El Socialismo sigue siendo hoy una opción válida: Florencio Lugo

Como parte de los actos de conmemoración del asalto al cuartel de Madera el 23 de septiembre de 1965, reproducimos a continuación una entrevista con Florencio Lugo uno de los sobrevivientes de estos acontecimientos.

“Yo había dicho que la lucha armada ya había pasado a la historia, que ya no se podía, pero, en fin,

eso lo va a decidir el pueblo, no nosotros. Entonces, la lucha que se está siguiendo es válida,

desde luego, eso es bueno, la lucha no violenta, ¿verdad? Pero si en un momento dado el pueblo se ve

en la misma situación en que nos vimos nosotros en aquella época y responde a la violencia institucional

con la violencia revolucionaria, eso lo va a decidir el pueblo.

Florencio Lugo, último sobreviviente

del asalto al Cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua

Si pudiéramos resumir en una palabra la vida de Florencio Lugo -último sobreviviente del asalto al cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua en 1965, sería el de ser congruente con su ideología. A 57 años de la gesta heroica que abrió en México el camino a muchas otras organizaciones en la lucha por un mundo de igualdad y justicia, Lugo sostiene que aún con la caída del Muro de Berlín y el derrumbe de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), el socialismo aparece en el horizonte como la única alternativa contra el capitalismo rapaz que pone a la humanidad al borde de la extinción.

Y para él, la lucha pacífica que enarbolan los movimientos sociales en la actualidad es tan válida como la lucha armada, pues las formas de resistencia las decide el pueblo y no un pequeño grupo de líderes o representantes. Pero advierte que “si en un momento dado el pueblo se ve en la misma situación en que nos vimos nosotros en aquella época y responde a la violencia institucional con la violencia revolucionaria, eso lo va a decidir el pueblo”.

Este año, por primera vez las autoridades del Municipio de Madera buscan capitalizar a su favor la simpatía del pueblo por los combatientes que sacrificaron su vida en la lucha por una sociedad más justa e igualitaria. Como es ya la política del régimen hacia otros movimientos, en Ciudad Madera se busca institucionalizar un hecho histórico para oscurecer las causas que le dieron origen (muchas de las cuales siguen vigentes).

Sin embargo, para Florencio Lugo este es un logro mientras “seamos más inteligentes que ellos” y no nos dejemos engañar. Dar continuidad a la lucha de 1965 es el mejor tributo y homenaje a los combatientes, ya que se trata de una historia viva y no congelada en estatuas y monumentos.

Ya considerando los 57 años que han transcurrido desde el asalto al cuartel, han pasado muchas cosas. El derrumbe del socialismo en la URSS y otros sucesos ocurridos, han llegado a cuestionar la validez de la lucha por el socialismo, que era el propósito del movimiento en Madera. ¿Qué opina usted de todas estas corrientes que cuestionan el socialismo como una alternativa? 

Definitivamente son opiniones que ya he escuchado en otras ocasiones. Lo que puedo decir yo al respecto es que nosotros vivimos nuestro tiempo, hicimos lo que se tenía que hacer en ese momento, en esa época, en esos días. Este… yo le he llamado… fue una circunstancia histórica, lo nuestro. Entonces, sí es cierto; cuando cayó el socialismo, cuando la Unión de Repúblicas, cuando la URSS cayó, sí dije, yo pensé “pues hasta aquí llegó la posibilidad, ¿no? Pero después fui reflexionando y me di cuenta que no; la lucha sigue, de una u otra manera, pero la lucha sigue. Siempre lo he dicho. Nosotros perdimos una batalla militar, pero logramos un triunfo ideológico-político, que es el que sigue en la historia, y seguirá en la historia. Y según estoy viendo, cada vez toma más impulso, más fuerza, ¿no?, con lo que acabamos de ver aquí en Madera me doy cuenta de eso. Yo había dicho que la lucha armada ya había pasado a la historia, que ya no se podía, pero, en fin, eso lo va a decidir el pueblo, no nosotros. Entonces, éste, la lucha que se está siguiendo es válida, desde luego, eso es bueno, la lucha no violenta, ¿verdad? Pero si en un momento dado el pueblo se ve en la misma situación en que nos vimos nosotros en aquella época y responde a la violencia institucional con la violencia revolucionaria, eso lo va a decidir el pueblo.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional reivindica el asalto al cuartel de Madera como el inicio de una lucha más amplia, que continuó con el EZLN. ¿Qué piensa usted de esto?

No, pues definitivamente los sucesos del 23 de septiembre del 65 en Ciudad Madera fueron el inicio de todo un movimiento que se vino a dar. Después de lo de Madera surgieron muchísimos grupos: Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, Movimiento 23 de Septiembre, la Liga 23 de Septiembre. La Liga pues todavía sigue vigente. Definitivamente es el inicio, fuimos los pioneros de este movimiento revolucionario actual contemporáneo. Pues sí estoy de acuerdo con esa opinión.

Hemos visto que el capitalismo tiene mucha capacidad de aprender, de absorber para mantenerse, para prolongarse. Se apropia de estos movimientos al institucionalizarlos. ¿Piensa que pueda pasar esto con el movimiento en Madera ahora que el municipio por ejemplo ya lo asumió como un evento oficial?

Tenemos que tener la capacidad, la inteligencia para aprovecharnos nosotros de esa situación y seguir con nuestro movimiento. Eso es lo que se tiene que hacer en este caso. Tenemos que ser más inteligentes nosotros. Claro, los poderosos obedeciendo órdenes de los dueños del mundo que son más poderosos, tienen todo un programa mundial a su favor. Entonces ahí se valen de todo, absolutamente de todo para salirse con lo que ellos quieren, lograr lo que ellos quieren. Enajenación al cien al pueblo, hay mucha enajenación, pero hay también un número importantísimo de gente que no se ha dejado enajenar y eso es lo importante y es lo que tenemos que estar al pendiente, y que no se vaya a perder eso, que no nos vayan a enajenar también a nosotros.

Desgraciadamente hay muchas personas, compañeros que se han identificado como de izquierda pero que siguen los dictados del capitalismo. Sin darse cuenta, no lo hacen de mala fe. Sin darse cuenta están cayendo en la trampa. Entonces eso es lo que debemos de cuidar nosotros y cuidar que la gente no caiga en esa trampa. Hay programas que aparentemente están a favor de un sector y le ponen todo a favor de ese sector, pero en contra de otro sector. Aparentemente ellos están haciendo el bien por un sector, pero lo que están haciendo en realidad es poniendo en contra a un sector con otro para que nos olvidemos de la lucha. Divide y vencerás. De todo eso tenemos que estar al pendiente y seguir adelante.

¿Sigue siendo válida en esta situación mundial la lucha por el socialismo?

Claro, es que tenemos que seguir luchando por el socialismo. Si los dueños del mundo ganan y derrotan al cien por ciento al socialismo, bueno, pues ni modo. Que parece que por ay van, por ay van, ni modo, Pero nosotros, hasta el último momento seguir luchando por el socialismo. En Durango, una joven periodista me entrevistó y cuando tocamos el tema de que nosotros luchábamos para derrocar al sistema capitalista para instaurar un sistema socialista económico político, la muchacha me dijo: “oiga, pero el socialismo ya no existe”. Precisamente por la caída de la URSS. Le dije: “no, espéreme, sí existe. Ahí está Cuba, que hasta ahorita sigue firme. De aquí para adelante yo no sé lo que vaya a pasar, pero hasta ahorita sigue firme. Entonces tenemos que seguir firmes, tenemos que seguir luchando por el socialismo. Es más, hay compañeros que dicen: “el socialismo es lo único que nos salva del imperialismo”. Y lo he visto recientemente, que alguien por ahí lo dijo y lo siguen promoviendo, ¿no?

