Marzo, mes de lucha

En marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y en las efemérides, recordamos al compañero Alfredo, formador moral de muchos compañeros a través primero de su ejemplo y posteriormente en los comunicados emitidos desde la montaña; a la compañera Anita, quien consagró su vida a la causa de la liberación de los pueblos, y a nuestra inolvidable compañera Lucha, en el mes de su nacimiento.

Tenemos muchas Luchas: Lucha acompañando en viajes, Lucha en la intendencia, Lucha llevando las cuentas “al pie de la letra”; Lucha al cuidado de sus animales, Lucha “mamá” y luego “abuela” de muchos compañeros; Lucha como educadora en todos los ámbitos; Lucha como compañera de muchas mujeres que dejaron su vida y cumplieron su compromiso de “Vivir por la Patria o Morir por la Libertad”.

Una de ellas, la compañera Ma. Luisa… quien en nuestros Nepantlas, el No. 9, correspondiente a Marzo de 1980, y por el Día Internacional de la Mujer, como un homenaje a las mujeres que, en el escalón más alto de la especie humana, han luchado por la liberación de su pueblo, se presentó una página de una especie de Diario que llevara María Luisa que aquí reproducimos.

Se hacen necesarias algunas aclaraciones: a) “Tamarindo” era el nombre de su perrito, un simpático salchicha alemán; el texto está inconcluso; y c) al momento de escribirlo, nuestra compañera tenía 14 años.

Del Diario de María Luisa…

“Mis días son vacíos y nada más esperan ser llenados de cosas interesantes. Así como si fueran una caja lista para ser llenada de montonal de chucherías interesantes.

Hoy caminaré por un lugar con muchos árboles, me iré con “Tamarindo” y correré y jugaré. Al regresar estaré deliciosamente cansada, me sentaré en mi sillón. Estoy leyendo “La última Tentación de Cristo” de Nikos Kazanzakis. Me gusta. Estoy feliz. Tengo una cama donde dormir, comida si la deseo, un perro, discos, libros y bastantes árboles y pasto y flores. Además, gente agradable con la cual puedo hablar si lo deseo. y leeré
Estoy muy triste, he pensado en todas las personas que no tienen lo que yo tengo. En todas las personas que han muerto, mueren y morirán por que todos tengan lo que yo tengo.

La gente tiene hambre, frío y todo lo demás. Me preguntan: ¿Qué es ser comunista?, la contestación para mí es: “Desear realmente que todo el mundo tenga comida, casa y libros y además, ser capaz de morir para esto”.

Soy simplista, lo sé, Hugo me discute que no sabe qué tanto grito si ni he leído El Capital, ni otras numerosas obras de Marx, Engels y todos esos cuates. Con qué derecho quiero igualdad si no tengo 20 años de experiencia como militante. Cosas como esas. Qué imbéciles. Pienso algo de todo corazón y es una convicción que está hasta el fondo de mí y no necesito leer para saber que todo el mundo tiene derecho de comer.

Claro está que si quiero hacer algo, tengo que estudiar. Ver los fracasos de otros para no caer en el mismo error y ver los triunfos y aprender. Tengo que leer historia para entender realmente cómo van las cosas y tengo que leer historia de México para entender…..” (se interrumpe el texto).

Grupo Editorial de la Casa de todas y todos.




Febrero de memoria

Febrero es para nosotros mes especialmente doloroso. En sus días de 1974 sucedieron las acciones enemigas que golpearon a las Fuerzas de Liberación Nacional, arrojando las primeras
compañeras y compañeros caídos en el cumplimiento de su deber, presos y desaparecidos. Febrero nos recuerda también la persecución implacable de los años subsecuentes y, sobre todo, la determinación de nunca jamás dejar de cumplir con nuestro deber para con nuestros pueblos.

Aún así, en febrero tenemos una fecha que nos alegra, pues el día 24 celebramos el cumpleaños de Doña Rosario Ibarra, madre y representante de muchas miles de mujeres que como ella sufrían -y sufren al día de hoy- la desaparición de sus hijos, hijas, esposos, hermanos, desaparecidos políticos. Ella y el grupo Eureka fueron las primeras en buscar a nuestros compañeros de la “Lista de Ocosingo”, integrada por los compañeros Pedro, Murcia, Alfonso, Héctor, Ricardo, Tomás y Fidelino. Ese fue un acto generoso, lleno de valentía y solidaridad, que no puede, ni debe, caer en el olvido. Cuando la persecución política fue más cruel y brutal, Ellas alzaron la voz, rompieron las nocivas redes del miedo e invitaron al pueblo entero a caminar en busca de justicia.

En ese día de este mes, a propósito además de ser el día de la Bandera Nacional, tela cargada de historia, símbolo que abriga los logros de las luchas populares y, a la vez, los dolores que aún nos conminan a seguir actuando, el 24 inauguraremos una exposición temporal en el Museo de la Memoria Indómita en la Ciudad de México. La exposición “Fuerzas de Liberación Nacional: símbolos e historias verdaderas” servirá para continuar con nuestra tarea de Dignificar la historia, pero además será un reconocimiento público por parte de esta Casa de todas y todos a ese esfuerzo primero realizado por Ellas, las Doñas, que fueron vanguardia en la labor de no olvidar, no perdonar, y reclamar con firmeza el respeto a la dignidad de quienes lo arriesgaron todo por nuestros pueblos, a quienes el poder quiso desaparecer incluso de la memoria. Ellas, las Doñas, demostraron que el poder -grande o pequeño- es incapaz de borrar por completo la verdad de lo sucedido, siempre que haya quienes, por medio de acciones, pequeñas o grandes, se decidan a salvaguardar la memoria.

Nuestra eterna gratitud a Ellas.

