A propósito de Pequeños Zorros de Lillian Hellman
“somos un pueblo que no quiere conservar mucho del pasado en la cabeza se considera malsano en Norteamérica recordar errores, neurótico pensar en ellos, psicótico analizarlos seriamente.”
-Lillian Hellman
*Corresponsalía del Diego
En los últimos meses nos han bombardeado en los medios de comunicación con las campañas presidenciales de Hillary Clinton y Donald Trump; en los días posteriores al debate televisado entre estos dos candidatos se nos dijo quién fue el ganador y quién el perdedor. Sin embargo, las elecciones presidenciales estadunidenses son el “gran negocio” como bien les dice el señor Marshall a los hermanos Hubbard en la obra teatral Pequeños Zorros que en 1939 estrenó la comprometida y lúcida dramaturga estadunidense Lillian Hellman… “Me parece bien, yo vine a hablar de negocios. Todo se trata de dinero para los pequeños zorros ¿o no?”.
En el fondo, tanto Hillary Clinton como Donald Trump son la cara de una misma moneda, pues los dos representan a una clase política norteamericana sin escrúpulos, conservadora, militarista y, por lo tanto, imperialista. Y al igual que los pequeños zorros a los que hace referencia Lillian Hellman, no dudan en defraudar a su propio pueblo, a su familia y a sí mismos en aras de conseguir el poder político y económico.
En el caso de Donald Trump es muy claro. Un personaje para quien el valor del individualismo pasa por encima de cualquier otro valor ético, su xenofobia hacia los latinos (principalmente mexicanos) y su machismo ramplón, lo hacen una persona peligrosa para gobernar los Estados Unidos.
La imagen que ha vendido Hillary Clinton es la de una candidata sensata y con mayor experiencia para gobernar el país de las barras y las estrellas. Para algunos periodistas como Diana Johnstone, Hillary Clinton representa una mayor preocupación por su postura beligerante en los conflictos internacionales:
“Ella es el principal motivo de preocupación. Clinton promete apoyar más a Israel contra los palestinos. Está totalmente comprometida con la alianza de facto entre Arabia Saudí e Israel que tiene como objetivo derrocar a Assad, fragmentar Siria y destruir la alianza chií entre Irán, Assad y Hezbolá. Esto aumenta el riesgo de confrontación militar con Rusia y Oriente Medio. Al mismo tiempo, Hillary Clinton defiende una política beligerante hacia Rusia en su frontera con Ucrania. Los medios de comunicación de masas en Occidente se niegan a darse cuenta que muchos observadores serios, como por ejemplo John Pilger y Ralph Nader, temen que Hillary Clinton nos conduzca, sin advertirlo, a la Tercera Guerra Mundial… Como secretaria de Estado, trabajó con “neoconservadores” y esencialmente adoptó una política neoconservadora utilizando el poder de Estados Unidos para rediseñar el mundo.”
Ambos son representantes de las élites gobernantes de los Estados Unidos, que están bastante lejos de los estadounidenses comunes y corrientes. Es una élite que tiene en cuenta no a los Estados Unidos, sino al mundo, no a la sociedad, sino a increíbles sumas de dinero que no están al servicio de las personas.
Por eso, es de festejar el importante trabajo de adaptación teatral que hicieron recientemente el maestro Luis de Tavira y José María de Tavira a la obra de Lillian Hellman “Little Foxes” (Pequeños Zorros) para presentarla en México.
“Este montaje no es solamente un homenaje a una de las más grandes autoras que ha tenido Norteamérica. También quiere ser una advertencia, que nos recuerda a una mujer que decidió mantenerse fiel a sus convicciones y criticar a las fuerzas del fascismo, la xenofobia y el militarismo imperante en su país y sociedad. Para ello Hellman se apoyó en la perspectiva histórica, en el estudio del pasado para entender el presente y advertir el futuro.”
Y aunque fue estrenada en 1968 por primera vez en México, bajo la dirección de José Solé y, con las actuaciones de las legendarias actrices Carmen Montejo y Marga López. Hoy resulta imperante conocer por medio de esta obra teatral, la irrupción del capitalismo como forma de control y explotación humana, a través de la historia de la familia Giddens.
Para terminar, resulta importante mencionar que Lillian Hellman fue una dramaturga que estuvo presente en los acontecimientos más relevantes del siglo XX y su compromiso político con causas internacionales como la guerra Civil Española, la lucha antifascista en Europa, la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y su infatigable pronunciamiento en contra de la hipocresía social de las clases altas norteamericanas ocasionó que el senador conservador Joseph McCarthy la acusara de comunista en los años 50´s y al negarse a declarar acerca de sus actividades políticas la obligó a renunciar a su carrera como guionista en Hollywood:
“No puedo recortar mi conciencia para ajustarla a la moda de este año”, fue lo que dijo ante el Comité de Actividades Anti-Americanas en 1952 y prosiguió… “Herir a personas inocentes a las que conozco y quiero desde hace años para salvar mi vida, me parece inhumano, indecente y deshonroso”.
*La obra teatral Los pequeños zorros se presenta en el Teatro Santa Catarina, en la Ciudad de México. Para mayor información, visita la página de teatro UNAM.