Hablando de esos engaños de las izquierdas supuestas que a veces surgen.

¿Qué piensa usted de la 4T y de todo ese movimiento?

Híjole. En 2019, cuando nos dieron el reconocimiento, el Premio Nacional Carlos Montemayor, me entrevistaron y me hicieron esa pregunta: “¿Qué opina usted de cómo está gobernando el señor López Obrador?”, esto y lo otro. Bueno, yo digo que el señor López Obrador es una persona con buenas intenciones, es una buena persona. Desgraciadamente está gobernando dentro del mismo sistema capitalista. Es ese el gran problema. Ahora, muchos de los compas de izquierda confunden. Hablan de democracia proletaria. Le llaman democracia proletaria a la actual. No, es democracia burguesa. La democracia proletaria es muy diferente. ¿Qué es lo que quiero decir? Que Morena puede durar dos sexenios, o a lo mejor le dan chance y dura tres. Pero valiéndose de esa democracia, los priístas, panistas y compañía se van a aventar con todo y van a decir: “no, es que tienes que respetar a la democracia. Ya tuviste doce años, ahora vamos nosotros”. Y con más fuerza, desde luego. Así lo hicieron con Acción Nacional, que fue lo mismo o peor: “Pérate tantito, ya tuviste tus doce años, ahora seguimos nosotros”. Siguió el PRI, pero, ¿cómo vinieron? Más voraces, más hambrientos

¿De alguna forma el gobierno de la 4T le hace un favor al capitalismo al aplacar las movilizaciones?, ¿al legitimar una supuesta democracia que no existía?, ¿finalmente al regresar a la cara del viejo PRI?

Pues definitivamente sí. Está dentro del mismo sistema capitalista. La diferencia es que no me puedo poner en contra de López Obrador porque entonces estaría favoreciendo al PRI y al PAN. Tengo que seguir, y además agradecerle ciertas cosas que ha hecho por ahí, reformas que los otros jamás. Por ejemplo, esto que vemos ahorita. Antes trataban de minimizar, trataban de ocultar todo lo que tuviera que ver con el movimiento revolucionario armado. Ahora con esto, pues nos dan oportunidad de salir un poco, y de seguir adelante y echarle ganas.

Como que desmoviliza estar esperando migajas de allá arriba, ¿no?

Desgraciadamente así es. Es lo que mencionaba hace un momento: compañeros de izquierda que: “no, todo está bien, está perfecto, vámonos, y arriba y adelante” (ríe).

A nivel mundial hay un control más centralizado de la información, ya te vigilan a través de los celulares, la computadora, correos electrónicos, todo está intervenido. ¿Esta intervención y este control descartan o niegan ya la posibilidad de una organización más clandestina, más cerrada? ¿O todavía es posible?

Depende de los participantes en X organización, depende, porque si nos cuidamos, si dejamos a un ladito el celular, si dejamos a un ladito la computadora… Aunque de vez en cuando tengamos que revisar, porque ahí nos damos cuenta de muchas cosas, ¿no? Pero si tenemos la capacidad y la inteligencia para medio bloquear ese control que ellos ejercen, pues hay que hacerlo y hay que seguir adelante, definitivamente es cierto.

¿No habrá un control total nunca?

No. Si nosotros nos dejamos claro que sí. Pero no debemos permitirlo. Tenemos que actuar con mucha inteligencia. Mientras no se dé la lucha armada y sigamos como vamos ahorita, tenemos que actuar con mucha inteligencia. Hace tiempo decía yo que ha estado haciendo falta en todo México una organización de izquierda revolucionaria auténtica. Entonces, pues es lo que estamos platicando ahorita, ¿no? Entonces adelante, vámonos, hay que seguirle.

¿Y qué piensa usted de estas nuevas generaciones de jóvenes en movimientos sociales? Uno piensa que las ideas ya se van quedando rezagadas y sin embargo hay jóvenes que se van incorporando. ¿Qué piensa usted de esto?

Hay una enajenación tremenda en la juventud, al menos en México, en los Estados Unidos, en los países más conocidos por nosotros. Pero afortunadamente no todos los jóvenes caen en eso. Por ejemplo, con el futbol, la juventud enajenada. Está bien, ok, es un deporte y hay que verlo, pero no hay que enajenarse. No hay que dejarse controlar de esa manera, porque ya es un control tremendo. Y así como el futbol, utilizan muchas otras cosas para enajenar, sobre todo a las nuevas generaciones, a la juventud. Entonces, mientras haya una parte de esos jóvenes que no estén completamente enajenados, ay la llevamos, porque, ¡ah carajo!, sacan cualquier moda ridícula… Y la mayoría de la gente, jóvenes y no tan jóvenes, caen en ello. Veo yo -y me da un poco de tristeza- señores adultos, grandes, con aretes, con molotitos. Qué pasó, ¿no? Son modas que nos están imponiendo. En último caso no le pasa nada a un hombre por ponerse aretes, pero ahí nos están demostrando que cayeron en la trampa. Entonces, definitivamente, mientras haya jóvenes que piensen diferente y no se dejen engañar, ay la llevamos y hay que estar muy atentos a que siga el movimiento.

Si usted pudiera corregir errores dentro de toda esta lucha que ha llevado adelante, ¿cuáles corregiría?

Principalmente hacer conciencia en la sociedad, en la juventud y en los adultos también, en la gente como nosotros, que desgraciadamente se está dejando llevar por ciertas cosas. Definitivamente hacer conciencia con esta gente, seguir con lo nuestro, para ir creciendo nosotros, pues. A mí me dan mucho gusto estos eventos que vi, porque fueron totalmente diferentes a años pasados. Y en todos los eventos, mucha gente. O sea, que cada vez tenemos más gente a nuestro favor. Eso es lo que tenemos que cuidar.

Bueno, yo le preguntaba errores dentro de la lucha armada. Se cometieron errores. ¿Usted qué errores hubiera corregido de haber podido? Errores de táctica, de estrategia, no los que estuvieron fuera de sus manos.