Efemérides:

El 7 de febrero de 1975 cayeron, en un enfrentamiento contra elementos del Ejército Mexicano, esbirros del imperialismo en nuestra patria, la compañera Aurora -segunda responsable nacional de las FLN en ese momento- y el compañero Teodoro “Pacha” fundador de la organización. Ambos fueron recordados por su militancia entera, a prueba de todo, por su disciplina en el cumplimiento de las tareas que les fueron encomendadas, por su compañerismo revolucionario. Les seguimos recordando, sus pasos siguen abriendo camino.

En el mismo tenor, recordamos también a Salvador, Maria Luisa, Soledad, Manolo y Gabriel, caídos en Nepantla, Estado de México, el 14 de febrero de 1974.

 

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos




Enero: ¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?

Salvador “Chava” Flores, cantautor de temas sociales mexicanos, compuso hace ya muchos años, su  aún muy popular canción que describe lo que son los “sueños de opio” de la realidad mexicana. En ella incluye el tema electoral, y lo mencionamos pues   en este día inicia el ritual sexenal del sueño de opio político nacional. La falta de democracia en México inicia con la corrupción heredada del virreinato, periodo en el cual todo se compraba y vendía en total impunidad: con oro y plata se lavaba cualquier mancha.  De tal forma, cuando por fin fuimos una república independiente la naciente clase política nacional recurrió al fraude electoral para intentar legitimarse en el poder; el primer presidente de la republica fue acusado de cometer fraude electoral, y de esa primera elección hasta la actualidad, el fraude ha sido la constante electoral.

Preparémonos para el bombardeo de propaganda electoral, un verdadero e inútil tormento social, despilfarro de miles de millones en un país de 80 millones en pobreza creciente, con índices de criminalidad e impunidad históricos, con la Ley de Seguridad Interna aprobada a espaldas del pueblo – aún contra las recomendaciones de la ONU y la CNDH. Las fuerzas armadas están listas a reprimir con una ley que les respalda… ¿Qué nos espera en este año y en los que siguen? Una revisión somera de la historia nos demuestra que la paciencia del pueblo tiene un límite: el México bronco ha despertado en momentos donde la inviabilidad de la política y las dolencias económicas se encuentran.

Desde la Casa de Todas y Todos – que es también tuya – en forma modesta seguiremos cumpliendo con nuestro deber, buscando a nuestros compañeros desaparecidos políticos, y formando nuevos cuadros políticos libres y conscientes de su deber social; iniciaremos este año poniendo en práctica el proyecto  “NA” LA CASA DEL PROMOTOR  como punto de arranque para resolver las primeras tres demandas históricas  básicas por mejorar ante la crisis galopante, la vida de nuestras compañeras y compañeros: “Techo, Tierra y Trabajo”. Para todas y todos,  nuestras casas se convertirán en escuelas y talleres de producción social. Esto significa que intensificaremos el diálogo con los profesionales de la construcción de vivienda digna en zonas rurales y urbanas, con los grupos de campesinos que luchan por sus tierras, y con los sindicatos obreros independientes del control estatal, ésta lucha es larga y hay que iniciarla ya. No nos rendiremos.

¡Un feliz y combativo Año 2018!!

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!




Diciembre, por el fin de lo aciago, ¡a organizarnos!

El último mes de un año que pasará a la historia como uno de los más convulsos en la historia reciente de México. 2017 se va con el mayor número de homicidios dolosos de entre los últimos 20 años; se va además con el dolor provocado por la destrucción de miles de hogares en las zonas afectadas por los sismos de septiembre pasado. Se va como el año en que murieron Lesvy, Valeria, Mara, Jessica, Anayetzin, y cientos de mujeres más, por el hecho de ser mujeres. Termina, y se lleva consigo los nombres de Cecilio Pineda, Miroslava Breach, Maximino Rodríguez, Javier Valdés, Salvador Adame, y otros varios reporteros y periodistas que han sido asesinados por cumplir con la importante labor de hacer pública la verdad. Termina 2017 por fin, un año aciago, producto de tiempos críticos en nuestra historia.

Visto en perspectiva, podría decirse que los sucesos desencadenados en este año forman parte de un proceso de amplio alcance, que cada vez se alcanza a dibujar con mayor claridad: la transformación del Estado mexicano, que de forma acelerada en este último sexenio ha concretado su distanciamiento jurídico -mediante las llamadas reformas estructurales- del acuerdo social del cual surgió. No se trata aquí de añorar la vieja forma del Estado mexicano, y pedir por su regreso. Se trata en todo caso de entender que ese viejo Estado surgió de un proceso revolucionario –interrumpido- que si bien no logró concretar las aspiraciones más altas de esa lucha, reflejó un acuerdo social que otorgaba a los trabajadores del campo y la ciudad derechos, recursos y posibilidades que han sido cercenadas por medio de la fuerza a lo largo de los años, y de forma acelerada en estos últimos.

En este mismo camino, comienza diciembre con la aprobación en el poder legislativo de la Ley de Seguridad Interna (LSI), que da certeza jurídica a las acciones que anteriormente el Estado mexicano habría realizado de forma extrajudicial, dando incluso un mayor margen de maniobra al uso de las fuerzas armadas como elemento de control ciudadano ante supuestas (y vagamente definidas) amenazas a la seguridad interior. Esta ley respondería a los retos surgidos de la “guerra contra el narcotráfico”. Muchos aspectos de ésta responden a la confrontación entre grupos fácticos, algunos de ellos vinculados directamente a espacios de poder Estatal, por el control territorial de nuestro país. Pero más allá de esta pugna intestina, el incremento de la violencia en el país en los últimos sexenios ha demostrado ser un vehículo eficaz para el despojo y la eliminación de derechos sociales en beneficio del libre mercado y el desarrollo irrestricto del capital en México.

