Carta de las FLN a Pablo González Casanova, Comandante Pablo Contreras del CCRI del EZLN.

Como Grupo editorial de la Casa de todas y todos, presentamos esta carta que fue entregada el día 11 de marzo a Don Pablo González Casanova y que se nos ha solicitado ´publicar de forma íntegra:

Para:

Don Pablo González
Casanova

Comandante Pablo
Contreras del CCRI del EZLN

De:

Fuerzas de Liberación
Nacional (FLN)

Compañero Don Pablo,

Con el debido respeto acudimos a usted para exponer la política de
enfrentamiento que algunos sujetos enmascarados, y que se presentan como
miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), han realizado en
contra de nuestra labor en comunidades indígenas. Estas actividades que hacemos
en dichas comunidades y en otras partes de México no son armados ni clandestinos,
ni tienen por objetivo “cooptar” sin más a las comunidades: no es esa la forma
en que trabajamos. Las actividades han tenido sustento en la participación de médicos,
arquitectos, mujeres organizadas y deportistas quienes, junto a Organizaciones No
Gubernamentales de derechos humanos, realizaron cursos formativos y planes de
derechos humanos para el desarrollo comunitario autónomo, cursos de salud,
clases deportivas, todo esto en consulta y con el consentimiento de las
familias indígenas que participan en ello, quienes no pertenecen al EZLN, y
sufren abismales carencias en servicios de salud y educación; más aún, tienen
el cuartel del Ejército Mexicano más grande de Chiapas a pocos kilómetros de
sus comunidades.

Estos voluntarios, maestros y alumnos universitarios en su mayoría, que han
participado en los trabajos entienden la necesidad de apoyar a las comunidades
que forman parte de los primeros pueblos de Chiapas en integrarse a las Fuerzas
de Liberación Nacional (FLN) en 1983, cuando apenas estaba por fundarse el
EZLN. Como organización, cumplimos ya 50 años realizando de forma
ininterrumpida trabajos políticos, sociales, culturales y revolucionarios en muchas
otras partes del territorio nacional y es la primera ocasión en que nos
enfrentamos a problemas de esta naturaleza, por más que hayamos sorteado muchos
otros.

Estos acontecimientos de amenazas serias, desplazamiento forzado e
intimidación cometidos por quienes se presentan como miembros del EZLN, y que
hoy le damos a conocer a usted, forman ya parte de una serie de denuncias
públicas que han sido presentadas en tiempo y forma por el Observatorio Mexicano
de Derechos Humanos http://derechoshumanosmexico.org/denunciachiapas. Ahí podrá usted obtener la versión original
de dichas denuncias. Por supuesto que condenamos estos actos y nos deslindamos
de quienes usurpando el nombre de nuestra organización abjuran de sus
principios.  

Estos últimos reprobables sucesos que le presentamos no han sido los
únicos. Desde que reanudamos el andar por nuestro camino, que nunca
abandonamos, a mediados del año 2013, hemos recibido de parte de quienes fueron
en el pasado entrañables compañeros una andanada de calumnias y difamaciones,
muchas de las cuales se contradicen entre sí. Se ha dicho que nos rendimos, que
ya no existimos, que somos rajados, contrainsurgentes, que tenemos nexos con el
narcotráfico, que tenemos acuerdos con el actual presidente, que repartimos
cuernos de chivo y treinta mil pesos, que el aquí firmante padece demencia
senil, que somos violentos y tenemos una lista de nombres, juzgados en ausencia
y condenados a muerte; las calumnias se transformaron de afirmaciones que
buscaron ningunearnos, a mentiras con el propósito de atemorizar a incautos.
Todo eso es falso.

Para que entienda el origen de esta calumniosa campaña, anexamos una
carta que envió, en el año de 2013 a través de una compañera nuestra, el
entonces denominado Subcomandante Marcos a miembros de nuestra dirección. Dicha
carta está plagada de calumnias, mentiras y distorsiones intencionales sobre
nuestro trabajo y nuestra organización.

Nuestra respuesta ante el doloroso insulto que esa carta representa fue
reanudar los pasos de nuestro camino, que fueron pausados por las necesidades
políticas de un contexto anterior ya inexistente. Comenzamos así con la
reparación de una deuda moral nuestra: el respeto a la vida, muerte,
desaparición y memoria de nuestros compañeros responsables históricos;
concretamente, la única respuesta que dimos a esa carta fueron las siguientes
palabras: “La vida de nuestros compañeros es digna, y no es indigno
recordarlos”. Antes que a usted, le dimos a conocer el contenido de esta carta
a Dr. López y Rivas para que, como interlocutor del EZLN, intercediera y
cesaran las agresiones y calumnias. Él puede informarle de esto, que no es un
secreto.

