El 28 de febrero de 1847, los valientes patriotas chihuahuenses mal armados y muchos de ellos sin preparación militar, avanzaron hacia el rancho Sacramento, ubicado en el kilómetro 28 al norte de la ciudad de Chihuahua.
Sin apoyo del gobierno federal, en condiciones de desventaja frente a un ejército bien entrenado y armado, que no había sufrido baja alguna en su avance y que contaba con provisiones y armamento moderno, los lugareños trataron de impedir el avance enemigo.
“Centuriones Chihuahuenses, clásicos productos de la estepa árida, parapetados repelieron la invasión, y en verdaderos actos de heroísmo, con la reata y a galope tendido lanzaban las ametralladoras, provocaban polvaredas con ramajes uncidos a sus caballos para dificultar la visión, y, desde puntos estratégicos, “venadeaban” a las primeras filas. Pero los rifles de repetición Winchester, que eran increíbles y novedosos, repetían los tiros con un sólo cargador y ametralladoras y cañones de corto y largo alcance acabaron con la muchachada”, cita Manuel López Chacón en su artículo titulado La Batalla de Sacramento.
Aunque los oficiales y jefes mexicanos trataron de evitar la desbandada de las tropas, sus esfuerzos fueron en vano y tuvieron que retirarse a sus posiciones con sus heridos. A pesar de ello, la caballería mexicana comandada por Ángel Trías Álvarez y por el general José Antonio Herrera, efectuó varias cargas que casi lograron la victoria, hasta que artilleros estadounidenses lograron apoderarse de un cañón con el que abrieron fuego contra los mexicanos, acción que terminó con la resistencia.
La derrota fue inevitable: 30 chihuahuenses caídos en una batalla desigual permitieron al ejército enemigo continuar su marcha hacia el centro del país después de tomar la ciudad de Chihuahua sin resistencia posterior. Algunos historiadores confirman que los espías norteamericanos tuvieron un papel relevante en el éxito del ejército invasor, que tiñó de sangre el campo chihuahuense con la flor y nata de nuestra juventud.
El 2 de marzo de 1847, el ejército norteamericano continuó su marcha hacia el sur del país, acción que culminaría con la toma de la Ciudad de México los días 14, 15 y 16 de septiembre de 1847.
La infame desmemoria oficial nunca hizo ni hará honor a los combatientes caídos en Sacramento, donde hoy luce como recuerdo de los combates un deslucido obelisco sin placa, sin nombres, sin mención de la batalla, que no transmite nada del sentimiento y respeto hacia los chihuahuenses que sabiendo que iban a una muerte segura, pusieron su pecho a las balas asesinas. Sólo un obelisco-falo que parece mojonera en un sitio de enorme trascendencia para la historia de México. Pero el pueblo nunca espera nada de los gobernantes, que sabemos son como veletas que apuntan en la dirección que les conviene.
Como resultado de ésta guerra expansionista, México perdió el 55 por ciento de su territorio: un millón 370 mil kilómetros cuadrados de superficie. Los territorios arrebatados por el imperio corresponden a los estados de California, Nevada, Utah, New México, Arizona, Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming.
Hoy, a 177 años de la Batalla de Sacramento recordamos uno de los hechos heroicos poco valorados y conocidos que marcan una huella profunda en la historia de las luchas y movimientos populares de México y América Latina. Los pueblos jamás olvidan.
Fuentes:
https://www.lhistoria.com/mexico/batalla-de-sacramento https://panchovillamx.com/la-batalla-de-sacramento/ https://academia-lab.com/enciclopedia/batalla-de-sacramento/ La Batalla de Sacramento por M. López Chacón https://www.alaingarcia.net//conozca/audiolibro_batalla_sacramento.php
Estalla huelga en la industria automotriz
A nuestro correo de info@lacasadetodasytodos.org llegó la siguiente CORRESPONSALIA sobre la huelga en AUDI, que muestran acciones y esfuerzos de los trabajadores en la industria automotriz. En este caso, la huelga surge de una negociación que tuvo una consulta con la base trabajadora… y es importante que se conozcan esos procesos para estar informados. Son más de 4,000 trabajadores quienes se mantienen en pie de lucha. La huelga en la armadora estalló a las 11:00 horas del pasado 24 de enero y se han dejado de producir alrededor de 750 vehículos SUV q5 POR DÍA, es decir, que ya son más de 5,250 coches que se han dejado de ensamblar por el citado conflicto.