Los márgenes de participación ciudadana que este nuevo Estado ofrece al pueblo de México son claramente insuficientes para una transformación a fondo. No importa que el Estado mismo reconozca que en los últimos años se han dado 31,968 desapariciones plenamente identificadas. No importa que desde espacios académicos, organizaciones no gubernamentales, organizaciones sociales y políticas, haya un claro y justificado escepticismo sobre el proceder de las instituciones estatales en su conjunto, y un marcado consenso sobre su cuestionable o nula eficiencia, sobre su manifiesta corrupción. No importa que los procesos electorales en nuestro país tengan la indeleble huella del fraude. No importa que se hayan repetido, una y otra vez, cada que se nombra Ayotzinapa, Tlatlaya, Nochixstlan, las dolorosas palabras “Fue el Estado”. Más allá de todo ello, en la práctica, el conjunto de las fuerzas políticas y sociales, siguen accediendo a los espacios de “construcción” democrática que el Estado ofrece. Este nuevo Estado, que con una mano te mata, y con la otra recibe a tus deudos, parece hoy contar con la anuencia práctica de las fuerzas que, por sus propios intereses, tendrían que oponérsele.

Efemérides.

Recordamos este diciembre a la compañera Murcia (desaparecida política), a la compañera Rosita (cuyas cenizas fueron arrojadas a la Laguna del Ocotal a petición propia), y al compañero Teodoro, “Pacha” (fundador de nuestra Organización asesinado en Cárdenas, Tabasco). No los olvidamos. No les fallaremos.
Cerramos, además, el año del Bicentenario de Xavier Mina, a quien a lo largo de este año de su muerte, hemos recordado junto con el pueblo Navarro.




Noviembre, vivan nuestros muertos.

Este mes en nuestra Casa, como en las del resto de las y los mexicanos, acomodamos en un lugar especial las cosas que nos evocan el recuerdo de quienes ya no están con nosotros, sean sus alimentos predilectos, como una rebanada de sandía; los cigarrillos que solían fumar, las bebidas con que refrescaban sus pasos. En un bello arreglo, vestido de flores y luces tenues, colocamos los retratos, banderas y palabras que vistieron sus acciones. Meditamos sobre ellos, y en un descuido, los volvemos a tener entre nosotros. En esta ocasión, abriremos un digno espacio para nuestro querido compañero Hernán, quien descansa desde el año pasado. Lo extrañamos.

En esta Casa veneramos las luchas históricas de nuestros pueblos mexicanos. Veneramos también las luchas de otros pueblos, pues tienen en común con las nuestras la aspiración de mayores libertades, de un mañana justo, de un orden político genuinamente democrático.

Es por ello que, este mes, recordamos a Xavier Mina, quien murió fusilado el 11 de noviembre de 1817, en su lucha por independencia de nuestros pueblos. A lo largo de todo este año hemos realizado diversas actividades para humildemente honrar su sacrificio y tenerlo presente en nuestra memoria.

Ese esfuerzo nos llevó a tierras navarras, cercanas a la naciente República Catalana. Pocos procesos permiten dejar volar la imaginación, la creatividad, el entusiasmo, como la gesta independentista de un pueblo que se quiere libre de las cadenas atávicas de una monarquía, con todo lo que ella representa. Nuestro respaldo, respeto y solidaridad está con el pueblo catalán, y también con el pueblo vasco que lucha desde hace años por su propia independencia.

En nuestra Casa, pues, recordamos siempre el ejemplo que nos han dejado quienes ya no están aquí, respirando entre nosotros, y sin embargo están. Mes con mes, en estas publicaciones, vamos mencionando sus nombres, sus acciones, las causas por las que ya no están entre nosotros . Nuestro compromiso por preservar su memoria es firme.

Y en el fondo la causa es una, y es común a todas y todos. Nuestros muertos, las y los que aquí recordamos, en muchos casos murieron a manos de nuestro enemigo, en otros, dedicando su vida entera a la cotidiana tarea de enfrentarlo, desde las más pequeñas acciones. Ese enemigo que oprime a los pueblos. Ese enemigo que nos explota; que inunda con muertes y guerras las más nobles aspiraciones del pueblo trabajador: libertad, justicia, democracia. Nosotros lo llamamos imperialismo capitalista.

Nuestra Casa se ha hecho una y otra vez, luego de uno y mil embates, por la determinación de no olvidar al enemigo, no distraernos por conflictos menores ni olvidar las injusticias, sin importar de donde vengan. Nuestra Casa se ha reconstruido una y tantas veces, porque hemos hallado en nuestra memoria, nuestra historia, nuestras muertas y muertos, el aliciente necesario para volver siempre a los caminos de esta incesante lucha por lograr que un día, un mañana cualquiera, la vida sea generosa, la sociedad sea justa, los caminos sean libres, y la democracia deje de ser un problema.

Noviembre vio nacer a los compañeros Alfonso y Gabriel. El primero es desaparecido político desde 1974. Gabriel fue asesinado por el enemigo en San Miguel Nepantla, Estado de México, en ese mismo año.

¡Vivir por la patria! o ¡Morir por la libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Editorial de Octubre. !No olvidamos!

A  32 años, hechos tristes nos embargan, 2 sismos. Uno a 350 kilómetros de la Ciudad de México, y el más reciente a 120 kilómetros, con afectaciones en todos esos kilómetros a la redonda, no sólo en la ciudad de México, se han sufrido  4,287 réplicas que provocaron destrucción y muerte en nuestro país y los más afectados son, como siempre, los pueblos más humildes y marginados de nuestra nación, no solo en lo material sino en lo social, que deja a las personas afectadas inermes, sin trabajo, sin dinero, sin techo, sin documentación, sin salud, sin educación, con secuelas psicológicas de miedo, abandono, depresión, etc.

