¡Chicomuselo está de luto!

Con profundo dolor recibimos en nuestra redacción, comunicado de los compañeros del Municipio de Chicomuselo, denunciando el asesinato del Prof. José Artemio López Aguilar quien participó como orador en la pasada Marcha del día 12 de octubre del 2023 por la paz y contra la narcoviolencia.

Aquí el comunicado:

Chicomuselo Chiapas México, a 21 de octubre de 2023

A los medios masivos de comunicación

Al pueblo en general:

COMUNICADO

Chicomuselo está de luto.

Con profunda indignación, rabia, coraje, anunciamos que el día de hoy amanecimos con la noticia del cobarde asesinato de nuestro compañero Prof. José Artemio López Aguilar

Los asesinos llegaron como llegan los cobardes, refugiados en la oscuridad, con alevosía torturaron a nuestro compañero frente a su esposa y sus hijos. Esta reacción es sin duda a la movilización de miles de almas que hartos de la violencia del crimen organizado y hartos de la indiferencia del gobierno de López Obrador y Rutilio Escandón al hacerse los ciegos y sordos de todo lo que acontece en nuestras tierras decidimos salir a manifestarnos.

Como comunidades, ejidos, barrios y pueblo en general nos preguntamos:

¿Qué espera el gobierno para actuar?

¿no pueden?

¿Es cómplice?

¿Espera el gobierno a que el pueblo se arme ya harto de tantas injusticias y confronte a los que al Estado se supone corresponde combatir?

¡!!Estamos indignados!!! Nosotros no somos, no estamos y no estaremos nunca del lado de ningún grupo que promueva la violencia. Seguiremos promoviendo la PAZ con justicia, seguiremos promoviendo la defensa de nuestro territorio, seguiremos defendiendo nuestro derecho a la vida.

Prof. José Artemio Aguilar,

¡¡¡Vive!!!, la lucha sigue!!!




“Imposible encarcelar a dos millones de personas sin esperar un precio cruel”

Gideon Levy sobre Gaza

Reproducimos para interés de nuestros lectoras y lectores, una columna publicada este domingo en el diario israelí Haaretz escrita por el periodista israelí Gideon Levy a propósito de la escalada guerrerista de Israel sobre la Franja de Gaza.

Detrás de todo esto está la arrogancia israelí. Pensamos que tenemos permiso para hacer cualquier cosa y suponer que nunca pagaremos, ni seremos castigados. Y pensamos que seguiremos y nada nos interrumpirá. Arrestaremos, mataremos, abusaremos, despojaremos, protegeremos a los colonos y sus pogromos, iremos a la tumba de José, a la tumba de Ot’niel, al altar de Josué, todo en los territorios palestinos, y por supuesto al Monte del Templo —más de 5.000 judíos sólo en Sucot—. Dispararemos a inocentes, les arrancaremos los ojos y les destrozaremos la cara, los expulsaremos, expropiaremos, robaremos, los secuestraremos de sus camas, los someteremos a limpieza étnica y, por supuesto, continuaremos con el increíble asedio a Gaza. Y supondremos que todo seguirá como si nada.

Pensamos que con la construcción una super barrera alrededor de la Franja de Gaza, cuyo muro subterráneo costó tres mil millones de shekels, con eso ya estábamos a salvo. Confiamos en que nos avisarían a tiempo los genios del 8200 (unidad de escuchas de inteligencia militar) y los miembros del Shin Bet, que lo saben todo. Pensamos en moveríamos medio ejército de las cercanías de Gaza a Hawara sólo para proteger las locas travesuras de Zvi Sukkot y los colonos, y todo saldría bien, tanto en Hawara como en Erez. Resulta que cuando existe una gran motivación el obstáculo más sofisticado y costoso del mundo puede ser atravesado hasta por una simple excavadora y con relativa facilidad. Se puede cruzar ese altanero muro con bicicletas y scooters, a pesar de todos los miles de millones invertidos en él y a pesar de todos los expertos y con sus contratistas enriqueciéndose. Pensamos que seguiríamos acosando a Gaza, arrojándole algunas migajas de bondad en forma de algunos miles de permisos de trabajo en Israel —una gota en el océano, y además siempre están condicionados a un “correcto comportamiento”— y aún así supusimos que los seguiríamos mantenimiendo como en una prisión.

Pensamos que haciendo las paces con Arabia Saudita y los Emiratos, los palestinos serían olvidados, hasta ser borrados, como les gustaría a muchos israelíes. Seguiríamos reteniendo a miles de prisioneros palestinos, incluidos prisioneros sin juicio, la mayoría de ellos prisioneros políticos, y aun así no aceptaríamos discutir su liberación, incluso después de décadas en prisión. Les diríamos que sólo por la fuerza sus prisioneros verán la libertad. Pensamos que seguiríamos rechazando con soberbia cualquier intento de solución política, simplemente porque no nos conviene hacerlo, y pensamos que seguramente todo seguiría así para siempre. Una vez más se demuestra que no es así. Varios cientos de militantes palestinos atravesaron el alambrado e invadieron Israel de una manera que ningún israelí imaginó que pudieran. Unos cientos de militantes palestinos demostraron que es imposible encarcelar a dos millones de personas para siempre sin que ello suponga un precio cruel. Así como ayer la humeante y articulada excavadora palestina derribó la valla, la más sofisticada de todas las vallas, también desgarró el manto de arrogancia de Israel. Y también destrozó la idea de que basta con atacar y desmantelar Gaza con drones suicidas y venderlos a medio mundo para mantener la seguridad. Israel vio ayer imágenes que nunca había visto antes: vehículos militares palestinos patrullando la ciudad, ciclistas de Gaza entrando por sus puertas. Estas imágenes deben rasgar el velo de la arrogancia. Los palestinos de Gaza decidieron que están dispuestos a pagar cualquier precio por una chispa de libertad. Pero… ¿Tiene esto algún potencial? No. ¿Israel aprenderá la lección? No. Ayer, ya se hablaba de borrar barrios enteros de la ciudad de Gaza, de ocupar la Franja de Gaza y de castigar a Gaza “como nunca antes se había castigado”. Pero Gaza no ha dejado de ser castigada por Israel desde 1948, siquiera por un momento. Más de siete décadas de abusos, y otra vez, lo peor está por venir. Las amenazas de “aplanar Gaza” sólo prueban una cosa: no hemos aprendido nada. La arrogancia llegó para quedarse, incluso después de que Israel, otra vez, paga un alto precio.

Benjamín Netanyahu tiene una gran responsabilidad por lo sucedido y debe pagar los costos, pero la cuestión no comenzó con él y no terminará después de su partida. Ahora debemos llorar amargamente por las víctimas israelíes; pero también tenemos que llorar por Gaza. Gaza, la mayor parte de sus residentes son refugiados creados por Israel. Gaza, la que nunca conoció un solo día de libertad.