C or r e s p o n s a l í a
El 22 de enero pasado, en San José Chiapa, Puebla, trabajadores afiliados al Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi México (SITAUDI) llevaron a consulta el ofrecimiento de aumento salarial del 5% que les hiciera la trasnacional Audi de México en respuesta a su demanda por el 15.5% de mejora en sus contraprestaciones; el resultado fue abrumador, de una planta de más de 5 mil trabajadores, un total de 3,090 manifestaron su voto en contra de aceptar la flaca propuesta de la patronal.
Tras los resultados del ejercicio de consulta el sindicato mayoritario llamó a sus agremiados a la huelga, la cual dio inicio en punto de las 11:00 horas del miércoles 24 de enero. La organización sindical mediante un comunicado estableció la ruta a seguir para ese día, los trabajadores en turno deberían abandonar sus puestos de trabajo, mientras que una guardia de trabajadores debería salvaguardar la entrada de la empresa y mantenerla cerrada. A partir de ese momento se harían presentes las banderas rojinegras.
La consulta que precedió a la huelga se inscribe dentro de los llamados procedimientos de democracia sindical que impulsó la reforma laboral de mayo de 2019, que como en el caso buscan investir de legitimidad a las negociaciones entre la representación de los trabajadores y la patronal cuando se busque establecer un contrato colectivo o convenio de revisión.
Tales procedimientos democráticos responden a una exigencia histórica por parte del movimiento obrero de nuestro país por contar con una vida sindical más participativa, alejada de las viejas prácticas del sindicalismo charro que negociaba a puerta cerrada con la patronal.
Por su parte, el emplazamiento a huelga por parte de los trabajadores afiliados al SITAUDI se da en el marco de una inflación que alcanzó el 4.66% en nuestro país al cierre del 2023, situación que merma la capacidad adquisitiva del salario; mientras que la industria automotriz en México se recupera positivamente de los efectos de la COVID-19 con buenas perspectivas de crecimiento para el año 2024.
Los trabajadores de la industria automotriz vuelven a dar la lucha en contra de las injustas políticas salariales de las corporaciones trasnacionales que buscan la mano de obra mexicana por su calidad y bajo costo. Para tener una idea, la mano de obra mexicana representaba tan solo el 3% del costo de producción de un automóvil, mientras que en Estados Unidos este costo representa el 13%. Por ello que México se ubique en el tercer puesto de los países con costos de mano de obra más bajos del mundo para este sector de la industria, solo por debajo de China e India.
La huelga convocada por SITAUDI es la primera que tiene lugar en la ensambladora de San José Chiapa, Puebla, desde que la trasnacional alemana Audi inició operaciones en septiembre de 2016. Y será el próximo 9 de febrero que los trabajadores vuelvan a consultar la última negociación entre la representación sindical y la patronal ubicada en el margen de un aumento del 5% directo al salario y del 2% en prestaciones, propuesta que se encuentra muy por debajo de la demanda inicial de un aumento integrado del 15%.
Capítulos como estos renuevan el espíritu combativo de la clase trabajadora mexicana en la exigencia de mejores condiciones salariales, mismo espíritu que comparten con los trabajadores de la industria automotríz en Estados Unidos, quienes el año pasado tras 45 días de huelga lograron un aumento multianual que tan solo en el primer año fue por el 11% de su salario, así como el de los trabajadores del sector en Suecia, Dinamarca y Noruega, que desde el año pasado se enfrentan al gigante trasnacional Tesla y su política antisindical.
Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.
“Imposible encarcelar a dos millones de personas sin esperar un precio cruel”
Gideon Levy sobre Gaza
Reproducimos para interés de nuestros lectoras y lectores, una columna publicada este domingo en el diario israelí Haaretz escrita por el periodista israelí Gideon Levy a propósito de la escalada guerrerista de Israel sobre la Franja de Gaza.
