Posted On 1 julio, 2023 By In Editorial With 1284 Views

Editorial Julio, 2023: para nosotros… ¡Siempre es 26!

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https://www.ildeposito.org/canti/marcha-del-26-de-julio

“En América está ya en flor

la gente joven,

que pide peso a la prosa

y condición al verso”.

José Martí

El 26 de julio se cumplen 70 años del nacimiento del Movimiento 26 de Julio (M-26-7), una organización política y militar cubana creada en 1953 para combatir la dictadura de Fulgencio Batista. Estuvo liderada por Fidel Castro y asumió una ideología nacionalista de izquierda y antiimperialista, reivindicando la figura y las ideas del pensador cubano José Martí.

Es una fecha que todos los jóvenes de esa generación recordamos con respeto y admiración. Se había acabado el mito, a decir de los imperialistas, de que no podría haber revoluciones cerca de las fronteras de EU. Hubo muchos actos canallescos de los imperialistas, pero su imagen se fue derrumbando poco a poco, cayó el dominio de Inglaterra sobre sus colonias, y de las colonias francesas también, la geopolítica también cambió, fue un siglo convulso de lucha antimperialista… Las revoluciones sociales en América, África, Medio Oriente y Asia, se hicieron del poder, millones de seres humanos, intervinieron para lograrlo.

En México teníamos también un mito que derrumbar, el fantasma de la revolución mexicana que aún cabalgaba, de costa a costa y de frontera a frontera, los oligarcas se encargaron de ponerle la soga al cuello, el presidente genocida no solo se encargaba de reprimir, sindicatos y movimientos agrarios, ahora podía asesinar en plazas y ante los ojos de todos, la juventud no dudo en enfrentarse a los dictadores de bolsillo del imperialismo y surgieron movimientos armados en el campo y en las ciudades, no pudieron acabarlos, mataban o desaparecían impunemente a unos y surgían otros, había que cooptar por vías institucionales, ceder poder político en congresos y universidades, poco a poco empezó a bajar un reflujo como marea, que aún hoy ofrece campo fértil a la inconformidad social,  encausándola.

Para esta Casa Editorial es nuestro deber mencionar a los compañeros ejemplares que se sacrificaron por nuestro pueblo en sus diferentes épocas.

El 1 de julio es el 234 aniversario de nacimiento de ‘Xabier’ Mina, el navarro que vino a luchar con nosotros para ser mexicanos en 1817. Para quienes luchan por la libertad y la justicia es indispensable conocer las historias y en sus memorias recordar a hombres y mujeres que con su ejemplo y su vida han mostrado el camino del internacionalismo entre pueblos y trabajadores, siendo consecuentes con sus ideas y con los anhelos de los pueblos que luchan por su liberación.

El interés supremo de los pueblos decía Emiliano Zapata, la lucha antiimperialista de ‘Xabier’ Mina al Che Guevara en África y América latina, de la Laguna del Ocotal en Chiapas y la lucha en el Moncada. También en Madera, Chihuahua Francisco Villa encabezó la respuesta a decenas de años de agravios y de usurpación de territorios y  la hermandad de los trabajadores en todo el planeta como decía Ricardo Flores Magón, la unidad,  resistencia y liberación en Vietnam, Argelia, Bolivia, Angola, Uruguay, Argentina, Perú, en la América latina unida, en el África hermanada a lo interno y en sus presencias en el mundo entero, en la Europa movilizada, en Oceanía y en Asia organizadas, en el Medio Oriente y el Levante, en el Caribe, la Amazonía, las Pampas y los Andes, en los pueblos de Norteamérica y sus trabajadores, en el México al sur y al centro, al norte, al occidente.

Entre tierras y mares uno de los mayores ejemplos es el de ‘Xabier’ Mina, por ello cada año, recordamos su ejemplo, a mitad del calendario, como si de un parteaguas entre tiempos y países se tratara, como si de unir tiempos y tierras y luchas se anunciara, conmemoramos su nacimiento.