Bueno. Arturo Gámiz en uno de los encuentros estudiantiles en la sierra propuso la creación de clubes de la juventud trabajadora. En Nuevo Casas Grandes formamos un club. Ahí fue donde nosotros nos dimos cuenta de la cuestión revolucionaria. Ahí me di cuenta yo de personajes que ni me imaginaba. Me di cuenta de revoluciones, por ejemplo, la cubana, la vietnamita, la revolución china, la revolución soviética, en fin. Entonces, yo propuse también ya hace algo que esa podría ser una de las formas de seguir adelante: crear comités, ya no vamos a decir clubs de la juventud trabajadora, pero comités que recluten juventud y que vayan haciendo conciencia con ellos; pero mi propuesta nadie la escuchó. Yo la tengo escrita, ahí está en los libros que tengo. Arturo visualizó eso, pero no se cumplió. Uno de los errores nuestros fue que no se llevó a la práctica. Aun así, se formó una red urbana. Y yo, con mi salida de Madera el 23 de septiembre, y mi salida del estado de Chihuahua, compruebo que sí había una red urbana. ¿Por qué? Porque yo caminé, caminé herido, no sé, seis u ocho días, perdí la cuenta. Andaba por la sierra, me guiaba únicamente por la salida del sol y seguía mi camino, hasta que llegué al Presón del Toro. ¿Cómo llegué ahí? Porque iba yo caminando y empecé a oír ladrar perros. Dije: “por aquí tiene que haber una ranchería, tiene que haber gente”. Entonces ya me orienté y fui y sí efectivamente llegué al Presón del Toro. Ahí pedí ayuda. El primer campesino con el que tuve contacto dijo: “sí claro, cómo no, aquí lo ayudamos”. Me dieron toda la ayuda que pudieron, me hicieron la primera curación. Luego, les dije que tenía que irme porque nosotros teníamos un reglamento que para nosotros era verbal, pero uno de los puntos de ese reglamento era no permanecer más de dos días en un lugar. ¿Por qué? Por seguridad propia y por seguridad de las personas. “No, espérate hasta que ya estés mejor” No, no puedo, por esto y esto. “Ah bueno, ok”. Y ya ellos me orientaron y llegué a Ignacio Zaragoza. Ahí llegué a la casa de un tío mío. Él me llevó con el doctor Raúl Peña Garibay, quien me hizo otra curación, no a fondo, pero lo que pudo él lo hizo. Ok, y lo mismo. A los dos días “me tengo que retirar”, “No, espérate”, “No, tengo que irme, por esto”, no pues entendía. Además, la vigilancia en todo Chihuahua estaba tremenda. De ahí me fui al ejido Los Pinos a pie. Del ejido Los Pinos bajé y llegué hasta Galeana. Ahí sí ya pedí aventón. Y ahí un señor ya mayor me dio aventón. Ya no se me notaba tanto el problema. Llegué a Casas Grandes y el doctor Julio Muñoz me hizo otra curación más a fondo. Y el doctor Julio me sacó, porque no hubo quién me pudiera sacar de Casas Grandes. Me echó a su carro, y ¡vámonos! Me llevó al Valle de San Buenaventura con el doctor Ramiro Burciaga. Y de ahí sí ya me dieron una ayuda económica, y “que te vaya bien, cuídate mucho”. Ahí abordé un autobús, y vámonos. Llegué a Salaices, Chihuahua y ahí José Luis Aguayo Álvarez, que era el presidente de la asociación de alumnos, y algunos de ellos, me dijeron que “en México buscas a fulano de tal”, y no, pues sí. Entonces, con esto estoy demostrando yo que existía una red urbana a la que perteneció Oscar González, un activista de los principales en esa red urbana.

¿Y usted sí piensa que hubo una delación de parte del capitán Barajas?

Sí, definitivamente sí la hubo, está comprobado. Yo me fui a Chihuahua porque andábamos escasos de dinero, me fui cuando estábamos en el entrenamiento. Y en Chihuahua busqué al doctor Gómez, platiqué con él, le dije la situación en la que nos encontrábamos. “No se preocupe”, me dijo, “ya vamos nosotros también para allá, ya la situación va a cambiar un poco”. Pero ya se había hecho la mayor parte del entrenamiento. Por ahí en alguna parte, allá en el DF, no recuerdo bien, el mismo doctor me dice: “tenemos que hacer contacto con un capitán, con un militar retirado. Ah, bueno, pues se hizo el contacto. Llevó a este señor con nosotros al grupo y al poco tiempo empezamos a desconfiar de él, porque el entrenamiento que nos dio en el DF era más endeble que el que nosotros habíamos hecho por nuestra cuenta. Nosotros hacíamos prácticas de campamento, prácticas de tiro al blanco, de desarme, en fin. Y bueno, pues también seguíamos en la cuestión ideológica, que era muy importante. Entonces llegó este señor, el capitán y empezamos a desconfiar de él. Creo que se desapareció un croquis que había hecho Gámiz; pues la desconfianza fue mayor. Entonces Arturo y Salomón dijeron: “no, ay que darle agilidad a esto”. Y bueno, salimos en diferentes grupos para no llamar la atención, pues. Y uno de los grupos era el de Salvador Gaytán y Juan Antonio Gaytán, que iban a subir a la sierra y bajar armas que se habían quedado allá. Llegando a Chihuahua enviaron a otro grupo a que entrara a Ciudad Madera a ver qué podrían investigar, cómo estaban las cosas, cuántos soldados había, en fin. Y esos dos grupos y nosotros, trece que salimos de Chihuahua para acá para la sierra, teníamos que hacer contacto en cierto lugar que habían acordado ellos, pero no llegaron. Los que entraron a Ciudad Madera se regresaron y se fueron hasta Chihuahua. Y Salvador y Juan Antonio dijeron que no habían podido cruzar el río, ok.

¿Y este tren que entra cuando está el ataque al cuartel fue parte de la delación?

Yo digo que sí. La versión de Ramón Mendoza era diferente. Yo digo que sí, porque cuando a Rafael Martínez Valdivia y a mí nos dieron la consigna de someter al velador de la Casa Redonda, amarrarlo para que no fuera a avisar, no estaba. Entonces, de repente una máquina prende las luces y echa a andar, aluza la línea donde estaba Arturo, Salomón y Ramón, y bueno, eso les favoreció al cien por ciento a los soldados. Pero Ramón Mendoza dice que no, que los mismos maquinistas le hicieron señas. Pero el daño lo hizo la máquina. Había la consigna de “órale, háganlo” y así se hizo.

El capitalismo ha llegado a un punto en que ya el planeta está demasiado contaminado, existe el peligro de la guerra nuclear, devastado ya. ¿Hay esperanzas de un rescate planetario desde una lucha socialista? O nos limitamos a pequeñas resistencias regionales, locales…

Por lo menos tenemos que pensar en esas resistencias mientras vemos hasta donde llegamos, hasta donde podemos avanzar. Todavía, creo yo, estamos a tiempo. Si la población mayoritaria, la clase baja abriéramos los ojos en serio, estamos todavía a tiempo de salvar la situación. Pero si no lo hacemos, quién sabe a dónde llegue el mundo. Claro que los poderosos tienen todo a su favor. Tal vez tengan asegurado que ellos van a seguir. Entonces la humanidad continuará después. El mundo, la tierra, tiene capacidad para auto-sanarse. Todo el daño que se le está haciendo, la tierra tiene todavía capacidad de sanar. La humanidad va a seguir después, pero la gran mayoría vamos a quedar ahí si no abrimos los ojos a tiempo, si no actuamos a tiempo.




Nuestra América: nuestras madres, nuestras tierras

“Y así las cosas, vinieron a hacernos evacuar.

Vinieron a estacionarse en el mercado. (de Tlaltelolco

Fue cuando quedó vencido el tlatelolca, el gran tigre, el gran águila, el gran guerrero.

Con esto dio su final conclusión la batalla.

Fue cuando también lucharon y batallaron las mujeres de Tlatelolco lanzando sus dardos.

Dieron golpes a los invasores; llevaban puestas insignias de guerra; las tenían puestas.

Sus faldellines llevaban arremangados,

los alzaron para arriba de sus piernas para poder perseguir a los enemigos. Fue también cuando le hicieron un doselete con mantas al capitán allí en el mercado, sobre un templete.

Y fue cuando colocaron la catapulta aquí en el templete.

En el mercado la batalla fue por cinco días.”

