Corresponsalía recibida desde Monterrey. N.L.
Alejandra García (@truchdog) • Fotos y videos de Instagram
Ante las condiciones que vivimos las mujeres, un acto imprescindible es analizar las acciones emprendidas desde nuestros cuerpos para contrarrestar los ataques sistemáticos y además seguir haciendo nuestras las enseñanzas históricas de las revoluciones en las que las mujeres hemos sido actoras centrales. Hemos contraatacado a los embates colonialistas, imperialistas y capitalistas que han agudizado las formas de vida de todas, de las infancias y de las desposeídas del mundo.
El 8M en México cada año nos invita a fortalecer la memoria colectiva y combativa de las mujeres, quienes siempre hemos ido al frente en la primera línea de combate a la par de compañeros. A nosotras, las historias de vidas de nuestras abuelas, madres y las que nos antecedieron en la lucha y abrieron camino, nos han demostrado que el género nos une, pero la clase nos divide. Por eso, mientras estas estructuras de clase imponen las desigualdades, nosotras no dejaremos de estar al frente para luchar por nuestros derechos y la dignidad que como personas merecemos.
El movimiento feminista del mundo no lo para nada ni nadie, somos consecuentes con la realidad nacional e internacional y gritamos claro: ¡dentro del capitalismo la mujer será explotada, oprimida, humillada, usada, usurpada, violada y asesinada!, y que la única alternativa para sumar a una sociedad nueva es la lucha revolucionaria donde las mujeres y las niñas tengan un desarrollo con justicia y dignidad.
Nuevo León, México es un estado donde se concentra la burguesía nacional, y donde las refresqueras, cerveceras, pedreras, cementeras, etc. son quienes explotan y se adueñan de los bienes naturales que son necesarios para el desarrollo de todas las personas. Nosotras tenemos claro que la defensa de estos bienes se da a partir de la militarización y la represión policiaca.
Es por ello que las mujeres del año 2023, salimos a las calles identificando que el pensamiento burgués-liberal, aquel que se centra en los derechos individuales en lugar de los derechos colectivos, es actualmente un lastre que no cuestiona las estructuras económicas y políticas, que insiste en mantener a las mujeres en un papel aislado en la transformación social y política. Y, que como en este pasado 8M y ante un movimiento feminista con fuerza política, el Estado hará lo posible por desarticularlo usando para ello cualquier método de coacción como las detenciones arbitrarias, persecución para infringir temor, uso abusivo de la fuerza y criminalización de la protesta, boicot, etc.
No fue la excepción el pasado 8M en la capital; Monterrey se pintó de morado y verde con más de 35 mil asistentes a la marcha conmemorativa de nuestra lucha, mujeres de todos los ámbitos nos reunimos en la plancha de concreto de la explanada de los héroes nacionales; mujeres, estudiantes, maestras, trabajadoras, activistas, madres, niñas, madres de desaparecidas(os), desempleadas, cuidadoras, adultas mayores, etc.
En la concentración pudimos ver carteles con las consignas que conforma el discurso político del movimiento, como: “¡No era paz, era silencio y opresión!”, “¡Las niñas marchando también están luchando!”, “¡Quiero ser libre, no la siguiente!”, “¡Se lo debemos a las que no volvieron!”, “¡Soy mamá de las niñas que jamás podrás tocar: ¡Justicia para Marifer! ¡Aborto legal y seguro para todas!. “¡Somos el corazón de las que ya no están!”, ¡“No somos histéricas, somos históricas!”, etc. etc. Es decir, somos conscientes de que las violencias son históricas, sistémicas, entre otras, y que para nuestra defensa estamos todas.
La marcha salió por las calles principales al centro de la ciudad, con mucho furor, gritos y consignas a una sola voz, también con una presencia policíaca numerosa, tanto de la policía municipal como la policía Fuerza Civil que es una corporación sostenida por el estado de Nuevo León y los empresarios, mismos que reprimieron a docenas de mujeres una vez que la marcha fue dispersada.
Las mujeres tenemos claro que nuestros derechos no se negocian y que solo bajo el ejercicio de la violencia se ha logrado los avances de los mismos, o sea que no reprobamos la violencia, pero sí, cuando ésta no responde a la organización política y a los principios de la lucha feminista y cuando es instrumento de despolitización y boicot. La marcha se dividió en dos, había presencia de muchos hombres y las mujeres RadFem se incluyeron al contingente de maternidades, hechos que pusieron en vulnerabilidad a miles de mujeres que fueron golpeadas, reprimidas, perseguidas y detenidas por policías al término de la manifestación.
Gracias a las mujeres de diferentes grupos que conforman el Comité Organizador de la marcha, como Asamblea Feminista NL y de Alternativas Pacificas, A.C. se encontró la ubicación de todas las mujeres detenidas y con sus familias, para así acompañar el proceso de libertad. Las mujeres fueron liberadas el 9 de marzo, en total 10 detenidas, además de los 2 detenidos de la Agencia Estatal de Investigaciones del Estado de Nuevo León.
Nuevamente el aprendizaje es la consecuencia política a toda costa por las mujeres, porque como dice la consigna: “¡Me cuidan mis amigas, no la policía!“.
Las mujeres de Nuevo León no dejaremos de luchar, como tampoco las de todo el mundo, esto ya no lo para nada ni nadie, se encendió la llama de la búsqueda de la dignidad, de la justicia y de nuestra libertad. Condenamos enérgicamente el uso de la violencia en manos de los cuerpos policíacos a nuestras compañeras y continuaremos construyendo puentes donde otros destruyen y desarticulan.
En Nuevo León las mujeres tenemos que luchar porque nos desaparecen, reprimen, violan y explotan. Sabemos también, que la liberación de la mujer será posible si destruimos la sociedad capitalista y su Estado burgués.
Atentamente
Una regia anticapitalista