105 Aniversario del asesinato Gral. Emiliano Zapata

10 de abril, 2024

A 105 años del asesinato de nuestro Gral. Emiliano Zapata, retomamos nuevamente las palabras que el compañero Francisco Pineda, estudioso del zapatismo, expusiera en presentaciones públicas, donde nos deja valiosos trabajos, como ya dijimos, de la historia desde sus propias fuentes y desde el sentido y significado de los propios pueblos.

Emiliano Zapata y 26 generales del Ejército Libertador expusieron la situación revolucionaria en que se encontraba el país entre 1914 y 1915, en un manifiesto dirigido A los Habitantes de la Ciudad de México, con estas palabras:

“El ejército no existe ya, el tesoro público está exhausto, el crédito nacional se desplomó en la bancarrota, el gobierno está deshonrado por el asesinato y por la traición, los intelectuales del porfirismo han hecho fiasco, las clases acomodadas han puesto de relieve su corrupción y su cobardía, el clero católico ha patrocinado las peores infamias y ha hecho alarde de un impudor inaudito.

El antiguo régimen ha quedado vencido en los campos de batalla, en los campos de la idea, ante la moral, ante la civilización, ante la conciencia universal, que protesta indignada contra ese aluvión de crímenes, contra esa escandalosa ostentación de todas las desvergüenzas y todas las podredumbres.”

Emiliano Zapata,

General en jefe del Ejército Libertador.

En 1914, el crecimiento de la fuerza revolucionaria zapatista era notable. Al respecto, consideren ustedes que el Acta de Ratificación del Plan de Ayala, firmada en San Pablo Oztotepec, Milpa Alta, fue promulgada por jefes zapatistas originarios de muchas partes del país: Morelos, Guerrero, Puebla, Estado de México, Distrito Federal, Hidalgo, Sinaloa, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas.

Estos revolucionarios expresaron su decisión de liberación social, para toda la república. Con su lucha y con sus firmas sostuvieron, ahí, en el Acta de Ratificación del Plan de Ayala lo siguiente:

La revolución debe proclamar altamente que sus propósitos son en favor, no de un pequeño grupo de políticos ansiosos de poder, sino en beneficio de la gran masa de los oprimidos, y que por lo tanto, se opone y se opondrá siempre a la infame pretensión de reducirlo todo a un simple cambio en el personal de los gobernantes, del que ninguna ventaja sólida, ninguna mejoría positiva, ningún aumento de bienestar ha resultado ni resultará nunca a la inmensa multitud de los que sufren.

Campamento revolucionario en San Pablo Oztotepec, 

Distrito Federal, 19 de julio de 1914, 

Ejército Libertador.

Poco después, a finales de 1914, cuando Carranza desconoció a la Convención celebrada en Aguascalientes, dio inicio una nueva guerra.

El 14 de noviembre, Emiliano Zapata expidió la orden general para tomar la Ciudad de México. El Ejército Libertador tenía desplegadas sus fuerzas desde Chalco hasta Milpa Alta y del Ajusco hasta Cuajimalpa. Las avanzadas zapatistas pronto tomaron Iztapalapa, Xochimilco, Tlalpan, San Angel y Coyoacán; Santa Fe, Tacubaya, Chapultepec y la estación de Buenavista.

El 24 de noviembre de 1914, el Ejército Libertador tomó la capital de la república. Apenas habían transcurrido tres años desde que, en la soledad de la agreste miseria, la revolución campesina proclamara el Plan de Ayala; textualmente, para “acabar con la tiranía que nos oprime y redimir a la Patria de las dictaduras que nos imponen”.

(…) El 1° de mayo de 1915, una banda de música del Ejército Libertador acompañó el desfile del Sindicato Mexicano de Electricistas por las calles de la capital. En seguida, el 5 de mayo, para conmemorar la batalla de Puebla, el Sindicato de Maestros de Escuela formó filas junto con tres mil efectivos de infantería, caballería y artillería del Cuerpo Nicolás Bravo del Ejército Libertador.

En aquellos meses, la revolución campesina de México desplegó un trabajo político y organizativo muy importante en la capital de la república; especialmente, con los campesinos del Distrito Federal pero también con los obreros de Contreras, San Pedro de los Pinos y Tacubaya; con los obreros de la fábrica de calzado Excélsior, con el Sindicato de Maestros de Escuela, Sindicato Mexicano de Electricistas, Sindicato de Empleados y Obreros de la Compañía de Tranvías de México, Sindicato de Empleados de Comercio, Sindicato de Dependientes de Restaurant, Sociedad de Conductores de Carruajes Hijos de Hidalgo y participó en el nacimiento de la Confederación General del Trabajo.

Ahora quisiera referirme a la importancia del trabajo de Emiliano Zapata como organizador. En los archivos zapatistas existen muchos testimonios documentales de esa labor de Emiliano Zapata y su equipo de trabajo. El Cuartel General del Sur atendió cuidadosamente la ejecución del Plan de Ayala, y todos los asuntos políticos y militares de la revolución.

Pero, además, Emiliano Zapata atendió con mucha dedicación las tareas para resolver las necesidades del colectivo social: auxilio económico, víveres, vestimenta y semillas para sembrar; abasto de leña, forraje y aparejos; resolución de diferendos sobre tierras, chinampas, bosques, agua, ganado, herencias y casas habitación; impartición de justicia, asuntos judiciales, funcionamiento recto de los ayuntamientos, educación y salud; operación de caminos, correo, telégrafo y ferrocarril; comercio, producción de las fábricas de azúcar, fábricas textiles y fábricas de papel, minas, construcciones.

Todo eso y mucho más consta en los archivos de Zapata, formado por miles y miles de documentos.

El trabajo organizativo que desplegó Emiliano Zapata y su equipo del Cuartel General fue enorme.

El general zapatista Serafín Robles dejó testimonio directo de cómo se establecieron las Fábricas Nacionales de la revolución campesina de México.

Escribió Serafín Robles:

A principios de 1915, al quedar el Estado de Morelos libre de tropas enemigas, la maquinaria de los 34 ingenios azucareros estaba en buenas condiciones.

El general Zapata, hombre habituado al trabajo, dispuso que por cuenta de la revolución trabajaran los ingenios. Inmediatamente, el general Zapata envió a la Ciudad de México personas que compraran lo que hacía falta.

Por ejemplo, bandas de cuero para las máquinas, ya que los combatientes zapatistas las habían tomado para hacerse huaraches; también los filtros, pues se habían empleado para hacer gabanes.

Y también en el extracto que presentamos sobre las jornadas de junio de 1915, donde refleja de manera verídica el proceso convergente entre las luchas del campo y la ciudad y donde de manera evidente se observan las decididas participaciones de las mujeres mexicanas en un contexto de guerra, hambruna, insurrección y voluntad de lucha, de clase, género y etnia, de los pueblos del maíz.

Dice Pineda en el libro 1915, Ejército Libertador:

“Municiones a Veracruz y frijoles a Nueva York. Las acciones directas de la multitud ocurrieron en las fechas que el Ejército Libertador había rechazado la ofensiva militar carrancista. Aquellos fueron días de extraordinaria lucha en las calles. La agitación y la disposición a pelear por la causa justa del pueblo eran elevadas tanto en la ciudad, como en la resistencia armada zapatista, y en el bando insurgente se habló de guerrilla social. Eso enardeció tanto a los roquistas, que las rebeldes urbanas fueron llamadas ‘mujerzuelas’; los trabajadores pobres, ‘boleros’; en conjunto, ‘populacho’. También, fueron borrados por la historiografía dominante. Y su memoria, la experiencia histórica de la revolución social en la ciudad de México, fue convertida en algo ‘inexistente’.

Jornadas de junio

La combinación del levantamiento urbano y la defensa armada de la capital fue el rasgo más peculiar de las jornadas de junio. En el mismo espacio y tiempo, los más humildes y los más oprimidos, en combate: las mujeres pobres contra la burguesía y el ejército de los campesinos revolucionarios contra el carrancismo. Con un añadido importante, era la capital de la república y tiempo de revolución.