Nuevamente las autoridades son rebasadas. El primero en organizarse para el rescate, fue de nuevo el pueblo mexicano. De nuevo la “ayuda” gubernamental aparece con soluciones a destiempo. Primero llegó la gente, llegaron los vecinos, llegaron los jóvenes que hicieron cadenas humanas para retirar escombros, llegaron también los legendarios topos, llegaron los desposeídos de bienes materiales pero con un gran corazón, los ancianos y ancianas y los discapacitados.  Llegaron sin interés alguno de aparecer ante los reflectores de los medios de comunicación, sin afán de protagonismo, no buscaron ser entrevistados por sus reporteros para aparecer en los programas televisivos o en los periódicos y revistas.

En las ciudades, a 23 días del primer desastre y a 11 días del segundo 19 de Septiembre, se ha visto de todo, afectaciones en viviendas, hospitales, edificios públicos, edificios de departamentos en colonias nuevas y antiguas, viviendas viejas pero también viviendas nuevas disfrazadas de “alta tecnología” y construcciones con nulo “control de calidad”.  10,000 escuelas dañadas en los dos sismos, en Cd. de México, en Morelos, Puebla, Oaxaca,  Chiapas y Estado de México. Para muestra un botón, en el sur de la ciudad de México,  una escuela particular permite ver en toda su crudeza, la falta de atención, supervisión y prevención de las autoridades en los diseños donde se habita y trabaja. Los materiales no importan, mientras menos y más baratos, mayor ganancia para el constructor. Vimos la corrupción y falta de ética en todos los niveles de gobierno, tanto local como federal, lo que menos importa son los alumnos y las alumnas, lo que les importa son las colegiaturas. Afectaciones de agua potable y energía eléctrica en todos lados y lo más grave de todo, 458 pérdidas humanas de las que se tiene registro oficial. ¿Responsables?, ¿empresas constructoras?, ¿autoridades que deben vigilar el uso de suelo?, ¿autoridades que otorgan los permisos de construcción? Nunca el niño que se regresó por su mochila, la familia que no salió a tiempo, las familias pobres que no pueden cambiar de vivienda o a quienes nunca les alcanza para arreglarla aunque trabajen tiempo extra.

Agreguemos  a eso, los actos de robo y rapiña, muchas veces por necesidad, pero el robo más cínico e imperdonable, es el que cometen quienes reciben la ayuda y la esconden para cambiarle la etiqueta o la caja, y sacar “raja” política de la necesidad humana y convertirla en asunto de clientela partidista. Aunado a eso disfrazar de “ayuda” y ofrecerla como botín a la iniciativa privada, como la  construcción de  viviendas. Las empresas constructoras, junto con las productoras de materiales de construcción, se “relamen” el bigote por las ganancias que toda esta desgracia les reditúa. Se trata de las mismas constructoras que mal-hicieron pasos viales, condominios,  carreteras con “pasos express”,  calles y avenidas que sepultaron vidas humanas en diferentes partes del país. Aunado a eso, las autoridades aprovechan ésta situación de desgracia de miles de personas, el desconcierto y la gran necesidad de ayuda que existe, para  meter tropa y vigilancia a lugares donde antes no habían podido hacerlo como es el caso de Oaxaca, donde se organizaron plantones de profesores y organizaciones sociales en protesta por la Reforma Educativa. Nadie debemos olvidar Nochixtlan y su saldo de muertos y heridos.

En el área rural, en particular en el Istmo de Tehuantepec, la tragedia se torna un tanto distinta. Después del terremoto del 7 de septiembre se han registrado poco más de 5,000 réplicas que originaron decesos humanos y pérdidas materiales en el 90 % de los pueblos de esta región. La gente vive ahora en la calle, en los parques, en los albergues oficiales, o en la casa de vecinos que todavía conservan parte de su patrimonio, y que han abrigado a aquellos que lo han perdido todo. Se organizan a través de pequeñas cooperaciones para cubrir su alimentación, porque la despensa que llega a la cocina comunitaria sigue siendo insuficiente en algunos casos. En el momento de la repartición de la comida se miran largas filas  para  recibir un plato de empanadas, o de tacos de frijol.

En un campamento del Centro de Ixtepec, se congregaron desde el 23 de septiembre (día en el que aconteció la réplica de mayor magnitud) mujeres embarazadas, recién nacidos, infantes, ancianos con padecimientos crónicos de salud, que instalaron casas de campaña, lonas, petates, y camas móviles para salvaguardarse de las intensas lluvias y de las continuas réplicas sísmicas.

Entre las historias que relatan cuando se comparte el café, o del atole, se oyen voces diversas acerca de las vivencias de la réplica del 23. “A mí me agarró cuando estaba en la regadera, casi para bañarme”, “….. nosotros ya empezábamos a tener un poco más de confianza de hacer nuestra vida cotidiana, pero esta réplica ahora si vino a dañar más la casa”.

El papel clientelar que desempeña el gobierno respecto a esta tragedia evidentemente se ha encargado de entorpecer y menoscabar las acciones comunitarias de la sociedad civil local y la que proviene de otras zonas geográficas del país, que han arribado al Istmo, en Oaxaca, para hacer la ayuda de forma personal. Entre las personas que llegan, destacan los jóvenes universitarios y egresados, así como profesionistas que vuelven al lugar donde está su ombligo, pero también están aquellos que nunca habían conocido el Istmo, y que acuden con la plena intención de hacer tequio. La desolación de las calles y la incertidumbre de la población se acrecentó dos semanas después del terremoto del 7 de septiembre; la vida cotidiana parecía retornar, pero en la medida en que se intensificaban las réplicas y los daños, esta parece más lejana. Parece que falta mucho para que regrese, aunque quizás no vuelvan las cosas a la “normalidad”, porque los pueblos se han fortalecido a través de las muestras solidarias, organizadas, e independientes a la esfera del gobierno. Esa práctica incesante en Oaxaca, de hacer comunidad.

