Abril: fue el Estado… y sigue.

Ha concluido el primer trimestre de este año, y en él se ha confirmado la profunda descomposición económica, política y social que vive nuestro país. Vuela el valor de nuestra moneda, depreciándose primero por la caída del precio del petróleo – entre otros factores – y apreciándose luego de que se anuncian severos recortes al gasto público. El peso vale en la medida en que sea un instrumento más de este histórico desmantelamiento de todo lo comunitario sobre nuestra tierra.

Luego de que por más de un año el gobierno federal – y el Estado en su conjunto- se dedicase a afirmar en cada espacio que la dolorosa desaparición de los cuarenta y tres normalistas de Ayotzinapa fue producto de una excepción, llevada a cabo por un puñado de autoridades corruptas, vinculadas con el crimen organizado y no de una política de Estado, las desapariciones de jóvenes a manos de policías y elementos del Estado continúa; primero 5 desaparecidos en Rio Blanco, luego 3 más en Papantla. Ahora, el poder legislativo ha aprobado una ley que permite al poder Ejecutivo decretar estados de excepción y suspender las garantías individuales plasmadas en la Constitución, en casos de perturbación grave de la paz pública. La consigna “Fue el Estado”, que se ha oído en todo lo largo y ancho de nuestra patria, mantiene su grave verdad expuesta, en la gesta de una solución consecuente.

Las páginas de los diarios en los últimos días dan cuenta de un rasgo más de esta acelerada descomposición; jóvenes privilegiados, hijos de funcionarios y empresarios, conformados en una banda que viola y mata a adolescentes por el sólo motivo de su nauseabundo divertimento. Las autoridades en turno permitieron su escape de la justicia, desestimando como pruebas de sus actos criminales evidencias y confesiones videograbadas. Sólo el empeño de la sociedad que lucha por justicia logró traer a la luz el nombre de “los Porkys”.

Resulta necesario hacer conscientes las razones que median entre estos sucesos; desde nuestra perspectiva, se trata de la imposición de una dinámica política, económica y social que, saltando de una crisis a otra, permite el creciente despojo de los bienes naturales y las riquezas sociales, el incremento de los márgenes de explotación, y la disolución de todo tejido colectivo que se oponga a ello. De esta dinámica social impuesta no vendrá un nuevo orden; la restitución de la paz social, o mejor dicho, la primera y genuina aparición de la paz social,  será un logro del pueblo entero, no de los cerdos que dicen gobernar. Ese logro sólo será posible mediante la reconstrucción política de los vínculos entre los sectores populares, la formación de compañeras y compañeros dispuestos llevar adelante la lucha de liberación, la recuperación de la confianza en que, como pueblo, sabremos ser libres, vivir en justicia y gobernarnos.

Efemérides.

Nunca olvidar a nuestros compañeros, es no sólo un deber, también es un orgullo.

La historia, la búsqueda de la identidad, la permanencia en el tiempo, la defensa de la cultura, forman un todo coherente que el estado y el imperialismo dominante tratan de impedir. Pero nosotros no olvidamos.

Son tres los compañeros que recordamos en éste mes….

Nuestra compañera Soledad…

Soledad representa a la juventud estudiantil que acude a la defensa de su pueblo, sin importar riesgos y sacrificios. Chiapaneca nacida en la sierra, no duda en incorporarse a la militancia como profesional, es decir, aquellos compañeros que dedican  cada día en la clandestinidad para prepararse para combatir; la recordamos enseñando a los compañeros de nuevo ingreso en el cuidado de la casa de reclutas, con paciencia y compañerismo. Sin duda cumplió con su deber. Fijó las bases de nuestra convivencia futura, La recordamos con orgullo y cariño.

Compañero Ricardo….

Joven profesionista que cambió la vida intelectual, la búsqueda de la vida placentera, sin compromiso social, para incorporarse al “núcleo guerrillero Emiliano Zapata” donde se gestaba el futuro ejército del pueblo de México, sin importar el tiempo que tomase lograrlo. Lo recordamos en sus discursos libertarios en la época de luchas estudiantiles, siempre en defensa de la comunidad. Su vida sirve de ejemplo vivo y actuante.

Compañero maestro Fidelino…

El primer compañero indígena que se incorporó a los trabajos clandestinos en la zona de guerra durante la preparación del núcleo guerrillero. Maestro bilingüe, recibió nuestro plan político y no dudó en buscar nuevos compañeros en las comunidades indígenas. Él nos informó de la presencia de los “agentes gringos” que estaban instalados en la Laguna del Ocotal, que él mismo denominó como “el Ocotal Americano”. Su ejemplo hoy se reproduce en miles de compañeros, por lo que no permitiremos que se relegue su vida y se olvide su sacrificio.

En sus fechas de nacimiento decimos a la compañera Soledad, compañero Ricardo y compañero Fidelino…..

¡Presentes compañeros!

¡Vivir por la Patria! O ¡Morir por la Libertad!

Grupo Editorial de la Casa de todas y todos

 

*Fotografía, corresponsalía de Chubakai.