Mes de dignidad.

2017 comenzó de forma violenta, con el robo a los bolsillos del pueblo mediante el célebre gasolinazo –que amenaza repetirse en este mes. Las calles de varias ciudades de nuestro país ardieron en diversas manifestaciones de descontento, yendo de marchas a saqueos en tiendas departamentales. Ante una naciente revuelta que se anunciaba en los primeros 5 días del año, el poder optó por sembrar miedo, confusión, para luego reprimir: el saldo de ello fue de al menos seis muertos y más de 500 detenidos en todo el país. Y el enojo, persiste.

El día 20 de enero, tomó posesión en los Estados Unidos su nuevo presidente electo; desde entonces, día con día se ha ido confirmando todo aquello que mostró durante el largo trayecto de su campaña política que consistió en una agenda racista, xenofóbica y de indelebles tintes fascistas.

Inmediatamente después de su elección Trump seleccionó a los integrantes de su gabinete, lo cual fue muy revelador. Tres generales: General James Mattis, en la  Secretaria de Defensa; John Kelly, en la Secretaria de Seguridad Nacional -DHS- y el General Michael Flynn como máximo Consejero de Seguridad Nacional. Cuatro billonarios corporativos: Rex Tillerson –presidente de ExxonMobil- al Departamento de Estado; Wilbur Ross –financiero conocido como el “El Rey de la Bancarrota”- en la Secretaria de Comercio; Steven Mnuchin -ejecutivo de Goldman Sacks- en la Secretaria del Tesoro; Betsy DeVos –presidenta del  Windquest Group, grupo avocado a la privatización de la educación- como Secretaria de Educación. Como corolario, el senador más antiinmigrante, y amigo del Ku Kux Klan, Jeff Sessions como Abogado General. Lo que ha ocurrido con esta elección presidencial se va develando como un verdadero “golpe de estado blando” en los Estados Unidos.

Todo esto forma parte de las preocupantes notas que han llenado de temor, asco e incertidumbre a los pueblos del mundo, incluido el estadounidense. No cabe duda: el mayor arsenal nuclear del planeta, la mayor fuerza militar de la historia, la más grande economía del orden mundial están en manos de un nuevo fascismo que, por fortuna, ha dado muestras de una incompetencia proverbial en estos primeros días de su gobierno; y ha dado muestras, también, de un divorcio con las mayorías, que parecen decididas a enfrentarlo en buena parte de los medios o foros públicos y, fundamentalmente, en las calles de prácticamente todas las ciudades estadounidenses.

“¿No fueron ustedes ilegales en 1846? Los Estados Unidos invadieron México, robaron la frontera. Texas, Nuevo México, Arizona, Nevada, Colorado, California, Utah… y nos llaman ilegales. Sáquennos y nos llevaremos con nosotros el corazón de California”. Protestas contra Trump, enero 2017.

México y los migrantes mexicanos han sido los primeros blancos de ataque del nuevo régimen norteamericano: la iniciativa de construir un muro fronterizo de más de 3,000 kilómetros (2,000 millas) bajo el modelo israelí, junto a la criminalización y persecución de migrantes formaron parte sustantiva de los discursos de campaña y ahora se han tornado en acciones de gobierno que habrán de irse concretando en los próximos meses.

En nuestro país, el muro y Trump se han convertido en un asidero para la nefasta clase política mexicana, inmersa en escándalos de corrupción y franca criminalidad desde hace ya varios años. Con el cinismo que les caracteriza, esos mismos que han perseguido y abusado de migrantes centroamericanos, desaparecido estudiantes, criminalizado luchadores sociales y movimientos, robado las arcas públicas, inyectado agua en vez de medicamento a niños con cáncer, o incluso perdonado de antemano todo ello con tal de que “los dejen ganar”, ellos, criminales consumados, hacen hoy un llamado a la Unidad. El peor error, en estos tiempos, es acudir a sus espacios, atender a sus llamados.

Nosotros no olvidamos que el imperialismo, que hoy muestra un rostro más franco y crudo, ha sido un elemento siempre presente en la vida de nuestros pueblos; que las desgracias que azotan a nuestra tierra tienen su origen, la más de las veces, en los dictados de la potencia extranjera; la ruptura del campo mexicano, el nulo crecimiento del salario en décadas, la guerra contra las drogas, la apertura energética, por mencionar algunas, son directrices económicas y políticas que han sido impuestas, en complicidad con la burguesía nacional y sus gobernantes, desde el extranjero. Y es en ese contexto que los esfuerzos por una genuina liberación nacional, que permita a los pueblos de México vivir libres y soberanos, son una necesidad real de nuestro tiempo.