Aunque el gobierno, en voz del secretario de Gobernación se empeñe en decir que “México demostró fortaleza y hoy está de pie”, como si ya todo estuviera arreglado,  ¡falso! La realidad es que el pueblo de México demostró que no necesita de interesadas ayudas gubernamentales, y que hasta la fecha, sigue necesitando de las ayudas solidarias, desinteresadas, apartidistas para regresar a la “normalidad”.

Sin restar atención a los acontecimientos sociales y políticos que durante años han azotado al país, desde la Casa de Todas y Todos, en conjunto con organizaciones civiles comprometidas y de lucha, realizamos trabajo de acopio para llevar a nuestros hermanos afectados un mínimo de ayuda.

También nos solidarizamos con los familiares de los 43 desaparecidos. Realizamos una modesta actividad y pusimos nuestro granito de arena en el grito de ¡VIVOS LOS LLEVARON!, ¡VIVOS LOS QUEREMOS!, y cumpliendo con el deber de continuar el trabajo sin importarnos las amenazas y los sacrificios que conlleva éste deber, no cejamos en el esfuerzo, en la medida de lo posible, para apoyar a nuestra compañera Amalia y su familia en el destierro injustificado sufrido en julio pasado y seguimos hablando con compañeras para organizarnos en la reactivación de nuestra organización de mujeres mexicanas. Para tal efecto damos los pasos para insertar una columna en nuestra página que contendrá temas relacionados con las mujeres de México y el mundo, que han puesto su vida para luchar de manera digna en cualquier país, en cualquier parte del mundo. Las invitamos a colaborar en ella.

Por último, desde hace 49 años repetimos ¡2 de octubre no se olvida! y en éste nuestro trabajo de preservar la memoria, recordamos a compañeras y compañeros que han participado en esta lucha anti-imperialista. Recordamos a nuestra inolvidable compañera Aurora, al compañero Manuel y al compañero “Pedrín” (Sub Pedro) que en octubre nacían y con su recuerdo, no dejamos de ser congruentes a nuestra consigna que con orgullo decimos…

 

“¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!”

Año del bicentenario de Xavier Mina, Octubre de 2017




Siempre con el agredido, nunca con el agresor.

Son tiempos tristes para nosotras y nosotros. El esfuerzo principal de la Casa de todas y todos ha sido el de recuperar la memoria de nuestra organización madre, las Fuerzas de Liberación Nacional. Hemos hecho un esfuerzo por dignificar su historia, oculta por décadas, para que los pueblos en su proceso de lucha y resistencia contra el imperio del capital, conserven en sus saberes algunos de los elementos prácticos que permitieron la construcción de un ejército del pueblo que, en su momento, encabezó una ofensiva popular a favor de sus más elementales derechos y libertades.

Este esfuerzo se concretó en varias pláticas y presentaciones en diversos puntos de la geografía nacional e internacional; primordialmente, cristalizó en dos libros –falta un tercero, en proceso- que se han vendido, canjeado o regalado a muchas personas interesadas en leer los documentos originales, históricos, que sirvieron de  guía y soporte para la construcción de todo ese camino organizativo llamado Fuerzas de Liberación Nacional.

Esos libros llegaron a manos de jóvenes estudiantes, de mujeres y hombres trabajadores del campo y la ciudad; llegaron a manos también, indudablemente, de compañeras y compañeros antiguos, que corrieron los riesgos de la persecución, encierro, muerte, en pos de la liberación nacional. Manos de viejos compañeros que nunca fueron tocados por la luz del reflector; algunas de esas manos, fueron indígenas. Compañeros que en años anteriores, y que por circunstancias que no toca a nosotros explicar, habían pertenecido a ese ejército del pueblo. Compañeros que se negaron a entrar a otra organización, y poco a poco  olvidar las lecciones aprendidas por medio del callado esfuerzo.

La tristeza que nos aflige, que nos convoca a estas palabras, tiene un nombre: Amalia. Ella es una mujer indígena, de 38 años, madre de nueve hijos, joven abuela de dos criaturas. Su esposo, su familia entera, como tantas otras, participaron en la silenciosa conspiración insurrecta que condujo al primero de enero de 1994. Amalia presentó problemas de salud a inicios del 2016; la salud le fue  negada en los servicios autónomos, por motivaciones políticas. Fue necesario trasladarla a la ciudad de Monterrey para que fuera atendida. Ahí, ella y su esposo entraron en mayor contacto con esta Casa de todas y todos.

Al regreso a su pueblo, comenzaron las acusaciones en contra de ambos compañeros: de ser progobierno, de leer los Cuadernos de Trabajo “Dignificar la Historia” y en el ejercicio de las más elementales libertades democráticas, plantear cuestionamientos. Sin más justificación que la fuerza, a mediados de julio fueron expulsados de su comunidad, por parte de las autoridades autónomas, en obediencia a los dictados de “la comandancia”. Desde entonces, viven desplazados en otra ciudad, lejos de su tierra, de sus familias, de sus pertenencias, de su espacio de trabajo y vida.

Sabemos que estas palabras son duras de entender para muchos de quienes esto leen. Son duras de entender para nosotros mismos. Amalia y su compañero, sus hijas e hijos, no cometieron ningún delito, no trasgredieron ninguna ley. Simplemente leyeron y hablaron de la historia de esas tierras. De los caminos organizativos que llevaron a que un día se iniciara la constitución de un ejército del pueblo, en sus propias comunidades. No se trata de personas que, lejos de toda ética y toda conciencia sobre el bien de sus pueblos, vinculados a partidos políticos de cualquier color, se dedica a ofender, agredir o masacrar a los organizados. No. No se trata de quienes han disparado su arma o blandido el machete contra quien se organiza. No. Se trata de una pareja, y su familia, que decidieron estudiar la historia, hablar de ella, y cuestionar lo más elemental de la vida política del lugar donde les tocó vivir.