Aquellas columnas multitudinarias de mujeres pobres pasaron de la defensiva a la ofensiva. Ya no acudieron a la asamblea parlamentaria, donde se les ofreció limosna, sino al Cuartel General del Ejército Libertador. Y ya no pidieron maíz, lo tomaron por medio de la acción directa. Si en 1911, la proclama del Plan de Ayala para restituir, confiscar y nacionalizar las tierras fue, abiertamente, un llamado a la insurrección campesina; ahora, en la capital, la confiscación masiva de los alimentos, en los hechos, era un llamamiento a la insurrección urbana. (Mapa 17)

En junio de 1915, surgió una situación insurreccional. Pero, no era la huelga política general de los obreros lo que generaba condiciones para el levantamiento urbano masivo, sino la fuerza de las mujeres y los campesinos, en las calles de la capital y en la línea de fuego. En esta coyuntura, el problema crucial de la insurrección urbana no era cómo ganar para la causa a un sector del ejército represor —como ocurrió en otras experiencias— sino cómo incorporar a los hombres trabajadores al levantamiento.

La huelga revolucionaria para ejecutar, en la capital, masivamente el Plan de Ayala y nacionalizar los bienes a los enemigos de la revolución estaba a la orden del día, igual que la defensa militar. Lo crucial no eran los alegatos doctrinarios. Más bien, los acontecimientos señalaban una posible ruta: ligar orgánicamente la fuerza de la insurgencia campesina con la rebelión de las mujeres y llamar a la huelga general como medio auxiliar para producir la insurrección.

El levantamiento general en la ciudad y la confiscación a los enemigos de la revolución, no eran una utopía; más bien, fue la acción masiva de las mujeres pobres en las calles. En los hechos, fue el punto más alto de un trayecto convergente, en las luchas del campo y la ciudad. Así lo indica un breve recuento de lo que se ha expuesto hasta aquí.

1. La convergencia de zapatistas y magonistas, así como el sector revolucionario de la Casa del Obrero Mundial y, también, impulsores de las luchas sindicales y femeninas: Dolores Jiménez y Muro, Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, Susana y Angel Barrios, Paulino Martínez, Antonio Díaz Soto y Gama, Santiago Orozco, Luis Méndez, Prudencio Casals, Miguel Mendoza López Schwerdtfeger, Rodrigo Gómez, Ignacio E. Rodríguez, Adolfo Santibáñez, Felipe Santibáñez, Enrique Bonilla, A. R. Galván y Raimundo Osorno Aguilar, entre otros.

2. El trabajo de los delegados surianos en la Convención, por el derecho obrero a organizar sindicatos, huelgas, boicot y sabotaje, así como por la emancipación de la mujer.

3. El trabajo político de los zapatistas, especialmente con obreros de Contreras, San Pedro de los Pinos y Tacubaya; con los obreros de la fábrica de calzado Excélsior, con el Sindicato de Maestros de Escuela, Sindicato Mexicano de Electricistas, Sindicato de Empleados y Obreros de la Compañía de Tranvías de México, Sindicato de Empleados de Comercio, Sindicato de Dependientes de Restaurant, Sociedad de Conductores de Carruajes Hijos de Hidalgo y su participación en el nacimiento de la CGT.

4. La formación de milicias urbanas dentro de las filas del Ejército Libertador, la Brigada del Sur, a cargo de Otilio Montaño y Leobardo Galván; la brigada Matamoros, el 8º regimiento de caballería de la brigada Cal y Mayor, el Regimiento Femenil y su Brigada Sanitaria.

5. La instrucción de las milicias urbanas, en las armas de infantería y caballería, así como en explosivos.

6. La organización de brigadas de información y propaganda, periódicos, mítines, desfiles, conferencias, obras de teatro y proyección de películas acerca de la explotación.

7. Sobre todo, la presencia combativa del ejército de los campesinos revolucionarios, el Ejército Libertador, en la capital de la república.

Esa trayectoria convergente de la revolución social arribó a su punto más alto, en junio de 1915. La situación insurreccional que se produjo era la condición necesaria para asumir los siguientes escalones revolucionarios: aplicar masivamente el Plan de Ayala en la ciudad y confiscar los bienes a los enemigos de la revolución, acaparadores y especuladores, que era la burguesía en masa; en consecuencia, estructurar órganos populares para el control de los alimentos y la producción.

Ese proceso revolucionario de los pobres del campo y la ciudad, a pesar de grandes dificultades, arribó a un punto en que se avizoraba otro horizonte histórico: la posible unidad orgánica del Ejército Libertador y el levantamiento urbano; la combinación de trincheras y barricadas para asumir conjuntamente la resistencia armada al carrancismo y a la burguesía. Incluso, para generar en la base social una vía revolucionaria opuesta al parlamentarismo inútil en que cayó la Convención. Tal es, en mi opinión, el significado histórico de las jornadas de junio y su principal enseñanza, la ausencia del paso decisivo en el momento insurreccional.

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Abril 2024, mes de luchas y unidad

Como lo hacemos cada mes, en abril recordamos a los compañeros que cumplían años en algún abril… como son la compañera Soledad, asesinada en San Miguel Nepantla, Estado de México y los compañeros Ricardo y Fidelino, desaparecidos en el mismo año de 1974 en la Laguna del Ocotal, Chiapas.

También recordamos con entrañable cariño, a la compañera y luchadora social Doña Rosario Ibarra de Piedra, quien “se nos adelantó” en abril 16, ya hace 2 años. Estaría triste de ver cómo a las Comisiones de búsqueda de desaparecidos, con nombres cortos y largos de sexenios anteriores, se suma una más, la llamada “Comisión de verdad y justicia” que, a según “diferente” a las anteriores, iba a dar razón de nuestros desaparecidos políticos y al cabo de este sexenio dizque “diferente”, hizo lo mismo: no hacer nada, y trajo a los familiares de los desaparecidos de dependencia en dependencia, de reuniones privadas a públicas, de oficinas de organizaciones de derechos humanos, chicas, medianas y grandes, de pláticas con funcionarios de todos los tamaños, en un lado y en otro, de defensores de derechos humanos a periodistas dizque comprometidos haciendo entrevistas; en fin, diría ella –del tingo al tango-.  Y con su ejemplar trabajo cientos y miles aprendimos la justeza de su lucha y nos sumamos al reclamo de…

¡Vivos se los llevaron!,!Vivos los queremos!

Además, y algo muy grave, es que el Estado adoptó la política de desaparecer a los desaparecidos, al reducir la lista de las víctimas y pensar que con ésta medida engaña a los familiares.

También en abril, hace 39 años, el estado mexicano, la Dirección Federal de Seguridad, “desaparece” al hijo de Doña Rosario, Jesús Piedra Ibarra, con lo que ella empieza el peregrinar y va encontrando a más y más madres buscando a sus hijas e hijos, con lo que el número de madres y familias siguió creciendo hasta conformar el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, Eureka. Recordamos que, en su momento, Doña Rosario exigió a López Obrador hacer realidad el reclamo de encontrar a los desaparecidos al entregarle la medalla Belisario Domínguez, su silencio ante esta solicitud, a la fecha, no ha tenido respuesta…

“No quiero que mi lucha quede inconclusa. Es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares”.

Rosario Ibarra de Piedra

Y entre sus pendientes, también le esta quedado sin resolver la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, a escasos meses de terminar el mandato de la Cuarta Transformación, que mantiene intocable al ejército.

Los fuegos y las aguas

Las montañas de México se incendian, la temperatura política aumenta y no solamente por los tiempos electorales o por que la derecha actúe, sino sobre todo porque desde abajo surgen e insurgen las demandas de siempre, ahora no sólo incumplidas por promesas electoreras de, esas sí, politiquerías que sólo llevan a ocupar puestos y presupuestos y claro, no son ni conservadoras ni de derecha, ni están por intereses; son demandas que en cualquier lugar del mundo, aquí y en China, son derechos y demandas fundamentales para los pueblos y los trabajadores.

Poco o nada ha variado con el cambio de color de la administración, que no de régimen, y mucho menos de sistema capitalista, de modelo neoliberal, pues ni siquiera las astillas más filosas del neoliberalismo se han podido limar, ni el 90% de las promesas. Todo apunta a la continuidad del desarrollismo entreguista de territorios y trabajadores de un país colonizado y dependiente, con saqueo y la militarización, con el infame tortuguismo para resolver los gravísimos casos diarios de violación de los derechos humanos y la creciente impunidad acumulada y soportada por comisiones que buscan un salario y no la verdad ni la justicia, la indolencia de la falta de justicia y las complicidades de un régimen corrupto que no acaba de terminar sino que continúa, aunque las editoriales oficiales y centros de supuesta investigación de amigos publiquen sendos textos y pronuncien en grandes foros a modo que el neoliberalismo ya terminó, que vendrá un segundo piso y que estamos casi en la 8T. Asómese a la calle y verá que la policía sigue multando y extorsionando, golpeando y desapareciendo, asesinando, en todo el territorio nacional sea de un color u otro color de gobierno, vea a las mujeres luchar y acuerparse, vea a los pueblos unirse, vea a trabajadores hambrientos y migrantes abandonados, maltratados, extorsionados, vea la realidad y no las cifras que maquillan y blanquean, vea el dolor y no sólo negocios, escuche a los puebles y no sólo las desveladas y adormecidas declaraciones a modo para públicos mancos y miopes que cómodamente escuchan y vuelven a dormir pasada la mañana de 9 a 12.

