Boletín de la Escuela Normal Rural “Carmen Serdán”
A nuestro correo de la Casa de Todas y Todos llegó el siguiente Boletín de Prensa de la Escuela Normal Rural “Carmen Serdán”, normal de mujeres en Teteles, Puebla, donde exponen su justa lucha por el respeto a la organización interna, a sus derechos políticos, y al reconocimiento del H. Consejo Estudiantil y las delegaciones de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México.
Mujeres en la independencia de México
Que la esclavitud se proscriba para siempre,
y lo mismo la distinción de castas,
quedando todos iguales
y sólo distinguirá a un americano de otro,
el vicio y la virtud.
Sentimientos de la Nación 1813, José María Morelos y Pavón
Las mujeres y los hombres que participaron en la lucha independentista, que inició en 1810, nos dieron patria y libertad, ellas y ellos tenían muy claros los valores y razones por los cuales luchaban y con los que deseaban construir un México independiente.
Después de la llegada de los españoles, la población indígena originaria fue eliminada casi por completo y, para el desarrollo capitalista, había que buscar fuerza de trabajo esclava, así que la historia de nuestro país en esos años de expansión colonialista y concreción del capitalismo europeo, se definió por relaciones de esclavitud. Los europeos secuestraron a miles de pobladores de territorios africanos para la explotación de su fuerza de trabajo en los territorios americanos. Así que la presencia de la población afrodescendiente en nuestro país ha estado presente desde aquellos años; es nuestra tercera raíz.
La concentración de capital en Europa no podía llevarse a cabo sin el trabajo esclavo, de hombres y mujeres, tanto en las minas de oro y plata, como en las plantaciones coloniales, la miseria del pueblo y las condiciones de explotación y opresión, llevó a que la población en la Nueva España buscara cómo rebelarse, cómo organizarse ante la injusticia con la que los enviados por la corona española, trataban a seres humanos.
La sociedad estaba dividida en castas, además de los españoles, estaban los criollos, mestizos, mulatos, moriscos y 11 más. Los que más entendían la problemática –por ser letrados– y la necesidad de independizarse y abolir la esclavitud eran los criollos, sin embargo, cuando Hidalgo se levanta en Dolores, el movimiento a favor de la independencia se transforma: hombres y mujeres –por cientos– se suman a la lucha. Su miseria, su falta de organización convierten al movimiento en júbilo, anárquico y explosivo. Conforme éste avanza se van sumando más hombres y mujeres campesinas, peones de haciendas o miembros de las comunidades indias y se conforma un movimiento de miles, armados con garrotes, hondas y machetes. A ellos se unen las y los trabajadores de la ciudad, trabajadores de oficios, mineros, plebe de la ciudad, presos liberados por el ejército revolucionario, 20 mil indígenas de varias regiones. Para 1811, el ejército insurgente estaba conformado por 80 mil combatientes. Es a ese pueblo a lo que Hidalgo llamó “la nación”, con quienes a su lado caminó emitiendo decretos para una soberanía efectiva, suprimiendo las castas y exaltando el derecho a la libertad.
Por 14 años (de 1810 a 1824) el pueblo de México participó en insurrecciones populares, guerra de guerrillas en las montañas de México hasta llegar a desarrollar una guerra a nivel nacional. En cada una de estas estas etapas, las niñas, jóvenes, madres y abuelas fueron conscientes para luchar por la libertad de los pueblos.
Anteponer la lucha colectiva y de los pueblos, ante lo individual, implica una dosis constante de consciencia y sacrificio, pero para las mujeres esta cuota suele ser más alta, porque la sociedad no aprueba que ellas se alejen de sus familias y por lo tanto se les reduce al espacio de lo privado, muchos menos en una etapa de la historia en la que la iglesia católica tenía el poder y la dominación ideológica; por tanto, fue de gran relevancia que las mujeres se sumaran a estos movimientos políticos y armados revolucionarios e independentistas.
La historia institucional se ha encargado de que el pueblo piense que las principales heroínas de la patria solamente fueron tres o cuatro mujeres: Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, Gertrudis Bocanegra y La Güera Rodríguez, a las cuales no pretendemos demeritar, más bien buscamos visibilizar a todas aquellas que, desde las haciendas, las minas y los campos dieron su vida por un México independiente y quedaron olvidadas en el tiempo.
Mujeres combatientes con definiciones políticas que participaron en diferentes trabajos como en las comunicaciones secretas, transportando armas o mensajes, administrando y abasteciendo recursos a los frentes de guerra, confeccionando uniformes y estandartes, procurando la salud y la alimentación de los insurgentes. Mujeres que vieron combatir a sus esposos, hermanos o hijos y que los perdieron en la lucha, mujeres que fueron torturadas, violadas, ultrajadas y asesinadas en los procesos de la guerra de independencia.
El tribunal de la inquisición reaccionó inmediatamente a la insurrección del pueblo y la violencia hacia las mujeres fue brutal, capturaron a varias esposas e hijas de insurgentes, algunas de ellas fueron: María Luisa Camba, Tomasa Estévez, Carmen Camacho, Luisa Lozano, Gertrudis Gómez, Luz Gargollo y Josefa Matamoros, todas ellas encarceladas, fusiladas y exhibidas públicamente. En varias regiones del país, las mujeres fueron apresadas y usadas como moneda de cambio para que los insurgentes se rindieran y entregaran.
Existe poca información sobre la biografía de las mujeres independentistas; sin embargo, nombramos a algunas de ellas: Antonia Nava de Catalán, guerrerense, esposa y madre comprometida con el regimiento de la Sierra Madre del Sur, Fermina Rivera, morelense, tomó las armas en muchas batallas bajo el mando de Vicente Guerrero, María Teresa de la Sota Riva, veracruzana que desde joven simpatizó con la causa independentista y una vez casada, puso a disposición su casa y recursos personales. Cayetana Borja, guanajuatense que como muchas mujeres que participaron en la guerra y al ser capturadas pelearon por la libertad. Magdalena y Francisca Godoy, mujeres veracruzanas que compartieron su patrimonio familiar, cuidaron a los heridos del frente de Orizaba y apoyaron en la fabricación de cartuchos e insumos militares.
María Herrera, que combatió junto a Xavier Mina, quemó su hacienda con tal de evitar que el enemigo acampara y tomara su casa. Petra Teruel de Velasco, poblana que entregó todos sus bienes a la causa y apoyó en la fuga de Guadalupe Victoria. Tomasa Estévez, guanajuatense que salió desde el primer día a apoyar con el envío de correspondencia, fue soldadera y enfermera.
Carmen de las Piedras de Elías, zacatecana, mujer estratega que ofreció sus bienes y recursos a la tropa de Ignacio López Rayón, dispuesta a emboscar e implementar diversos planes militares contra Calleja del Rey. La Insurgente Manuela Medina, guerrerense que financió toda una compañía militar para luchar con Morelos, fue además la primera jinete a la cabeza de un regimiento de puros hombres.
Hemos mencionado sólo algunas de las mujeres que participaron en la Independencia, historias mínimas de vida que fueron rescatadas por algunos cronistas e historiadoras que se han dado a la tarea de buscar en archivos muertos de esta época histórica y recuperar a todas aquellas mujeres que quedaron en el anonimato.
Todas estas mexicanas fueron ejemplo de heroísmo, valor, entereza y desapego a los bienes materiales; sin embargo ni la Nación, ni el Estado las tomó en cuenta, desprestigiaron su lucha, desconocieron su habilidades y logros en el campo de batalla, negándoles un rango militar y ninguna participó en las discusiones del constituyente.