Es por ello que suscribimos la denuncia que el Observatorio Mexicano de  Derechos Humanos A.C. ha presentado públicamente. Es por ello que nos vemos forzados a convocar la solidaridad de quienes puedan apoyar a Amalia en esta lamentable situación.

A mediados de los años ochenta, desde el seno de las Fuerzas de Liberación Nacional, nació una Organización intermedia, llamada Asociación de Mujeres Mexicanas. Desde su actuar político, decenas de mujeres de todo el país compartieron experiencias de resistencia, lucha y organización; mujeres estudiantes acompañaron a mujeres indígenas campesinas; amas de casa conocieron la realidad de mujeres obreras. Se hicieron encuentros, talleres, publicaciones. Por motivos que en otro momento se conocerán, esa y otras organizaciones intermedias surgidas de las FLN dejaron de lado sus tareas políticas y se dedicaron a otras necesidades, más apremiantes, luego del levantamiento armado de 1994.

Hoy, ante la necesidad de acompañar a Amalia y su familia en este litigio por volver a su pueblo, contra el cual nunca ha hecho nada, buscaremos nuevamente la creación de un espacio organizativo de mujeres, para enfrentar esta y otras tantas, miles, millones de injusticias que la mujer mexicana sufre día a día. Nuestra tristeza sólo devendrá en esfuerzos redoblados que garanticen que mañana, algún mañana posible y cierto, la injusticia deje de ser.

Hacemos este llamado desde la misma casa que vio salir a la compañera Murcia hacia la selva lacandona en 1971, dispuesta a organizar a las comunidades indígenas y no indígenas en la lucha por su dignidad.

Recordamos este mes de septiembre al compañero Mario, la compañera María Luisa, que nacieron en este mes y en el que la compañera Lucha falleció, y que todos los mexicanos llamamos el mes de la Patria.

 

Año del bicentenario de Xavier Mina, Septiembre de 2017




48 aniversario

Del 6 de agosto de 2017 al 6 de agosto de 2018, se inician 49 años de trabajos ininterrumpidos. A cada generación le ha tocado una responsabilidad histórica; a la actual le toca seguir avanzando en la liberación de nuestra patria que sufre daños incluso más agresivos y violentos que los de hace 48 años: más de 130 mil muertes en total impunidad, y más de 35,000 desaparecidos, sin perspectiva alguna de justicia. Pero además nos toca preservar la memoria de tantas compañeras y compañeros que han participado en esta lucha anti-imperialista. Tenemos el deber de continuar con nuestros trabajos sin importarnos las amenazas y los sacrificios que conlleva éste deber.

En el mes de agosto celebramos el nacimiento del compañero Salvador, el de las Fuerzas de Liberación Nacional y también recordamos la pérdida de nuestro compañero Ismael.

Estamos comprometidos con el rescate de la historia patria,  recordando la solidaridad entre Xavier Mina y Fray Servando, y reflejándola en la etapa actual de las relaciones internacionales anti-imperialistas y la solidaridad humana. Nuestra organización, nuestros compañeros, nuestros héroes, la amenaza imperialista, el deber por encontrar solución a los grandes problemas nacionales e internacionales, sin mezquindad ni chauvinismo; la historia como norma, la humanidad como horizonte, esos son nuestros principios y no los abandonaremos.

En éste año concluimos con la edición de los Cuadernos de Trabajo de la serie Dignificar la Historia, con la publicación del tercer tomo para la etapa de 1978-1983. Como siempre lo hemos hecho, agradecemos no sólo a los historiadores, quienes han verificado la autenticidad de los documentos y han externado libre y espontáneamente sus opiniones sobre esas etapas históricas de esta lucha. Agradecemos también a quienes hicieron posible, con su actuar -nunca exento de riesgos y sufrimientos- que se cumplieran los planes y los trabajos para la liberación de nuestra patria: obreros, campesinos,  indígenas, maestros, impresores, estudiantes, mujeres, artesanos, artistas, médicos, enfermeras, religiosos progresistas, abogados y un largo etcétera. Anunciamos que nuestras labores no han concluido, afortunadamente la presente generación al conocer nuestra historia, nos brinda su apoyo solidario y su labor compañera.  Todo se hizo con base en la conciencia de nuestro pueblo por ser libres. No los defraudaremos.

 

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Grupo editorial de la Casa de todas y todos




Julio: ¡Xavier Mina en Gorazarrea, Homenaje!

Introducción

Un 1º de julio del año 1789, hace 228 años, nació en Otano, Navarra, Xavier Mina. Fue fusilado 28 años después en el año de 1817 en Nueva España, hoy México.

Este hombre en su “corta” vida pero con inifinito legado en la historia de los pueblos, fue guerrillero, liberal, estratega militar e insurgente, además, posiblemente unos de los pioneros del internacionalismo entre las naciones.

En su etapa de estudiante en la Universidad de Zaragoza, expuso su vida por la causa de la libertad. Participó de manera decidida contra la invasión del primer imperio francés encabezado por Napoleón. El “estudiante” como se le habría de conocer, junto con otros combatientes, defendió los suelos de España. Más tarde se convertiría en guerrillero en los cielos de Pamplona.

Este primero de julio del 2017 le rinden homenaje en su tierra natal, pero también en el actual México, desde distintos puntos donde nos encontramos quienes participamos en La Casa de Todas y Todos; no olvidamos que el navarro hizo suya la causa de la independencia de nuestro país hoy llamado México.

Para honrarlo, hemos donado una placa de barro que funde nuestro agradecimiento a Mina y a los 300 combatientes que lo acompañaron a liberar nuestra Patria, con la solidaridad que debe existir siempre entre los pueblos y entre las naciones.

