Febrero, la bandera teñida con sangre

Quienes redactamos estas efemérides, cada año debemos hacer un alto en la actividad diaria y en un minuto de silencio recordar a todas y a todos los revolucionarios que, en distintas épocas, y circunstancias, perdieron la vida útil, la que consagramos a liberar a nuestro pueblo. Febrero 7, luego el 14, el rojo de nuestra bandera se tiñe de rojo sangre.

Nepantla es el pintoresco pueblo donde nació la más grande representación de la mujer mexicana conocida como Sor Juana, monja a fuerzas, rebelde siempre. Ahí en ese pintoresco pueblito, murieron nuestras primeras compañeras, Soledad y María Luisa, y los compañeros Salvador, Manolo y Gabriel. Después la lista se hace grande. Fueron masacrados sin previo aviso.

Hemos pagado el tributo de sangre con creces, no tenemos de qué avergonzarnos, declaramos una guerra justa a quienes mataban al pueblo. Procuramos dar lo poco que tenemos a nuestros compañeros así que como dijo el trovador: “¡Que se avergüence el amo!”

Hoy vamos a transcribir el panegírico que escribió en la montaña nuestro inolvidable responsable Alfredo a 3 años de lo acontecido en Nepantla: 14 de febrero de 1977.

En febrero también debemos congratularnos con la incansable Doña Rosario, luchadora social, que el día 24 de febrero cumple años. Abrazos a ella y a todas las doñas. Felicidades.

“COMUNICADO CONFIDENCIAL A:

TODOS LOS MILITANTES DE LAS

FUERZAS DE LIBERACION NACIONAL

            Quienes el 14 de febrero murieron en Nepantla defendiendo a las Fuerzas de Liberación Nacional, no cayeron defendiendo otra causa sino la de los oprimidos y explotados, la de los justos de la tierra.

            Hoy recordamos su heroica caída, su leal actitud a los principios de la organización, su entrega total a la revolución.

            Convencidos de que en una revolución si es verdadera se triunfa o se muere, de que es socialista o es caricatura de revolución, de que es imperativo Vivir por la Patria o Morir por la Libertad, convencidos de que empezamos a vencer desde que empezamos a luchar, el enfrentar con decisión y entereza, con moral revolucionaria al ejército opresor que por la traición fue conducido a nuestra casa, nuestros compañeros Salvador, Soledad, María Luisa, Manolo, Gabriel, no se enfrentaron  sino contra los defensores de los soberbios y poderosos, de los explotadores.

            Algunos de ellos de humilde origen, algunos con preparación universitaria, todos con la convicción requerida por nuestra militancia, todos con la certidumbre de la victoria final de nuestros pueblos, de que ésta es la lucha por la única, verdadera, irrenunciable libertad e independencia.

            Su actitud firme es ejemplo permanente para quienes les sobrevivimos, es actitud ratificada tres días después por nuestros compañeros en el rancho “El Chilar” y un año más tarde por Aurora y Gonzalo, actitud que marca, constante el modelo de nuestra conducta.

            Pero debemos recordar no solamente su heroica muerte, sino permanentemente todos los actos de sus fecundas vidas revolucionarias, sus actitudes diarias que son pauta también para nuestra superación y formación; y teniendo presente su militancia, forjarnos la propia y merecer la honra de ser compañeros de quienes, como ellos, demostraron su lealtad a la organización, su entrega a la revolución.

            Esa militancia y lealtad hacen que su ausencia sea sólo física, que al empuñar las armas en defensa de nuestro pueblo sintamos sobre las nuestras, la presencia cálida de sus firmes manos.

VIVIR POR LA PATRIA O MORIR POR LA LIBERTAD

Fuerzas de Liberación Nacional

14 de febrero de 1977″

Cro. Alfredo. Comunicado 19. Dignificar la Historia, Cuadernos de Trabajo II, Las Fuerzas de Liberación Nacional y los combates por la memoria (1974-1977). Pág. 107. Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.

Editorial en audio:

Por último, compartimos con ustedes un sencillo video que da cuenta del testimonio de una sobreviviente de aquel aciago día. Dicho video se realizó como homenaje a los caídos a 40 años de ese 14 de febrero de 1974.