Las mujeres del Partido de las Fuerzas de Liberación Nacional reconocemos a estas mujeres en la historia, respetamos y admiramos su ejemplo y compromiso en la lucha por la emancipación política de México; honramos su vida recordándolas y nombrándolas, nos organizamos y esforzamos día a día por ser mejores compañeras, buscamos la igualdad y la unidad, no las divisiones arbitrarias que separan, tenemos el compromiso de trabajar todos los días por un México más justo pero también, en la intimidad de nuestra militancia consideramos importante sembrar en cada una de nosotras la generosidad, el respeto y solidaridad con todas las mujeres que luchan contra el sistema capitalista y patriarcal. A más de doscientos años de la lucha por la real independencia de nuestro país, reafirmamos nuestra postura, tal como las mujeres y hombres que participaron en esta gesta histórica, de seguir luchando por la liberación de los pueblos del mundo.
Comisión de Mujeres del PFLN
¡Vivir por la patria o morir por la libertad!
Canciones de la época de la Independencia
Bloqueo carretero del Colectivo Movimiento por la Verdad y la Justicia de Familiares de Personas Desaparecidas de la “Guerra Sucia” de los años 60s, 70s y 80s del Siglo Pasado en el Estado de Guerrero
Durante más de 50 años, familiares de personas detenidas y desaparecidas por el ejército mexicano en Atoyac de Álvarez, Guerrero, hemos venido dando la lucha. Un trayecto que nos ha traído dolor, pero a su vez fortaleza, fuerza para seguir adelante.
Han pasado administración tras administración y nada han resuelto. No nos han dicho en dónde están nuestros familiares, qué hicieron con ellos, no hay juicio a los perpetradores, no han resarcido las pérdidas materiales que nos arrebataron los soldados al desplazarnos de nuestro sustento.
Nos han quitado tanto que acabaron con nuestro miedo. El pasado 8 de agosto de 2022 realizamos un bloqueo en el tramo carretero de Cuatro Milpas perteneciente al Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero (carretera entre Acapulco – Zihuatanejo), por la cerrazón de la Subsecretaria de Gobernación de no atendernos, y nuestra acción ha sido una muestra más de que no estamos de acuerdo en que se nos use para esta nueva Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidos de 1965 a 1990 que se ha formado para dar “solución”, pero que en realidad nos ha demostrado que ha sido una simulación más, un escalón para algunos de conseguir un puesto a costa del dolor, del sufrimiento, de la sangre, de las vidas que se perdieron por la Contrainsurgencia. Decimos que no somos su proyecto, esto no es un juego, no seremos objeto de burlas como pasó el día 22 de junio en el Campo Militar Número 1 en donde nos sentaron con los familiares de los perpetradores que se llevaron a nuestros familiares y que quienes organizaron ese evento no nos dijeron que estarían soldados familiares de los perpetradores y además se atrevió a decir Luis Crescencio Sandoval que se inscribirán los nombres de los perpetradores en el Monumento a los Caídos, como si fueran héroes porque para ellos estaban cumpliendo con su deber. Sabemos que las fuerzas armadas protegen los intereses de quienes tienen el poder de la represión y que sólo velan por esos cuantos que usan las armas en contra del pueblo. No hay memoria sin verdad y sin justicia.
En este proceso de lucha participamos personas adultas mayores, enfermas que a pesar de la condición de salud se está participando. En nuestro caso como Colectivo tenemos una compañera con oxígeno que debe tenerlo permanentemente, de ello depende su vida, compañeras y compañeros están falleciendo sin saber nada de nuestros seres queridos desaparecidos y por ello nos vemos aún más en la necesidad de luchar, porque nos digan la verdad del paradero de nuestros familiares, y esta verdad la tienen los militares. Que se haga justicia y se castigue a los perpetradores por sus abusos de poder en contra de comunidades indefensas, pobres y marginadas.
A raíz de este bloqueo carretero obligamos al gobierno del Estado de Guerrero a sentarnos a dialogar, en este dialogo estuvieron presentes el Delegado Regional de Coyuca de Benítez, Atoyac de Álvarez, San Jerónimo y Tecpán, Estado de Guerrero; el Secretario General de Gobierno del Estado de Guerrero; el Subsecretario del Gobierno del Estado de Guerrero y la Presidenta Municipal de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Les dimos a conocer nuestras demandas de Verdad y Justicia: que nos diga el ejército mexicano dónde están nuestros familiares, búsqueda de nuestros desaparecidos, juicio a los perpetradores, reparación de los daños materiales que el ejército mexicano nos arrebató, medidas de ayuda en alimentación en tanto no se dé la reparación de los daños que será individual y colectiva (porque todos padecimos de los daños).
Nuestra insistencia es que esté presente en esta mesa de dialogo el Subsecretario de Derechos Humanos Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, quien tiene la facultad para resolver algunas de nuestras demandas; pedimos la presencia del Secretario de la Sedena, Luis Crescencio Sandoval; Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana; el Presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador; Secretario de Gobernación, Adán Augusto; Titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, con la Oficina Especial para la Atención a las Víctimas de Guerra Sucia; Fiscalía General de la República; Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Martha Yuriria Rodríguez Estrada y los 5 Comisionados de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidos de 1965 a 1990
Hubo ofrecimiento de las autoridades estatales de coadyuvar para que las autoridades federales nos atiendan, y se comprometieron a darle seguimiento para que los representantes de esas instituciones se sentaran a dialogar con l@s representantes y el conjunto del Colectivo.
Las autoridades estatales de Guerrero iban a apoyar con los gastos de transporte y alimentos para ir a una reunión en CDMX el día jueves 11 de agosto de 2022 con el equipo técnico de Encinas y la CEAV, pero en vista que no se garantizó que en esta mesa estuviera la presencia de Encinas y se redujo el número de personas que asistiríamos dijimos que no se podía dar bajo esas condiciones y que esperamos a que nos reciba el Subsecretario Alejandro Encinas junto con los demás titulares de las dependencias que les mencionamos.
Al vernos y escucharnos las autoridades estatales que nuestras demandas son claras y que no nos sentaremos en una mesa a dialogar sin la presencia de Encinas, recibimos como respuesta que entonces como la carretera no es jurisdicción de ellos y es de la Guardia Nacional, les iban a comentar a ésta que no se logró ningún acuerdo y pueden proceder como ellos quieran.
Durante nuestro bloqueo carretero estuvo la presencia de la Policía Estatal, pero en los momentos de tensión se retiraron y no estuvieron presentes con el Colectivo.
A la Sedena le haremos entrega de los nombres de nuestros familiares, deben darnos una respuesta inmediata, han pasado 5 décadas y sigue la impunidad, ya no vamos a tolerar que pase más tiempo sin saber de nuestros familiares.
A López Obrador le entregaremos un documento para que retire el aval de inscribir los nombres de los perpetradores en el Muro de los Caídos.
Que se presente la FGR para que nos diga el avance que hay de cada familiar que buscamos y que proceda con la justicia hacia los perpetradores que ya hemos dado nombres.
A la CNB para que atienda nuestra petición de búsqueda.
A Alejandro Encinas para que nos informe el avance de la Comisión, reparación y medidas de ayuda.
Nuestra máxima autoridad es la Asamblea General que decide y hemos dado una semana para que nos reciba Encinas, sino fuera así, tomaremos otras acciones.
Si el gobierno federal no sede seguiremos en bloqueos, ya se nos acercaron algunas organizaciones para que estemos coordinando acciones en conjunto.