Un elemento que nos hermana es el rescate de la historia. La historia digna que niega la tergiversación, que busca presentarse clara y fuerte, como siempre ha sido en los momentos trascendentes de nuestra madre patria.
Las actividades del bicentenario, que en estas fechas se iniciaron, abrirán el espacio necesario para que los historiadores de ambos países, hagan escuchar sus palabras doctas sobre la vida, lucha y obra de nuestro héroe navarro de nacimiento, novohispano y mexicano por convicción, así que no tenemos más que decir sino las mismas palabras de Mina en una de sus Proclamas, donde dio a conocer los nobles motivos de su lucha:

“Al separarme para siempre de la asociación política, por cuya prosperidad he trabajado desde mis tiernos años, es un deber sagrado al dar cuenta a mis amigos y a la nación entera de los motivos que me han dictado esta resolución. Jamás, lo sé, jamás podré satisfacer a los agentes del espantoso despotismo que aflige a mi desventurada patria: pero es a los españoles oprimidos y no a los opresores a quienes deseo persuadir que no la venganza ni las otras bajas pasiones, sino el interés nacional, principios los más puros y una convicción íntima e irresistible, han influido sobre mi conducta pública y privada”…

“De las provincias de este lado del océano obtenía el usurpador los medios de obtener su arbitrariedad; en ellas se combatía también por la libertad y desde ese momento, la causa de los americanos fue la mía “…

“Sin echar por tierra en todas partes el coloso del despotismo, sostenido por los fanáticos y monopolistas, jamás podremos recuperar nuestra dignidad. Para esa empresa es indispensable que todos los pueblos donde se habla castellano aprendan a ser libres, a conocer y practicar sus derechos”…”La causa de los americanos es justa, es la causa de los hombres libres, es la de los Españoles no degenerados”… “Ellos (el rey, los empleados y los monopolistas) dicen que la España no puede existir sin la América; y esto es cierto si por España se entienden ellos, sus parientes, amigos y favoritos, porque emancipada la América no habrá gracias exclusivas, ni venta de gobiernos, de Intendencias y demás empleos de Indias; porque abiertos los puertos americanos a las naciones extranjeras el comercio pasará a una clase más numerosa e ilustrada; y porque libre la América revivirá induvitablemente la industria española”…

“Si la emancipación de los americanos es útil y conveniente a la mayoría del pueblo español, lo es mucho más por su tendencia infalible a establecer definitivamente gobiernos liberales en toda la extensión de la antigua monarquía. Sin echar por tierra en todas partes el coloso del despotismo, sostenido por los fanáticos y monopolistas, jamás podremos recuperar nuestra dignidad. Para esa empresa es indispensable que todos los pueblos donde se habla castellano aprendan a ser libres, a conocer y practicar sus derechos… La patria no está circunscripta al lugar en que hemos nacido sino, más propiamente, al que pone a cubierto nuestros derechos personales”.

“Americanos: he aquí los principios que me han decidido a unirme a vosotros…permitidme participar de vuestras gloriosas tareas, aceptad la cooperación de mis pequeños esfuerzos a favor de vuestra noble empresa…contadme entre vuestros compatriotas”…

Palabras del arquitecto Fernando Yañez Muñoz, director de La Casa de Todas y Todos

Xavier Mina en Gorazarrea
Xavier Mina Homenaje
Otano, Navarra, 1 de Julio de 2017
Comité de Otano

Gracias por su presencia

Vengo de Monterrey, México, la tierra donde nació Fray Servando, hombre de letras, e ideólogo de nuestra independencia, en representación de la Casa de todas y todos, para entregar esta placa cerámica con nuestro pensamiento, de respeto, y solidaridad hacia ustedes, el pueblo vasco, y de cariño y eterna gratitud para Mina y los trescientos combatientes, que lo acompañaron hace ya 200 años.

Aquí en Otano, en el sitio histórico donde Xavier Mina nació, aprenderemos a venir los mexicanos a compartir con vosotros nuestros sueños para que juntos los convirtamos en bellas realidades, ese es el ejemplo que Mina y Fray Servando nos dieron, y de alguna manera continuar su obra.

Mina y Fray Servando fueron esos hombres de los que nunca se puede hablar en pasado, su visión del futuro nos permite entender que el camino de la solidaridad entre los pueblos, que ellos iniciaron, aún tiene mucho por realizarse: cuántas amenazas, cuánto odio entre los gobiernos y cuánta solidaridad entre los pueblos falta aún por cumplirse. Mina, nuestro héroe Navarro, no solo luchó y murió por los mexicanos, lo hizo también por los demás pueblos de América y de Europa, lo hizo por los esclavos negros que llevaban a América, por los asiáticos sojuzgados en las islas del Pacifico, en fin; por toda la humanidad, esos fueron sus mensajes y su vida consecuente.

Por ese motivo los compañeros mexicanos de la Casa de todas y todos, recordando a Xavier Mina y su ejemplo, entregamos este sencillo pensamiento de solidaridad fraterna entre los pueblos. Somos tan sólo un modesto punto de reunión de mi Patria, un sitio digno, donde no existen diferencias que nos hagan odiarnos. No somos gobierno, ahí todos somos respetados por lo que somos: Seres humanos libres.

Tomen este mensaje de solidaridad en sus manos, y colóquenlo donde todos puedan verlo y que sirva de ejemplo: el sacrificio de Mina, nuestro héroe Navarro, para unir a la humanidad.

Muchas gracias: ¡Gora Mina!, ¡Gora Navarra!, ¡Viva México!
¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

 

Efemérides.