Detrás de todo esto está la arrogancia israelí. Pensamos que tenemos permiso para hacer cualquier cosa y suponer que nunca pagaremos, ni seremos castigados. Y pensamos que seguiremos y nada nos interrumpirá. Arrestaremos, mataremos, abusaremos, despojaremos, protegeremos a los colonos y sus pogromos, iremos a la tumba de José, a la tumba de Ot’niel, al altar de Josué, todo en los territorios palestinos, y por supuesto al Monte del Templo —más de 5.000 judíos sólo en Sucot—. Dispararemos a inocentes, les arrancaremos los ojos y les destrozaremos la cara, los expulsaremos, expropiaremos, robaremos, los secuestraremos de sus camas, los someteremos a limpieza étnica y, por supuesto, continuaremos con el increíble asedio a Gaza. Y supondremos que todo seguirá como si nada.
Pensamos que con la construcción una super barrera alrededor de la Franja de Gaza, cuyo muro subterráneo costó tres mil millones de shekels, con eso ya estábamos a salvo. Confiamos en que nos avisarían a tiempo los genios del 8200 (unidad de escuchas de inteligencia militar) y los miembros del Shin Bet, que lo saben todo. Pensamos en moveríamos medio ejército de las cercanías de Gaza a Hawara sólo para proteger las locas travesuras de Zvi Sukkot y los colonos, y todo saldría bien, tanto en Hawara como en Erez. Resulta que cuando existe una gran motivación el obstáculo más sofisticado y costoso del mundo puede ser atravesado hasta por una simple excavadora y con relativa facilidad. Se puede cruzar ese altanero muro con bicicletas y scooters, a pesar de todos los miles de millones invertidos en él y a pesar de todos los expertos y con sus contratistas enriqueciéndose. Pensamos que seguiríamos acosando a Gaza, arrojándole algunas migajas de bondad en forma de algunos miles de permisos de trabajo en Israel —una gota en el océano, y además siempre están condicionados a un “correcto comportamiento”— y aún así supusimos que los seguiríamos mantenimiendo como en una prisión.
Pensamos que haciendo las paces con Arabia Saudita y los Emiratos, los palestinos serían olvidados, hasta ser borrados, como les gustaría a muchos israelíes. Seguiríamos reteniendo a miles de prisioneros palestinos, incluidos prisioneros sin juicio, la mayoría de ellos prisioneros políticos, y aun así no aceptaríamos discutir su liberación, incluso después de décadas en prisión. Les diríamos que sólo por la fuerza sus prisioneros verán la libertad. Pensamos que seguiríamos rechazando con soberbia cualquier intento de solución política, simplemente porque no nos conviene hacerlo, y pensamos que seguramente todo seguiría así para siempre. Una vez más se demuestra que no es así. Varios cientos de militantes palestinos atravesaron el alambrado e invadieron Israel de una manera que ningún israelí imaginó que pudieran. Unos cientos de militantes palestinos demostraron que es imposible encarcelar a dos millones de personas para siempre sin que ello suponga un precio cruel. Así como ayer la humeante y articulada excavadora palestina derribó la valla, la más sofisticada de todas las vallas, también desgarró el manto de arrogancia de Israel. Y también destrozó la idea de que basta con atacar y desmantelar Gaza con drones suicidas y venderlos a medio mundo para mantener la seguridad. Israel vio ayer imágenes que nunca había visto antes: vehículos militares palestinos patrullando la ciudad, ciclistas de Gaza entrando por sus puertas. Estas imágenes deben rasgar el velo de la arrogancia. Los palestinos de Gaza decidieron que están dispuestos a pagar cualquier precio por una chispa de libertad. Pero… ¿Tiene esto algún potencial? No. ¿Israel aprenderá la lección? No. Ayer, ya se hablaba de borrar barrios enteros de la ciudad de Gaza, de ocupar la Franja de Gaza y de castigar a Gaza “como nunca antes se había castigado”. Pero Gaza no ha dejado de ser castigada por Israel desde 1948, siquiera por un momento. Más de siete décadas de abusos, y otra vez, lo peor está por venir. Las amenazas de “aplanar Gaza” sólo prueban una cosa: no hemos aprendido nada. La arrogancia llegó para quedarse, incluso después de que Israel, otra vez, paga un alto precio.
Benjamín Netanyahu tiene una gran responsabilidad por lo sucedido y debe pagar los costos, pero la cuestión no comenzó con él y no terminará después de su partida. Ahora debemos llorar amargamente por las víctimas israelíes; pero también tenemos que llorar por Gaza. Gaza, la mayor parte de sus residentes son refugiados creados por Israel. Gaza, la que nunca conoció un solo día de libertad.