No es justo que nos arrebataran a nuestros familiares y que no podamos ir a ponerles una veladora y flores, ni tener un lugar en donde llorarles. Queremos que nos den solución y que nos digan dónde están nuestros familiares.
Movimiento Contra el Olvido
Editorial: septiembre, la Patria nace…
México, Patria mía, el hogar común, según José Martí: “Patria es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas.” (Cuadernos martianos IV, 2012). Esos y más sentimientos nacen para nosotros en el mes de septiembre. Antes del 16 de septiembre de 1810 éramos solo vasallos, a partir de ahí fuimos Insurgentes. Por ello los mexicanos bien nacidos, somos antimperialistas, debemos vivir por esta Patria y morir por ella si es preciso, así fue escrito.
Para la Casa de todas y todos, septiembre es además el mes de recordar a muy queridas compañeras y compañeros, un 8 de septiembre nace en Nueva York nuestra recordada compañera María Luisa, la juventud en nuestras filas, un 9 de septiembre fallece en nuestra Casa de seguridad la compañera Lucha, primera compañera en integrarse a la clandestinidad. Un trágico 16 de septiembre nos abandona para siempre nuestro compañero Francisco Pineda, investigador del zapatismo original, el 21 de septiembre celebramos el cumpleaños de Mario, quien combinaba el trabajo clandestino con la investigación de la historia de la revolución, a él debemos el rescate histórico de la epopeya heroica del asalto al cuartel Madera el 23 de septiembre de 1965. Por último, la palabra escrita de la clandestinidad nos hace recordar a nuestro mejor ejemplo de un cuadro político y técnico, quien cuidaba y operaba las máquinas de imprenta arriesgando la vida ante la represión homicida, el compañero Hernán falleció un 23 de septiembre.
Así la Patria se forma con recuerdos centenarios y contemporáneos, es nuestro deber hacerlo siempre en septiembre.
¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!
Grupo editorial de la Casa de Todas y Todos
A 57 años…. Del Asalto al Cuartel Madera, presentamos fragmentos del trabajo de investigación realizado por nuestro compañero Mario y que apareció en Nepantla No. 13 en el año de 1981:
“NADA ES GRATUITOEN LA HISTORIA”
“El 23 de septiembre de 1965, el grupo guerrillero comandado por el profesor normalista Arturo Gámiz García atacó el cuartel del ejército mexicano localizado en Ciudad Madera en el estado de Chihuahua. 16 bajas sufrió la guarnición que custodiaba el cuartel. Ocho de los trece participantes en el ataque perdieron la vida, la mayoría de ellos rematados a mansalva después de ser heridos y hechos prisioneros. El hecho de que uno de cada cinco de los participantes en la batalla haya quedado fuera de combate da una idea clara de lo encarnizado de este enfrentamiento militar, en que el pueblo armado se enfrentó por primera vez con carácter ofensivo al poder represivo del Estado Mexicano.
La desigualdad numérica de las fuerzas combatientes, la diferencia de equipo militar y de experiencia fueron determinantes en el resultado de aquel combate: armados de escopetas de taco, bombas molotov que no alcanzaron a utilizar y rifles calibre .22, los combatientes populares fueron derrotados militarmente y sobre sus cadáveres arrojados a la fosa común cayeron no solamente toneladas de tierra, sino también de calumnias y de falsas interpretaciones sobre los motivos de su lucha. Otro lenguaje habrían empleado analistas, observadores, politólogos, oportunistas e inclusive personas indiscutiblemente honestas para calificar este poco conocido pasaje de la historia de México de haber sido otro el resultado de ese combate. De “héroes populares”, “vanguardia revolucionaria”, “etc.”, no lo habrían bajado. No les quedó sino llamarlos “los mártires de Madera”.
En ese momento -1965- la lucha del profesor Gámiz y su núcleo guerrillero fue calificado de mil maneras:
Fueron víctimas de una provocación que los llevó al suicidio, víctimas inocentes de “no sé qué oscuras fuerzas que los engañaron”.
Su movimiento no fue más que una algarada regional contra los caciques locales.
La causa de la lucha guerrillera estuvo en la incapacidad política, la impericia y la estupidez de un gobernador que por estar aliado a la oligarquía -latifundista y ganadera- del estado no tenía siquiera disposición para disimular su posición de clase. (Esta tesis apunta a la suposición de que fuera de Chihuahua, en el resto del país la población vivía en jauja, done los virtuales jefes políticos porfiristas -los gobernadores de los estados- eran al menos más hábiles para dar al pueblo las demagógicas gotas del reparto agrario)
Inspirados en el ejemplo victorioso de la Revolución Cubana, Gámiz y su grupo pretendieron hacer una calca del ataque al cuartel Moncada.
El ataque al cuartel de Ciudad Madera fue un acto desesperado e imprudente que provocó la represión contra los lugareños.
Aunado a las versiones anteriores, el desastre militar en que culminó la experiencia guerrillera de los combatientes populares dio pie también a que se tejieron las más absurdas versiones sobre lo poco factible de desarrollar la lucha revolucionaria en nuestro país. Los oportunistas entonaron el canto del cisne para la lucha armada en México, como lo hicieron dos años después con la muerte del Che en Bolivia los oportunistas a nivel internacional.
Al año siguiente de la fallida empresa político-militar, Cárdenas, fue a la región de Madera. Durante el recorrido que hizo por la región se percató de las necesidades de la población en materia agraria y la falta de libertades políticas, comprobando que la lucha armada que allí libró el pueblo fue justa debido a las enormes contradicciones en el agro chihuahuense, e hizo ver la necesidad del reparto agrario, la suspensión de la sobrevigilancia militar, el cambio de adscripción de los militares connotados por su papel represivo, la modificación de la imagen represiva del ejército.
Y sin embargo, la tierra no se repartió de inmediato. La política del régimen respecto del reparto agrario, así como respecto a todo aquello que implique concesiones reales al pueblo cuando ya las condiciones de vida se vuelven insoportables, consiste en no ceder absolutamente nada bajo presión popular. Todo lo que el régimen otorga lo hace usando la mascarada del paternalismo, y siempre y cuando no afecte mayormente la cuota de ganancia de los capitalistas.
(…)
A la vuelta de quince años, aquella valiosa experiencia militar del pueblo representado por sus mejores hijos sobre las armas, apenas si queda reducido, para las nuevas generaciones, al vago recuerdo de un grupo romántico que tuvo la ilusión de destruir el poder represivo del Estado armado sólo de escopetas de taco y rifles .22. Para comprender políticamente las verdaderas motivaciones de los revolucionarios armados que atacaron el cuartel de Ciudad Madera, tenemos que recurrir a la génesis y desarrollo del propio núcleo guerrillero y al estudio de las concepciones políticas que sustentaron su actividad revolucionaria.
(…)
Que el régimen haya callado no es extraño. Nada espanta tanto a la burguesía como que se difunda la verdad revolucionaria. Pero la izquierda, ¿por qué? Ni suicidas, ni aventureros, irresponsables o desesperados como los llegó a calificar la izquierda mexicana de aquella época. A lo sumo accedió a llamarlos “equivocados” con la silenciosa advertencia, a todo aquél que quisiera seguir su ejemplo, que se podría traducir en algo así como “ya ven lo que les pasa a los desesperados”. A pesar de su juventud, habían ya acumulado una vasta experiencia política al lado de las masas campesinas encabezando distintas acciones revolucionarias de masas en medio de la represión más feroz.