Como cada mes, cerramos nuestra editorial recordando las fechas cercanas a nuestra memoria, corazón común. Recordamos al compañero Héctor, desaparecido político perteneciente a la lista de Ocosingo, quien nació en este mes. En un 19 de julio se desarrollaron  los eventos – previamente narrados – conocidos como el Bautizo de fuego; en esa misma fecha, hace cuatro años, dio inicio el funcionamiento de esta página web.

¡Vivir por la patria! o ¡Morir por la libertad!

Grupo editorial de la Casa de Todas y Todos.




Junio: plumas y lodazales.

“Los claros timbres de que estoy ufano
han de salir de la calumnia ilesos.
Hay plumajes que cruzan el pantano
y no se manchan… ¡Mi plumaje es de esos!”
Salvador Díaz Mirón

 

La valoración de lo presente es una tarea compleja. Más aún si lo presente es un evento de naturaleza política; aún más si en el conjunto de hechos está implícito, en mayor o menor medida, lo propio en una historia compartida.

Como ya hemos afirmado, alentar la participación del pueblo en la falsa democracia electoral mexicana, va en contra de nuestra historia y nuestros principios; no podemos sino rechazarla. La complejidad del caso proviene de lo que podríamos llamar “el otro lado” del proceso a valorar. El de la organización “desde abajo” que se plantea como objetivo final de la estrategia política a seguir. Desde esta perspectiva, la candidatura y la asistencia al proceso electoral es sólo un momento de un camino más largo, que pondría énfasis en la formación política de las y los concejales, en el desarrollo de una articulación nacional entre los pueblos indígenas a partir del margen de representatividad actual de dicho Concejo entre la población indígena del país. Sin duda, de este proceso, puede surgir una fuerza política que sume un peso específico de gran consideración al camino de transformación radical de las condiciones de vida de nuestros pueblos. Que nadie ponga en duda la enorme capacidad política del pueblo trabajador consciente, particularmente indígena: de ello, hay amplias lecciones en la historia de nuestro México.

El problema, según vemos, es que ese proceso, como tal, apenas comenzaría – según lo afirmado hace unos días por los propios concejales. Esa construcción es una aspiración cuyo calendario va más allá de la coyuntura electoral. Pero el peso histórico de ese momento coyuntural – una candidatura independiente, abanderada por una candidata-vocera indígena en 2018- es innegable.

Pensamos que de concretarse este evento político, en última instancia, los aparatos de dominación de las clases en el poder en México se verán fortalecidos, justificados, alentados. Nunca en la historia política de México los pueblos indígenas han acudido organizados a participar de forma independiente en los procesos políticos electorales de la clase dominante, por más que hayan sido obligados a apoyar a los diversos grupos en el poder. Esta será la primera ocasión. Y será, sin duda, por ese mero hecho, una ocasión que entrará en los anales del liberalismo mexicano, que nunca fue capaz de lograr un evento parecido. Esto, sin considerar lo que pueda o no lograrse después, en un proceso que se ve lleno de importantes retos.

Para las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), según su historia y trayectoria política, las elecciones forman parte del aparato de dominación y control de las clases en el poder sobre las comunidades del campo y de la ciudad. Somos conscientes de que, en verdad, muchas cosas han cambiado en México y el mundo desde la fundación de las FLN, y aun así, no hallamos sentido a un planteamiento que se quiere anticapitalista y anti sistémico, y que sin embargo, parece aceptar la premisa de que se puede intervenir y participar en un ejercicio corrupto y de origen antidemocrático sin convertirse en eso mismo, como el ave del poema, que cruza el pantano sin ensuciar su plumaje. Cabe decir que, con ese arreglo de palabras, Salvador Díaz Mirón justificó su participación en el gobierno golpista del tirano Victoriano Huerta.

Pensamos además que es incorrecto ver las elecciones y sus entretelones como una “fiesta” del poder, que de algún modo puede ser “arruinada” por sus participantes, sean quienes sean y sin importar qué tan disruptivo sea el ánimo o el programa político que les impulsa al llegar ahí. En nuestra lectura, las elecciones no son una fiesta, son más bien un grillete, un yugo, y la suma de participación en su proceso – cualquiera que sea el modo o forma que ésta adquiera, siempre que se adscriba al ámbito de lo político- sólo fortalece su agarre.

Efemérides:

El 10 de junio de 1971 el Estado Mexicano mató estudiantes que manifestaban su descontento por las calles de la Ciudad de México. Algunas, algunos de quienes más adelante engrosarían las filas de la militancia en las FLN afianzaron en esos dolorosos hechos su decisión de combatir para que nunca más en México el poder estuviese en posibilidad de acribillar a su juventud. Los esfuerzos no han sido suficientes. El Estado Mexicano, continuamente en nuestra historia contemporánea, acude a esta criminal táctica para acallar las múltiples luchas de nuestros pueblos. Ni perdón, ni olvido, justicia para los caídos ese Jueves Negro, cómo olvidar que el asesino de estudiantes, tanto en Tlatelolco como el Jueves de Corpus, era el mismo presidente que creía engañar a todos diciendo que la reforma política estaba en marcha, que ahora si cualquier partido político podía ganar en elecciones limpias, que eso era la “apertura democrática”; y cómo olvidar que respondíamos: “el pueblo de México no votará por sus verdugos”. ¿Cuántos crímenes impunes hay que perdonar?, ¿Cuántos más desaparecidos debemos buscar?, que respondan eso quienes no tienen memoria.

En junio, cada junio, recordamos a nuestra compañera Ruth, que tuvo a bien nacer en sus días. Recordamos por el mismo motivo a Manolo, compañero fundador de nuestra querida organización madre. Ambos fueron, en sus propias circunstancias, compañeros ejemplares que dieron su vida por la liberación de nuestra madre patria.
Hoy como siempre, decimos.


¡Presentes!

¡Vivir por la patria! o ¡Morir por la libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.