Fuente. La Izquierda a Diario

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos




Editorial Octubre, 2023: Mes de luna grande que ilumina avances a paso firme.

Varios son los acontecimientos de octubre y es nuestra obligación recordar a inolvidables compañeras y compañeros que perdieron la vida en cumplimiento del su deber, en octubre recordamos a nuestra compañera Aurora, o Paz, nacida un primero de octubre. El veintitrés de octubre, cumpleaños 81 de nuestro primer responsable histórico compañero Manuel, y recordamos con tristeza a nuestro compañero Sub Comandante Insurgente Pedro, asesinado por el ejército federal el primero de enero de 1994 en la toma del municipio de las Margaritas, Chiapas, y que nació en un 26 de octubre.

Entre las efemérides hay una muy importante, el 12 de octubre, cuando carabelas guiadas por la ignorancia y la ambición, arribaron para abrir nuevas rutas de mercancías y decidieron invadir un continente para ellos desconocido, y que trajeron a conquistadores en busca de riquezas, quienes llegaron a arrebatarlas sin importar el costo humano, dos de los genocidios más grandes de la historia el de los pueblos indígenas y el de la trata esclavista sobre los pueblos africanos, ambos existen dignificándose hoy en día. En ésta fecha debemos exaltar la lucha de los pueblos originarios que desde ese momento iniciaron su resistencia antiimperialista, anticolonialista y antiracista, se organizaron y lucharon hasta encontrar su libertad y hasta hoy día, con otros métodos “modernos”, nuevos conquistadores pretenden torpemente arrebatarles todavía lo que les pertenece. Hoy se lucha en los territorios y mareas de millones de migrantes padecen las condiciones que obliga el capitalismo imperialista. 12 de octubre, Día de la resistencia indígena, negra y popular.

No se puede pasar por alto, en octubre, el Aniversario de nuestro Comandante Ernesto Ché Guevara, que a 56 años de su captura y asesinato en manos del Ejército Boliviano de la mano del gobierno de Estados Unidos, su legado sigue tan vivo como entonces, su ejemplo de revolucionario se ha multiplicado por muchas partes de América Latina y del mundo, pues el imperialismo sigue vivo.

También en octubre, el día 25 (Calendario juliano), que era el calendario vigente en la entonces Rusia zarista, el Partido Bolchevique, dirigido no sólo por Vladimir Ilich Lenin, sino que al lado de los trabajadores, mujeres y soldados de Petrogrado, derrocaron al gobierno provisional ruso e instauraron el primer Estado socialista del mundo. La conocida Revolución de Octubre logró acabar con tres siglos de dinastía Romanov en Rusia, la instauración del primer país socialista en el mundo y la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1922.

Otro acontecimiento que nos dejó enseñanzas firmes de la necesidad de la organización de los trabajadores es la que se dio en la Plaza de las Tres Culturas en Tlaltelolco el 2 de octubre de 1968, donde el Estado asesinó a estudiantes conscientes que ondeaban las banderas de la democracia, las libertades y la justicia, en un pliego petitorio que incluía la libertad de los presos políticos, la desaparición de los cuerpos represivos y la mejora de condiciones de vida para todas y todos.  Entre julio y octubre de 1968 muchos fueron asesinados por el Ejército Federal, para ellas y ellos nuestro total respeto, otros tantos fueron a la cárcel, muchos salieron y crearon diferentes organizaciones ante la cerrazón del Estado, con derroteros diferentes; algunas continuaron, otras cayeron en el reformismo y otras de plano formaron parte de la “izquierda electorera”.

Esta ocasión presentamos una selección de párrafos del artículo de Nepantla No. 25, del año 1988, escrito por el Compañero Comandante Insurgente Rodrigo: Comisión de Educación: La formación de nuestros cuadros, que indudablemente habla sobre la formación de “cuadros”, pero también de la escuelita, del aula que fue inaugurada el 23 de octubre de ese año y que llevó el nombre de “Lic. César Yáñez” (Cro. Pedro, Cro Manuel). El texto completo lo pueden leer en el Cuaderno de trabajo IV de la serie Dignificar la Historia, Toma de Pueblos, (1983-1993) en la pag.189.

Aquí la selección de párrafos finales del citado artículo:

“Unas primeras conclusiones:

*La historia de la formación de nuestros cuadros es en verdad la historia misma de la organización, porque es real que nuestros dirigentes siempre han puesto especial atención a la formación de los militantes.

*Desde que se fundó nuestra organización se ha tratado de dar a los compañeros una formación integral: teórica, militar, organizativa, cultural y técnica conforme lo han permitido nuestros recursos, capacidad y experiencia.  Quienes se quejan de que no se les ha capacitado son personas apáticas y sin sentido autocrítico que delegan totalmente en el superior la responsabilidad (y por ende las fallas) de su formación.  Suelen ser exigentes críticos de su responsable, al que convierten en un pretexto de sus propias limitaciones.  No saben exigir sus derechos de militante.

*El concepto mismo de lo que es un cuadro de las Fuerzas se ha ido enriqueciendo con el tiempo: junto a los cuadros políticos en un sentido clásico, contamos ahora con cuadros militares (los jefes de nuestro E. Z.) y aun con cuadros técnicos, como los oficiales armeros, los de sanidad y otros servicios, así como los compañeros impresores, por ejemplo.  Hemos alcanzado un primer nivel de especialización técnica sobre una común base política.

*Reconociendo que en buena medida constituyen aplicaciones del socialismo científico a nuestra realidad, han sido nuestras modestas elaboraciones teóricas, desde los primeros comunicados, las que han formado políticamente a nuestros militantes.  Pero ha sido básicamente nuestra práctica (y con ella nuestros errores), la que más ha contribuido a la formación de nuestros cuadros.

*Una primera implicación de esto es que nuestros cuadros se forman en (por) nuestra organización.  Porque, hasta ahora, sólo nuestra organización tiene la política y la práctica que la diferencian de otros grupos y partidos.

Una segunda implicación es que, en un sentido amplio, es toda la organización en su conjunto la que forma a sus cuadros.

Por último, insistiré en que no hay militante de tiempo completo al que se haya negado la capacitación o la posibilidad de hacer trabajo de responsable, de cuadro organizativo.  Y a pesar de ello nunca hemos tenido  –y temo que nunca tengamos- suficientes compañeros dispuestos y capaces para realizar tanto el trabajo político como los demás trabajos indispensables para la formación integral de un revolucionario profesional (no de un aficionado).  Digo esto porque algunos compañeros –marcadamente intelectuales, estudiantes, empleaos y religiosos- alimentan la idea errónea de que “hay militantes que podrían” (en realidad están pensando en ellos), “especializarse” en el trabajo “político”, o sea en dirigir políticamente a otros militantes, de preferencia (curiosamente) a obreros.