Los fuegos y las aguas ahora señalan el mar de luchas legítimas que sobreviven acusadas de ser conservadoras o contrarias al color del presupuesto repartido en migajas para disfrazar los verdaderos avances del capitalismo. Esas aguas y esos fuegos llegado el día que se agoten las caridades serán huracanes de movimientos por la liberación de los pueblos a nivel nacional y con horizonte revolucionario. No será un pliego petitorio ni una lista de demandas, sino los pueblos organizados y movilizados para crear un nuevo ciclo de vida, desde las cenizas en las que el país entero ahora se encuentra, aunque estemos al nivel de Dinamarca en salud o que seamos una potencia que baja 10% la paridad del dólar. Y sí hablamos de individuos y proyectos, de proyectos y tendencias, aquí exigimos trabajo y no sólo becas, derechos y no descalificaciones, defensa de territorios y no programas de deuda de semillas y vigilancia de explotación por unos cuantos pesos, empleos serios y no ofertas de policía, guardia o ejército, comunicaciones y no negocios, justicia y no cantaletas de soberbia, proyectos y no individuos ansiosos de poder, principios y no cuotas electorales aliadas a verdugos de ayer y hoy.

Ahora son tiempos de sequía que anuncian fértiles frutos de nuevas y futuras épocas. Son tiempos de organizar y planear, encontrar y seleccionar las mejores semillas que mañana habrán de sembrarse. El tiempo es largo, muy largo y serán muchos los esfuerzos e intentos, abonando las tierras con ideas y trabajos que habrán de cosechar otros en un tiempo futuro que como el horizonte se alcanza a ver, y que quedará en la memoria de los principios y los hechos. Son tiempos de urgente unidad a largo plazo, de necesaria articulación de las luchas, de coordinación y sobre todo de principios.

En ello hay experiencias ejemplares; por ello en abril recordamos las palabras que Francisco Pineda escribiera y presentara el 8 de marzo de 2016, en una de las decenas de exposiciones públicas de sus valiosos trabajos por conocer la historia desde sus propias fuentes y desde el sentido y significado de los propios pueblos.

Aquí presentamos un extracto de una de ellas, pues su palabra continúa entre nosotros:

(…) “El año de 1914, México vivía una situación revolucionaria. Al destrozar al ejército federal y derrocar a Victoriano Huerta, la rebelión cruzó el umbral del antiguo orden y abrió nuevos horizontes”.

(…)

Cuartel General en Tlaltizapán, a 29 de mayo de 1916.

Y la lucha sigue: de un lado, los acaparadores de tierras, los ladrones de montes y aguas, los que todo lo monopolizan, desde el ganado hasta el petróleo. Y del otro, los campesinos despojados de sus heredades, la gran multitud de los que tienen agravios o injusticias que vengar, los que han sido robados en su jornal o en sus intereses, los que fueron arrojados de sus campos y de sus chozas por la codicia del gran señor y que quieren recobrar lo que es suyo, tener un pedazo de tierra que les permita trabajar y vivir como hombres libres, sin capataz y sin amo, sin humillaciones y sin miserias.

Cuando esto se haya logrado, cuando el campesino pueda gritar: “soy hombre libre, no tengo amos, no dependo de nadie más que de mi trabajo”, entonces diremos los revolucionarios que nuestra misión ha concluido, entonces podrá afirmarse que todos los mexicanos tienen Patria, entonces será grande el pueblo, poderosa y respetada la República.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley.

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Compañero Teniente. I. Jaime

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos. 

El pasado mes de enero falleció el compañero Martín Trujillo Barajas (Teniente I. Jaime), compañero que nos acompañó durante varios años en los diferentes quehaceres de nuestra organización revolucionaria.

Sumó sus esfuerzos desde los años de 1986 y 1987, en que pasa a formar parte de las filas del EZLN y tiempo más tarde es destacado al Frente Paracentral.

En 1995 se le presenta un problema de cáncer, que lo lleva a ser intervenido quirúrgicamente. Estaba en franca recuperación cuando el traidor Salvador Morales Garibay roba dinero, delata los nombres de los dirigentes, tanto de las FLN como del EZLN, y no sólo eso, sino que también denuncia nombres de pueblos, campamentos, nombres de responsables que eran compañeros, colaboradores y también señala y guía al ejército federal, Dirección Federal de Seguridad y demás policías estatales, a locales y talleres de la organización que se encontraban en diferentes partes del territorio nacional, entre ellos el taller de armería de Yanga, Ver.

Ahí, el T.I. Jaime, que convalecía de su operación, es hecho prisionero y salvajemente torturado, al igual que los demás compañeros detenidos en diferentes casas y locales de la organización. Son enviados a diferentes penales en la Ciudad de México, donde pasan alrededor de dos años privados de su libertad. Todos ellos fueron conocidos como los “presuntos zapatistas”.

Al través de la solidaridad de la sociedad civil y sus abogados, lograron salir en libertad y durante todo este tiempo, el compañero T.I. Jaime continuó con sus tratamientos para el cáncer hasta el día 21 de enero de 2024, en que pierde la batalla que libró por muchos años contra la enfermedad.

Sirvan estas palabras como respeto a su trabajo y un abrazo a su familia, porque el compañero Jaime fue consecuente en su convicción de Vivir por la Patria o Morir por la Libertad.

¡VIVIR POR LA PATRIA O MORIR POR LA LIBERTAD!




8 de marzo, nuestras luchas

8 de marzo, nuestras luchas.

“Yo soy de aquí, nací en los campos, 
yo soy de aquí, de esta tierra, 
de sol, montaña y mar, de luna primaveral
yo lucharé mi tierra hermosa, 
yo lucharé hasta la muerte
Y no permitiré, que el tirano brutal,
con su brazo infernal
destruya, mi inmenso mar…”
Yo soy de aquí. Taoné. Cantos de la lucha de Puerto Rico.


Este 8 de marzo, nuestros cantos de libertad retumban los muros de la opresión, la miseria, la desigualdad social son resultado del modo de producción que crea formas específicas de reproducción social, ideológica, económica, política, de explotación y acumulación de riqueza, por tanto, como lo han dicho antes nuestras compañeras, reconocemos que la lucha es de clase, no de sexos.
En nuestro México se asesina a 11 mujeres al día, y ocurren 192 lesiones dolosas contra las mujeres al día, para quienes somos mujeres, trabajadoras en las ciudades, en el campo, en cualquier localidad, migrantes, o si pertenecemos a algún pueblo originario estas condiciones se recrudecen con racismo, falta de acceso a servicios de salud, educación, vivienda, trabajo digno… en tales circunstancias comprendemos que podemos vivir con miedo como recurso de supervivencia a la esclavitud, la colonia, al capitalismo, a la violencia, a la muerte… pero somos más que víctimas o mujeres que vivimos con miedo, somos revolucionarias conscientes que hemos sobrevivido y resistido a estas formas de dominación en el campo, en las ciudades, en las montañas y los mares.
Por esta tierra cantamos, por esta tierra luchamos.
Por nuestra voz hablará la tierra. Llegará el tiempo, en que la ira y odio del tirano no nos matará, no vamos a desaparecer, venimos en todos los colores de los más de 476 millones de nuestros pueblos originarios en todo el mundo, hablamos nuestras lenguas maternas, venimos en todas las tonalidades de la ira como las hermanas Palestinas, tenemos la negritud en nuestras venas, en la piel y en el corazón, rugimos como el viento como las estudiantes, sembramos vida en los campos y navegamos en la mar, herreras somos, costureras, cocineras, curanderas, poetas, maestras, médicas, escritoras, revolucionarias latinoamericanas, kurdas, africanas…cantamos por la libertad y la vida, contra la opresión, en todas partes existimos. Nuestra memoria de revolución y conciencia pervive y se fortalece, a nosotras nada nos han dado, la conquista de nuestros derechos como mujeres ha sido una lucha histórica y de clase.
Luchamos por erradicar un sistema económico capitalista, por la liberación nacional, por la abolición de las desigualdades, contra la violencia sistémica y machista que se ejerce contra nosotras en todos los ámbitos y sectores por transformaciones políticas, económicas, culturales, ecológicas, por la plena equidad de derechos entre las personas de todas las preferencias o condiciones sexuales y libre elección sobre nuestro cuerpo, por nuestros derechos biológicos, incluido el aborto, a elegir si tenemos hijos o no, o bien cuántos hijos queremos tener.
Respetamos la pluralidad, valor y necesidad de los movimientos feministas, y de las luchas de las mujeres pues todas padecemos la violencia sistémica, por ello, nuestra lucha es permanente, siempre con un horizonte, nacional, revolucionario e internacionalista.
Convocamos a todas aquellas mujeres que deseen organizarse o continuar con sus procesos organizativos a que construyamos espacios de articulación y encuentro que sumen a la lucha que desde las mujeres realizamos, con la escucha que se requiere y el acompañamiento desde los distintos espacios de trabajo.

