Corral acorralado: Inician Paro indefinido Maestros de Chihuahua
Más de 13 mil maestros afiliados a la Sección 42 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en el Estado de Chihuahua, iniciaron el martes 17 de abril un paro indefinido para exigir el pago de salarios y prestaciones a maestros nóveles e interinos, algunos de ellos sin sueldo por más de un año.
Los líderes de la Sección 42 del SNTE convocaron al paro en el marco del periodo electoral que vive el país por el relevo presidencial y en un contexto estatal que es necesario analizar para entender la dinámica interna del movimiento.
La justa demanda de pago de salarios a los maestros contratados bajo el nuevo esquema de la Reforma Educativa: sin derechos laborales, prestaciones ni estabilidad en el empleo, fue tomada como bandera política por los líderes del mismo sindicato que avaló y apoyó de manera activa la reforma desde los más altos niveles. Es decir, que los mismos cómplices de la política rapaz contra los trabajadores implementada desde el Estado, aparecen hoy como redentores de los maestros (lobos disfrazados de cordero).
Recordemos que la Reforma Educativa fue aprobada sin consulta social previa en el 2013 por 198 diputados del PRI, 104 del PAN, 53 del PRD, 26 del Verde Ecologista y nueve de los diez diputados del Partido Nueva Alianza (uno estaba ausente). Como ya se sabe, Nueva Alianza es la cara política del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Básicamente todos los partidos se inclinaron ante el mandato de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para borrar de un plumazo uno de los frutos de la Revolución Mexicana de 1910.
En esta ocasión, la base magisterial movilizada en el estado de Chihuahua, tomó las oficinas estatales como forma de presión para demandar al Gobierno estatal la solución a las demandas de los trabajadores de la educación mediante un paro indefinido que además del pago de salarios atrasados exige el cumplimiento de prestaciones ya eliminadas por la Reforma Educativa a toda la base trabajadora.
Está claro que la problemática del magisterio en Chihuahua no es nueva (igual que en el resto del país), pero se ha intensificado por la política neoliberal que busca eliminar los derechos laborales de los trabajadores mediante una reforma que culpa a los maestros del fracaso educativo y promueve en los medios de comunicación una campaña de linchamiento contra quienes se oponen, luchan y resisten contra la política depredadora implementada por el Estado.
En el contexto estatal, no es necesario realizar un análisis profundo para entender que el paro de maestros convocado por el SNTE Sección 42 es de tinte electorero, pues estamos a unos meses de la contienda por el cambio presidencial. A nivel estatal, las fuerzas políticas en contienda se alinean desde el SNTE con los partidos Nueva Alianza, PRI y Verde Ecologista, frente a un gobierno estatal dirigido por el Partido Acción Nacional, con Javier Corral a la cabeza.
Los líderes del SNTE juegan a mover las piezas en el tablero electoral, tomando como bandera las demandas del magisterio pero sin llegar al fondo del problema, que es eliminar la Reforma Educativa que ellos mismos avalaron y promovieron en un momento donde los maestros disidentes y opositores (que no han dejado de luchar), fueron satanizados mediante una campaña de linchamiento en los medios de comunicación pagados por el Estado con recursos públicos.
En el juego político de los partidos nadie sale limpio. El mismo Javier Corral Jurado, siendo senador de la República aprobó la nefasta Reforma Educativa y ya como gobernador del Estado de Chihuahua ha hecho lo mismo que sus colegas el PRI: ignorar las demandas del magisterio, con la única diferencia de que su administración está controlada de manera más directa por la clase empresarial. El mismo secretario de Educación, Pablo Cuarón, es un empresario juarense que sólo conoce el arte de cómo administrar sus negocios.
Con la visión empresarial que le caracteriza, el Estado se encargó que dar continuidad a la política de desmantelar las conquistas de los trabajadores de la educación de una forma más descarada que sus antecesores: mantuvo meses sin salario a los maestros nóveles y escamoteó los reclamos de la base trabajadora, con la diferencia de que no tuvo de su parte a los medios de comunicación para continuar la campaña de linchamiento, ya que retiró subsidio y publicidad a la prensa y chayote a periodistas. Decidió emplear esos recursos en crear sus propios medios de comunicación. Con éste punto en su contra, la administración de Javier Corral pronto fue blanco de ataque de la prensa, quien se encargó de echar a la opinión pública en su contra al dar voz a los reclamos sindicales y dar cabida a las voces de los padres de familia en apoyo a los maestros paristas (que en otro momento hubieran sido acusados de flojos, huevones, etc).
Al igual que en los tiempos del gobernador panista Francisco Barrio, el gobierno acorralado (de Corral) tiene una política más devastadora que sus colegas del PRI. Esta vez ha conciliado intereses con sus presuntos opositores del SNTE, ya que primero amenazó con el despido masivo de maestros paristas (pues la Reforma Educativa establece que tres faltas injustificadas son motivo de rescisión del contrato), pero ha decidido que el empleo de los manifestantes no está en riesgo. En aras de sus intereses políticos, tuercen y emplean a su conveniencia la ley que ellos mismos hacen.
Los dirigentes del SNTE reclaman no sólo el pago de cerca de 170 maestros nóveles, sino también atender las prestaciones que la Reforma Educativa eliminó para todo el magisterio. Gobierno del Estado argumenta que esas prestaciones ya fueron eliminadas y no se darán, pero los líderes del SNTE las mantienen como moneda de cambio para resolver el conflicto, ya que así mantienen el movimiento con reclamos más amplios y al mismo tiempo se ocultan como responsables del mismo fracaso que provocaron.
Integrantes del Movimiento Magisterial Resissste lo señalan con toda claridad:
Si solamente exigimos el pago del adeudo que el Estado tiene con nuestros compañeros, estaríamos desviando el foco del problema, que es la Reforma Educativa. Los dirigentes sindicales pro patronales, podrán negociar el fin de las demandas magisteriales de la sección 42 sin tocar el problema de fondo. Nuestra responsabilidad es señalar toda aquella acción que traicione los deseos y necesidades de la base trabajadora, y al mismo tiempo tomar en nuestras manos las decisiones que nos lleven a la victoria en esta etapa de la lucha.