Voy a pasar por alto el papel del trabajo manual en la transformación del “pequebú” en revolucionario; pero lo que no puedo pasar por alto (como hacen estos compañeros), es la importancia de los conocimientos de estrategia, táctica y técnica militar.  ¿Cómo se puede explicar al pueblo la necesidad y posibilidad de la lucha armada concreta sin conocimientos concretos sobre esa lucha? Tampoco puedo pasar por alto la técnica del clandestinaje.  ¿Cómo se puede hablar a pueblo de las posibilidades reales de la represión sin indicarle medidas concretas para evitarla? ¿Y dónde se van a adquirir esos conocimientos? “Para eso están los cursos, para eso sirve la escuela de cuadros”, me dirán.  Pero yo pregunto: ¿Y la disciplina y el compañerismo, Y LAS MIL TAREAS CONCRETAS QUE SON NECESARIAS PARA EL AVANCE, O SEA PARA EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN? ¿Dónde se van a aprender? ¿Y acaso no es cierto que el principal problema, la principal falla de los responsables inexpertos –señaladamente los que no son profesionales- consiste precisamente en su incapacidad para saber qué tareas concretas proponer a sus subordinados? ¡Esa formación político-militar (disciplina, seguridad), esa capacidad para concretar las necesidades políticas en trabajos prácticos, esa seriedad (cumplir lo planeado) es lo que distingue a nuestros cuadros de otras organizaciones! Ellas sólo pueden proponer lecturas y escrituras porque es lo que practican y lo que reproducen con sus prontamente hastiados militantes.  Y eso es lo que nosotros no hacemos; PERO

Ultima conclusión (y primera llamada).

Pero entonces surgen dos problemas importantísimos.  Primero: ¿acaso estoy sosteniendo que las únicas escuelas en que se forman los cuadros revolucionarios son nuestras clásicas casas de seguridad? Y segundo: ¿cómo resolver el famoso problema de la vinculación con las masas desde el punto de vista de la formación de cuadros? Vayamos por partes.

Lo que yo sostengo, es que los militantes que están dispuestos a dedicar todo su tiempo a la lucha revolucionaria son los únicos que pueden adquirir los conocimientos teóricos prácticos necesarios para realizar eficazmente el trabajo organizativo.  Lo que ocurre es que HASTA AHORA, la mejor manera, tanto de aprovechar esa disposición como de formar a esos compañeros, ha sido llevándolos a na casa de seguridad (y de unos años para acá a un campamento). (Dejo de lado la idea absurda según la cual la casa de seguridad es una especie de prisión donde el revolucionario aprende cómo sectarizase de las masas).

Y lo cierto es que HASTA AHORA han sido esos cuadros formados en la clandestinidad los que mejor han realizado el trabajo semilegal: las conferencias públicas, las colectas de medicinas, las reuniones de obreros (ya no hablemos de las maniobras militares masivas dirigidas por el E.Z. en el Frente Zapatista).

¿Y por qué “HASTA AHORA” así, con mayúsculas? ¡Ah, pues porque DE AQUÍ EN ADELANTE, donde las circunstancias (o sea el trabajo previo) lo permitan Y SIN DESCUIDAR LAS TAREAS CLANDESTINAS, se va a presentar la posibilidad real y la necesidad objetiva de que nuestro trabajo político pase de los colectivos pequeños (2 o 3 docenas de participantes) a grupos más numerosos: todavía no un sindicato completo, todavía no toda una barriada popular, todavía no una escuela íntegra; pero sí una sección sindical, una parte del barrio, un grupo de estudiantes, otro de maestros!.  Y es evidente que DESE AHORA teneos que empezar a capacitar a nuestros cuadros para que hagan este nuevo trabajo con nuestros métodos y nuestros lineamientos.  ¡Esa es una de las necesidades que debe cubrir la escuela de cuadros!.

Los candidatos lógicos para realizar este trabajo (que por cierto no se desarrolla únicamente en el medio proletario sino también entre colonos, estudiantes, maestros), son militantes de preferencia jóvenes, de preferencia capacitados técnicamente, dispuestos a ingresar como obreros en las industrias en que podamos colocarlos.  Y, desde luego, los compañeros obreros que estén dispuestos, no a separarse de su familia para vivir en una casa de seguridad largos años; pero sí a capacitarse como dirigentes obreros revolucionarios y a poner en práctica esos conocimientos.

No creo equivocarme al afirmar que cuando ese trabajo alcance cierto nivel cuantitativo, se producirá un cambio cualitativo en nuestra querida organización.

Pero eso es futurismo.  Por ahora, quiero terminar diciendo que este artículo está dirigido especialmente a ti, compañero obrero, a ti, militante que aspiras a ser un verdadero cuadro revolucionario. ¡La organización espera, NECESITA, tu respuesta!”

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Compañero Sebastián

Compañero, recibe en estas letras algunas de las palabras que recordaremos de tus trabajos; para nosotros y nosotras siempre fuiste y serás un compañero de lucha, de esas luchas que permiten crear y renacer, de esas luchas que con risas y encuentros podemos conocernos y reconocernos.

Ahora otros caminos surgen, otros pasos caminan en la memoria de los que vienen, en el ejemplo de quienes como tú se convierten en consecuencia y compromiso.

Ahora la tierra te recibe y con ella te recibimos de nuevo en la lucha consecuente, en las redes que abajo se abrazan, en las raíces que dan y darán nuevos frutos.

Compañero Nicolás ¡PRESENTE!

Grupo Editorial Casa de todas y todos 23 de septiembre de 2023.




Bombardeo a La Moneda a 50 años de distancia

“…Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda

cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena

y defenderé el Gobierno porque es el mandato que el pueblo me ha entregado.

No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir

la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo…”

Salvador Allende, en su último mensaje a la Nación  

Bombarderos de las Fuerzas Armadas de Chile realizaron el primer ataque al palacio de La Moneda y provocaron el incendio del ala norte, mientras la ofensiva era reforzada con ráfagas de bala y gases lacrimógenos que se prolongaron por 16 minutos. Al mismo tiempo, otros aviones avanzarían hacia la calle Tomás para atacar la casa del presidente, en una ofensiva ordenada y financiada por el gobierno de los Estados Unidos, encabezado por Richard Nixon, representante y defensor de las grandes empresas trasnacionales.

La aparente tranquilidad de la mañana de aquel 11 de septiembre de 1973 se vio sacudida por las detonaciones de las bombas cayendo sobre La Moneda, las balas silbando contra los muros de la sede presidencial y el mensaje de Salvador Allende transmitido por la radio, a veces interrumpido por las explosiones de las bombas.

“Mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile!, ¡Viva el pueblo!, ¡Vivan los trabajadores! Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”, arengaba el presidente por la radio, sintonizada por miles de trabajadores, estudiantes, campesinos y simpatizantes.

Mientras tanto, en la Universidad Técnica, fábricas, ciudades y pueblos de todo el país, eran arrestadas miles de personas y asesinadas otras, en el inicio de la peor pesadilla que viviría Chile bajo la dictadura de Augusto Pinochet, títere impuesto por el gobierno de Estados Unidos.