Compartimos el pronunciamiento de las luchas de las mujeres de la CMPFLN




La Batalla de Sacramento

A nuestro correo de info@lacasadetodasytodos.org llegó la siguiente CORRESPONSALIA sobre La Batalla de Sacramento, librada el 2 de marzo de 1847, en Sacramento, Chihuahua, donde 30 chihuahuenses cayeron en una batalla desigual y el ejército norteamericano continuó su marcha hacia el centro del país después de tomar la ciudad de Chihuahua.

“El cielo marcaba girones escarlatas y los campos se regaban de sangre chihuahuense,

los centauros caían, los caballos en loco tropel galopaban sin jinetes, con las tripas arrastrando…

Olía a bosta, a trilita, a pólvora y a sangre; las aguas cristalinas, de por sí aguas montañesas

del Río Sacramento, se tiñeron de color albáceo… Mujeres, niños y ancianos recogían a sus muertos…

En el cementerio se enterraban los asesinados a mansalva”

Crónica de Manuel López Chacón

El intervencionismo armado de los Estados Unidos con el fin de ampliar su poderío y extender sus fronteras, ha sido una política permanente desde su fundación en 1600 con la anexión de las primeras 13 colonias, que para 1760 registraban una población de 2.5 millones de personas.

Amparado en el Destino Manifiesto, que atribuye derechos divinos de dominio y control sobre el resto del mundo, el imperio norteamericano se arrogó el papel de “protector de los países indefensos ante la invasión de países extraños”.

La primera anexión colonialista después de las 13 colonias fue en 1803, cuando Estados Unidos compró a Francia el estado de Luisiana por un precio irrisorio de 15 millones de dólares. La segunda anexión fue Florida, cedida por España en 1819 y la tercera correspondió a Texas en 1820, como parte de una concesión solicitada a la corona española para el asentamiento de 300 mil familias de Missouri. El virreinato autorizó la petición con tres condiciones: las familias debían convertirse al catolicismo, hablar español y no tener esclavos.

Las garras del imperio estaban listas para dar su zarpazo en México, a quien declaró la guerra en 1846 con el propósito de adueñarse de gran parte de su territorio. Un personaje reconocido por la historia como traidor al país (Antonio López de Santa Ana), facilitaría la tarea expansionista gracias a su cobardía y torpeza política. En 1824, el gobierno mexicano centralizó funciones y dio un golpe al federalismo al prohibir armamento a los estados, lo que dio el pretexto a los texanos para declarar a Texas república independiente.

Durante el periodo de 1836 a 1846, México vivió una profunda inestabilidad política, que se reflejó en rápidos cambios en la Presidencia, ocupada por 19 mandatarios durante en ese lapso. El caos fue aprovechado por Estados Unidos para declarar la guerra a México en 1847 y dar continuidad a su política expansionista. Con 2 mil soldados armados, la primera tarea fue tomar Santa Fe, Nuevo México, sin necesidad de disparar un solo tiro, por la superioridad numérica y calidad de armamento frente a los oponentes. Este suceso afectó la moral de los mexicanos, que perdieron la primera batalla sin haberla peleado.

Seis meses después, el ejército norteamericano continuó su avance hacia el estado de Chihuahua. El 21 de diciembre de 1846 ocupó Paso del Norte (Ciudad Juárez-El Paso) en un combate que dejó once bajas del lado mexicano y ninguno del ejército invasor. De nueva cuenta, los mexicanos fueron derrotados al tener pocos efectivos mal armados y con escasa preparación.

El 8 de febrero, la fuerza del coronel Alexander Doniphan formada por 924 soldados y 300 civiles, partió de El Paso del Norte hacia Chihuahua. El mayor Samuel Owens hizo que los civiles formaran un batallón junto con la caravana de 312 vagones. El 25 de febrero llegaron a la Laguna de Encinillas, donde se enteraron de que las defensas chihuahuenses estaban preparadas para enfrentarlos.

En la ciudad de Chihuahua, la tensión crecía ante la inminente llegada de los invasores, ya que la zona era de paso obligado en la ruta hacia la Ciudad de México. El general Angel Trías -gobernador del estado-, junto con organizaciones populares que le apoyaban, pidieron apoyo de armamento al gobierno federal para enfrentar con éxito al ejército norteamericano, pues como recordamos, años antes Santa Anna había prohibido a los estados armarse. Pero no obtuvieron respuesta. Sólo quedaban tres opciones: rendirse y huir, declararse “neutrales” -como lo hicieron otras entidades para permitir el avance de los agresores- o defender el territorio. Los habitantes de Chihuahua decidieron por la tercera opción, a pesar de las tremendas desventajas en que estaban.

Durante varios meses, los chihuahuenses recopilaron fusiles y reclutaron a voluntarios para la defensa de la zona. Se reunieron 700 caballos y 70 hombres del 7º. Regimiento de Infantería, 250 hombres del Batallón Activo de Chihuahua, 180 de la Guardia Nacional, 50 hombres del Escuadrón de Durango, 10 piezas de artillería y 106 caballos más del escuadrón duranguense. Se disponía de más de mil 500 hombres contra Alexander Doniphan y su ejército.

El 28 de febrero de 1847, los valientes patriotas chihuahuenses mal armados y muchos de ellos sin preparación militar, avanzaron hacia el rancho Sacramento, ubicado en el kilómetro 28 al norte de la ciudad de Chihuahua.

Sin apoyo del gobierno federal, en condiciones de desventaja frente a un ejército bien entrenado y armado, que no había sufrido baja alguna en su avance y que contaba con provisiones y armamento moderno, los lugareños trataron de impedir el avance enemigo.

“Centuriones Chihuahuenses, clásicos productos de la estepa árida, parapetados repelieron la invasión, y en verdaderos actos de heroísmo, con la reata y a galope tendido lanzaban las ametralladoras, provocaban polvaredas con ramajes uncidos a sus caballos para dificultar la visión, y, desde puntos estratégicos, “venadeaban” a las primeras filas. Pero los rifles de repetición Winchester, que eran increíbles y novedosos, repetían los tiros con un sólo cargador y ametralladoras y cañones de corto y largo alcance acabaron con la muchachada”, cita Manuel López Chacón en su artículo titulado La Batalla de Sacramento.

Aunque los oficiales y jefes mexicanos trataron de evitar la desbandada de las tropas, sus esfuerzos fueron en vano y tuvieron que retirarse a sus posiciones con sus heridos. A pesar de ello, la caballería mexicana comandada por Ángel Trías Álvarez y por el general José Antonio Herrera, efectuó varias cargas que casi lograron la victoria, hasta que artilleros estadounidenses lograron apoderarse de un cañón con el que abrieron fuego contra los mexicanos, acción que terminó con la resistencia.

La derrota fue inevitable: 30 chihuahuenses caídos en una batalla desigual permitieron al ejército enemigo continuar su marcha hacia el centro del país después de tomar la ciudad de Chihuahua sin resistencia posterior. Algunos historiadores confirman que los espías norteamericanos tuvieron un papel relevante en el éxito del ejército invasor, que tiñó de sangre el campo chihuahuense con la flor y nata de nuestra juventud.

El 2 de marzo de 1847, el ejército norteamericano continuó su marcha hacia el sur del país, acción que culminaría con la toma de la Ciudad de México los días 14, 15 y 16 de septiembre de 1847.

La infame desmemoria oficial nunca hizo ni hará honor a los combatientes caídos en Sacramento, donde hoy luce como recuerdo de los combates un deslucido obelisco sin placa, sin nombres, sin mención de la batalla, que no transmite nada del sentimiento y respeto hacia los chihuahuenses que sabiendo que iban a una muerte segura, pusieron su pecho a las balas asesinas. Sólo un obelisco-falo que parece mojonera en un sitio de enorme trascendencia para la historia de México. Pero el pueblo nunca espera nada de los gobernantes, que sabemos son como veletas que apuntan en la dirección que les conviene.