Miguel León Portilla. Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la conquista. Capítulo 1 Memoria Mexica de la Conquista. Pag. 299

Este 12 de octubre conmemoramos el día de la resistencia de los pueblos indígenas ante la invasión española, luchamos por Nuestra América, para nosotros como pueblos originarios es el Cemanáhuac de los pueblos nahua, en Mixteco Ñu´u nchá´í o Ñuu ayivi; para los Tzotziles es Balumil; en Wixárika Tatei yurienaka; en Navajo es Ni´asdzaán;  en Rarámuri: Kawi; en Lacandón: Lu´um ha, Kab, Kaba; en Ikootj: Nangaj ieth; en Cuicateco es el Yaedi ñuu´; en Zapoteco es Guidxilayú. La Madre Tierra, la Pacha Mama de los pueblos de América del Sur, el Abya yala de los pueblos Kuna, la Patria Grande del Libertador, Simón Bolívar.

Desde Occidente, en esta fecha del calendario gregoriano, rememoran y rinden homenaje a los encubridores del genocidio, saqueo, despojo, de la invasión, de la guerra de conquista; le llaman descubrimiento de américa olvidando que antes de ellos los pueblos de nuestra América teníamos historia en nuestras tierras, en nuestras Matrias.

Los pueblos originarios hemos estado defendiendo, recuperando, ocupando, resignificando y reivindicando, los más de 500 años de resistencia indígena, negra y popular. Para nosotros son por lo menos cinco siglos de lucha continua frente al poder, contra el imperialismo, el colonialismo y el exterminio de nuestros pueblos; contra el saqueo, el despojo de nuestras tierras, montes y aguas, contra la explotación, el sometimiento, la esclavitud y el genocidio, por la defensa de nuestra existencia y permanencia como pueblos vivos y libres. Marx identificaba estos métodos como el sistema colonial que:  

“…se fundan sobre la violencia más brutal. Pero todos ellos recurren al poder del Estado, a la violencia organizada y concentrada de la sociedad… El trato dado a los aborígenes alcanzaba los niveles más vesánicos, desde luego, en las plantaciones destinadas exclusivamente al comercio de exportación, como las Indias Occidentales, y en los países ricos y densamente poblados, entregados al saqueo y el cuchillo, como México… La violencia es la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva. Ella misma es una potencia económica… Si el dinero, como dice Augier, ‘viene al mundo con manchas de sangre en una mejilla’, el capital lo hace chorreando sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies.” [1]

La guerra de conquista, el exterminio y devastación de pueblos originarios, hizo posible la riqueza de Europa, se instauró un sistema colonial, un poder mundial, una estrategia de larga duración, que, hasta nuestros días se mantiene, por lo que seguimos luchando contra ese lastre. A partir de entonces, desde el poder se nos nombró “indios”, a los pueblos originarios; se instituyó el racismo como principio organizador del sistema capitalista. “Indio, india”, serán los pobres de todo, despojados de todo, de sus tierras, de sus cuerpos, de sus lenguas, de sus culturas, de sus mundos-territorios; de nuestras filosofías, seríamos las y los desalojados, desamparados, desaparecidos, descalzos, desconfiados, traidores, desvergonzados, desconocedores, desfalcados, ladrones, desgraciados, crueles, desiguales, desnutridos, burros, despiadados, salvajes, caníbales, sodomíticos, desplazados, desprotegidos, desterrados, disfuncionales, patarajadas, disímiles, inamistosos, disipados, alocados, disminuidos, viciosos, disparatados, míseros, distantes, cobardes, ignorantes, incultos, iletrados, imperdonables, ilícitos, vengativos, impúdicos, mugrosos, puercos, impunes, inalcanzables, maleducados, incapaces, inconstantes, insensatos, comepiojos, incontrolables, brutos, indefensos, mentirosos, mañosos, indolentes, rebeldes, haraganes, indomables, insumisos, infantiles, inocentes, malditos, insensibles, imprudentes, ingratos, inclementes, abobados, inconstantes, desobedientes, convenencieros, bestiales, supersticiosos, hechiceros, agoreros, nigrománticos, adoctrinados, los pinches pueblos…seríamos las y los incivilizados que habría que “civilizar”, las y los infieles que habría que cristianizar, las otras y los otros a conquistar, a humillar, a derrotar, a aplastar, a exterminar, a borrar; pueblos sin territorio, sociedades preestatales, grupos minoritarios; entre muchas otras más formas en que se nos dice despreciativamente a los pueblos originarios, como lo describen los antiguos documentos de frailes, monjes y todos los eclesiásticos, como hasta ahora sigue perviviendo en la cotidianidad de nuestras vidas, en los medios masivos de comunicación, en las calles, muchas veces, en nuestras propias casas.

Esa ideología ha servido a las estructuras de poder para justificar las guerras, para justificar las desigualdades económicas, sociales, políticas e ideológicas, para jerarquizar y monopolizar la fuerza de trabajo de hombres y mujeres, para crear el mayor ejército industrial de reserva para el capital, para ideológicamente arrebatarnos nuestra identidad como pueblos, para establecer como único criterio: “tienes, eres”, los ricos valen, los pobres no.

A la par de la invasión en América, los pueblos de África también fueron devastados, el impacto fue inmenso, millones de personas asesinadas, torturadas y sometidas a la esclavitud, es incuantificable el dolor y el odio.  Frente al poder y contra Monarquías, Sultanatos, Estados, Reinos e Imperios, desde los tiempos remotos del origen de las culturas del proceso civilizatorio, los pueblos originarios, los pueblos negros han generado procesos de liberación en sus territorios de origen y en la América, territorio también creado y transformado por ellas y ellos. El proceso de cimarronaje en las montañas del continente, en las costas, selvas, desiertos y los rincones más inhóspitos, agrupaba a miles de individuos, comunidades y grupos cimarrones indígenas y afroamericanos se reposicionaban en las montañas para vivir libres, con resistencia y en permanentes ofensivas; la configuración actual de muchos de los territorios, pueblos y comunidades obedece a esta estrategia de lucha.

Los pueblos originarios y africanos nos hemos disputado el existir, el persistir y el ganar una lucha que hasta ahora no termina, la fuerza de las resistencias de los pueblos en la guerra, desde los corazones, las mentes y las almas. Mientras más se nos intenta reducir, segregar, desaparecer, mutilar o disolver en la categoría de “india, indio”, con nuestra diversidad, complejidad, multiplicidad de posibilidades de existir, con nuestros miles de rostros-corazones como pueblos que somos, los pueblos dignos nos remontamos a las experiencias de lucha, rebeliones, insurrecciones, que hemos emprendido durante más de 500 años.

En lo que ahora conocemos como América vivimos más de 1000 millones de personas, así también se sabe de la existencia de alrededor de 1000 “lenguas vivas”[2], en el continente. Este último dato de lenguas como elemento de análisis y rasgo identitario de los pueblos originarios de toda América, sabemos que es mucho menor de lo que pervive en nuestro territorio, pues producto de las guerras y de las estrategias desde el poder, no se tiene certeza numérica de las lenguas y pueblos originarios.  Aún con estas limitaciones, somos por lo menos mil pueblos que resistimos y que luchamos por la vida, porque podamos vivir en paz, por tierra y libertad en América y el mundo.