“¡Allende no se rinde, mierda!”, exclamaba el Presidente a las 13:40 horas, segundos antes de dispararse con un fusil que le había regalado Fidel Castro. Había resistido hasta el último momento la desigual batalla, junto a voluntarios de su equipo. Otros abandonarían el lugar de los combates por orden del mismo mandatario.

El cuerpo de Allende sería encontrado 20 minutos después de la ofensiva -con sus otros acompañantes -, por el general Javier Palacios, al ingresar con sus tropas al Palacio Nacional.

Un despliegue militar impresionante continuó la ofensiva criminal en las calles contra el pueblo inerme y desarmado: tropas y carabineros habilitaron el Estadio de Chile y el Estadio Nacional como campos de concentración ese mismo día. Los saturaron con 5 mil 600 detenidos a eso de las 22:00 horas del día. Arremetieron contra todo sospechoso de simpatizar con el gobierno de la Unidad Popular en las calles y plazas, en las escuelas y centros de trabajo.

La resistencia se mantuvo durante todo el día, sin esperanzas de triunfo por parte del pueblo desarmado. A ocho horas de la muerte de Allende y su equipo, en la Universidad Técnica del Estado, estudiantes, profesores y trabajadores eran rodeados por militares, mientras Pinochet tomaba juramento como presidente de la Junta Militar frente a las cámaras de televisión. Ahí daba lectura al decreto que anunciaba el estado de sitio en todo el país, que inauguraba la peor pesadilla para el pueblo chileno.

Lo que siguió fue la clausura del Congreso Nacional, la prohibición de todos los partidos políticos por tiempo indefinido y la ejecución de un plan sistemático de represión contra la sociedad chilena, que a lo largo de 15 años dejaría más de 30 mil víctimas de torturas, desaparición forzada y prisión, además de miles de exiliados.

En sus últimas palabras, Allende vaticinaba lo que viviría al país bajo el gobierno militar:

“Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder”.

Al cumplirse el 50 aniversario del brutal suceso muchas heridas siguen abiertas en las madres de hijos secuestrados por la dictadura, en los exiliados, en los perseguidos y desaparecidos, en los luchadores sociales que enfrentaron la dictadura, en los niños, estudiantes, campesinos y obreros que hoy siguen resistiendo la embestida de un capitalismo de nuevo rostro en Chile, primer laboratorio de la economía neoliberal en América Latina. Y es que poco se habla de los intereses económicos que motivaron el golpe militar contra un país rico en recursos naturales (especialmente cobre), donde un gobierno electo por voto popular empezaba a expropiar empresas trasnacionales bajo un programa de corte socialista.

Los mismos intereses trasnacionales que generan el saqueo de recursos naturales y la explotación de mano de obra, siguen moviendo al imperialismo en el nuevo contexto que vivimos. Por eso, siguen teniendo validez aquellas palabras de Allende que llegan hasta nuestros días como un eco lejano:

 “Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.”

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Editorial septiembre: ¡por la Patria Siempre!

En la época colonial no éramos mexicanos. Fray Bernardino de Sahagún (c. 1499-1590) registró en sus obras que el vocablo “mēxíhco” deviene de Mexitli, nombre de un caudillo mítico cuyo nombre se escribía conjugando las silabas de las palabras “me(·tl)” (maguey) y “si’·tli” (liebre) y que juntas se pronunciaban “mesi’tli” o “mexitli”.  La Nueva España era una de las naciones más grandes de la época, se extendía por más de 7 millones de kilómetros cuadrados, desde regiones del suroeste y sureste del actual Estados Unidos hasta el noroeste de Panamá. Una de las versiones del significado de Nicaragua era “Nic-anahuac” (hasta aquí llegó el Anahuac o hasta aquí se habla Nahuatl).

El gran estallido en la Nueva España es la madrugada del 16 de septiembre de 1810, cuando se descubrió la conspiración de un grupo independentista y el cura Miguel Hidalgo llamó al pueblo a alzarse en armas en el famoso Grito de Dolores. El pueblo dijo ¡Basta! y devino en la guerra de independencia que culminó 11 años después, el 27 de septiembre de 1821. Desde entonces nuestra Patria se llama México y quienes la habitamos somos mexicanos. Ninguna potencia podrá avasallarnos ¡jamás!.

Como cada año desde hace mucho tiempo, tenemos el deber de recordar a aquellos compañeros que dedicaron su vida a Vivir por nuestra Patria, como es el caso de nuestra inolvidable compañera Ma. Luisa, que cumplía años en este mes,al igual que el compañero Mario… maestro normalista, organizador preocupado por los diferentes sectores sociales, especialmente por los más oprimidos, cuyas enseñanzas ayudaron a politizar y a llevar a cientos de compañeros a la insurrección.

En septiembre también murieron en diferentes circunstancias:

  1. La compañera Lucha, primer compañera mujer en integrarse a las filas profesionales de nuestra organización.

  1. El compañero Hernán, joven campesino, impresor, de los primeros compañeros en incorporarse a nuestras filas y poner sus conocimientos al servicio de su pueblo

  1. Compañero maestro colaborador Francisco Pineda, siempre preocupado por la manera en que la historia oficial de la Revolución se ha convertido en instrumento de dominación, y preocupado también en que el pueblo de México recupere la memoria de lucha social de la que es y ha sido siempre sujeto activo.

El 26 de septiembre de hace ya 9 años, amanecimos con el dolor de la desaparición forzada de 43 muchachos que estudiaban para educar a nuestro pueblo… éste acto nos mostró con toda su crudeza el hartazgo social, la indignación, la rabia contenida por tanto agravio, saqueo, impunidad, muerte y marginación causados por un sistema político, económico y social en decadencia y al buscarlos, con horror encontramos a miles de víctimas sin rostro y sin nombre, sepultados y abandonados como desechos humanos en fosas comunes en todo el país. ¡Vivos se los llevaron!… ¡Vivos los queremos!

Otros episodios marcan también el septiembre de nuestras historias, el día 11, cuando hace 50 años es asesinado el presidente de Chile, Salvador Allende. ¿Cuántas generaciones más serán necesarias, como dijo José Martí, para impedir que el monstruo caiga sobre nuestra América Latina de forma definitiva?…. No lo sabemos.

Por último, pero no menos importante, el 16 de septiembre sería el 150 Aniversario de nacimiento de Cipriano Ricardo Gerónimo Flores Magón, que fue asesinado al interior de una cárcel en Estados Unidos. De él presentamos el siguiente escrito que mismo Magón leyó a 100 años del Aniversario del Grito de Dolores:

Discurso pronunciado por Ricardo Flores Magón en el Simpson Auditorium la noche del 16 de septiembre de 1910.

En ese auditorio de Los Ángeles, California, se realizaba la gran fiesta proletaria organizada por los obreros mexicanos de esa ciudad, para celebrar dignamente el centenario del Grito de Dolores dado por Miguel Hidalgo y Costilla el 16 de septiembre de 1810.