Como resultado de ésta guerra expansionista, México perdió el 55 por ciento de su territorio: un millón 370 mil kilómetros cuadrados de superficie. Los territorios arrebatados por el imperio corresponden a los estados de California, Nevada, Utah, New México, Arizona, Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming.

Hoy, a 177 años de la Batalla de Sacramento recordamos uno de los hechos heroicos poco valorados y conocidos que marcan una huella profunda en la historia de las luchas y movimientos populares de México y América Latina. Los pueblos jamás olvidan.

Fuentes:

https://www.lhistoria.com/mexico/batalla-de-sacramento
https://panchovillamx.com/la-batalla-de-sacramento/
https://academia-lab.com/enciclopedia/batalla-de-sacramento/
La Batalla de Sacramento por M. López Chacón
https://www.alaingarcia.net//conozca/audiolibro_batalla_sacramento.php




Marzo mes de las flores: Dení, Flor en otomí, Soledad, y Murcia… ¡Por siempre en nuestros corazones!

¿qué podemos saber las mujeres sino filosofías de cocina?

Bien dijo Lupercio Leonardo,

que bien se puede filosofar y aderezar la cena.

Y yo suelo decir viendo estas cosillas:

Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito (…)”.

Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, 1690. Sor Juana Inés de la Cruz

Marzo ahora se dice por todos los medios de comunicación que es el mes de las mujeres. No hay duda que se ha ganado a pulso y a base de seguir el ejemplo que no debemos olvidar de lo ocurrido en otros marzos… el 8 de marzo de 1857, cuando por primera vez, mujeres que trabajaban en la industria textil en Nueva York organizaron una huelga protestando por sus condiciones laborales. 50 años después, en 1908, 15,000 obreras marcharon en la misma ciudad exigiendo ¡Pan y Rosas! (aumento de salario y mejores condiciones de vida). Para 1909, un año después, también en marzo, trabajadoras textiles (costureras industriales) se habían declarado en huelga. Luchaban por sus condiciones laborales, aumento de salarios, reducción de la jornada laboral a 10 hrs. y fin del trabajo infantil; durante esta huelga pacífica, 129 mujeres murieron calcinadas en la fábrica Cotton Textile Factory, en un incendio provocado por sus dueños los señores Max Blank e Isaac Harris, y es hasta 1910 que Clara Zetkin propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la mujer que lucha, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres organizadas contra la explotación capitalista. Muy fácil es ahora olvidar su origen y cambiar el sentido de la lucha… de ser producto de una lucha de clases, a solo verla como una lucha de género….

No hay duda que dentro de nuestras luchas debemos sumar una nueva…  una lucha que nos ayude a modificar toda una cultura que se ha venido desarrollando patriarcal y abusiva y no solo eso… agresiva y hasta criminal a más no poder… y debemos librarla, organizarla, practicarla y llevarla adelante… y ya no más permitirla… pero no perdernos en solo practicar lo segundo…. pues la lucha de clases continúa, el capital con sus múltiples rostros y poderes explota a los trabajadores, sin importar géneros

En las FLN, marzo nos llama a recordar a la compañera Anita, joven internacionalista que ayudó a nuestra organización en los difíciles trabajos de los años 70’s y a la compañera Lucha… primer mujer en integrarse a la clandestinidad en esos mismos años.

Junto a ellas, tenemos que recordar al compañero Alfredo, quien muere un 7 de marzo de 1975, producto de un lamentable accidente. Fundador de las FLN, que con su trabajo se destacó como formador moral de la organización. Todos los recordatorios y escritos de compañeros que lo conocieron demuestran la firmeza de sus convicciones. Tocaron a él tiempos muy difíciles como fue la pérdida de los primeros compañeros y el inicio de la búsqueda de los compañeros desaparecidos políticos de la Laguna del Ocotal. La tristeza no le hizo perder lo digno de la lucha.

No hay duda de la firme convicción de Alfredo en cuanto a la seguridad y la confianza que brindó a quienes en esos años convivieron con él para iniciar la difícil búsqueda de los compañeros en la Selva Lacandona, lugar a donde no falló, ni un sólo día en buscarlos, primero en las fechas acordadas y posteriormente de manera permanente. Su ejemplo fue motor para toda la organización de aquellos años para volver a las montañas y buscarlos en cada rincón que se pudiera, al grado tal de continuar la búsqueda en la montaña hasta el último día de su vida.

Compañeras que en esa época mantuvieron viva esa convicción fueron, por un lado, Lucha quien lo acompañó a la montaña en 1976 y después participó en muchísimos trabajos necesarios en aquellos años, así como Aurora, quien también apoyó con esa misma convicción hasta 1975 que es asesinada por el Ejército Federal en Cárdenas, Tabasco.

Ambas compañeras ayudaron sin lugar a dudas, en múltiples tareas, desde el acompañamiento en los viajes, dando vida “de familia” ante el vecindario cuando hacía falta quedar escondidos más de una docena de compañeros en una casa, donde no podían ni asomarse por la ventana. Animando en momentos donde la tristeza y el “temor” normal que se produce cuando te toca vivir momentos de incertidumbre y represión por parte del enemigo, y que puede volverse terror paralizante que te impida conservar la paciencia y la disciplina tan necesaria en momentos como esos.

La compañera Aurora, recabando colaboraciones, dando explicaciones a quienes por temor a la represión era más cómodo y fácil dejar de ayudar en los encargos tan necesarios en esos momentos, donde una lata de sardina servía de plato y las puertas de los closets servían de “cama” para aislar un poco el cuerpo del frío de los mosaicos a la hora de dormir.

Se podrían enumerar un sinfín de situaciones que se vivieron… pero la mística que Alfredo pregonaba y que las compañeras multiplicaban… tuvo mucho que ver en la manera de salir adelante en aquellas difíciles situaciones.

Otra compañera que enfrentó con éxito la soledad de la cárcel fue la compañera Elisa, después de la detención, los interrogatorios y la tortura, quedar “sola” en la cárcel… también requirió de convicción y firmeza revolucionaria. Valores que no se aprenden en ningún libro… solo los procesos revolucionarios te brindan la oportunidad de vivirlos y aprenderlos en su entera dimensión.

Por todos esos aprendizajes… bien decía el compañero Alfredo parafraseando a Martí… refiriéndose a los “retoños” de color verde-nuevo, que nacen de un tronco podrido, “eso somos o aspiramos a ser nosotros… los retoños de la vieja sociedad”, y tenemos muchas cosas que aprender.

En este 8 de marzo histórico y de lucha, nombramos a nuestras compañeras, las que nos precedieron con su ejemplo, determinación y valentía, a todas las mujeres que se organizan y luchan, que resisten, defienden y construyen vida. Desde el río hasta el mar, abrazamos la lucha de liberación en las tierras palestinas, sea hoy, nuestra respiración y latido para nombrar a las miles de mujeres y niñas que están resistiendo por su vida, por la vida toda, como ayer y por el mañana. Luchamos por la liberación de todos los pueblos de la tierra madre, compañeras, mujeres, hermanas, camaradas, hijas, madres, trabajadoras, todas las mujeres revolucionarias, abrazamos sus luchas, y junto con ellas seguimos llamando a todo ser humano que haga suyos estos ideales revolucionarios en cualquier país… es decir, a ¡Vivir por la patria! o ¡Morir por la libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




14 de febrero 1974-2024 50 años

Recibimos Comunicado 2/2024 del Comité Central del Partido Fuerzas de Liberación Nacional, que transcribimos íntegro.

Comunicado No 2/2024

14 de febrero del 2024

Este 14 de febrero del 2024 se cumplen 50 años de la violenta e ilegal agresión del Estado Mexicano contra militantes de las Fuerzas de Liberación Nacional que causó la muerte de 2 compañeras (Cra. Ma Luisa y Cra. Soledad) y de 3 compañeros (Cro. Salvador, Cro. Manolo y Cro. Gabriel).  Además, haciendo uso ilegal del ejercicio del poder, utilizando al Ejercito mexicano y la Dirección de Federal de Seguridad, el Gobierno de Luis Echeverría Álvarez cometió crimen de estado de desaparición forzada contra nuestra compañera Murcia y nuestros compañeros Manuel, Héctor, Ricardo, Alfonso, Tomás y el compañero maestro Fidelino.

Implicó además la persecución, encarcelamiento, amenazas, golpes, torturas, espionaje, amedrentamiento a familiares y vecinos en zonas urbanas y rurales, en claro terrorismo de Estado contra la población.