De estos mil millones de personas, al menos la mitad somos MUJERES. En toda esta historia de larga duración, las mujeres hemos participado activamente en los procesos de resistencia, liberación, lucha…. de nuestros territorios. Antes de la guerra de conquista, durante ella en los procesos de resistencia y construcción del cimarronaje contra la invasión española, las mujeres negras y de los pueblos originarios sobrevivimos a las condiciones de esclavitud, hostigamiento, del huir a salto de mata; logramos reposicionarnos en la lucha histórica, no sólo en las tareas domésticas de acompañamiento, de cuidado y trabajo dentro de los palenques donde además éramos la gran minoría pues la mayoría de nosotras no sobrevivía la persecución; rescatamos las semillas y sembramos nueva vida en territorios liberados a partir de la lucha y la reproducción social y biológica, resguardamos las formas milenarias heredadas de cuidar nuestra salud, nuestros cuerpos, nuestras vidas, en lo que hoy conocemos como medicina tradicional y partería.

Históricamente las mujeres de los pueblos originarios, como muchas otras mujeres hemos sido cuidadoras, sostenedoras, reproductoras de vida y de un sistema social, pero también hemos sido y somos quienes hemos decidido libre, consciente y voluntariamente nuestra participación como cocineras, sanadoras, mensajeras, combatientes, comandando ejércitos, articulado procesos políticos entre pueblos y regiones con grado político militar. En condiciones de guerra nos hemos hermanado con mujeres y hombres que tenemos una perspectiva de clase, de lucha, de memoria histórica y de lucha por nuestros derechos específicos, hemos sobrevivido a las guerras de exterminio, para cuidar, sostener, reproducir, transmitir y retransmitir la memoria, la historia, la esperanza, la conciencia revolucionaria y voluntad férrea del cuidado de la vida toda.

Hemos combatido en los procesos de independencia de los pueblos naciones[3], en los procesos revolucionarios[4], en las guerrillas y luchas armadas de toda América por la liberación de sus naciones[5]; frente al sistema capitalista neoliberal por la defensa de los territorios; contra el genocidio: infanticidios, feminicidios y desapariciones forzadas, contra la impunidad y por la justicia, contra las dictaduras militares, contra el imperialismo,…Tenemos ejemplos dignos y admirables luchas como las de las Abuelas de la Plaza de Mayo en Argentina, el Comité ¡Eureka! en México[6], el Comité de Padres y Madres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, las Madres Buscadoras de Sonora y todas esas madres buscadoras de personas desaparecidas en América Latina,  así también todas aquellas mujeres que participan activamente en cientos de organizaciones sociales civiles de los pueblos originarios, las estudiantes y maestras organizadas por una educación digna para todas y todos, las trabajadoras y campesinas que heroicamente han dado su vida y siguen poniendo el cuerpo y alma por un mundo más justo, por la defensa de los cuerpos-territorios nuestros; nuestras luchas son tan diversas, complejas y múltiples como pueblos en América y el mundo habemos.

¡Vivir por la patria o morir por la libertad!

Comisión de Mujeres del PFLN


[1] Marx, K. (1998): El capital. Libro Primero, El proceso de producción del capital, Tomo I, Vol. 3 Marx, K. (1998): El capital. Libro Primero, El proceso de producción del capital, Tomo I, Vol. 3

[2] Ethnologue: languages of the world https://www.ethnologue.com/

[3] Mujeres en la Independencia de México https://lacasadetodasytodos.org/portada/mujeres-en-la-independencia-de-mexico/

[4] Mujeres revolucionarias, la memoria de nuestras tierras, de nuestras luchas https://lacasadetodasytodos.org/portada/3164/

[5] Mujeres revolucionarias: 1969-2022 https://lacasadetodasytodos.org/portada/mujeres-revolucionarias-1969-2022/

[6] La primavera volverá… https://lacasadetodasytodos.org/portada/la-primavera-volvera/




Sobre la democracia

Cuando hablamos de Democracia, nos referimos a algo muy distinto a lo que comúnmente, desde el poder, nos hacen creer. Nos hacen creer -engañándonos- que la democracia depende de un conjunto de instituciones: los partidos políticos electorales (SISTEMA DE PARTIDO DE ESTADO), las autoridades electorales como el Instituto Nacional Electoral o el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; nos dicen que la democracia se celebra en las jornadas electorales, y después de que se entregan los resultados de las votaciones, los representantes -diputados o senadores- y los gobernantes -municipales, estatales o a nivel federal- ejercen sus “complicadas” funciones “en favor del pueblo” y a sana distancia de él, desde los palacios legislativos o de gobierno. Pero…eso, para nosotras y nosotros, no es democracia. No lo es, aun considerando la posibilidad de que no existieran fraudes electorales. No lo es porque el pueblo no gobierna, ni los intereses de las clases desposeídas y oprimidas están representados realmente por ninguno de los partidos políticos, ni por “los representantes populares” -diputados o senadores-, tampoco por los gobernantes.

Siendo así, nosotras y nosotros luchamos por un ejercicio político que transforme la realidad y responda a las necesidades y demandas sociales. No nos conformaremos con la política del espectáculo, la simulación, las verdades a medias. Luchamos por una política que atienda las verdaderas demandas de las y los trabajadores, atacando de raíz las causas reales de sus problemáticas: luchamos por una política que vaya en contra de los intereses del capital.

Puede que haya gobernantes que resulten “populares”, “muy queridos incluso”. Eso no significa que, a través suyo, la voluntad del pueblo se esté volviendo gobierno.

Es decir, la popularidad de un líder carismático, con altos índices de aprobación, no implica necesariamente que sus acciones de gobierno sean la voluntad del pueblo; aun cuando varias de sus medidas de gobierno funcionen como paliativos, aliviando algunos problemas de forma momentánea. ¿Cómo podemos afirmar esto? Pues en principio, porque toda la política social está dirigida a favorecer los intereses empresariales y porque el pueblo, hoy, no está -en su mayoría- lo suficientemente organizado, y sin una organización con nuevos horizontes, no hay forma de que la voluntad del pueblo pueda convertirse en un programa de gobierno.

Puede decirse, llegado este punto, que aparentemente ese es precisamente el papel de los Partidos políticos: “plantear distintas opciones de gobierno al pueblo”, ponerse en oferta durante las campañas políticas, y que el pueblo elija. El problema en esto es que los partidos políticos electorales no son representantes del pueblo: en lo general, son representantes de complejos intereses; de patrones explotadores; de los intereses extranjeros. Son, sin más, instrumentos del capital, no del pueblo.

La necesidad de un Movimiento de Liberación Nacional (o como deba llamarse) recae ahí precisamente: en que sin una organización amplia, transversal a todos los sectores oprimidos y explotados, no hay posibilidad de que el pueblo se vuelva uno, soberano e independiente; es decir, que sin un instrumento organizativo con horizonte revolucionario, los pueblos dependerán siempre de un poder ajeno a ellos, que los explota, que los controla, que los oprime, que los obstaculiza para desarrollar sus procesos políticos, y en consecuencia, no gobernará el pueblo, sino alguien más en su nombre: el capital nacional y extranjero.

Nuestra tarea es por tanto aportar nuestros esfuerzos organizativos a nuestro pueblo para que sea él quien gobierne, desde una vida democrática verdadera, genuina; desde asambleas, desde barrios, desde comunidades, desde formas concretas de participación cotidiana, mediante la toma de decisiones, la construcción de acuerdos, el desarrollo de trabajos y el goce colectivo y pleno de sus resultados, con toda la diversidad y diferencias de los pueblos. Esto es lo que nosotros consideramos democracia: un gobierno del pueblo plural y diverso.