«Compañeros:

Un recuerdo glorioso y una aspiración santa nos congrega esta noche. Cada vez más claro, según el tiempo avanza; cada vez más definido, según pasan los años, vemos aquel acto grandioso, aquel acto inmortal llevado a cabo por un hombre que en los umbrales de la muerte, cuando su religión le mostraba el cielo, bajó la vista hacia la tierra, donde gemían los hombres bajo el peso de las cadenas, y no quiso irse de esta vida, no quiso decir su eterno adiós a la humanidad sin antes haber roto las cadenas y transformado al esclavo en hombre libre.

Yo gusto de representarme el acto glorioso. Veo con los ojos de mi imaginación la simpática figura de Miguel Hidalgo. Veo sus cabellos, blanqueados por los años y por el estudio, flotar al aire: veo el noble gesto del héroe iluminar el rostro apacible de aquel anciano. Lo veo, en la tranquilidad de su aposento, ponerse repentinamente en pie y llevar la mano nerviosa a la frente. Todos duermen, menos él. La vida parece suspendida en aquel pueblo de hombres cansados por el trabajo y la tiranía; pero Hidalgo vela por todos, Hidalgo piensa por todos. Veo a Hidalgo lanzarse a la cabeza de media docena de hombres para someter un despotismo sostenido por muchos miles de hombres. Con un puñado de valientes llega a la cárcel y pone en libertad a los presos; va a la iglesia después y congrega al pueblo, y, al frente de menos de cincuenta hombres, arroja el guante al despotismo.

Éste fue el principio de la formidable rebelión cuyo centenario celebramos esta noche; éste fue el comienzo de la insurrección que, si algo puede enseñarnos, es a no desconfiar de la fuerza del pueblo, porque precisamente fueron sus autores los que aparentemente son los más débiles. No fueron los ricos los que rodearon a Hidalgo en su empresa de gigante: fueron los pobres, fueron los desheredados, fueron los parias, los que amasaron con su sangre y con sus vidas la gloria de Granaditas,[1] la tragedia de Calderón[2] y la epopeya de Las Cruces.[3]

Los pobres son la fuerza, no porque son pobres, sino porque son el mayor número. Cuando los pueblos tengan la conciencia de que son más fuertes que sus dominadores, no habrá más tiranos.

Proletarios: la obra de la Independencia fue vuestra obra; el triunfo contra el poderío de España fue vuestro triunfo; pero que no sirva este triunfo para que os echéis a dormir en brazos de la gloria. Con toda la sinceridad de mi conciencia honrada os invito a despertar. El triunfo de la revolución que iniciasteis el 16 de septiembre de 1810 os dio la Independencia nacional; el triunfo de la revolución que iniciasteis en Ayutla os dio la libertad política; pero seguís siendo esclavos, esclavos de ese moderno señor que no usa espada, no ciñe casco guerrero, ni habita almenados castillos, ni es héroe de alguna epopeya: sois esclavos de ese nuevo señor cuyos castillos son los Bancos y se llama el Capital.

Todo está subordinado a las exigencias y a la conservación del Capital. El soldado reparte la muerte en beneficio del Capital; el juez sentencia a presidio en beneficio del Capital; la máquina gubernamental funciona por entero, exclusivamente, en beneficio del Capital; el Estado mismo, republicano o monárquico, es una institución que tiene por objeto exclusivo la protección y la salvaguardia del Capital. El Capital es el dios moderno, a cuyos pies se arrodillan y muerden el polvo los pueblos todos de la tierra. Ningún dios ha tenido mayor número de creyentes ni ha sido tan universalmente adorado y temido como el Capital, y ningún dios, como el Capital, ha tenido en sus altares mayor número de sacrificios.

El dios Capital no tiene corazón ni sabe oír. Tiene garras y tiene colmillos. Proletarios, todos vosotros estáis entre las garras y colmillos del Capital; el Capital os bebe la sangre y trunca el porvenir de vuestros hijos. Si bajáis a la mina, no es para haceros ricos vosotros, sino para hacer ricos a vuestros amos; si vais a encerraros por largas horas en esos presidios modernos que se llaman fábricas y talleres, no es para labrar vuestro bienestar ni el de vuestras familias: es para procurar el bienestar de vuestros patrones; si vais a la línea de ferrocarril a clavar rieles, no es para que viajéis vosotros, sino vuestros señores; si levantáis con vuestras manos un palacio, no es para que lo habiten vuestra mujer y vuestros hijos, sino para que vivan en él los señores del Capital. En cambio de todo lo que hacéis, en cambio de vuestro trabajo, se os da un salario perfectamente calculado para que apenas podáis cubrir las más urgentes de vuestras necesidades, y nada más.

El sistema de salario os hace depender, por completo, de la voluntad y del capricho del Capital. No hay más que una sola diferencia entre vosotros y los esclavos de la antigüedad, y esa diferencia consiste en que vosotros tenéis la libertad de elegir vuestros amos.

Compañeros: habéis conquistado la Independencia nacional y por eso os llamáis mexicanos: conquistasteis, asimismo, vuestra libertad política, y por eso os llamáis ciudadanos; falta por conquistar la más preciosa de las libertades; aquella que hará de la especie humana el orgullo y la gloria de esta mustia tierra, hasta hoy deshonrada por el orgullo de los de arriba y la humildad de los de abajo.

La libertad económica es la base de todas las libertades. Ante el fracaso innegable de la libertad política en todos los pueblos cultos de la tierra, como panacea para curar todos los dolores de la especie humana, el proletariado ha llegado a la conclusión de que “la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos”, y este sencillo axioma es el cimiento de granito de toda obra verdaderamente revolucionaria.

Compañeros, conozco al mexicano. La Historia me dice todo lo que puede hacer el mexicano. Abrid la página de ese gran libro que se llama Historia de México, y en ella encontraréis los grandes hechos de los hombres de nuestra raza. Es grande el mexicano cuando rechaza, con su pecho desnudo y sus armas de piedra, al bandidaje español caído en nuestra tierra, en son de conquista; es grande el mexicano cuando vencido y torturado, cuando sus carnes arden en el suplicio del fuego, lanza una mirada despreciativa a sus verdugos y formula, con la sonrisa en los labios, aquella pregunta digna de un dios en desgracia y que es algo así como la nota más alta de la ironía, arrancada a los horrores de la tragedia: “¿Estoy, acaso, en un lecho de rosas?” Es grande el mexicano cuando sepulta, bajo una tormenta de guijarros, la altura altanera de la alhóndiga de Granaditas; es grande el mexicano en Cuautla,[4] grande en el cerro de El Sombrero,[5] grande en Padierna[6] y Chapultepec,[7] grande en Calpulalpan,[8] grande en Puebla,[9] grande en Santa Isabel[10] y en Querétaro.[11]

Grandes sabéis ser en el infortunio y grandes en el triunfo: ahí está la Historia que lo dice. Cada vez que el humano progreso da un paso, dais vosotros un paso también. No queréis ir atrás, os avergüenza quedaros a la zaga de vuestros hermanos de las otras razas, y aun bajo

el peso de la tiranía, cuando la conciencia humana parece dormir, y cuerpo y espíritu son esclavos, viven en vosotros, con la vida intensa de las cualidades de la raza, el estoicismo de Cuauhtémoc, la serena audacia de Hidalgo, el arrojo indomable de Morelos, la virtud de Guerrero y la constancia inquebrantable de Juárez, el indio sublime, el inmenso, el piloto gigante que llevó a la raza a seguro puerto en medio de los escollos y de las tempestades de un mar, traidor.

