Ideario Político del PFLN


Téngase presente que lo que esencialmente distingue a nuestros combatientes del enemigo, es la moral.” 


Comunicado 03. Marzo de 1970 Cuaderno de Trabajo “Dignificar la Historia” I. Las Fuerzas de Liberación Nacional y la guerra fría en México (1969-1974) Pág. 64 

Sobre nuestra identidad y razón

Las referencias primarias que le dan identidad y razón al andar revolucionario del Partido Fuerzas de Liberación Nacional, tienen su raíz en las resistencias y luchas históricas y actuales de los pueblos de México.

En nuestra visión de futuro son determinantes las luchas de las comunidades originarias indígenas contra la feroz y brutal invasión europea, hasta sus más de 500 años de resistencia contra el olvido, la asimilación y destrucción.

El partido retoma como suyo el largo y profundo proceso histórico de luchas de los pueblos de México, de los trabajadores del campo y la ciudad, los esclavos, las mujeres, los explotados; protagonistas de las luchas por la libertad y las revoluciones a lo largo de la historia, desde los tiempos más remotos, el periodo de conquista y colonial, sintetizado por los esfuerzos de miles de hombres y mujeres anónimos (Antonia Nava, Catalina González, María Herrera, Alta Gracia Mercado, María Soto la Marina, Manuela Medina, María Luisa Martínez de Gracia Rojas, Gertrudis Bocanegra, María Dolores Basurto, Carmen Camacho…) esfuerzos expresados en la lucha de independencia, también por Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Miguel Hidalgo, Vicente Guerrero, Mina y Morelos, principalmente: aspiraciones todas, de un país libre y soberano, lejos de las esferas imperialistas. 

La siembra, Leopoldo Méndez, México, 1948. 

De Benito Juárez entendimos las cualidades éticas de una política del pueblo y, sin duda, su misma férrea resistencia al imperialismo. El ejemplo de todas y todos ellos fue la difícil lucha contra la tiranía, con la esperanza de crear un país independiente, libre de persecución, represión, dominación y usurpación. 

De todas y todos los revolucionarios, hombres y mujeres combatientes en las diferentes tareas: mensajeras, cocineras, artilleras, enfermeras, mandos locales, regionales, nacionales, entre otros roles y tareas, partícipes en conjunto de las fuerzas del Gral. Emiliano Zapata y del Gral. Francisco Villa, junto con Flores Magón. De todas ellas y ellos aprendimos, por un lado, que ningún esfuerzo revolucionario será verdadero y efectivo si no es construido, dirigido y sostenido por un pueblo agraviado y con sed de justicia. Por otro lado, ellos nos mostraron la enorme capacidad ideológica, organizativa y revolucionaria que puede construir ese pueblo cuando se propone luchar por una sociedad nueva y mejor. 

La lucha de los mineros, ferrocarrileros, maestros, médicos, mujeres y estudiantes de los 50’s. 60’s. y 70’s, anuncia el principio del fin del acuerdo social mexicano, plasmado en la Constitución de 1917. La consistencia, dedicación e irreverencia de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, junto con el arraigo al pueblo y el valor irredento de todas y todos aquellos que nos dieron la experiencia del cuartel Madera, así como tantos otros ejemplos de valentía y compromiso con las causas de nuestros pueblos; esa generación nos muestra la posibilidad real de un nuevo cambio social, de un cambio revolucionario en nuestro país. 

La venganza de los pueblos, Leopoldo Méndez, México, 1942.

El partido asume, sin reservas, la lucha que han encabezado las trabajadoras y trabajadores de las industrias, fábricas y servicios del país. Ellas y ellos se organizaron para levantar la bandera de salarios y condiciones de trabajos justos y equitativos. En los momentos difíciles de nuestra larga historia, todas ellas y ellos han construido y reconstruido la nación con orgullo, pero esta misma nación ha sido incapaz de corresponderles con nuevas construcciones y transformaciones históricas, que posibiliten a los trabajadores y sus familias, lo necesario para vivir dignamente. Hoy la lucha de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores es la de todos. Es la lucha de todos en contra de la avaricia depredadora capitalista. La lucha de todos en contra de la explotación y el enriquecimiento de unos pocos a costa del trabajo y la pobreza de los más. 