(…)
Decir que sólo el gobierno del estado de Chihuahua utilizaba el garrote para mantener a raya las demandas populares, equivale a desconocer la historia y la naturaleza esencialmente represiva del Estado mexicano, que en los últimos años de los ’50s y en los primeros de la década de los ’60s había desatado una feroz cacería de brujas contra todo movimiento popular independiente. Después de golpear a la clase obrera (ferrocarrileros, maestros, telegrafistas) el régimen se dedicó a reprimir a los campesinos y asesinó a Rubén Jaramillo. El estado de Guerrero era mantenido en constante estado de sitio y los muertos se contaban por decenas; y a pesar de ello el pueblo logró derrocar al gobernador de ese estado. Bastaban por ejemplo las visitas de Kennedy o de De Gaulle para que toda la izquierda fuera guardada preventivamente para que no espantara a los posibles inversionistas.
Hoy -1981- el carácter represivo del estado burgués no ha cambiado. De franco y desembozado en la década anterior se ha vuelto sofisticado y silencioso con el aval de los que ayer estaban presos por la visita de Kennedy y que hoy reciben, al amparo de la “reforma política”, a Carter en la cámara de diputados. No existen en realidad presos políticos en nuestro país; sólo muertos y desaparecidos; la represión llega a cada sindicato, a cada comunidad campesina o a cualquier sector que quiera actuar políticamente con independencia del estado como requisito para incrementar las ganancias de la burguesía y del imperialismo. Los golpes que ahora propina la “brigada blanca” son silenciosos, como calladas son todas las actitudes políticas de la burguesía que con la mentira reaccionaria oculta la necesaria verdad de los antecedentes revolucionarios del pueblo mexicano.
(,,,)
. La decisión política de Arturo Gámiz fue la de cortarle las alas a una sucia maniobra que desde la “izquierda” iba a restarle el apoyo popular a la lucha guerrillera para transferírselo a lo que entonces se llamaba “izquierda atinada”. La decisión militar no fue la de tomar el cuartel, sino sólo la de realizar un ataque relámpago con finalidades políticas propagandísticas, para efectuarlo en un período perentorio e inmediatamente proceder a la retirada. El error militar que provocó el desastre político fue el de retrasar el momento de dar la orden de retirada.
(…)
En octubre de 1963 y en febrero de 1965, bajo la dirección de los luchadores sociales que participaron en el ataque al cuartel de Madera, se celebraron en la sierra de Chihuahua dos encuentros políticos en los que participaron delegaciones campesinas y estudiantiles y minoritariamente de obreros procedentes de varias regiones del país, donde se estudiaron y analizaron a la luz del marxismo las condiciones de la vida nacional. Fruto de esos encuentros de la sierra son los análisis políticos en que se consigna a plenitud el conocimiento que de la historia de México, de la realidad nacional presente y de la situación internacional tenían los revolucionarios que la posteridad se ha ensañado en calificarlos como los “mártires” de Madera. En esos documentos se apunta ya con claridad la visión política del futuro que había en sus concepciones. Ese futuro ya es presente, y muchas de sus conclusiones políticas se están cumpliendo, a la vez que el futuro cercano nos permite afirmar que los revolucionarios de Madera no estaban equivocados como quiso hacerlo ver la izquierda.
(…)
Para los que en México queremos hacer la revolución, cumpliendo el imperativo de nuestra generación, es imperativo también conocer la obra política de los atacantes del cuartel Madera. Esto se vuelve más importante en el momento en que la confusión política provocada por las fuerzas de izquierda, que se han sumado sin pudor al presupuesto oficial y abandonan todos sus proyectos -si es que los tuvieron- de independencia de clase, desviando a las masas de la comprensión de su misión histórica. Se hace necesario abordar el estudio de la obra política de Gámiz en momentos en que las concepciones de la violencia revolucionaria en nuestro país han sido rebajadas a la simple negación de la teoría científica de la revolución por quienes considerándose herederos políticos de los revolucionarios de Madera, han confundido la actividad político revolucionaria con el simple “echar bala” o con matar a un agente de crucero para obtener un revólver, etc., desconociendo -y negando de hecho- lo fundamental de las concepciones políticas sobre la liberación nacional en nuestro país que sustentaba el profesor Gámiz.
Ni locos, ni suicidas, ni mártires. Mártires los cristianos que se inmolaban en el circo romano, suicidas los kamikazes japoneses; locos, Hitler y Mussolini. El revolucionario no es suicida ni ama a la muerte. El revolucionario aspira a vivir para transformar las condiciones de vida miserable de su pueblo y si para lograrlo es necesario entregar la existencia, gustoso la da para que el pueblo siga viviendo.”
(…)
Hasta aquí el fragmento… los invitamos a leer el documento completo en el Cuaderno de Trabajo III de la serie “Dignificar la Historia”, Cruce de caminos: luchas indígenas y las Fuerzas de Liberación Nacional (1977-1983), página 80.
FLN, 53 aniversario
Compartimos un breve mensaje del Co. Comandante Germán en el marco del 53 aniversario de la fundación de las Fuerzas de Liberación Nacional y a un año de hacer pública la propuesta de unidad en torno a la conformación de un Movimiento de Liberación Nacional, a manera de balance.
Mujeres revolucionarias: 1969-2022
“Se aprende a pelear, peleando. Se aprende a hacer la revolución,
realizando las mil y una tareas cotidianas que,
integradas en un proyecto, van conformando el proceso revolucionario”
Editorial del Nepantla No. 2 (1979)
A lo largo de la historia de 53 años de trabajo revolucionario en nuestra organización, las mujeres hemos estado presentes. Hemos llegado de maneras distintas, por diversos caminos y provenientes de diferentes clases sociales. Aquí nos hemos encontrado y aprendido a vivir, a trabajar, mujeres y hombres. La práctica ha demostrado que el trabajo, el quehacer revolucionario, es lo que nos hermana y nos da razón de vida.
Llegamos compañeras trabajadoras, estudiantes, empleadas, obreras, maestras, mujeres maltratadas en su infancia y que tuvieron un camino muy difícil para salir adelante; mujeres de clase media alta, jóvenes que dejaron a su familia, entendiendo que era necesario para la lucha, pues la clandestinidad era la herramienta esencial en las organizaciones de esa época; mujeres que dejaron a sus hijos para luchar, campesinas, indígenas: mujeres decididas a construir un mundo nuevo.
Anteriormente, les hemos compartido algunas semblanzas de las compañeras que nos antecedieron, todas ellas ejemplos a seguir y todas ellas, con su trabajo, su esfuerzo y su vida, lograron hacer fuerte a las FLN en compañía y, hombro con hombro, de diferentes compañeros.
A todas ellas y a ellos les tocó lo más difícil… el primer paso… aprender la teoría y la práctica; dictaron los principios y valores que cimentaron el desarrollo de un proceso revolucionario digno, honesto y firme. Sus aprendizajes, sus errores convertidos en experiencias, su práctica y su tenacidad para “volver a las montañas”, en una palabra, su ejemplo marcó camino. Nos dejaron principios, valores, nos marcaron sus pasos, nos engrandecieron, y había que continuar…
Mantener fresco su recuerdo es tener siempre presente la historia de nuestra organización y el conocer la dimensión moral de quienes nos antecedieron, nos da mayor confianza en avanzar con firmeza en el proceso que vamos conformando.
Nuestro trabajo nunca ha sido sencillo. Siempre hemos encontrado obstáculos para su desarrollo, pero la experiencia de generaciones marca que todos éstos pueden ser superados y los sacrificios (si así pudiéramos llamarles) pueden vencerse si estamos completamente claros del por qué de nuestra lucha y si se tiene la firme convicción de que ésta, será finalmente ganada por nosotrass y nosotros, es decir, por el pueblo de México.