Le comentamos a usted que, una vez reanudado nuestro andar, nos
reencontramos con antiguas compañeras y compañeros cuyo esfuerzo participativo
fue retribuido con malos tratos, injusticias, vejaciones, mentiras y olvido.
Nos encontramos también con nuevas generaciones que, desde otros espacios de
participación, fueron involucradas en dinámicas desmoralizantes, por decir lo
menos, muy ajenas todas a los principios y valores de nuestra organización.
Finalmente, en este andar que nosotros hemos llamado “Dignificar la historia”,
nos encontramos de nuevo con los primeros pueblos que nos recibieron, y su
situación y sus relatos nos llenaron de enojo y pena: comunidades abandonadas,
fragmentadas, expulsiones absurdas, pobreza, analfabetismo en casi todos los
hombres y mujeres que fueron niños en 1994, comunidades con su infancia
desnutrida y sin acceso a los más básicos servicios de salud.

Podrá usted dudar de nuestra palabra, en el mismo tenor que lo hizo el
Dr. López y Rivas. De nuestra parte sólo podemos afirmarle que hablamos con la
verdad, sin ambages. Cada elemento que aquí mencionamos tiene testimonios
reales, historias de carne y hueso con nombre y apellido. No ha sido nunca
nuestro modo mentir, ni tampoco romantizar nuestras palabras con ficciones
vanidosas. No ha sido tampoco nuestra intención, en momento alguno, perturbar
los esfuerzos del EZLN en el camino político que han decidido avanzar; hemos
hablado sobre ellos en la medida en que las circunstancias, guiadas por sus
propias decisiones, nos han obligado a marcar nuestra distancia.  

Leemos con preocupación que, por primera vez en décadas, los voceros del
EZLN afirmen: “estamos solos”. Pensamos que las causas de ello, más allá de un
entorno político adverso, tienen que ver también con el olvido del compañerismo
y la pérdida de los valores y principios en los que fueron formados sus
actuales dirigentes.

Es importante decirle que las FLN no caeremos en provocaciones, pero que
tampoco estamos dispuestos a dejarnos intimidar por nadie ni dejaremos que las
agresiones queden sin respuesta. Al contrario, en el caso de las comunidades de
Chiapas, continuaremos con nuestros proyectos mencionados, que consisten en:
tierra, techo y trabajo para todas y todos los mexicanos, que son nuestras
demandas básicas desde hace 50 años. Además, le confirmo: no cejaremos en
nuestra demanda de sacar, en forma pacífica, a las tropas del ejército mexicano
de los territorios indígenas ocupados desde 1995 y que todos hasta hoy
pretenden no observar. Le recuerdo que las FLN son la única organización que
logró desalojar, sin usar la violencia, cuarteles que ocupaba el ejército
federal en el año 2001 y lo hizo sin ceder nada a cambio. En nuestros objetivos
está lograrlo, como ya lo hemos hecho público: http://casadetodasytodos.org/comunicados/carta-publica-al-presidente-electo-andres-manuel-lopez-obrador-fuerzas-de-liberacion-nacional-f-l-n/

Por último le comunicamos, que le haremos llegar previamente el reporte de las actividades sociales que seguiremos haciendo en las comunidades en Chiapas para que esté al tanto de ellas y para informarle que, si las amenazas se materializan y agreden a los jóvenes estudiantes de arquitectura (http://casadetodasytodos.org/portada/4a-tranformacion-o-revolucion/) o las estudiantes de enfermería y alumnos pasantes de medicina que van a realizar su servicio social invitados por las FLN, para construir consultorios en proyectos de salud comunitaria integral, pues como ya lo hemos señalado, nunca hemos dejado solos ni a los compañeros, ni a los pueblos que se sumaron a nuestro llamado hace ya 50 años; nuestro compromiso fue y será estar siempre cerca de nuestro pueblo.  Las amenazas, las calumnias, las mentiras, no han surgido de nosotros.

Confiamos en usted y
en sus buenos oficios.

Siempre,

¡Vivir por la Patria o
Morir por la Libertad!

Por la Dirección
Nacional Colectiva de las FLN

Comandante Insurgente German