Rini Templeton 

Hoy, las mujeres mexicanas, en su diversa pluralidad de demandas y propuestas, desde la ciudad, el campo, las costas y montañas, afirman y reafirman que la igualdad y la justicia también les pertenece, y que no solo reclaman su derecho de participar en las decisiones importantes del país, sino que nos hacen ver, a toda la sociedad que, sin el pleno reconocimiento y ejercicio de los derechos de la mujer, no hay futuro, no hay México. 

Génesis

La historia patria y, en particular nuestra historia de 52 años de existencia, nos dicta: que la lucha es antiimperialista, antisistémica, antimachista y antipatriarcal; que será larga, y que llevará generaciones su instrumentación. Sólo hemos avanzado y podremos avanzar, si contamos con compañeros y compañeras con una alta moral, por ello es importante contar con un ideario político que trascienda los tiempos, que aclare a nuestros pueblos los actuales propósitos del partido, sin dejar ninguna duda. 


Poblado Amador Hernández, Chiapas. Pedro Valtierra.1999

Haciendo una apretada síntesis de los idearios de nuestro partido encontramos: Nuestro partido se preocupa por la formación política de nuestros y nuestras compañeras para formar en ellos una alta moral de lucha, buscando impulsar la mística militante necesaria para elevar la lucha en nuestro país a un nivel superior. Debemos lograr la suma de esfuerzos individuales que conduzca a conformar un sujeto colectivo que se sepa poseedor de los medios y las capacidades necesarias para resistir, luchar y vencer. Nuestras actividades deben llevar implícito, en su desarrollo y cumplimiento, un contenido ético y político que fortalezca la consolidación de la resistencia y la lucha, deben ser siempre actividades formativas, fundamentales para la liberación nacional. La realidad nacional y la práctica deben ser elementos fundamentales de nuestro avance, acompañadas siempre de un conocimiento previo que las guíe, el cual siempre debe estar dispuesto a la evaluación, al cambio, al aprendizaje (a contrastarse con la realidad a través de la misma práctica). El camino de nuestro avance es: práctica – teoría – práctica. 

Las actividades que realicemos, así como las relaciones entre compañeros desde las cuales se desarrollan, están sujetas siempre a una revisión crítica y preferentemente autocrítica, con ánimo de mejorar siempre como compañeras y compañeros, pero también, de ser cada vez más eficaces en la realización de nuestras actividades. Cada integrante de nuestro partido debe ser siempre transparente en el manejo de recursos y la entrega de cuentas: la confianza es el fundamento de la unidad y debe construirse con la claridad en el uso de los recursos que nos sean comunes y con la entrega de cuentas igualmente claras, no sólo sobre el dinero, sino sobre el resultado de los trabajos; los costos y resultado del esfuerzo colectivo deben estar a la vista de todas y todos. 

En 1989 se dijo: 

“II- Pero es precisamente el desarrollo que hemos logrado en veinte años de trabajo, lo que ahora nos demanda y nos permite pasar a otra forma de organización más avanzada, más acorde con las actuales necesidades de nuestro trabajo político en el seno de las clases explotadas y (otra forma de decir lo mismo) con la situación de crisis económica, política y social que atraviesa el país. Esto es: para que las tareas de educación y organización que actualmente realizamos con obreros, campesinos, maestros, empleados, estudiantes, intelectuales, mujeres, jóvenes, cristianos (*), etc., no 1sólo se extiendan, sino que se desarrollen de manera más amplia, más ágil, más participativa, para esto, pues, se requiere ya no un aparato político-militar, sino otra estructura organizativa: un partido político.” 


Hacia el Partido. ¿Por qué un partido? – agosto 1989.
Cuaderno de Trabajo “Dignificar la Historia IV”.
Toma de Pueblos, (1983-1993) Pág. 224 

Desde entonces se definió qué tipo de partido seríamos: 

  • No un partido para participar en las elecciones.
  • No un partido de masas.
  • No un partido de todas las clases sociales. 

En contraposición aspiramos a ser un partido: 

  • Revolucionario
  • De cuadros políticos
  • Que incorpore a las y los trabajadores del campo y de la ciudad
Presidencia Municipal SCLC, Chiapas. 1994. Antonio Turok

El espíritu de partido

El espíritu de partido está directamente relacionado con nuestro ideario, como ya dijimos, de cuadros, revolucionarios, con alta moral, en 1990 se explicó así: 

“Ahora bien, la conciencia y el trabajo son por así decir dos elementos de la lucha: en un primer momento, estudiamos la situación, planificamos las tareas; pero es la práctica la que hace realidad lo que era teoría, y no sólo la hace realidad, sino que la corrige, le quita lo que le sobra y descubre qué nuevos estudios, qué nuevas teorías, qué nuevos planes hacen falta. Esto, aplicado a nuestro tema, quiere decir que ya teniendo idea de lo que significa el espíritu de partido, debemos lanzarnos resueltamente a desarrollarlo en la práctica.” 