Esta agresión contra nuestra organización creó un momento de crisis, de existencia, de reorganización, pero, sobre todo, jugó un papel crucial en la naciente idea revolucionaria diseñada y guiada por nuestros compañeros fundadores.

Ese anochecer del 14 de febrero, en Nepantla, días más tarde en la Selva chiapaneca y después en otras partes del país, ellas y ellos, nuestros militantes, se encontraban en un proceso de preparación para reclamar el futuro que tantas veces se la había negado a los pueblos explotados y comunidades marginadas a lo largo y ancho del país.

En la víspera de la traición y la agresión, los compañeros responsables de las FLN habían ya hecho un claro diagnostico político-económico-ideológico-militar de cómo se encontraba la lucha de clases en México, y las conclusiones para ellos eran contundentes:

1.- Que la pobreza se extendía rápida y exponencialmente por el país, y que la solución a ella no podía entenderse sin una rigurosa valoración/análisis de clase. Es decir, que el Estado Mexicano, en ese momento estaba en tránsito hacia la política económica neoliberal, que facilitaba la acumulación de las riquezas del país en caciques, hacendados, empresas nacionales y extranjeras y que esto privilegiaba a unas cuantas familias, a expensas de la explotación y empobrecimiento de campesinos, indígenas, obreros.

2.- Que el populismo y el dichoso “modelo de desarrollo compartido” del gobierno en turno, el de Luis Echeverría Álvarez (hoy comprobado, agente pagado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), era solo un intento de embellecer al capitalismo y aparentar la democracia en nuestro país.

3.- Que el Estado usaría, de manera legal o ilegal, su aparato de represión para aplastar cualquier intento de disidencia crítica o de organización, que amenazara este modelo de capitalismo populista. Fue tan brutal la represión de esos años, que México entró, desde ese entonces, en una etapa que históricamente se le conoce como “Guerra Sucia” donde el asesinato y la desaparición forzada se hicieron política de Estado, encabezada y llevada a cabo por el Ejército Mexicano y los aparatos de inteligencia y contrainsurgencia.

4.- Que el Estado Mexicano estaba a merced y bajo el control de políticas imperialistas, en donde el diseño de la económica nacional no se discutía con los mexicanos, sino que dependía de las necesidades de grupos, empresas y corporaciones internacionales, específicamente gringas, que ya presionaban al país para hacer los necesarios ajustes estructurales que profundizarían el despojo y la pobreza en los años por venir.

Estos elementos de análisis de la realidad ayudarían a que las FLN llegaran a la conclusión más relevante e histórica; la necesidad imperante de realizar y llevar a cabo un plan revolucionario nacional que organizara comunidades, que desarrollara cuadros político-militares, que acumulara fuerzas en silencio, que formara política y técnicamente, que construyera una organización político-militar en silencio, y preparara un levantamiento popular de liberación nacional en México que llegara a transformar radicalmente las estructuras político-sociales-económicas del país.

Con estas valoraciones en mente, con su amor hacia el pueblo mexicano, y sobre todo con su lealtad al lema de las FLN, el de Vivir por la Patria o Morir por la Libertad, nuestras compañeras y compañeros respondieron a la agresión de una forma digna y ejemplar.

La violenta agresión implementada contra las FLN, buscaba su exterminio y no lo lograron. Es un hecho que, en San Miguel Nepantla, Estado de México y en la Selva Lacandona en Chiapas, se dieron heroicos actos de resistencia de nuestros militantes. Pero no sólo fue ahí, situaciones parecidas, a otro nivel, también se dieron en Monterrey y Distrito Federal (hoy Ciudad de México), se implementó vigilancia en los estados de Puebla, Veracruz y Tabasco, y cuando se creía por parte del Estado mexicano y sus aparatos policiaco-militares, que las FLN habían sido derrotadas, y que solo quedaba un puñado de hombres y mujeres golpeados y desmoralizados, sucede exactamente lo contrario. La virulencia del ataque de 1974 renovó la fuerza y la determinación de aquellos quienes quedaron vivos en nuestra organización. Sea concentrados en una casa de seguridad o presos, como los compañeros sobrevivientes de Nepantla, ya no solo de trataba de continuar la lucha, sino que esa rabia se convirtió en un deber revolucionario, una obligación militante, continuar con el legado y ejemplo de las compañeras y compañeros caídos en Nepantla, y  buscar, con esperanza infinita, a nuestros compañeros desaparecidos por el estado mexicano, por haberse atrevido a disentir del mal gobierno y responder a la agresión y la persecución,  que esa persecución siguió años después, siguió también la resistencia, hoy en el escenario de militarización nacional y mundial con pueblos enteros que padecen los terrorismos imperialistas, colonialistas y estatistas en Medio Oriente, Asia, África, América, Europa y Oceanía, con millones de migrantes perseguidos, con miles y miles de madres que buscan a sus hijos e hijas, que existen presos políticos y pueblos acorralados por la complicidad Estado- delincuencia, que existen presos por defender sus territorios y sus culturas, que sigue estando abierta la herida que la guerra sucia ha dejado y la impunidad se mantiene, que no hay avances concretos en la justicia a las víctimas.

Ellas y ellos, pocos primero, los que quedaron, y muchos más después, los que decidieron seguir el ejemplo, mantuvieron viva la idea revolucionaria, reconstruyeron las redes destruidas y las fortalecieron, prepararon cuadros militantes en el campo y la ciudad, burlaron una y otra vez más a las instituciones policiacas, militares y de inteligencia, y se sumieron en el más profundo silencio organizativo que prepararía las siguientes etapas de la lucha de liberación en México.

Y quizás lo más importante de todo esto, es que, a pesar de lo doloroso y brutal del ataque en 1974, las FLN no fueron destruidas, las FLN no se rindieron, y ahora a 50 años de distancia, en el año 2024, podemos decir con dignidad y responsabilidad revolucionaria….

¡QUE NO NOS EQUIVOCAMOS!

… que tomamos el camino correcto, que las enseñanzas y ejemplos de mujeres y hombres que han dado su vida en 1974, antes y después, nos sirven como estímulo, como aliciente para continuar el camino y lograr alcanzar la liberación de nuestros pueblos en México.

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Comité Central del Partido Fuerzas de Liberación Nacional

Febrero de 2024.




Estalla huelga en la industria automotriz

A nuestro correo de info@lacasadetodasytodos.org llegó la siguiente CORRESPONSALIA sobre la huelga en AUDI, que muestran acciones y esfuerzos de los trabajadores en la industria automotriz. En este caso, la huelga surge de una negociación que tuvo una consulta con la base trabajadora… y es importante que se conozcan esos procesos para estar informados. Son más de 4,000 trabajadores quienes se mantienen en pie de lucha. La huelga en la armadora estalló a las 11:00 horas del pasado 24 de enero y se han dejado de producir alrededor de 750 vehículos SUV q5 POR DÍA, es decir, que ya son más de 5,250 coches que se han dejado de ensamblar por el citado conflicto.

C or r e s p o n s a l í a

El 22 de enero pasado, en San José Chiapa, Puebla, trabajadores afiliados al Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi México (SITAUDI) llevaron a consulta el ofrecimiento de aumento salarial del 5% que les hiciera la trasnacional Audi de México en respuesta a su demanda por el 15.5% de mejora en sus contraprestaciones; el resultado fue abrumador, de una planta de más de 5 mil trabajadores, un total de 3,090 manifestaron su voto en contra de aceptar la flaca propuesta de la patronal.

Tras los resultados del ejercicio de consulta el sindicato mayoritario llamó a sus agremiados a la huelga, la cual dio inicio en punto de las 11:00 horas del miércoles 24 de enero. La organización sindical mediante un comunicado estableció la ruta a seguir para ese día, los trabajadores en turno deberían abandonar sus puestos de trabajo, mientras que una guardia de trabajadores debería salvaguardar la entrada de la empresa y mantenerla cerrada. A partir de ese momento se harían presentes las banderas rojinegras.

La consulta que precedió a la huelga se inscribe dentro de los llamados procedimientos de democracia sindical que impulsó la reforma laboral de mayo de 2019, que como en el caso buscan investir de legitimidad a las negociaciones entre la representación de los trabajadores y la patronal cuando se busque establecer un contrato colectivo o convenio de revisión.

Tales procedimientos democráticos responden a una exigencia histórica por parte del movimiento obrero de nuestro país por contar con una vida sindical más participativa, alejada de las viejas prácticas del sindicalismo charro que negociaba a puerta cerrada con la patronal.