Una de las cosas de suma importancia para adquirir es la conciencia. Mujeres y hombres llegamos a la organización con alguna idea y alguna práctica en torno a la necesidad de organizarse y luchar, con un determinado nivel de conciencia política y ya aquí, el estudio y el trabajo del día a día, el hacer a un lado el individualismo para trabajar en colectivo, nos forma y la organización con su quehacer revolucionario contribuye a la formación política de cada compañera, de cada compañero en verdaderas revolucionarias y revolucionarios. Esto se vuelve de vital importancia y un problema central a resolver, tanto en los trabajos de las ciudades como en las comunidades. Empatar la teoría y la práctica no es una tarea imposible. Hay que saber unir el decir con el hacer. Nuestra organización lo ha logrado en sus 53 años de trabajo.
Sin embargo; lo más difícil de aprender en su cabalidad es la disciplina tan necesaria en una organización político-militar; el sentido de unidad, el compañerismo, el espíritu de sacrificio, la valentía, el sobreponerse al cansancio y a las vicisitudes que se presenten en cualquier trabajo. Todo ello contribuye a elevar la moral; una moral que va sembrando la confianza que desarrollamos en el triunfo de nuestro pueblo.
Para lograr todo eso, había que equilibrar y “tejer” una serie de actividades donde muchas mujeres participamos. Con el paso del tiempo, nuestras casas de seguridad se convirtieron en escuelas de aprendizaje mutuo. Sobre este tema existen artículos que la compañera Lucha escribió al respecto –algunos expresados en nuestros cuadernos de trabajo Dignificar la Historia.[1] Lo central es que las compañeras comenzaron a hacer suya nuestra organización y, poco a poco, se integraron en los espacios y, posteriormente, a los campamentos en las montañas. El “tejido” iba creciendo y fortaleciéndose.
En este tejido participaron también las maestras. Ellas se encargaron de desarrollar los programas de estudio, tanto escolares como políticos pues llevaron a los hechos el programa de estudio de la escuela de cuadros elaborado por el Buró Político de la Organización. Eran maestras en aulas de cualquier escuela primaria oficial, pero daban clases a los compañeros que vivían en nuestras casas de seguridad con clases escolares y, además, en sus “vacaciones” iban a instruir a algunos campamentos de las montañas de nuestro país. Y no hablamos sólo del sur, también del centro y norte de la República Mexicana. Hubo quienes dejaron “pendiente” su plaza y se entregaron al 100% a esta loable labor; a ellas y ellos muchos compañeros deben el saber leer y escribir y también su formación política, pues a la par de las labores escolares, cursaban materias como Historia de nuestra organización, historia universal, historia de México, Marxismo-Leninismo, Materialismo histórico, entre otras. Tuvimos compañeras que nos ayudaron mucho en la formación del servicio de sanidad, desde compañeras laboratoristas que realizaron estudios clínicos a nuestros compañeros, hasta aquellas que capacitaron a promotoras de salud. Compañeras que, siendo estudiantes de medicina, dejaron la escuela para integrarse de lleno a la organización, capacitar a otras y llegar, incluso, a salvar vidas de compañeros.
Aunque en ese entonces no se hablaba sobre la participación de las mujeres en todas las actividades, aquí hubo mujeres que integraron la Dirección de las FLN. Mujeres que también dirigieron lo que se llamó los Cuerpos Técnicos del Buró Político, encargadas de los trabajos de impresión de nuestras publicaciones primero de manera artesanal (en mimeógrafo manual) y, después, con offset -que fueron pasando desde los más sencillos que usaban esténciles de cera, luego electrónicos, hasta los grandes offset de 8 oficios para llegar a imprimir publicaciones en selección a color. Especial énfasis hacemos en este aprendizaje que dio formación a cientos de compañeros que participaban en esta tarea que, aunque no llegaran a ser “impresores profesionales”, aprendieron el espíritu de compañerismo, la unidad en el trabajo, la disciplina y la preocupación para terminar a tiempo lo programado y la concentración para “afinar” los detalles y que el producto, nuestras publicaciones, fueran bien impresas, tratando de que no llevara manchas o errores, pues los lectores, eran compañeros y lo que en su interior contenía cada publicación, era el mensaje que los llevaría a crear conciencia y claridad a nuestro pueblo, de que era hora de participar y vivir por la patria o morir por la libertad, y que esas compañeras y compañeros tuvieran la certeza y la confianza en una organización que ellos no conocían (por seguridad), pero que se preparaba para algún día iniciar la lucha por la liberación de nuestra patria.
También hubo mujeres que nos acompañaron y que en su vida civil formaban parte de la iglesia, laicas y religiosas que en la práctica comprobaron que la fe no está peleada con la lucha sino al contrario… la complementa.
Hubo compañeras capacitadas en la soldadura, en la carpintería, aprendíamos desde manejar vehículos hasta resolver cuestiones de mecánica automotriz, a cambiar una llanta, a cambiar el aceite de los vehículos, igual que los hombres se caminaba en la montaña en la “góndola”[2] o aprender el arme y desarme y las posiciones de tirador.
Todas las actividades arriba señaladas pueden considerarse aparte de los trabajos en la cocina, el surtido de despensa, el lavado de trastes, el lavado de ropa, la limpieza de la casa, el gusto de cuidar alguna “plantita” o un jardín… cada quien somos como somos. El amor a los pequeños, propios o no propios, el cuidado a los “animalitos”, aprendemos que la acumulación genera residuos, en palabras de nuestra compañera Ruth “la abundancia origina desperdicio”. Somos parte de un gran colectivo que enseña, que resguarda y, además, protege.
Los trabajos nunca fueron exclusivos de hombres y mujeres. Poco a poco los compañeros empezaron a tomarle más “gusto” a estas labores pues “de hace tiempo para acá” reconocen situaciones que por generaciones se han transmitido, que no son “trabajos” para hombres. Unos más y otros menos. Ese cambio de cultura es lo que se ha promovido “de tiempo acá” y es un proceso que se reconoce como necesario, sin pelearnos y sin vernos como enemigos.
Después de 12 años de fundada la organización, a partir de 1980, las compañeras indígenas llegaron a vivir con todas las demás. Podemos decir que, al sumarse a los trabajos organizativos, también entendieron la necesidad de dejar a su familia para participar como profesionales y junto con los compañeros insurgentes en la montaña. Mujeres de diferentes edades, algunas madres con sus bebés, otras jóvenes de comunidades, que ahí aprendieron a escribir, hablar y leer el español –sin dejar su lengua por supuesto, la mayoría con nuestras compañeras maestras, incluso “se atrevieron” a usar uniforme, de insurgente o de miliciana. Algunas de ellas, aprendieron otras técnicas, a ser costureras, radio-técnicas, promotoras de salud hasta poder tener bajo su cuidado a enfermos, acompañadas de la instrucción del médico(a).
Muchas compañeras llegaron a campamento y se formaron como insurgentes, comisarias políticas, instructoras militares, tenientes, capitanes, mayores, y comandantas, como quien formó parte del grupo fundador en 1983, con mando de tropa y haciendo todas las labores que igual realizan los compañeros también mandos. La diferencia es que, muchas de ellas, se enfrentaron a diferentes situaciones con compañeros que no estaban acostumbrados a que los “mandara” una mujer…. pues el andar de la lucha es un camino que no está exento de problemas y errores, pero es un hecho que se aprende a pelear peleando.