A diferencia de los partidos políticos electorales, que son franquicias que tienen como objetivo el enriquecimiento de un grupo; la perpetuación en el poder; la consolidación de un Estado gerencial al servicio del Capital, nuestra propuesta es la de una organización para garantizar la participación y la democracia directa; somos propuesta con un horizonte nacional y revolucionario.




Conmemoración del Asalto al Cuartel Madera

El 23 de septiembre del año en curso se realizó en Ciudad Madera Chihuahua el Primer Encuentro en la Sierra, con la participación de colectivos de varias regiones del país y en el marco de la conmemoración del 57 aniversario del asalto al cuartel, realizado en 1965 por un grupo de guerrilleros en esa localidad.

El evento fue organizado al margen de la conmemoración oficial y representa un esfuerzo para ampliar y fortalecer la lucha pacífica contra el capitalismo que realizan colectivos a lo largo y ancho del país.

El objetivo del evento fue compartir experiencias de lucha en diferentes áreas: contra el patriarcado, movimientos magisteriales, juventudes en resistencia, defensa de la diversidad, luchas indígenas, ciber activismo, capitalismo salvaje, y violencia estructural, pedagogías críticas, movimientos sociales emergentes, pensamiento decolonial y ecologismo, entre otros.

Asistieron al encuentro alrededor de 200 personas los días 22, 23 y 24 de septiembre, la mayoría jóvenes activistas y estudiantes, con una marcada presencia de mujeres. Participaron activistas de movimientos juveniles, estudiantiles, indígenas, magisteriales y feministas. Entre ellos, estuvieron el grupo Juventudes Comunistas de Jalisco, Primeros Vientos (de Chihuahua), la Comuna Genaro Vázquez (de Michoacán) y estudiantes críticos de la Universidad Pedagógica del Estado de Chihuahua.

La activista de movimientos indígenas, Petty Guerrero, platicó sobre el éxito de la lucha de los tarahumaras en la Sierra de Chihuahua ante proyectos impulsados por el Banco Mundial, la defensa de los derechos humanos y el derecho a la propiedad de la tierra.

En la apertura del evento estuvo presente el último sobreviviente del asalto al cuartel, Florencio Lugo, quien dio un saludo a los asistentes y consideró esperanzadora la presencia de los jóvenes en la lucha contra el capitalismo.

Como parte del programa, compañeros de la Casa de Todas y Todos presentaron el Libro Dignificar la Historia IV Toma de Pueblos (1983-1993), horas antes de concluir el evento. Destacaron el papel del asalto al cuartel de Madera en 1965, como antecedente de las luchas que luego continuaron diversos grupos en todo el país con una orientación socialista.

En ese sentido, mencionaron el trabajo de investigación del compañero Mario –integrante de las Fuerzas de Liberación Nacional- que retoma la gesta de los guerrilleros con el escrito que aparece bajo el nombre de Nada es Gratuito en la Historia en el Cuaderno de Trabajo III.

Los compañeros destacaron la importancia del asalto al cuartel de Ciudad Madera como precedente de los movimientos de lucha y resistencia que llegaron después: “Para nosotros siempre ha sido 23, siempre ha sido 26”, señaló el compañero de la Casa de Todas y Todos en referencia a la relación que existe entre el hecho histórico del 26 de Julio en Cuba y lo acontecido el 23 de septiembre en Madera.

Con apoyo de un mapa elaborado a detalle sobre la historia de las FLN, destacó como parte del trabajo simultáneo a la organización del EZLN “el frente norte, llamado Ejército Villista de Liberación Nacional, aquí en éstas tierras donde están ustedes. Pues toda ésta información está saliendo a la luz pública”. Agregó que los frentes Para Central Sur Oriental y el del norte permitieron también fortalecer el desarrollo del EZLN.

Recordó que a lo largo y ancho del país fueron conocidas las luchas sociales de las décadas de los 60s y 70s tras el movimiento estudiantil del 68 y todas ellas “son experiencias de las que debemos aprender para llevar adelante las luchas actuales del pueblo, porque la historia es algo vivo y dinámico, no algo que ya pasó, como nos hace creer la visión oficial”.

Cabe destacar que la reacción de los asistentes en la plática fue positiva; algunos desconocían que las FLN fueran la organización madre del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y tampoco sabían de todo el trabajo previo que permitió la construcción de un ejército popular con amplias bases de apoyo no sólo en el estado de Chiapas sino en varias regiones del país.

Un asistente comentó que “esto que nos acaban de compartir nos hace ver que lo que pasó en 1965 no es un asunto que está enterrado, muerto, no es una historia de museo, que cayeron los compañeros aquí en Madera, sino que es una historia que está viva. Estamos aquí viendo que el pueblo se organiza, que la violencia del Estado sigue, a lo cual se suma hoy la violencia del narcotráfico contra el pueblo”. Sin embargo, aclaró que “ese no es un destino fatal”, pues con la organización es posible enfrentar a la violencia del narcotráfico, como lo hace actualmente el pueblo de Cherán, Michoacán.

Agregó que “Los pueblos han tenido que recurrir a la organización política, a la vía armada para no dejarse morir… entonces lo que nos están contando los compañeros y las compañeras es que lo de Madera no se resume en un monumento en el panteón, a un discurso del presidente municipal. La historia de Madera está viva, sigue caminando. Estamos hablando de la lucha del pueblo”.

Otro participante comentó: “Me encanta la frase que dijo la compañera de cuidarnos en las movilizaciones, cuidarnos a través de la solidaridad, pero más importante es la estrategia que seguían las Fuerzas de Liberación Nacional en la disciplina de los integrantes y que ahorita tendríamos nosotros que aterrizarlo precisamente en nuestras comunidades, ese cuidado con disciplina, con método para poder transformar la realidad represiva que vivimos ahora con otro rostro: el rostro del narcotráfico, el rostro de las grandes transnacionales que se valen de éstos organismos, que también son empresas, pero no los hemos logrado ver como empresas capitalistas que están al servicio de otras empresas, porque pensamos que son el crimen organizado”.

Agregó que en este nuevo contexto, el narcotráfico genera una represión brutal en las comunidades “que ya ni siquiera nos permiten juntarnos a pensar y a dialogar, ya no nos permiten la manifestación, porque estamos llenos de miedo y terror. Y entonces ese cuidarnos solidariamente tiene mucho que ver con hablarlo con los grupos en las escuelas, en nuestras universidades, en nuestras primarias. Tenemos que cuidarnos, pero con método, con disciplina, con amor para poder establecer estrategias de lucha.”

Consideró que en la actualidad “los caciques ya no tienen rostro ni apellido; a veces se llaman Walmart, a veces Minera de Dolores, se llaman X. Entonces es importante juntarnos a dialogar, crear estrategias de acción para preservar la vida, ésta no es una lucha para irnos a matar, a esto se le llama vivir dignamente”.