Por su parte, el emplazamiento a huelga por parte de los trabajadores afiliados al SITAUDI se da en el marco de una inflación que alcanzó el 4.66% en nuestro país al cierre del 2023, situación que merma la capacidad adquisitiva del salario; mientras que la industria automotriz en México se recupera positivamente de los efectos de la COVID-19 con buenas perspectivas de crecimiento para el año 2024.

Los trabajadores de la industria automotriz vuelven a dar la lucha en contra de las injustas políticas salariales de las corporaciones trasnacionales que buscan la mano de obra mexicana por su calidad y bajo costo. Para tener una idea, la mano de obra mexicana representaba tan solo el 3% del costo de producción de un automóvil, mientras que en Estados Unidos este costo representa el 13%. Por ello que México se ubique en el tercer puesto de los países con costos de mano de obra más bajos del mundo para este sector de la industria, solo por debajo de China e India.

La huelga convocada por SITAUDI es la primera que tiene lugar en la ensambladora de San José Chiapa, Puebla, desde que la trasnacional alemana Audi inició operaciones en septiembre de 2016. Y será el próximo 9 de febrero que los trabajadores vuelvan a consultar la última negociación entre la representación sindical y la patronal ubicada en el margen de un aumento del 5% directo al salario y del 2% en prestaciones, propuesta que se encuentra muy por debajo de la demanda inicial de un aumento integrado del 15%.

Capítulos como estos renuevan el espíritu combativo de la clase trabajadora mexicana en la exigencia de mejores condiciones salariales, mismo espíritu que comparten con los trabajadores de la industria automotríz en Estados Unidos, quienes el año pasado tras 45 días de huelga lograron un aumento multianual que tan solo en el primer año fue por el 11% de su salario, así como el de los trabajadores del sector en Suecia, Dinamarca y Noruega, que desde el año pasado se enfrentan al gigante trasnacional Tesla y su política antisindical.

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.




Nepantla y la Laguna del Ocotal… ¡50 Años!

Editorial Febrero, 2024.

A partir de 1979… se reconoce el día 14 de febrero como el día en que se honra la memoria de los compañeros de las Fuerzas de Liberación Nacional, caídos o desaparecidos a lo largo de los diferentes años.

En el Periódico Nepantla, Órgano de Comunicación Interna de las FLN, Año 1, No. 1 del 14 de febrero de 1979, en el artículo titulado Nepantla: Un lustro, al final en la página 2, se escribió:

“Eventualmente, podrán vencernos… pero no podrán ni terminar con las causas del descontento popular, ni detener la marcha de la historia.

Por ello en este mes de febrero y particularmente los días 14, rendimos homenaje, a los compañeros que, en distintas fechas y lugares, han caído cumpliendo su deber revolucionario.

  ¡Compañeras y compañeros…!

¡P r e s e n t e!

En febrero también recordamos los cumpleaños de dos compañeros que nos acompañaron por muchos años de represión y persecución y que nos dejaron su ejemplo de lucha, la coherencia de sus hechos, la tenacidad en su actuar…  la entrañable compañera Doña Rosario Ibarra de Piedra y nuestro querido compañero Romeo, padre de nuestro primer responsable histórico y fundador de la organización el Cro. César “Manuel”.

                           

En este 50 Aniversario, vamos a presentar una Edición Especial, que trata sobre los acontecimientos en San Miguel Nepantla y la Laguna del Ocotal en1974. Aquí presentamos lo que será su…

Prólogo

“El texto que a continuación presentamos es un relato de uno de los episodios más emblemáticos y paradójicamente más desconocidos de la historia reciente de la lucha por la liberación de los pueblos y los trabajadores en México, América Latina y el mundo.

Hace 50 años en las montañas del sureste mexicano en una de las regiones más selváticas de Mesoamérica se desencadenó un proceso de lucha cuyas magnitudes se conocieron públicamente la noche del 31 de diciembre de 1993 y la madrugada del 1 de enero de 1994.

Desde 1969 cuando se fundaron las FLN se desarrollaron multitud de trabajos paso a paso, hilo a hilo, tornillo a tornillo, palabra a palabra, pueblo a pueblo. Los documentos revelan el carácter de nuevo tipo, los métodos la ética, la paciencia, la disciplina, el respeto, el secreto, todo eso impulsaron los compañeros fundadores junto con la experiencia de lucha de los pueblos indígenas y la experiencia de los trabajadores, organizados en el conjunto de las Fuerzas de Liberación Nacional con un ejército del pueblo, soldados por conciencia que aprendieron y enseñaron los secretos de la insurgencia continuada en el complejísimo y sencillo arte de insurrección entre las partes que integran la lucha grande.

En el año 1971, el 19 de julio, al tiempo de intensas movilizaciones sociales y represiones se desencadenó un primer enfrentamiento, conocido como el bautizo de fuego en Monterrey Nuevo León. Iniciando el año de 1974 en un convulso país y con la emergencia de movimientos de trabajadores, obreros, estudiantes, pueblos indígenas, exilios masivos latinoamericanos, luchas de mujeres, maestros, campesinos, se desarrolló una serie de operativos que culminaron en crímenes de Estado hacia las organizaciones insurgentes.

Entre los primeros y últimos días de febrero de aquel año se descubrió, por traición y delación, una serie de lugares de una organización revolucionaria de nuevo tipo bajo la estrategia de la acumulación de fuerzas en silencio. El operativo inició en Monterrey, desde el día 12 de febrero que detuvieron a miembros de las FLN; continuó en Nepantla en el Estado de México con la delación de ellos sobre la Casa Grande de Nepantla, derivando en el asesinato de cinco miembros de las FLN y la detención de dos más, el aseguramiento de documentos y derivado de ello se desarrolló la incursión militar en Ocosingo, en la selva Lacandona en Chiapas en particular en el rancho el Chilar y en la Laguna del Ocotal donde continuaron los combates y se inició la detención y desaparición forzada de 6 compañeros y 1 compañera por el Estado mexicano.

Este libro tratará de relatar las formas en las que el Núcleo Guerrillero Emiliano Zapata enfrentaría esa represión, expulsaría a la base militar secreta estadounidense posicionada en la laguna y desarrollaría una política de resistencia y reorganización. Retomamos una serie de comunicados, documentos e investigaciones que desde siempre han sido parte del archivo interno, algunos publicados en la página web, otros testimonios directos. Todo ello demuestra la búsqueda permanente para saber lo ocurrido con los compañeros y para conocer las historias desde sus propias fuentes, no desde falsos informes gubernamentales que maquillan o enturbian los hechos.

Queremos también señalar la importancia de los acontecimientos como una razón de militancia real y comprometida, como búsqueda de vida mejor para todos y todas, no como muerte de olvido, no como vida plena individualista a costa de los otros sino ofrecer la vida para que otras niñas y niños puedan nacer libres, sin explotación, sin racismo, sin despojo de sus territorios.

A decir de las publicaciones en el año 2014 se señala:

“La noche del 14 de febrero de 1974, en un operativo policiaco-militar desproporcionado, el gobierno de Luis Echeverría Álvarez atacó la Casa Grande de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), localizada en el poblado de San Miguel Nepantla, Estado de México. Sin mediar aviso, un batallón del ejército mexicano y la Dirección Federal de Seguridad (DFS) bajo el mando de Miguel Nazar Haro, guiados por la traición, dispararon y exigieron la rendición de siete militantes de las FLN que ahí se encontraban.

(…)

A esos hechos siguió el operativo en el Chilar, en Ocosingo, en la zona de Montes Azules de la Selva Lacandona en Chiapas, donde los integrantes del Núcleo Guerrillero Emiliano Zapata recibieron la noticia de Nepantla, disponiéndose a evacuar la zona no sin antes expulsar a los estadounidenses que se encontraban en las inmediaciones de la Laguna del Ocotal, entrando en combate y replegándose los 7 de Ocosingo a la selva.

En la Lacandona en comunidades tzeltales, tzotziles, choles y lacandonas las y los compañeros encontraron refugio y no pocas veces la protección de los pueblos, sin embargo, el terror del Estado orilló a la entrega de información de manera forzada por parte de campesinos, siendo los compañeros desaparecidos por el ejército en un operativo que duró varias semanas.