Mexicanos: vuestro pasado merece un aplauso. Ahora es preciso que conquistéis el aplauso del porvenir por vuestra conducta en el presente. Habéis cumplido con vuestro deber en las grandes luchas del pasado; pero falta que toméis la parte que os corresponde en las grandes luchas del presente. La libertad que conquistasteis no puede ser efectiva, no podrá beneficiaros mientras no conquistéis la base primordial de todas las libertades —la libertad económica—, sin la cual el hombre es miserable juguete de los ladrones del Gobierno y de la Banca, que tienen sometida a la humanidad con algo más pesado que las cadenas, con algo más inicuo que el presidio y que se llama la Miseria, ¡el infierno trasplantado a la tierra por la codicia del rico!

Os independizasteis de España; independizaos, ahora, de la miseria. Fuisteis audaces entonces; sed audaces ahora uniendo todas vuestras fuerzas a las del Partido Liberal mexicano, en su lucha de muerte contra el despotismo de Porfirio Díaz».

Regeneración, núm. 4, 24 de septiembre de 1910

NOTAS

[1] Refiérese a la toma de la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato, por parte de las tropas insurgentes bajo el comando de Miguel Hidalgo y Costilla e Ignacio Allende, el 28 de septiembre de 1810. La toma terminó con la masacre de la población, en su mayoría criolla, que el intendente Juan Antonio Riaño había concentrado en ese punto.

[2] Refiérese a la batalla de Puente de Calderón, en las cercanías de Guadalajara el 17 de enero de 1811. En esa batalla el ejército insurgente, bajo el mando de Ignacio Allende, repelió por tres veces a las fuerzas realistas del general Félix María Calleja, quien finalmente derrotó a los insurgentes.

[3] Refiérese a la batalla del Monte de las Cruces, a las afueras de Cuajimalpa, del 30 de octubre de 1810. En esa acción, fue derrotado el regimiento realista de Torcuato Trujillo. Constituye el punto de retorno de la avanzada insurgente sobre la ciudad de México.

[4] Refiérese al sitio de la ciudad de Cuautla, entonces en manos del ejército insurgente bajo el mando de José María Morelos y Pavón, por parte de las fuerzas españolas dirigidas por Félix María Calleja. El sitio duró del 19 de febrero al 2 de mayo de 1811, fecha en que el sitio fue roto por los insurgentes.

[5] Refiérese a la batalla del Fuerte del Sombrero, situado en el cerro del mismo nombre cercano a León, Gto. El fuerte estaba en manos de los insurgentes Pedro Moreno y el general Francisco Xavier Mina. El 1 de agosto de 1811, el mariscal realista Pascual Lariñán buscó sitiar el fuerte suscitándose una batalla en la que fue derrotado. Sin embargo, el sitio continuó una semana más.

[6] Refiérese a la batalla que tuvo lugar en el Rancho de Padierna, al surponiente de la ciudad de México, el 19 y 20 de agosto de 1847. En ella un grupo de soldados provenientes de diversos batallones norteños de la caballería de Guanajuato y una guerrilla del pueblo de Contreras, lucharon en contra del ejército invasor estadounidense del general Winfield Scott por el lugar. La resistencia mostrada por los mexicanos resultó asombrosa tomando en cuenta su desventaja numérica y de equipamiento, pero sobre todo por la traición sufrida a manos del general Antonio López de Santa Ana, quien les dejó a su deriva.

[7] Refiérese a la batalla de Chapultepec del 13 de septiembre de 1947. Como se sabe, ahí se llevó a cabo la defensa, hasta el martirio, del Colegio Militar, situado en ese cerro, por parte de algunos de sus cadetes así como por soldados del Batallón de San Blas, frente a las tropas invasoras.

[8] Refiérese a la batalla de San Miguel Calpulalpan, Estado de México, en la que las fuerzas liberales al mando del general González Ortega derrotaron a las del general conservador Miguel Miramón, marcando el fin de ese ejército y, con ello, el triunfo del movimiento de Reforma.

[9] Refiérese a la Batalla del 5 de Mayo de 1962 en la ciudad de Puebla. Derrota del entonces considerado el mejor ejército del mundo, el ejército francés, a manos del ejército mexicano, bajo el mando del general Ignacio Zaragoza, durante la segunda intervención francesa en México.

[10] Refiérese a la batalla de la Hacienda de Santa Isabel, en las cercanías de Parral, Coahuila. El enfrentamiento entre las tropas republicanas del general Andrés Viesca y las tropas francesas al mando del general De Briand, el 1 de marzo de 1866, derivó en la debacle de las fuerzas invasoras y del Imperio de Maximiliano de Habsburgo.

[11] Refiérese al sitio de Querétaro (6 de marzo al 15 de mayo de 1867). El ejército republicano sitió dicha ciudad, entonces declarada “Capital del Imperio”, defendida por el ejército imperial, compuesto por conservadores mexicanos y restos de las tropas europeas enviadas por decisión de Napoleón III, que para entonces se habían retirado del territorio mexicano. Con la caída de Querétaro concluye el segundo imperio mexicano.

Hasta aquí la cita.

GRUPO EDITORIAL DE LA CASA DE TODAS Y TODOS

¡VIVIR POR LA PATRIA O MORIR POR LA LIBERTAD!

https://www.ersilias.com/discursos-de-ricardo-flores-magon/



¡¡Porque vivos los llevaron, vivos los queremos!!

Este 28 de agosto se cumplieron 45 años de la primera Huelga de Hambre por la presentación y liberación de todos los presos y desaparecidos políticos del país. Familiares de mujeres y hombres ausentes, aglutinados en el Comité Eureka exigen hasta nuestros días verdad, justicia y un alto a la simulación de las instituciones oficiales que buscan a toda costa limpiar la imagen de las corporaciones policiales y militares que ejecutaron un sinnúmero de desapariciones y asesinatos.

“Estamos aquí en el marco de aquella huelga de hambre en protesta ante este gobierno que sigue simulando, mientras no dé una respuesta es igual que todos los anteriores. Exigimos la presentación con vida de todos los desaparecidos y que no haya persecución para nadie” señaló, María Concepción, hermana de Jesús Ávila González.