Editorial. NUPI 33. Cuaderno de Trabajo “Dignificar la Historia IV”. Toma de Pueblos, (1983-1993) Pág. 268 

“El espíritu de partido puede contribuir si no a solucionar estos problemas por completo sí a impedir que se vuelvan un estorbo para avanzar el trabajo amplio. He aquí algunas sugerencias prácticas:

Planificar las posiciones a asumir frente a las bases: acuerdos, candidatos, cuotas, trabajos, fechas, responsables… todo lo previsible, sobre todo las posiciones políticas frente al Estado, frente a otras organizaciones, frente al socialismo y todas las demás. Esforzarse genuinamente por cumplir estos planes.

Apoyar siempre a un compañero y sus propuestas frente a un extraño. No oponerse a las ideas constructivas con un simple “no se puede”, dar alternativas que sí se puedan.

Interesarse activamente en los demás trabajos en las demás zonas, viviendo como propios los avances y problemas políticos de los compañeros. No caer en el burocratismo: que se queme la casa, total, mi responsabilidad no es de bombero. Asumir que el partido será una organización nacional: todo el territorio, todos los explotados.

Reconocer la importancia que tienen los demás compañeros y, por ende, los demás trabajos. Tomar y dar el lugar que a cada uno corresponde. No resistirse a las órdenes o proposiciones de un responsable que no pertenezca al “alto mando”.

Practicar positivamente la autocrítica y la crítica evitando agresiones personales y chismorreo. Reflexionar: ¿Cómo he ayudado al compañero a quien critico? ¿Realmente mi trabajo le puede servir de muestra? ¿No estaré desperdiciando mi odio al enemigo de clase en mis propios compañeros? ¿Puedo esperar que mi partido sea aceptado como vanguardia si yo mismo no acepto a mis compañeros?

Y más que nada, sobreponerse al impulso competitivo unificando el interés partidario y el individual: mi trabajo hace fuerte al partido, el partido fortalece mi trabajo. Estamos seguros de que asumiendo de corazón propuestas como las que presentamos, desarrollaremos entre nosotros un espíritu de partido a la altura de las necesidades que nos plantea la guerra popular revolucionaria.” 


Editorial. NUPI 33.
Cuaderno de Trabajo “Dignificar la Historia IV”.
Toma de Pueblos, (1983-1993) Pág. 269 y 270 

Epílogo

Nuestro ideario político está íntimamente ligado con la práctica política, teoría y práctica antiimperialista, partido y pluralidades honestas y politizadas, es nuestro pasado, presente y futuro.

Nuestra lucha, hoy, está dirigida hacia la construcción de una sociedad donde las comunidades, pueblos, colonias, espacios autonómicos y colectivos que actualmente se encuentran marginados e impactados tengan la voz y presencia principal en el proceso de decisión política y económica del país. Aspiramos a un sistema político y de gobierno en donde el aislamiento y las relaciones estériles sean sustituidas por una dinámica activa de diálogo, compromiso y rendición de cuentas de todas y todos, y frente a diversos actores sociales.

Entendemos que la verdadera democracia es aquella en donde los procesos de participación, elección y de gobierno sean abiertos para todos, todo el tiempo, y no sólo cada seis años en las urnas electorales. Vemos un sistema de gobierno y de decisiones basado en la participación y liderazgo colectivo de todas las expresiones honestas, y en donde la relación de todos estos se sustente en la confianza, respeto mutuo, trasparencia e igualdad.

Vemos un orden social en el que la violencia, la explotación, la opresión y el despojo sean desterrados de la cotidiana realidad de nuestros pueblos, y en donde lo generado por el trabajo de nuestro pueblo, a través de los medios de producción económica, cultural, artística, etc., sea para el bien común, para todas y todos. La tierra, las fábricas, la minas, la cultura, son de quienes trabajan.

¡Vivir por la Patria o Morir por la Libertad!

Partido Fuerzas de Liberación Nacional

México, 2022 

*En el documento original se hace mención únicamente a esta religión, pero la práctica política de las FLN nunca excluyó a ninguna religión, confesión o sentidos de trascendencia. La mención específica se debe al contexto del documento. 

Descarga Aquí la versión PDF

Ideario PFL