En estas páginas encontrarás lo que hasta ahora sabemos. Evidentemente el mal gobierno tiene otra versión y tiene además los informes que no han querido publicar ni delegar las responsabilidades sobre militares, jueces, policías, funcionarios y demás involucrados. Otros podrán desvirtuar los hechos bajo el conformismo y la cobardía de descalificar o de llamarlos aventureros, sin considerar los años que fueron de intensos preparativos, sigiloso entrenamiento, congruencia y consecuencia de las ideas en los hechos, otros dirán con pereza, ingenuidad o mala intención que están muertos algunos, señalarán que fue pasado remoto por ser contrario a las modas que se padecieron y aún padecen a cambio de fama y privilegios , otros y otras intentarán voltear la mirada, pero muchos otros y otras se detendrán a observar con respeto y aprecio, valorarán lo que significó para la zona, la región, el país y el mundo ese acto de congruencia, antes de ser reprimidos luchar, antes que caer, ir a expulsar a los gringos, antes que rendirse pelear, antes que traicionar luchar, no claudicar ni venderse, ser ejemplares.

50 años después, este texto muestra el recorrido de los hechos, basados en los documentos, en la historia, desde las propias fuentes y no de informes terceros o policíacos, acompañado de textos de análisis del contexto nacional e internacional para que las nuevas generaciones tengan el panorama completo de la realidad que se ha vivido y luchado, los hechos que sentaron las bases éticas, políticas, prácticas e ideológicas de continuidad de las luchas de liberación y de inicio de las luchas de nuevo tipo en México.”

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Febrero, 2024




1993-2023 – 30 años

Recibimos documento del Comité Central del Partido Fuerzas de Liberación Nacional, que transcribimos íntegro como Editorial de Enero del año 2024.

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.

Editorial Enero, 2024

“1993-2023: 30 años”

En ésta misma página –años atrás- escribimos que en nuestro país, el 1º de enero de 1994 “se enfrentaron dos visiones de sociedad. Por un lado, un octogenario y caduco sistema de múltiples partidos y fuerzas políticas que ha ofrecido y aplicado una política de pobreza para la mayoría, sostenido por la militarización de la sociedad que por décadas sólo ha producido miedo, muertes, torturas y desapariciones forzadas de nuestros hermanos mexicanos”, y por el otro lado, estábamos “quienes por convicción aspiramos a una sociedad incluyente -en más de un sentido-“, y que buscaba la reconstrucción del país para que éste despertara del “letargo” en que se encontraba.

Este enfrentamiento político, y desde luego militar, quedó sin resolver y es una tarea revolucionaria pendiente que nos ocupa día tras día. Muchas cosas de la política mexicana han cambiado a partir de esa fecha, pues el levantamiento ayudó, sin duda alguna, no sólo a visibilizar el olvido en que se encontraban los indígenas y otros sectores y clases de todo el país, sino también a poner al descubierto y a la defensiva a un sistema de gobierno caduco.

Es importante recordar, que a finales de enero de 1993, delegados y delegadas de todo el país, provenientes de comunidades rurales y urbanas (electos en sus propios colectivos), convocados por la Dirección Nacional de las FLN, conformaron la Asamblea del Primer Congreso de la organización ahora ya transformada en un Partido Revolucionario. Éste se realizó en un pueblo de la cañada marcada por el imprescindible Rio Jataté en Chiapas, y por unanimidad, después de valoraciones políticas, económicas e históricas, el Partido Fuerzas de Liberación Nacional decidió el inicio de la guerra y ordenó a todas las estructuras partidistas prepararse para ella.

Este levantamiento de pueblos, comunidades y militantes organizados era resultado de la acumulación de 25 años de trabajos político-militares en todo el país; desde la creación de una estructura clandestina nacional con participación sustancial de militantes profesionales y urbanos (cuadros del partido), al establecimiento de redes de avituallamiento, la creación de frentes de combates en diferentes partes del país y la instalación de talleres de imprenta, armería, costura y salud a través del esfuerzo y la participación de las y los militantes de las FLN.  También creamos organizaciones intermedias de obreros, campesinos, mujeres y maestros, entre otras.

El avance de la estrategia revolucionaria era evidente, aún a costa de diferentes episodios donde perdimos a valiosos compañeros y compañeras, como también propiedades, armas, vehículos (1971, 1974, 1977, 1980 y 1983).

Muchos trabajos revolucionarios del PFLN y situaciones históricas tuvieron que pasar para crear las condiciones políticas, militares, estratégicas y tácticas para que el levantamiento fuese posible, pero hay personajes que dicen que lo sucesos ocurridos ese 31 de diciembre de 1993, hace 30 años, fue resultado de esfuerzos espontáneos, sólo de trabajos regionales y locales, o sólo de nuestros compañeros de las comunidades indígenas en el sureste mexicano, o sólo de la labor realizada en unos cuantos años, o sólo hecho por algunos superhombres. ¡Ellos mienten!

Esta “distorsión intencional” niega lo evidente: que sólo una organización revolucionaria nacional con décadas de esfuerzos revolucionarios clandestinos, colectivos y disciplinados, fue la responsable, con errores y aciertos, de lo sucedido hace 30 años. Además, erróneamente, esa distorsión forzó una narrativa de que sólo era una guerra contra el olvido de las comunidades indígenas mexicanas, cuando en realidad fue el inicio de una lucha de liberación nacional de y para todos los sectores de trabajadores y clases sociales mexicanas explotadas y marginadas. Todo esto lo pueden encontrar en los Cuadernos de Trabajo “Dignificar la Historia” publicados por la Editorial Casa de Todas y Todos, en donde nuestra organización transparentó e hizo público parte del archivo histórico.  

A 30 años de distancia de ese suceso, que ahora es parte de la historia de México, es necesario hacer algunas reflexiones sobre el impacto, implicaciones y lecciones de las decisiones y acciones tomadas por la Asamblea de Delegados del Partido Fuerzas de Liberación Nacional, sobre todo para tratar de entender lo que sigue en esta lucha por un cambio revolucionario en México.

Primero. Que el objetivo político primario del levantamiento armado del PFLN era, -y sigue siendo- inspirar y “contagiar” a todos los sectores explotados, marginados y olvidados de TODO México, a integrarse a un movimiento revolucionario amplio que llevase al cambio radical de las relaciones de clase y de poder, y con ello construir una sociedad mexicana justa, igualitaria, y democrática donde los valores de desarrollo económico, social, político, cultural e ideológico fueran marcados por el bien común y no por los deseos del capital nacional o imperial.

Segundo. Que si bien era cierto que el levantamiento en ese momento fue evidentemente armado, con la toma de pueblos y cabeceras municipales en el sureste y otras acciones en el centro y norte del país –como labores de distracción-, el llamado del PFLN era sobre todo político-organizativo, donde la apuesta era que otros sectores se integraran a construir con múltiples formas de lucha y de organización al movimiento que empezaba (huelgas, paros, marchas, rebeliones y resistencias).

Tercero. Las y los militantes del PFLN teníamos muy claro y estábamos conscientes, que la etapa de lucha que iniciaba el 31 de diciembre de 1993 sería larga y difícil, en donde dejaríamos lo mejor de nuestro ser revolucionario, y que muchos no veríamos el resultado de tales decisiones y acciones. Que lo que comenzaba en esos días tendría que ser continuado y concluido por otras generaciones de jóvenes revolucionarios mexicanos.

Este 2024 es nuestro deber recordar, como cada año, a nuestras compañeras y compañeros caídos, heridos, torturados y presos por décadas de antes y después de 1994. En el año 2004 se dio a conocer la lista oficial de 46 compañeros caídos en los combates de 1994; entre ellos, Francisco Gómez Hernández, Compañero Comandante Hugo, y el Co. Subcomandante Insurgente Pedro, militante de las FLN desde 1979, consciente siempre de su actuar hasta el día de su muerte. 

Nuestra lucha no se detuvo; en los hechos, la Declaración de Guerra hecha al poder ejecutivo y al ejército del estado mexicano, aprobada un año antes por los compañeros en el Primer Congreso del PFLN, se inició el 1 de enero de 1994 y sigue en pie.

Con estas y quizás otras valoraciones y reflexiones no escritas o dichas, las y los actuales militantes del Partido Fuerzas de Liberación Nacional no vemos el aniversario de los 30 años del levantamiento revolucionario como una mera fecha de celebración, –lo cual sin duda haremos-, sino como un momento de reafirmación de nuestro compromiso de lucha revolucionaria, un recordatorio de la responsabilidad política y moral que nos dejaron nuestros compañeros y compañeras caídas o desaparecidas, y de no olvidar que hoy, 31 de diciembre de 2023,  30 años después, la lucha por la liberación nacional y el cambio social sigue, aun con más fuerza e intensidad y la invitación a todas y todos, es a retomar la frase que siempre ha dado sentido político al levantamiento armado de aquel primero de enero: ¡YA BASTA!.

31 de diciembre del 2023

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Partido Fuerzas de Liberación Nacional