Por ello Junto con las doñas y todas las compañeras y compañeros del Comité Eureka decimos:

¡VIVOS LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

GRUPO EDITORIAL DE LA CASA DE TODAS Y TODOS




FLN 1969 – 2023

Como conmemoración de la fundación de las FUERZAS DE LIBERACIÓN NACIONAL (FLN) y a la memoria de todas las mujeres y hombres que han construido esta organización, compartimos una entrevista con el Compañero Comandante Germán que fue realizada recientemente por Influencer Social.

Por el rescate de la memoria y la dignificación de la historia

Grupo Editorial La Casa de Todas y Todos

¡VIVIR POR LA PATRIA, O MORIR POR LA LIBERTAD!




Editorial: 54 Aniversario de la Fundación de las Fuerzas de Liberación Nacional.

¿Vamos bien?

El 6 de agosto del presente año, se cumplen 54 años del juramento que hicieron 7 de nuestros compañeros fundadores, con 3 testigos, la compañera Reneé y 2 compañeros más.

La fundación se llevó a cabo en la Calle 15 de mayo, entre Diego Montemayor y Zuazua, Centro Histórico de la Ciudad de Monterrey, N.L. Ahí nacieron las Fuerzas de Liberación Nacional gracias al espíritu de aquellos jóvenes que se vieron obligados a   defender, aún a costa de su vida, a la  patria ante la amenaza del mal gobierno y de intereses nacionales y extranjeros que los reprimen torturan, encarcelan, masacran y desaparecen con toda impunidad. En agosto de 1969 se adopta como lema de las F.L.N. una frase del insurgente Vicente Guerrero, que sintetiza con claridad la alternativa revolucionaria figurando desde entonces al pie de cada comunicado: Vivir por la Patria o Morir por la Libertad.

En este portal, cada mes recordamos a esos jóvenes que nos antecedieron, que nos dejaron su ejemplo de lucha y que nos enseñaron a mantener en alto los principios organizativos.

El ejemplo de las compañeras y compañeros caídos en la lucha, recordarlos, es una obligación moral. Desde 1979 se reconoce el día 14 de febrero como el día en que se honra la memoria de nuestros compañeros caídos a lo largo de los diferentes años. Hacerlo es traerlos al presente, es mantenerlos al lado nuestro, aconsejándonos en lo correcto de lo que hacemos, pero también para recordarnos que hay momentos difíciles y que su ejemplo de no rendirnos, de levantarnos y seguir adelante, también está presente.

En nuestra organización hubo momentos muy difíciles, donde podían contarse con los dedos de una mano los compañeros que quedaban vivos después de lamentables acontecimientos que sucedieron a lo largo de nuestra historia recordemos Nepantla, y el Chilar en 1974, pérdidas de valiosos compañeros como Aurora y Pacha en 1975, nuestro querido compañero Alfredo en 1977, la Cra. Anita y el Cro. Ismael en 1980, los compañeros Mario y Ruth en 1983, los compañeros que murieron combatiendo en 1994, hasta la compañera Lucha, Hernán y el compañero Frank pioneros en nuestra organización,

Pero no somos los primeros en recordar a sus compañeros caídos en combate, aquí transcribimos  algunos fragmentos de lo que el Ché dijo sobre Camilo, al recordar a su compañero y  amigo cuando se cumplían cinco años de la muerte del Comandante Camilo Cienfuegos, en un acto homenaje realizado el 28 de octubre de 1964 en La Habana.

Dice el Ché:

Por eso, muchas veces personalmente he tratado de hurtarle el cuerpo a la rememoración de compañeros que significan cosas muy importantes en nuestra vida, amigos forjados en la lucha, compañeros de los primeros momentos, de aquellos momentos en que apenas un poco más que los dedos de la mano alcanzaban para numerarse.

Yo, conocí a Osmani, a través de Camilo, un día de derrota, uno de los tantos días de derrota que tuvimos que afrontar. Nos habían sorprendido; en la huida yo perdí mi mochila, alcancé a salvar la frazada nada más, y nos reunimos un grupo disperso. Fidel había salido con otro grupo. Éramos unos 10 ó 12. Y había más o menos una ley no escrita de la guerrilla que aquel que perdía sus bienes personales, lo que todo guerrillero debía llevar sobre sus hombros, pues debía arreglárselas. Entre las cosas que había perdido estaba algo muy preciado para un guerrillero: las dos o tres latas de conserva que cada uno tenía en ese momento.

Al llegar la noche, con toda naturalidad cada uno se aprestaba a comer la pequeñísima ración que tenía, y Camilo -viendo que yo no tenía nada que comer, ya que, la frazada no era un buen alimento- compartió conmigo la única lata de leche que tenía; y desde aquel momento yo creo que nació o se profundizó nuestra amistad.

Tomando sorbos de leche y disimuladamente cuidando cada uno de que el reparto fuera parejo, íbamos hablando de toda una serie de cosas. En general versaba la conversación sobre comida, porque, las conversaciones de las gentes versan sobre los problemas más importantes que le aquejan, y para nosotros la comida era una obsesión en aquellos días. Así, me contó del arroz… no, de la harina, creo que la harina con cangrejo, que era una especialidad de la mamá de Camilo, y me invitó a comerla después del triunfo.

Y así conocí a Osmani, también, aquella noche de fraternidad guerrillera, mientras compartíamos la lata de leche.

Hasta ese momento, no éramos particularmente amigos; el carácter era muy diferente. Desde el primer momento salimos juntos. Desde el Granma, desde la derrota de Alegría de Pío estábamos juntos, sin embargo, éramos dos caracteres muy diferentes. Y fue meses después que llegamos a intimar, extraordinariamente.

Chocábamos por cuestiones de disciplina, por problemas de concepción de una serie de actitudes dentro de la guerrilla. Camilo en aquella época estaba equivocado. Era un guerrillero muy indisciplinado, muy temperamental; pero se dio cuenta rápidamente y rectificó aquello. Aún cuando después, hiciera una serie de hazañas que han dejado su nombre en la leyenda, me cabe el orgullo de haberlo descubierto, como guerrillero. Y empezó a tejer esa urdimbre de su leyenda de hoy, en la columna que me había asignado Fidel, mandando el Pelotón de Vanguardia.

Después, fue comandante; escribió en el llano de Oriente una historia muy rica en actos de heroísmo, de audacia, de inteligencia combatiente e hizo la invasión, en los últimos meses de la guerra revolucionaria. Lo que a nosotros -los que recordamos a Camilo como una cosa, como un ser vivo- siempre nos atrajo más, fue, lo que también a todo el pueblo de Cuba atrajo, su manera de ser, su carácter, su alegría, su franqueza, su disposición de todos los momentos a ofrecer su vida, a pasar los peligros más grandes con una naturalidad total, con una sencillez completa, sin el más mínimo alarde de valor, de sabiduría, siempre siendo el compañero de todos, a pesar de que ya al terminar la guerra, era, indiscutiblemente, el más brillante de todos los guerrilleros.