 

Efemérides

Tres son los acontecimientos relacionados en la historia contemporánea de México que ocurrieron en el mes de febrero y que son fácilmente ignorados o tergiversados. Todos tienen un mismo origen aunque en épocas diferentes. Vamos a recordarlos con especial respeto pues todos implican la tortura y muerte o desaparición de compañeros luchadores sociales, simpatizantes y colaboradores con las Fuerzas de Liberación Nacional de México. Conviene mencionar que las FLN nunca consiguieron recursos por medio del uso de las armas, nunca por el secuestro, nunca por el engaño, y la razón por lo cual así se hizo es muy simple: sólo el pueblo de México decide qué tipo de lucha apoya o rechaza, podrá tomar mucho tiempo y quizás mucho sufrimiento, pero los métodos que el imperialismo utiliza para sojuzgar no pueden ser imitados por el pueblo de México;  aún para la lucha de liberación existen leyes y protocolos, además de la ética y la moral basada en el respeto a los civiles que habitan en la zona de guerra, y así se hizo siempre.

Las  historias  que hoy recordamos son  las siguientes.

En el mes de febrero de 1974, haciendo trabajos de reclutamiento son descubiertos dos compañeros responsables de una casa de seguridad de las FLN en Monterrey, México. Recordemos que aún no existía el ejército del pueblo, se necesitaron  14 años para fundarlo. Por medio de prácticas comunes de la brigada blanca y demás cuerpos represivos, como la intimidación, tortura y promesas de libertad a cambio de delatar a otros compañeros, ellos guiaron a la policía política a diversos hogares donde vivían los simpatizantes y colaboradores económicos, quienes ahí fueron detenidos y posteriormente torturados. Ninguno delató a nadie más. Después, dado que existía una casa de reclutas en Nepantla, Estado de México, los delatores condujeron al ejército  para que éste, sin previo aviso, entrara disparando y asesinara a cinco compañeros; 2 más fueron detenidos y, a pesar de las torturas, no delataron a nadie. Esa fue la primera vez en fueron detenidos, torturados,  encarcelados y asesinados  compañeros militantes de las FLN  en cinco años de trabajos.

Un año después en febrero de 1975, realizando trabajos clandestinos para preparar a los compañeros que serían enviados a las montañas, tres compañeros fueron  identificados y perseguidos. Dos de ellos fueron alcanzados y muertos frente a una instalación militar en Cárdenas, Tabasco. Se negaron a rendirse: la dignidad y conciencia de lucha de estos compañeros quedó manifiesta, fueron nuestro ejemplo antes y ahora, no tenemos por qué negarlo.

Pasaporte del traidor Subcomandante Daniel, alias “Azabache”; perteneciente al archivo histórico de las FLN.

Con los años, todos los trabajos para la formación de un ejército del pueblo fueron cumplidos. Un primero de enero se iniciaron los combates frontales, siempre sujetos al respeto a las leyes y tratados internacionales  conocidos como la “Convención de Ginebra” por parte de las FLN y su brazo armado, el EZLN. Sin recurrir a la violencia para recaudar fondos, se hicieron los preparativos para la guerra, además de construir escuelas y hospitales que daban servicio a los pueblos de la selva, mismos que al iniciar la guerra fueron destruidos por el ejército opresor.

En  febrero de 1995 se realizaban diálogos de paz entre el EZLN (actuando como vocero de las FLN aunque no se dijese públicamente que lo fuese), y el gobierno en turno, que prometió respetar los diálogos de paz, sin previo aviso atacó a las comunidades que eran conocidas como zapatistas, persiguiendo a mujeres, ancianos y niños. En esta ocasión, la delación de un subcomandante del EZLN que desertó sin que la comandancia en turno hiciese algo por juzgarlo -dejándolo actuar sin castigo alguno- facilitó que informase al enemigo todos los secretos militares que conocía. Sin embargo, como es sabido, la acción armada fracasó. Cabe mencionar que esta acción militar estuvo coordinada en conjunto con especialistas militares de los Estados unidos.  La sociedad civil reclamó el diálogo y  obligó al gobierno a retomarlo.  El daño a las comunidades que resistieron el ataque del ejército fue incalculable, y hasta ahora los cuarteles militares que sembró el ejército siguen operando a sabiendas de que están ubicados en territorios indígenas, lo cual es violatorio de las leyes nacionales y de los derechos humanos.

Por último, aunque en este año no existe el día 29 de febrero, en la Casa de todas y todos ustedes, recordamos el cumpleaños del compañero Romeo, quien dejó su casa para que al fallecer, fuese instalado en ella este espacio de trabajos políticos donde damos la importancia a la historia y a los diálogos en lugar de la confrontación, como desgraciadamente tuvo que hacerse en 1969.

En estas efemérides recordamos a todos aquellos compañeros que aportaron algo al proceso de liberación de nuestro pueblo, a través de 200 años recordamos a Morelos, a  Xavier Mina,  a Fray Servando;  y a Vicente Guerrero como quien concluyó  esta larga lucha por la dignidad, gracias a sus sacrificios Muchos otros sacrificaron sus vidas por mantener nuestra independencia, nosotros no olvidamos. Tenemos mucho que aprender de la historia,  aún más hoy que somos agredidos por el sólo hecho de existir como un pueblo que aspira a ser libre. Recordemos la frase conocida por todos: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, atribuida a Porfirio Díaz, pero perteneciente a Nemesio García Naranjo, un ilustre intelectual regiomontano.  No debemos olvidarla.

¡Presentes compañeros!…… ¡ejemplos de dignidad!

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Grupo Editorial de la Casa de todas y todos,

Febrero de 2017