Y queremos citar algunos párrafos que dijimos hace ya seis años:

“Los pueblos que luchan por la libertad, siempre logran encontrarse y tejer lazos fraternos de solidaridad. “

“El internacionalismo del joven Mina estuvo presente en toda su vida.  Se entrevistó con Simón Bolívar en Haití en el año 1816, para invitarlo a venir a Nueva España a luchar juntos. ‘Xabier’ tenía la idea de que “…al separar a la América de la península, acabarían con el coloso del despotismo. México es el corazón del coloso y es de quien debemos procurar con más ahínco la independencia. He jurado morir o conseguirla, vengo a realizar en cuanto esté de mi parte el voto de los buenos españoles, así como de los americanos.”

“Simón Bolívar no estaba lejos de esa idea, un año antes había escrito en su carta de Jamaica (6 de septiembre de 1815) que sabía que en la Nueva España la lucha se mantenía a fuerza de sacrificios humanos“pues nada ahorran los españoles con tal que logren someter a los que han tenido la desgracia de nacer en este suelo, que parece destinado a empaparse con la sangre de sus hijos. A pesar de todo, los mexicanos serán libres, porque han abrazado el partido de la patria, con la resolución de vengar a sus pasados o seguirlos al sepulcro”.

Incluimos los párrafos finales de la Segunda Proclama de ‘Xabier’ Mina.

PROCLAMA DE SOTO LA MARINA A LOS ESPAÑOLES Y AMERICANOS

“Ellos dicen que la España no puede existir sin la América; y esto es cierto, por España se entienden ellos, sus parientes, amigos y favoritos. Porque emancipada la América no habrá gracias exclusivas, ni ventas de gobiernos, de intendencias y demás empleos de Indias; porque abiertos los puertos americanos a las naciones extranjeras, el comercio pasará a una clase más numerosa e ilustrada; y porque libre la América, revivirá indubitablemente la industria española, sacrificada en el día a los intereses rastreros de unos pocos hombres.

Si bajo este punto de vista la emancipación de América es útil y conveniente a la mayoría del pueblo español, lo es mucho más por su tendencia infalible al establecimiento definitivo de gobiernos liberales en toda la extensión de la antigua monarquía. Sin echar por tierra en todas partes el coloso del despotismo sostenido por los fanáticos monopolistas y cortesanos, jamás podremos recuperar nuestra antigua dignidad.

Para esto es indispensable que todos los pueblos donde se habla el castellano, aprendan a ser libres y a conocer y hacer valer sus derechos. En el momento en que una sola sección de la América haya afianzado su independencia, podemos lisonjeamos de que los principios liberales tarde o temprano expenderán sus bendiciones a los demás países. Esta época terrible es la que los agentes y partidarios de la tiranía temen sin cesar. Ellos ven, en el exceso de su desesperación, desplomarse su imperio y quisieran sacrificarlo todo a su rabia impotente.

En tales circunstancias, consultad, españoles, lo pasado para sacar lecciones capaces de hacer arreglar vuestra conducta futura. La causa de los americanos es justa, es la causa de los hombres libres, es la de los españoles no degenerados. La patria no está circunscrita al lugar en que hemos nacido, sino más propiamente al que pone a cubierto nuestros derechos individuales.

Vuestros opresores calculan que para restablecer su bárbara dominación sobre vosotros y sobre vuestros hijos, es preciso esclavizar el todo. Con razón temía el célebre Pitt esas consecuencias cuando justificaba la presencia del Parlamento británico, la resistencia de los angloamericanos.

Nos aseguran que la América esta obstinada – decía el-, que está en manifiesta rebelión. Me glorío, señor, de que resista. Tres millones de habitantes que indiferentes a los impulsos de la libertad se sometieran voluntariamente, serían después los instrumentos más adecuados para imponer cadenas a todo el resto.