Otro participante citó un testimonio de la violencia que se vive en El Porvenir (Valle de Juárez), azotado por el narcotráfico. “Ayer me encontré con un amigo de la escuela, del trabajo, de hace 30 años, y le pregunté que cómo estaba, la pregunta típica. Y entonces me narró la historia de que su familia fue despojada. Después de 30 años de trabajo fueron despojados, mataron a su hermano, lo descuartizaron, se los entregaron en pedazos, se murió el papá, les quitaron el rancho, les quitaron las vacas, ya no hay población, la gente migró, está despoblado, la mitad de las familias fueron víctimas de la violencia…”

Consideró que de alguna manera la historia de despojo promovida por grandes terratenientes (Bosques de Chihuahua, Los Cuatro Amigos) que condujo a la rebelión del 65 se sigue repitiendo en la actualidad con otros rostros y en diferentes latitudes. “Pues es la misma historia que me contaban ayer, con la diferencia que ésta violencia sigue impune porque muchas veces no se da a conocer por miedo”. Destacó que además hoy están coludidos en ésta represión el narcotráfico, el ejército, guardia nacional y el gobierno en sus tres niveles.

El evento se desarrolló en dos formatos: actividad general y reuniones simultáneas en mesas de trabajo, donde se abordaron las diferentes temáticas mencionadas arriba. En las actividades generales se incluyó la exhibición del documental Madera 65, Alborada de la Rebelión, elaborado por el colectivo del Centro Latinoamericano de Pensamiento Crítico con sede en Ciudad Juárez, Chihuahua, la exposición de artes visuales (portadas de periódicos sobre el asalto al cuartel, pinturas y fotografías), visita a las tumbas de los guerrilleros en el panteón de Ciudad Madera y participaciones musicales, donde destacó la difusión de un corrido sobre el asalto al cuartel.

Entre los convocantes del evento figuran docentes e investigadores de la Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua (UPNECH), Colectivo Epistémico de Teoría Crítica (COLEPI), maestros de la Universidad Autónoma de Zacatecas, de Michoacán, integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), miembros del Centro Latinoamericano de Pensamiento Crítico (CELAPEC), normalistas de La Laguna y residentes de Ciudad Madera.

Al finalizar el evento se abordaron algunos comentarios vertidos en las diferentes mesas de trabajo y aunque no hubo conclusiones, si se manifestó interés general de dar continuidad al encuentro en los años que vienen, pues existe una necesidad muy marcada de compartir experiencias de los diferentes colectivos con miras a una coordinación de esfuerzos en la lucha contra el capitalismo.

Por último queremos compartir el video que compañeros de CELAPEC realizaron para brindar un homenaje al asalto al cuartel Madera en 1965.




Editorial: octubre, siglos de resistencia…

Octubre nace con Aurora, o Paz, el día primero era su cumpleaños. Consciente como era, desde muy joven se integró a actividades políticas que de verdad buscaban modificar la realidad política de un México sin democracia, todo era represión y oscurantismo, cuando fue invitada a incorporarse como militante urbana a las nacientes Fuerzas de Liberación Nacional, no dudó en dar el paso, poco a poco acrecentó su militancia y así condujo nuestras actividades clandestinas en los peores momentos de la persecución, nunca se rindió y fue asesinada, ese ejemplo, no se olvida.

El 2 de octubre de 1968 el estado represor masacró a estudiantes conscientes que solo pedían democracia, mejores planes de estudio y mejorar la vida de todas y todos, la respuesta fue la muerte y la cárcel, Dos de Octubre: Ni perdón ni olvido.

El 23 de octubre  celebramos el nacimiento de nuestro primer responsable histórico, el compañero Pedro, muy joven eligió estudiar la licenciatura en derecho y ciencias sociales para tratar de apoyar con la aplicación de las leyes una mejoría en la situación social, asesoraba a los obreros que demandaban a sus patrones, pero la feroz represión policiaca y la masacre de los estudiantes, lo llevó a optar por la lucha armada; así, un seis de agosto él y otros 6 rebeldes fundaron las Fuerzas de Liberación Nacional. Compañero Pedro, tu ejemplo, No se olvida.

El 26 de octubre nació el subcomandante Pedro, con ese grado militar dentro del Ejercito Zapatista, condujo los combates en el sector a su cargo el día 1 de enero de 1994, encabezó la toma del edificio de la presidencia municipal de las Margaritas que no se rendía, una bala cegó su existencia, pero no su ejemplo. Subcomandante Pedro, No se olvida.

El día 8 de octubre de 1967 es el último día que el heroico comandante, Ernesto Guevara escribió en su diario de campaña, por ello esa fecha fue nombrada como el día del guerrillero heroico, muchos luchadores sociales no han dudado en seguir su ejemplo y su frase, aún tiene vigencia: Hasta la victoria siempre”, No se olvida.

En 1492 unos buques guiados por la ignorancia, arriban a un continente para ellos desconocido, eran conquistadores en busca de riquezas. Los pueblos originarios fueron denominados como indígenas, que en ese instante iniciaron su resistencia. Lucharon hasta encontrar su libertad, que aún hoy por diversos métodos, otros “modernos” conquistadores, pretenden arrebatarles. Los días 12 de octubre han sido nombrados como “Día de la resistencia indígena,” 12 de octubre, no se olvida.

Sobre nuestra compañera Aurora, transcribimos un fragmento de un artículo aparecido en el Nepantla 8 del 27 de diciembre de 1979 de la Cra. Esther, que escribió sobre ella…..

Aurora, ejemplo de revolucionaria…

Por la Cra. Esther.

Aurora era una compañera muy abierta, a veces muy alegre, bromista, ante todo muy vital y muy segura de sí. Al hablar de ella menciono su carácter y su sentido del humor entendidos como reflejo de su confianza en el futuro, de su satisfacción, hasta donde su espíritu crítico se lo permitía, con su realidad cotidiana.

Se reía a costa de todo, aún a costa de cosas que tomaba muy en serio. Por ejemplo, con la necesidad, que seguramente no veía lejos, de ampliar nuestros métodos de propaganda. Decía que, si las exigencias del clandestinaje no se lo desaconsejaran, llamaría de puerta en puerta, (para platicarlo, utilizando lenguaje de publicista, hacía cara y voz de protestante molón, de esos que reparten Nuevos Testamentos y apocalípticas amenazas si no los escuchamos), anunciando la buena nueva de la organización y la militancia. O invitaría a esos muchachos que no saben que hacer con sus vidas, a darles sentido, en términos parecidos a éstos: “Agarra la onda, para ti es bueno militar en las FLN, conoces gente interesante, viajas, ¡Y te realizas!”. Sobre esto último, entendido como una preocupación pequeñoburguesa, ironizaba encarnizadamente.

Lloraba cuando se sentía triste, no le daba pena, pero definitivamente lo mejor que podíamos hacer nosotros entonces era no notar que estaba llorando. Si quería contar algo, lo contaba nada más.

Cuando la conocí (cuidadosa de su arreglo personal, muy limpia), no recuerdo si sin querer (pero sí que me arrepentí enseguida), mencioné a su hijo. Ella se mostró tranquila, me enseño fotografías del pequeño, que siempre traía consigo, y empezó a platicarme: su edad, sus travesuras. Riendo todavía al recordarlo, los ojos se le llenaron de lágrimas. Terminó, asegurando que su hijo la tendría de nuevo, en un mundo más justo. Luego me di cuenta: porque ella asumía este sufrimiento con plena conciencia de lo que significaba, por eso jamás evitaba hablar de él, aunque siempre terminaba con los ojos húmedos, anegados. Ella misma se encargaba de darle otro giro a la conversación.

Muy estudiosa, aún en conversaciones personales promovía el estudio del marxismo. Estuve en una clase donde expuso una parte de “El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado”. Seria y ordenada, no hacía comentarios ni los permitía hasta que terminaba de exponer. Terminando, se desentendía de los que no se relacionaran con el tema, y volvía reiteradamente sobre cada punto de éste. Repetía, sin exasperarse, si era necesario.