Muchísimas mujeres han participado en estas labores, han dejado los fogones, las cocinas y las oficinas administrativas para participar heroicamente en movimientos revolucionarios en México y en toda nuestra América Latina, casi siempre, invisibilizadas en los textos de historia, pero presentes (aunque no nos miren desde la conquista, en la lucha de independencia, en la revolución, en la guerra de Reforma, y otras guerras), nunca nos mantenemos inactivas, pues hoy somos mayoría las mujeres que llevamos a cabo –sin descanso- la lucha para que se esclarezca la situación y el paradero de miles de desaparecidos de nuestro país México, así como en Chile, Uruguay, Argentina y otros países de nuestro continente. Las mujeres hemos sido y somos verdaderas combatientes de la libertad y por la justicia para poner fin a los feminicidios y la desaparición forzada.
En este 6 de agosto de 2022, a 53 años de iniciados oficialmente los trabajos revolucionarios de nuestra organización, rememoramos la fuerza, la valentía, la determinación, la conciencia y el ejemplo de nuestras compañeras para decir, aquí estamos compañeras, no nos rendimos, no claudicamos, no nos vendimos, no renunciamos a nuestros principios, no nos desesperanzamos y seguiremos caminando hombro a hombro con nuestros compañeros, con nuestro pueblo, para construir el México que soñamos.
¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!
Comisión de Mujeres del Partido Fuerzas de Liberación Nacional.
Compañera Lucha. (2021). “Hacia una organización de compañeros y militares de nuevo tipo”, en Cuaderno de trabajo “Dignificar la Historia IV Toma de Pueblos (1983-1993)”. Apodaca, Nuevo León, México: Casa de Todas y Todos, pp 58-61
Compañera Paula (2021). “La educación en el Ejército”, en Cuaderno de trabajo “Dignificar la Historia IV” Toma de Pueblos (1983-1993)”. Apodaca, Nuevo León, México: Casa de Todas y Todos. pp. 145-148
[2] La góndola era el trabajo que realizaban las compañeras y los compañeros cuyo encargo era recoger la carga que llegaba de la ciudad y de las comunidades a los campamentos, sobre sus hombros y con esfuerzo tenaz cargaban alimentos, ropa, libros, medicamentos… ellas y ellos recorrían grandes distancias en tiempos considerables, el trabajo arduo era repartido por igual, entre hombres y mujeres, subían montañas, cruzaban ríos, caminaban para hacer llegar la “góndola”.
Agosto: parto de dignidad y esperanza…
El mes de agosto representa, para el grupo editorial de esta página, el esfuerzo de lograr integrar acontecimientos ocurridos hace 53 años, con hechos ocurridos en los últimos años, tal vez sean temas históricos distantes en el tiempo, pero el origen de antes y ahora, es para los mexicanos prácticamente lo mismo, se trata de considerar la presencia, sin duda, en nuestro país del imperialismo, el encontrarle un rostro humano al imperialismo no solo es un sofisma, sino también una traición a la patria.
Hace 53 años, la revolución mexicana y el argumento de su herencia social para considerarla aún vigente, eran solo un mito; no existía duda, al pueblo y su participación democrática la sustituía una dictadura de partido, era tal el desprecio por nuestro pueblo que instrumentaron las masacres más infames, pensaron que ya no existía la dignidad necesaria para oponerse a sus excesos, pero se equivocaron: los jóvenes de todas las clases sociales, se alzaron, unos en las ciudades y otros en las montañas contra sus verdugos. No importaba el tiempo que tomase lograrlo pero había que cambiarlo todo.
A finales de los años setenta y principios de los ochenta, llegaron a nuestras filas, dos compañeros cuyas vidas son ejemplares, ambos tenían un pasado relacionado con las comunicaciones impresas, el compañero Ismael tenía su profesión como corrector de estilo en una gran empresa editorial mexicana, al llamado de nuestra aún joven organización político-militar, no dudó en integrarse a nuestras filas, en los momentos más agudos de la represión nacional, él caminó por la montaña, estudiaba y sacó adelante nuestro primer órgano clandestino de comunicación interna: NEPANTLA, era el año de 1979, los reclutamientos se aceleraron, y en 1980 tuvimos nuestros primeros estatutos, gracias a él y a otros distinguidos compañeros; la mano y la ideología imperialista segaron su existencia en agosto de 1980.
En los primeros años de los ochentas, un joven chiapaneco, el compañero “Hernán”, llegó como asistente a una imprenta cristiana en San Cristóbal, aprendió el oficio y ahí fue reclutado para integrarse a nuestras filas. Pasó por todo el trabajo de formación política en nuestras casas, incluso participó en prácticas en la montaña, pero sus conocimientos en offset y la necesidad organizativa de esos años, le conformaron como un formador de “cuadros político-técnicos” del buró político, encargados de todo ese trabajo tan importante para dar a conocer las letras de la revolución. Hernán dedicó toda su vida a esa labor y durante muchos años, haciendo un trabajo digno y callado, cuidando las máquinas, y preparando nuevos compañeros, sobrevivió al alzamiento armado, y después tuvo a su cargo la imprenta de nuestro partido. Una terrible enfermedad acabo con su vida en el año 2017. Él nació un primero de agosto de 1965.
El cinco de agosto de 1969 en nuestra casa que hoy llamamos de “todas y todos” bajo la sombra de un gran árbol centenario celebramos el cumpleaños de nuestro compañero Salvador, veinticuatro horas después en una casa ubicada en el centro de Monterrey, Nuevo León, los ahí presentes, fundaron, nuestra querida organización revolucionaria, antiimperialista, digna, integrada por mujeres y hombres con una conducta moral de nuevo tipo, militantes, urbanos y rurales, dignos representantes de nuestro pueblo, donde el “Vivir por la patria o Morir por la libertad”, no son solo una frase, sino una realidad.
Nacimos siendo un puño de militantes, éramos un núcleo, después, un ejército y ahora somos un partido, que no se vende, que no claudica, pues el imperialismo existe.
¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!
El 28 de mayo pasado, El Colectivo Acero de la Ciudad de Xalapa, Ver. ciudad natal del Compañero Salvador, inauguró una Biblioteca que lleva su nombre. Presentamos un fragmento de la ponencia presentada el día de su inauguración:
Compañero Salvador: Dr. Alfredo Zárate Mota, semblanza de un revolucionario.
Compañeros y camaradas.:
Antes de todo, agradecemos su presencia y a los compas de Café Malquerido por abrir sus puertas para establecer este pequeño espacio para la dignificación de la historia y la memoria.
Nos encontramos reunidos el día de hoy para inaugurar esta pequeña biblioteca que, sin embargo, lleva el nombre de un gran revolucionario. Un compañero cuyo nombre no será familiar para muchos de los aquí presentes y menos aún, la historia que hay detrás de él.
No es culpa de ustedes, al final de cuentas, la historia oficial ha hecho todo lo posible para borrar la historia de los grupos pertenecientes al movimiento armado socialista y también, una costumbre de los partidos, células o grupos socialistas ha sido voltear la mirada a la historia de las luchas de resistencia que han acontecido en otros países como Rusia o Cuba, pero ignoramos lo que ha pasado en nuestro país, nuestro estado o nuestra ciudad, y ello es grave, pues algunas de esas luchas del pasado tienen relación con el presente, y si no se conoce de donde se viene, ciertamente no sabremos a donde nos dirigimos.
Alfredo Zárate Mota nació el 5 de agosto en la ciudad de Xalapa Veracruz, dentro del seno de una familia de maestros rurales: Agustín Zárate Aguilar y Amalia Mota Guerrero. Sabemos que cursaría el bachillerato en el Colegio Preparatorio de Xalapa o conocido localmente como la Prepa Juárez, y posteriormente ingresaría a la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana.