Tales son los principios que me han decidido a separarme de la España y adherirme a la América a fin de cooperar a su emancipación. Si son rectos, ellos responderán satisfactoriamente de mi sinceridad. Por la causa de la libertad e independencia he empuñado las armas hasta ahora; solo en su defensa las tomaré de aquí en adelante.

Mexicanos: permitidme participar de vuestras gloriosas tareas, aceptad los servicios que os ofrezco en favor de vuestra sublime empresa y contadme entre vuestros compatriotas. ¡Ojalá acierte yo a merecer este título, haciendo que vuestra libertad se enseñoree o sacrificándole mi propia existencia!

Entonces, en recompensa, decid a vuestros hijos: “Esta tierra fue dos veces inundada en sangre por españoles serviles, vasallos abyectos de un rey; pero hubo también españoles liberales y patriotas que sacrificaron su reposo y su vida por nuestro bien.”

Soto la Marina, 25 de abril de 1817. Xavier Mina.
Cuartel General de Soto la Marina, a 26 de abril, 1817.
El Jefe del Estado Mayor, Noboa.

El 17 de julio de 1942 es la fecha de nacimiento de Héctor, el compañero chiapaneco que se enfrentó a los agentes policiacos en Monterrey el 19 de julio de l971. El compañero Héctor y Pedro (Manuel), fueron los dos primeros en llegar a la selva en 1972 al Rancho El Chilar. Participó en la expulsión del campamento de gringos en febrero de 1974. Ahora ambos son desaparecidos políticos.

En aniversarios luctuosos, no podemos dejar de mencionar al Centauro del norte, Francisco Villa, asesinado hace 100 años en Parral, Chihuahua.

También nuestro compañero Frank, quien falleció hace 3 años. Él fue el primer comisario político en las montañas del Sureste mexicano, fundador junto a otros compañeros del EZLN en noviembre de 1983.  

Todos ellos merecen nuestra admiración y respeto.

En julio, también conmemoramos el nacimiento hace 23 años, en el año 2000, de la Casa del Dr. Margil en Apodaca, N.L. que después se nombra Casa de Todas y Todos. También en julio pero del 2013. Nuestra página editorial: https://lacasadetodasytodos.org cumple el 19 de abril 10 años de aparecer en la red. Aprovechamos mandar un abrazo a todas y todos los compañeros y compañeras que durante estos 10 años han aportado sus conocimientos técnicos para lograrlo y sobretodo quienes han colaborado en el contenido histórico-político en la digna labor de Dignificar la Historia. Un abrazo fraterno a todas y todos quienes nos acompañan en esta labor y a quienes nos siguen y enriquecen nuestro trabajo reenviando nuestros links, mandando corresponsalías, haciendo difusión de sus contenidos, generando enlaces, dando voz a quienes son silenciados por el poder y por los grupúsculos del “políticamente correcto”, aportando ideas, trabajos, medicinas, semillas, libros, videos, etc…

En esta ocasión, presentamos la entrega que nos envían desde Chihuahua, en la efervescencia gubernamental por traer al presente a nuestro siempre General Francisco Villa:

Tumba de Villa en Hidalgo del Parral, Chihuahua.

Francisco Villa,

a cien años de su asesinato.

“La igualdad no existe, ni puede existir. Es mentira que todos podemos

ser iguales; hay que darle a cada quien el lugar que le corresponde”.
 Francisco Villa
.

Una intensa descarga de fusilería apagó la vida del general Francisco Villa y tres de sus hombres en la ciudad de Hidalgo del Parral Chihuahua el 20 de julio de 1923, durante una emboscada que le tendieron 15 mercenarios pagados por políticos y terratenientes afines al régimen obregonista-carrancista de herencia porfirista.

Las evidencias señalan como culpables del asesinato al gobierno norteamericano y al presidente de México, Álvaro Obregón y su sucesor Plutarco Elías Calles, quienes dieron instrucciones al diputado Jesús Salas Barraza, Melitón Lozoya y el general Joaquín Amaro para emboscar y eliminar al Centauro del Norte, ya retirado de su actividad en la Hacienda de Canutillo Durango, a donde se dirigía ese día.

