Julio, 2024. Muchos recordatorios que llegan a nuestra memoria colectiva.
En julio recordamos a nuestro compañero Héctor, militante chiapaneco de las FLN, que junto al compañero Manuel, inició en 1972 los trabajos en el rancho El Chilar en el municipio de Ocosingo, Chiapas, lugar a donde posteriormente llegarían los demás compañeros del Núcleo Guerrillero Emiliano Zapata, desaparecidos en 1974 por el Ejército Mexicano. Héctor participó en la expulsión del campamento de norteamericanos en la Laguna del Ocotal.
El mes de Julio nos recuerda también al inolvidable General Francisco Villa, asesinado hace 101 años en Parral, Chihuahua, gran estratega militar que nos deja su ejemplo de lucha y que fue capaz de organizar la gran División del Norte, que en esos años hizo temblar al imperialismo norteamericano. Congruente con la defensa del pueblo, confiscó tierras a los latifundistas para repartirlas entre los desposeídos, embargó tiendas para distribuir recursos a viudas y huérfanos de los caídos en la revolución y mandó construir hospitales y escuelas, pues valoraba más la labor del maestro que la del militar.
En julio del año 2000 nace la Casa del Dr. Margil, antecedente de la Casa de Todas y Todos en Apodaca, N.L. y en julio de 2013… hace 11 años nace nuestra página editorial https://lacasadetodasytodos.org
En julio, recién conocimos el resultado de la “democracia electoral”, que nuevamente convocó a las urnas a millones de mexicanas y mexicanos. Durante meses, sufrimos todas y todos, una campaña publicitaria con despilfarro de recursos del pueblo, que nuevamente intentó convencernos que vivimos en otro México, pero la realidad se impone nuevamente ante los desaparecidos o asesinados, que demuestran que en nuestro país no existe la verdad ni la justicia.
La izquierda oficial está de júbilo ante el triunfo arrollador de la candidata a la Presidencia por la coalición Morena-PVEM-PT, Claudia Sheinbaum, mientras la coalición de “derecha” del PRI-PAN-PRD niega su derrota, llora, patalea y advierte sobre del colapso que se avecina para el país.
De los 98 millones 320 mil 591 personas registradas en la lista nominal, el 61 por ciento participó en las elecciones del pasado 2 de junio (69.6 millones), mientras el 39 por ciento restante se abstuvo (28.7 millones). De los abstencionistas casi nadie habla, pues la versión más común es que si no votan “es por desidia o indiferencia” ¿O será que ninguna propuesta los convence o no creen en el sistema electoral como camino para lograr un cambio en el país? A esto habremos de agregar que un millón 400 mil 144 mexicanos acudieron a las urnas para anular su voto. En números redondos del total de la población de casi 130 millones, Morena tiene 36 millones de votantes, un 26%, los otros 100 millones, ya se verá en el futuro las nuevas condiciones.
Otra reflexión pendiente; “Sigamos Haciendo Historia” obtuvo porcentajes mayores al 50% en Puebla y Veracruz y cercanos al 80% en Tabasco y Chiapas, en Morelos no llegó al 30% pero ganó, no por el convencimiento o la buena obra, sino que refleja el corporativismo actual y hace recordar aquellos tiempos del PRI Gobierno donde era similar o llegaba al 100% de los votos, mientras el PRIAN-RD sólo retuvo Guanajuato (51.28%) y Movimiento Ciudadano sólo la gubernatura de Jalisco (40.85). En resumen, el país se pintó de guinda porque Morena además de ganar la Presidencia de la República gobernará 21 estados.
Además, llegara quien llegara, pero con más razón los que llegan con la gran presión social del incumplimiento de los temas cruciales, las demandas sociales, y el principal, la justicia que no llega ni de tarde ni de noche, bajo mil pretextos, excusas, mentiras, promesas, esos dolores y esperanzas siguen estando pendientes.
Los hechos indican que la presidenta electa continuará la militarización del país con el aumento al presupuesto de las fuerzas armadas y la incorporación de militares como empresarios en las obras públicas llamadas “estratégicas”: Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, aduanas y aeropuertos, entre muchas más obras ya anunciadas desde la campaña y desde el saqueo de recursos y movimiento de mercancías que intensifican y expanden el capitalismo en México y América latina. A cambio más hora-doctrina en las escuelas, menos condiciones laborales, mayores desplazamientos forzados, expulsión de territorios, explotación en nodos industriales, ecocidios, abandonos del campo, extorsión y represión policiaca, represión a mujeres, campesinos, indígenas, defensores de derechos humanos, migrantes, impunidad e indolencia en crímenes de lesa humanidad que a la fecha no se resuelven. y porque, aunque se nieguen, existen y se viven.