A los pocos meses del triunfo, cuando todavía estábamos en la efervescencia de la destrucción del viejo orden y apenas comenzaba a discutirse sobre la necesidad de la organización, Camilo murió. Pero a mí no me cabe duda de que así como rectificó aquellos primeros errores de los días nacientes de la guerrilla y se convirtió en el mejor de todos nosotros, así también se hubiera adaptado a las exigencias de esta nueva época, y hubiera sido una columna firme en la organización del Ejército, o en la organización de cualquier organismo, cualquier parte del Estado que le fuera confiada.

Sin embargo, toda esta parte, no ha podido ser ni presenciada, ni ejecutada, ni colaborar en su ejecución, por Camilo. Nos cabe sólo pensar, en lo que podría haber hecho, pensar en la ausencia que dejó, en aquellos momentos en que todavía la conjunción de las fuerzas revolucionarias no se había realizado plenamente, y el papel que jugaba cuando, con su autoridad indiscutida en toda una serie de discusiones, de malquerencias que existían entre los revolucionarios, surgía Camilo para imponer siempre el llamado a la cordura, el llamado a hacer prevalecer los principios y el espíritu revolucionario sobre cualquier querella del momento.

Toda esa etapa de Camilo tampoco se conoce, porque las historias de las revoluciones tienen una gran parte subterránea, no sale a la luz pública. Las revoluciones no son movimientos absolutamente puros; están realizados por hombres, y se gestan en el medio de luchas intestinas, de ambiciones, de desconocimientos mutuos. Y todo eso, cuando se va superando, se convierte en una etapa de la historia que, bien o mal, con razón o sin ella, se va silenciando y desaparece.

Nuestra historia también está llena de esas desavenencias, está llena de esas luchas que a veces fueron muy violentas; está llena de desconocimiento de nosotros mismos; y, producto de ese desconocimiento: desconfianzas, formaciones de grupos, luchas entre grupos y, al mismo tiempo, la reacción trabajando dentro de ella. Allí es donde hay también un gran trabajo de Camilo que se desconoce. Y fue evidentemente un factor de unidad”.

(…)

“Todos nosotros, la mayoría, por lo menos, tenemos muchos pecadillos que contar de aquellas épocas, muchas suspicacias, desconfianzas a veces hasta malas artes empleadas con un fin que considerábamos muy justo, pero con métodos que a veces -muchas veces- eran incorrectos. Y nunca se puede decir que Camilo haya recurrido  a  ellos.
 
Claro que se puede pensar que Camilo es el muerto, y que de los muertos se puede hablar en forma distinta. Y es natural que si Camilo estuviera vivo y presente entre nosotros, un sentimiento hasta de pudor natural nos impediría decir cosas como estas, pero son absolutamente justas”.

Esa es la significación que tiene Camilo para nosotros. Difícil de expresar, difícil de mostrar ante ustedes, porque definir en lo que vale un compañero, en lo que vale internamente para cada uno de los que tuvo alguna responsabilidad en la lucha revolucionaria y en el período de construcción, es algo muy difícil. Pero quería, simplemente, anotar ante ustedes, aunque fuera esa significación interna, privada, que tiene para mí, para muchos de nosotros, Camilo”.

Hasta aquí la cita del Ché.

Para nosotros hay otro modo de recordar a nuestros camaradas con quienes hemos caminado todos estos años de lucha, con un sentido histórico. Recordemos que el rebelde social es el hombre histórico por excelencia, primero porque estudia la historia ‘sobre todo la de su pueblo-, buscando en ella claves para comprender la realidad social; después porque recoge los anhelos de cambio de su pueblo y los organiza en una estrategia, y junto a él, ocupa un lugar en el ejército de los explotados para hacer la transformación social, que es hacer la historia.

Nuestra historia de 54 años, con sus altibajos, nos brinda la conciencia de tener raíces y la responsabilidad de hacer fructificar un esfuerzo colectivo. La organización en su historia recoge sus aportaciones individuales, aquellas que nos permitan seguir adelante, pues los compañeros somos, ante todo, compañeros de lucha, de una lucha que apenas se inicia. Tomará generaciones concluirla. Recordar, pues, a éstos nuestros héroes, es reanudar su trabajo en la medida de nuestra capacidad. Así lo hubieran querido ellas y ellos, porque fue ese trabajo el que dio sentido a su vida y también a su muerte; pues la asumieron como una posibilidad –terrible-, pero una más que se convirtió en necesidad para que la lucha continuara.

Así como Fidel preguntó “¿voy bien Camilo?”, agosto nos sirve para preguntar a las compañeras y los compañeros que nos antecedieron en la lucha: ¿Cómo vamos? ¿vamos bien?

VIVIR POR LA PATRIA O MORIR POR LA LIBERTAD.
Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.

Apodaca, N.L. agosto, 2023.




(EN VIVO) Del Moncada a Ocosingo, Julio 26 18:00 hrs





Como homenaje a lo que consideramos los inicios de los movimientos emancipatorios y antiimperialistas del siglo XX en América Latina, La Casa de Todas y Todos Y el Centro de Estudios de la Memoria Insurgente y Revolucionaria, convocan a una serie de actos por el Asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

  • Mesa de diálogo: José Martí y el quehacer revolucionario

    • Gargantúa Espacio Cultural, 18:00 hrs
    • Mariano Escobedo 740, Monterrey Centro, Nuevo León

  • Conversatorio: Del Moncada a Ocosingo

    • Transmisión desde esta página y desde la página del cemir https://cemirev.org/
    • 26 de julio de 2023 18:00 hrs

PROGRAMA EN GARGANTÚA, ESPACIO CULTURAL, MONTERREY, N.L.

CORAL GUADALUPE   Amistad con Cuba. Monumentos de José Martí en Monterrey, N.L.

ARNOLDO DIAZ           Nuestra América, José Martí en la Independencia de Cuba.

DANIELA GARCÍA        Poesía y Revolución. El caso de José Martí.

MELINA GARCIA          La poesía y el pan.

PROGRAMA TRANSMISIÓN EN VIVO DEL MONCADA A OCOSINGO:

https://cmirev.org                   www.lacasadetodasytodos.org

IRINA LAYEVSKA         Pueblos hermanos en sus luchas de liberación.

Fundadora de la Promotora de Solidaridad Va por Cuba.

FLORENCIO LUGO       La lucha por la Libertad y el Socialismo

Sobreviviente del Asalto al Cuartel de Madera, Chihuahua.

CASA DE TODAS Y TODOS        Antimperilismo. Del Ocotal a la Toma de Pueblos y Ciudades

LISSETTE SARDINA MARTORELL

La importancia del Moncada en la Unidad de las luchas de nuestra América

Segunda Secretaria de la Oficina Política de la Embajada de Cuba en México.