El ejercicio de su servicio social lo llevaría a la localidad de Tenenexpan, municipio de Soledad de Doblado. Tal y como muchas regiones de nuestro estado, Tenenexpan padecía de altas condiciones de marginación. Es en este lugar donde la vocación revolucionaria de Alfredo comienza a desarrollarse, pues además de otorgar servicios médicos a la población, utiliza sus conocimientos, tal intelectual orgánico de Gramsci, para ayudar al pueblo a realizar gestiones para la introducción de servicios públicos y mejorar la comunidad mediante la construcción de escuelas, clínicas, el cierre de cantinas y realización de obras públicas. La labor de Alfredo en Tenenexpan ha sido reconocida por la comunidad, quien nombró en su honor una escuela preescolar. Como he mencionado en ocasiones anteriores, los 60’s representan un punto de ruptura. No solo hay cuestionamientos a la moral, y los valores hegemónicos, sino también a la política y economía que gobiernan gran parte del mundo. EL desarrollo de diferentes procesos de movilización social impulsó la participación de diversos sectores de la población. En este sentido, Alfredo comienza a desarrollar su actividad política de manera legal en dos frentes: el movimiento médico nacional y el movimiento de liberación nacional. El primero se proponía mejores condiciones laborales para el personal médico y mejores condiciones de salud para la población, mientras el segundo era un frente amplio de fuerzas progresistas encabezado por Lázaro Cárdenas que buscaba combatir el creciente autoritarismo del Estado Mexicano…
Ni perdón, ni olvido…
Por distintos medios nos enteramos del fallecimiento de Luis Echeverría Álvarez, personaje siniestro y oscuro, marcado por la sangre de muchos jóvenes caídos en la represión del 2 de octubre de 1968, en el halconazo del 10 de junio de 1971 o en los miles de procesos de “desapariciones” forzadas que fueron implementadas para acallar cualquier protesta al régimen mexicano.
Hacia el exterior del país, Echeverría simulaba un discurso de “apertura” y de brazos abiertos para los perseguidos políticos de otras naciones. Se encargó de sembrar el terror entre la juventud y de condenar a miles de personas que buscaban y que buscan a sus familiares, a vivir en la incertidumbre, en la investigación constante, en el saber si un día regresarán a casa.
Lamentamos que uno de los responsables de la represión más feroz en este país, haya muerto llevándose sus secretos a la tumba y sin tener una sentencia clara de genocida por parte del gobierno mexicano; aunque para nosotros y nuestro pueblo ya había sido sentenciado.
Sabemos que hay muchos actores involucrados en esa nefasta labor del Estado; tanto personas como instituciones en todos los niveles: federales y estatales. Por tal motivo, es nuestro deber y orgullo seguir acompañando a las madres y familiares que buscan a sus hijos e hijas; a sus padres o hermanas y hermanos: desaparecidos de esta época y de épocas pasadas.
Nos oponemos a la simulación y a la farsa que encierra el “esclarecimiento de la verdad” ya que en ella participan los mismos aparatos represivos y corruptos del Estado, con los mismos actores de ayer y de hoy.
Por ello, junto con el ejemplo de Doña Rosario Ibarra (que falleció sin que se le cumpliera su deseo de saber el paradero de su hijo Jesús); y de otras madres del Comité Eureka y otras tantas organizaciones decimos:
¡NI PERDÓN NI OLVIDO!
¡VIVOS LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡VIVIR POR LA PATRIA O MORIR POR LA LIBERTAD!
GRUPO EDITORIAL DE LA CASA DE TODAS Y TODOS
Julio, mes del Internacionalismo Militante
México, nuestra patria, no siempre se ha llamado así. Hace 233 años, nació un niño en el pueblito de Otano, Navarra, un primero de Julio, fue bautizado en la pequeña iglesia de San Salvador en Otano, su nombre: Xabier Mina (sic).
A los 19 años el joven Mina, empuñó las armas para expulsar al ejército de Napoleón que profanaba su terruño. Derrotado el ejército español, aquel mozo no se rindió, reclutó combatientes para integrar un ejército de irregulares, que el mismo denominó el “Corzo Terrestre de Navarra” y pronto sus acciones militares cobraron fama pues no dejaban descansar a los invasores, eran los actos de dignidad, que el pueblo sometido quería escuchar. Sin embargo, como en toda lucha armada, la posibilidad de morir está siempre presente, él fue herido, hecho prisionero y encadenado lo llevaron a la cárcel militar del Castillo de Vincennes cerca de París. Ahí aprendió por pláticas y el contacto con militares prisioneros, la teoría de la guerra, cuando Napoleón fue derrotado. Mina fue liberado, regresó a Navarra, y fue perseguido por sus ideales antimonárquicos. Se exilió en Londres y ahí conoció al legendario fraile novohispano Servando de Mier quien también era perseguido por la monarquía española. Juntos unieron sus facultades aprendidas en la lucha, uno era el militar joven e inteligente curtido en la lucha y el otro el hombre de letras, las “armas y las letras”, para ser libres.
A Don Manuel Ortuño Martínez, el mejor biógrafo de Mina, debemos el estudio de la epopeya de aquel joven por nuestra patria. A petición de Don Manuel, le enviamos fotografías del monumento a la independencia en la Ciudad de México donde destaca el joven Mina custodiando el monumento, de pie, junto a otros héroes de la independencia. Por ellos ahora somos mexicanos.
A casi 206 años, recordamos cómo ambos jefes insurgentes visualizaban el futuro de América.
El internacionalismo del joven Mina estuvo presente en toda su vida. Se entrevistó con Simón Bolívar en Haití en el año 1816, para invitarlo a venir a Nueva España a luchar juntos. Xabier tenía la idea de que “…al separar a la América de la península, acabarían con el coloso del despotismo. México es el corazón del coloso y es de quien debemos procurar con más ahínco la independencia. He jurado morir o conseguirla, vengo a realizar en cuanto esté de mi parte el voto de los buenos españoles, así como de los americanos”, por ello, el mes de Julio será para nosotros, el mes del internacionalismo militante.
Simón Bolívar no estaba lejos de esa idea, un año antes había escrito en su carta de Jamaica (6 de septiembre de 1815) que sabía que en la Nueva España la lucha se mantenía a fuerza de sacrificios humanos, “pues nada ahorran los españoles con tal que logren someter a los que han tenido la desgracia de nacer en este suelo, que parece destinado a empaparse con la sangre de sus hijos. A pesar de todo, los mexicanos serán libres, porque han abrazado el partido de la patria, con la resolución de vengar a sus pasados o seguirlos al sepulcro”.
También, en todos los meses de julio recordamos el nacimiento de un gran compañero, “Héctor”, joven chiapaneco que enfrentó con las armas a los esbirros que pretendieron detenerlos en nuestra casa clandestina el 19 de julio de 1971, en Monterrey. Él se encontraba ahí pues iba a entrenarse como piloto de aviación. Ese acto heroico, al defenderse y no dejarse aprehender permitió la continuidad del proceso clandestino y meses después “Héctor” integró el núcleo guerrillero en la selva. En 1974 participó en la expulsión de los agentes de la CIA que se entrenaban en campamentos en la zona de la laguna del Ocotal, en Ocosingo, Chiapas. Nuestros compañeros fueron perseguidos por el ejército, su desaparición aún es un misterio que el ejército catalogó como operación “Diamante”. Pero nosotros no olvidamos. Junto con otros compañeros integra la “Lista de Ocosingo”.
Recordemos que nuestra Casa de Todas y Todos cumple 22 años de trabajo. Fue fundada en el año 2000 en el mes de Julio y aún queda mucho trabajo antimperialista, que hacer, no nos rendiremos.