Fiel al servilismo frente al imperialismo, la nueva presidenta conversó con la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georigieva, con el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga y con el secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Matías Cormann, mientras las Empresas Globales (EG), grupo integrado por 60 firmas transnacionales que operan en México, celebraron el triunfo de la “izquierda” y pidieron certidumbre jurídica y seguridad, lo que significa libertad para seguir robando, especulando y explotando al pueblo.
Esto demuestra el papel del Estado como sirviente del capital, pues la presidenta virtual ha recibido en dos ocasiones al director general de la empresa Black Rock México, Sergio Méndez, quien manifestó el interés de la corporación en aumentar sus proyectos de inversión en el país. Black Rock, es una empresa trasnacional de capital financiero especulativo que se ha beneficiado del gobierno obradorista.
La Cuarta Transformación es un proyecto para rescatar y recomponer al Estado en crisis que dejaron los gobiernos neoliberales del PRIAN y que ya era obsoleto para el capital, por el peligro de inestabilidad social que provocaba y que se mantiene, somos generaciones enteras viviendo en la inestabilidad permanente. Al mismo tiempo, genera desmovilización de la sociedad y una creciente militarización y control de amplias zonas por parte del crimen organizado. Ya se verá quiénes se beneficiarán y a quién se reprime, a quién se golpea o expulsa a quiénes se apapachan o perdonan deudas o impuestos, a quiénes se les darán las facilidades para invertir o para tener los mayores foros, véase los próximos gabinetes y se verá ahí el rumbo.
Todo lo anterior nos demuestra que la 4T es un distractor de las grandes demandas que llevaron a la revolución de 1910, porque el Estado nunca realizará los cambios sociales que resuelvan éstas demandas, como ya lo veremos. La transformación social profunda no se logrará con programas, becas y pensiones, y aunque se afirme que cinco millones de mexicanos salieron de la pobreza extrema durante éste sexenio, esos apoyos sólo serán un parche al terrible problema de la desigualdad social.
Un elemento significativo de la 4T es su recurrente intento de apropiación de la historia de muchos movimientos que han luchado por todas las formas, pero que no compartían ni comparten la lucha electoral y que la actual ola arribista reclama como procesos que los llevaron al poder, cuando en realidad fue un uso electoral del descontento y el hartazgo, además el pueblo, los pueblos de México no quieren regresar a los años del partido de Estado, eso está claro, pero tampoco quieren la burla de aparentar cambios ni desean tampoco a la derecha ni al fascismo que se cierne, lo que los pueblos impulsan y buscan es una gran transformación desde abajo, un gran movimiento del que surgen los procesos necesarios para la libertad, la verdadera democracia y la justicia.
También un 1º de julio, pero del año 1789, nace en Otano, Navarra, Xabier Mina, que, a sus 28 años de edad, es asesinado en nuestro país por incorporarse a la lucha de independencia de nuestro pueblo. Mina es el insurgente recordado en muchas tierras a ambos lados del mar como uno de los primeros guerrilleros internacionalistas, uno de los más jóvenes insurgentes que lucharon por la libertad y contra la monarquía, por la justicia y contra la dominación, contra el imperialismo y por los derechos de los pueblos.
Recordamos su travesía desde Europa a las Antillas en el Calypso, sus encuentros en Haití, el primer país independiente de América en la gran gesta de los pueblos negros, el recorrido desde unas nacientes colonias convertidas después en una potencia capitalista para llegar al noroeste de México y el puerto de Soto la Marina; recordamos sus dos proclamas por la independencia y la libertad, su expedición al Bajío para encontrarse con Pedro Moreno en la posible expansión y continuidad de la lucha al oriente y al occidente para articularse con los otros insurgentes del sur de México; lo recordamos, y con él, a Servando Teresa de Mier y a los cientos de combatientes internacionales y las esperanzas de millones de hombres y mujeres en un continente insurrecto.
Hace 7 años, el director de la Casa de Todas y Todos entregó al pueblo de Otano, en Navarra, País Vasco, una placa que fue colocada en un obelisco que representa la memoria de ambos pueblos hermanados en sus luchas e historias por la soberanía que reside en los pueblos. Mina proclamó el 22 de febrero de 1817 en Galveston: “Sin echar por tierra en todas partes el coloso del despotismo, sostenido por los fanáticos y monopolistas, jamás podremos recuperar nuestra dignidad.“
El principal ejemplo que nos deja Mina es anteponer los principios y la consecuencia antes que cualquier beneficio personal, antes que cualquier cargo, antes que cualquier rápido acuerdo insostenible, antes que cualquier puesto, rendición o claudicar. Primero los principios, primero luchar por la dignidad.
¡Vivir por la patria! o ¡Morir por la libertad!
Grupo editorial de la Casa de Todas y Todos.