En 1974 Pacha y yo empezamos a estudiar con ella asuntos de sanidad. Ella era la encargada de la sanidad en la casa, creo que en realidad lo que quería era que Pacha y yo aprendiéramos algo, pero era sumamente modesta, decía que necesitaba estudiar y estudiaba igual que nosotros: nos leía, nos escuchaba, nos preguntaba. Como encargada de sanidad era muy prudente, y dulce, a veces regañaba: “cuidadito con enfermarse”.

Lectora incansable siempre que se podía. Leía incluso en el vehículo, durante sus viajes. Con Pacha leía en voz alta, decían que así no tenían que apenarse luego de todas las intrascendencias que platicaban por el camino. Pacha aseguraba que ellos dos no sabían hablar de otra cosa cuando viajaban. Que a él le gustaba, y mucho, conversar con los compañeros, de cualquier cosa, porque para él todas las cosas de los compañeros eran interesantes, pero que había seguramente, que procurar mejores formas de aprovechar el tiempo. Además, temían fastidiar a los compañeros que eventualmente los acompañaban. Recuerdo que un libro que con frecuencia llevaban en el coche era uno con textos cortos de Lenin: “Marx-Engels-Marxismo”.

A Aurora le gustaba Neruda. Lo oía quieta, sin decir nada. También “La mujer paseada” una canción de la que Pacha llegó a decir –antes de cantarla, de buena gana- que era el himno de las mujeres de la organización.

Ni ella misma escapaba de sus propias bromas. Alguna vez la oí burlándose de sus apuraciones adolecentes a ser bonita. Muy gracioso contaba también que alrededor de los 14 años participó en la campaña presidencial del compañero “Danzón” Palomino, y que su desilusión había sido grande cuando durante la campaña vio, nada menos que al “candidato del pueblo a la presidencia”, cuya intención había sido contemporizar seguramente, borracho de pulque, dormirse en el vehículo en que viajaban, y dejar caer la baba.

Le gustaban mucho los perros, pero por su casa, antes de incorporarse a las filas profesionales de la organización, además de perros habían pasado todo tipo de bichos, incluyendo un mapache, un caballo que vivía en el lavadero, conejos, tortugas, pollos, todo tipo de aves, etc., y su casa estaba en la ciudad. Su delicadeza para tratar a los animales era tal, que a los pavos les decía “listos”, no sabrosos, no obstante, su buen comer. Cuando le decían que la delicadeza que empleaba para tratar a los animales era mayor que la que acostumbrara con los humanos, decía bajito y riéndose que dependía del humano.

Contaba por ejemplo, que en su vida civil, un hombre –pasante de la licenciatura de economía- había llegado de visita a su casa con su mujer y sus hijos, y ahí se habían quedado. El tipo no trabajaba ni tampoco su mujer, y no tenían intenciones de hacerlo, pero comían y dormían bastante, y le descompletaban la ración de leche para su hijo. Ella podía convencer a la mujer de que había que trabajar, pero ésta era sumamente dependiente del marido y él, para colmo, un macho que no se lo permitía. Exasperada, Aurora le pidió a su visitante que desalojara la casa, pero él se negó, obstinándose. Entonces ella tuvo que obligarlo, a esas alturas, empleando un poco de saludable violencia, y la resolución que la caracterizó siempre.

En realidad, su falta de delicadeza para tratar a la gente no pasaba de ser una broma, con nosotros era, a su manera, muy cariñosa. Nos llevaba con frecuencia frutas o verduras que recogía durante sus viajes. A veces las compraba baratas, a veces las recogía nada más. Hasta un armadillo quiso recoger una vez, pero el animalito se negó rotundamente. Con frecuencia también, la fruta la transformaba ella misma en dulces o conservas. Hacía un ate riquísimo de tejocotes, una frutita que en el centro del país se da silvestre, a la orilla de los caminos, en bosques de coníferas, patios, etc. Se usa mucho para hacer dulces, sobre todo a fines y principios de año. Yo lo único que sabía de los tejocotes era que son de la misma familia que las manzanas. Se lo comenté el día que llevó el ate, y me empezó a bromear, pero sin que me diera cuenta. Me dijo que efectivamente, eran parecidos a las manzanas, sólo que mucho más pequeños; que precisamente para hacer el ate, lo más difícil y laborioso es pelarlos, uno por uno, y quitarles las semillas, especialmente cuando el pelapapas estaba viejo y desafilado. Nos reímos también con unos dulces cristalizados que hizo un día y le salieron de un “color verde sueño de mariguano, horrible”.

Como responsable de la Cd. de México, por sus comentarios, los de su responsable, así como por sus cargamentos, nos dábamos cuenta de que era incansable buscando mejores materiales y equipos para nuestros trabajos. Frecuentemente entregaba un material teniendo ya localizados dos o tres más para usarlos alternativamente en caso de que no funcionara el que entregaba.

El compañero que la acompañaba a Nepantla nos decía que la ropa de la casa donde vivían (tres compañeros y ella) ordinariamente la lavaba Paz por las noches, ya que habitualmente salía por las mañanas y regresaba tarde a la casa. Eso nos escandalizaba, aunque ella decía que no le daba trabajo y que en todo caso tenía que hacerlo. Creo que era su forma de contribuir al trabajo doméstico, a lo que siempre se sintió obligada a pesar de sus múltiples responsabilidades y de su particular sensibilidad a la discriminación de las mujeres en el trabajo.

Respecto a esto, recuerdo que en una ocasión le quitó por unos días la responsabilidad de repartir los trabajos de la casa a un compañero que a las mujeres a su alcance –ella y yo-, nos encargaba siempre trabajos tradicionalmente femeninos. Su criterio fue posteriormente ratificado por el primer responsable. Pero decía –Aurora-, que las compañeras debíamos entender que no era la nuestra una lucha de hombres contra mujeres ni mucho menos, que al enemigo no había que perderlo de vista de ningún modo.

Cuando volvía a verla después de Nepantla, di en pedirle que me hablara de mi compañero, caído en ese lugar. Ella me complacía invariablemente, a veces era ella la que empezaba la conversación preguntándome cosas de él. Lo había conocido mucho antes que yo y los había unido un fraternal afecto. Sin embargo, invariablemente también, terminaba diciendo que se pondría feliz cuando me volviera a casar. Que coincidía con Manolo en que era importante aprender a ver para adelante, en todos los aspectos, añadía ella, aunque sin darle demasiada importancia.

Se llevaba bastante bien con su compañero, pero decía que, sinceramente no tenía ella en eso ningún mérito, sino él, que era un hombre de paciencia extraordinaria. Lo admiraba mucho, decía que tenía que ser así, porque si su compañero no era para ella ejemplo, como revolucionario, no le veía sentido al matrimonio.

Nos criticaba el autoconformismo. Notaba que algunas gentes, ante la posibilidad real de la muerte perdían el interés en mejorar día con día, en deshacerse de “las piedras que todos traemos dentro de la cabeza”. También esto lo consideraba una gran inconsecuencia, entre otras cosas porque veía con toda objetividad la mencionada posibilidad como tal y tenía la absoluta seguridad del triunfo final de nuestro pueblo.

GRUPO EDITORIAL DE LA CASA DE TODAS Y TODOS