Hace 2 años, en Julio ocurrió el deceso de nuestro compañero Teniente Insurgente Frank. Muy joven se integró al trabajo clandestino y le tocó participar en el trabajo político de masas durante varios años. Hoy lo recordamos con respeto y entrañable cariño. En el Cuaderno de Trabajo “Dignificar la Historia IV” Toma de Pueblos” narra a los jóvenes de ahora, el camino de la formación de los hombres y las mujeres de nueva formación política, precedida de dignos ejemplos.
Transcribimos un artículo aparecido en nuestro periódico interno Nepantla 17, del año 1982 del compañero Paco, uno de los primeros compañeros campesinos que se conocieron en 1980 y que trajo a nuestras filas al compañero Frank.
Nepantla 17 (1982).
“HISTORIA DE LAS EXPERIENCIAS DE LAS LUCHAS DE MASAS Y EL CONTACTO CON LAS F.L.N.
Por el Compañero Paco.
Compañeros:
Por diferentes medios damos a conocer de las luchas de masas campesinas en el Estado de Chiapas, que ha habido fracasos y descontento por lo que no hay ningún avance revolucionario para alcanzar una definitiva liberación de nuestros pueblos oprimidos por los grandes explotadores del país.
Primero: las luchas populares se han aumentado por el descontento de falta de tierra para los campesinos, por los altos precios de las mercancías, por un miserable salario para los jornaleros, por falta de técnicas para la producción, por los bajos precios de nuestra producción, y aún por las trampas legales mentirosas del gobierno burgués. Estas luchas campesinas han llevado muchos años de luchas pacíficas llorándole a los altos funcionarios del gobierno y hasta hoy no ha habido nada. Nosotros hemos tenido contactos con muchas organizaciones como la UGOCM, CIOAC, con la OID y el Plan de Ayala. Pero de esas organizaciones todavía lo llevan la ley burguesa del gobierno y hasta hay dirigentes charros, que sólo trata de favorecer a los terratenientes. Por eso pensamos que es hacer una lucha de guerra para tener una definitiva independencia. Pero para hacer esta lucha de violencia no teníamos experiencias de cómo entrarle y no sabíamos cómo se cambia el sistema burgués para llegar a un sistema verdaderamente socialista.
En estas luchas que hemos dado ya los pueblos se han dado cuenta de cómo nos engañan, de cómo nos explotan y de cómo nos oprimen cuando queremos buscar la justicia de todos los pueblos, ya nos cansamos y a veces se nos viene el desánimo.
Ya más después nos dieron contacto con unos compañeros que hablaban sobre la lucha armada, que es la FLN. Y nos dio mucho gusto conocerlos, porque de por sí lo pensamos que la solución definitiva de las luchas es la lucha armada, la primera entrevista fue el año de 1980, en el mes de marzo. Ahí poco a poco fuimos conociendo sus alternativas de lucha, que es de una disciplina político-militar guerrillera.
Nos fueron teniendo confianza y más después se nos hizo una visita la Dirección Nacional y nos dio entrenamientos de prácticas de tiros, y con suficientes municiones para la práctica. Enseguida nos nombraron que formáramos un grupo y con un responsable, y hasta se tomó cursos de enfermería y nos envían medicinas para los compañeros, y hasta nos mandan periódicos y libros para el estudio, para tener más conocimientos y experiencias de otros compañeros, y hasta de otros países que ya han triunfado sobre la lucha del socialismo.
Ahorita tenemos ya compañeros del pueblo que están en una casa de seguridad como una escuela de tomar conocimientos, para más después desatarse en una revolución por un sistema socialista, donde no haya ricos ni pobres, para acabar con toda clase de injusticia en nuestro país.
Estamos muy contentos de haber tenido el contacto con estas fuerzas, y hasta hoy ya también sacamos un periodiquito campesino que hacemos nosotros mismos. Estos compañeros se están preparando para hacer los trabajos revolucionarios, están aprendiendo muchos trabajos, haciendo sus gimnasias y estamos seguros del triunfo.
¡¡EN ADELANTE ALCANZAREMOS LA VICTORIA FINAL!!
¡¡POR UNA DEFINITIVA LIBERACION CON UN SISTEMA SOCIALISTA!”
¡Vivir por la Patria o Morir por la Libertad!
Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.
MARXISMO Y FUERZAS DE LIBERACIÓN NACIONAL
Nosotras, nosotros, poseemos una interpretación propia del marxismo. Rescatamos de él su valor como instrumento metodológico de análisis. No lo asumimos como dogma o ideología. Es un instrumento que nos ayuda a revelar la dinámica económica pero también sociopolítica.
Ello nos ha permitido la comprensión de la dialéctica social; del constante cambio; de la necesaria transformación de las sociedades llegado el extremo de las contradicciones.
Hemos tenido la capacidad de acoplar esta metodología con el profundo conocimiento de nuestra historia y circunstancias nacionales e internacionales actuales.
Ni siquiera nuestro lenguaje es el lenguaje clásico ortodoxo. Es el lenguaje de nuestra historia y realidad nacional.
Esta comprensión dialéctica nos ha permitido entender y valorar el papel de las distintas clases y sectores en la necesaria construcción histórica. La lucha actual de las mujeres, por ejemplo; la analizamos y comprendemos en términos dialécticos, de cambio, de nuevas realidades.
Para nosotras, nosotros, no hay sectores prioritarios y otros desechables. Todos somos sectores desposeídos. Al igual que los pueblos originarios y comunidades indígenas, todos tenemos un papel y un lugar en la construcción y producción de la nueva sociedad, con todas las semejanzas y diferencias propias, dentro de la nación y respecto a otros pueblos del planeta.
El marxismo, es por tanto; un método (poco comprendido y estudiado) que nos ayuda a revelar un sistema complejo, con múltiples expresiones sociales, pero con una sola columna vertebral: el capital como valor central y motor de la desigualdad e incluso de la violencia extrema. No importa en qué rincón marginado o en qué punto de una mancha urbana estemos: todos (las y los) que tenemos una misma condición de clase estamos siendo oprimidos, despojados, explotados, por una misma dinámica o régimen de producción cuyo eje es el capital y sus contradicciones.
Por ello nuestra lucha no puede ser fragmentaria. Nuestra respuesta tiene que ser, a la vez, nacional, internacionalista y unificada. El “cada quien su tiempo y cada quien su modo”; cada quien con su necesaria lucha, no es suficiente. El horizonte nacional y revolucionario se hace indispensable. Nuestro proceso es histórico.
En consecuencia, el método seguido nos ha ayudado a entender la vigencia y necesidad de una lucha de liberación nacional, vía la unificación de esfuerzos y sectores; vía la construcción de una agenda nacional donde estén representados los distintos anhelos y necesidades.
Más aún: los rasgos de esa sociedad nueva, no los estamos definiendo nosotros, los definirá esa interacción, ese diálogo, esa acumulación de fuerzas en orden, sin duda, al bien común, a la solidaridad, al desarrollo desde abajo; a la vida digna de todas y todos.
Por último: no podemos menospreciar la poderosa injerencia de los intereses económicos, geopolíticos, políticos y sociales que el capital trasnacional juega en la dinámica del despojo y explotación nacional. ¡Existen!, son reales las decisiones económicas, políticas y sociales que se toman desde el centro mismo del imperio.
Estamos en una órbita imperial. No podemos desvincular nuestra realidad nacional de tales intereses. La ciencia del marxismo nos ayuda a comprender y a estudiar también, estas realidades.