Cientos de proyectiles disparados a mansalva destrozaron los cristales del coche que conducía el general y le causaron la muerte inmediata, al igual que a tres hombres de su escolta; dos más resultaron heridos.

Sobre el general Francisco Villa se ha dicho, escrito y documentado mucho. Las clases privilegiadas le han lanzado toneladas de insultos, difamación y descrédito, como era de esperarse si consideramos el enorme desprecio que siempre muestran por todo defensor de los intereses del pueblo.

A nosotros nos interesa destacar el papel de Villa en el movimiento revolucionario no sólo por su habilidad y visión como estratega militar, sino por su congruencia en la defensa del pueblo:  confiscó tierras a los grandes terratenientes para repartirlas entre los desposeídos, embargó tiendas para distribuir recursos a viudas y huérfanos de los caídos en la revolución y en sus escasos meses como gobernador de Chihuahua, mandó construir hospitales y escuelas (50 escuelas en 1 mes) a las que él mismo asistía para aprender a leer y escribir, porque valoraba más la labor del maestro que del militar.

El gobierno y los mercenarios norteamericanos nunca le perdonaron la invasión a Columbus, que aún con el asesinato del general sigue como una espina clavada en el orgullo yanqui. La única “invasión” de la historia al imperio del norte, realizada por un hijo del pueblo, sencillo e iletrado, que en realidad ingresó a tierras que le fueron despojadas a México 50 años antes y que despojó a los pueblos originarios vía genocidio en sus fiebres del oro y el comercio entre océanos. Una herida también para el orgullo del “imponente” ejército americano, que aún con su entrenamiento en escuelas especializadas, nunca logró atrapar al Centauro gracias al apoyo de los pueblos, los trabajadores, las mujeres, los niños y el conocimiento del terreno, en nuestro México febrero 23, al que dejó Carranza pasar americanos, por tierra, mar y aire buscando a Villa por todo el país, donde los de a caballo no se podían sentar y los de a pie no podían caminar, entonces Villa les pasa en aeroplano y desde arriba les dice good bye.

En palabras sencillas de un hombre de pueblo que nunca tuvo la oportunidad de estudiar y aun así dejó marca en la historia de lucha de los oprimidos, el general dijo en una ocasión: “Compañeros de armas y señores. No crean ustedes que el que les va a hablar es un filósofo, soy un hombre de pueblo, pero ustedes comprenderán que estos hombres, cuando hablan, hablan con el corazón”.

En el contexto de un país hundido en la miseria y explotación, Francisco Villa tuvo la osadía, el coraje y la habilidad de organizar a miles de hombres y mujeres (40 mil en 40 minutos se dice) (en 20 brigadas- columnas guerrilleras de un ejército del pueblo) que se levantaron en armas para lograr un cambio en favor del pueblo. El llamado Centauro del Norte y Emiliano Zapata fueron los revolucionarios más representativos del pueblo en la gesta de inicios del siglo XX y los levantamientos generalizados de 1911.  Aunque sabemos que todo cambio social no es obra de individuos aislados sino de pueblos enteros, ellos dieron cauce a la lucha contra un sistema de oprobio. Los dos murieron en situación similar: emboscados y acribillados por el mismo Estado cómplice del imperio americano, y como hacen todos los cobardes, se aliaron para asesinar por la espalda a quienes los combatieron de frente.

A cien años del atroz asesinato de Villa, muchas demandas populares siguen en pie. Algunas cosas han cambiado y otras siguen igual o peor. Rescatar el aporte de los mejores hijos del pueblo es lo menos que podemos hacer como parte de la reflexión sobre el papel que nos corresponde en los cambios de fondo que necesita el país.

Hoy, el asesinato de Francisco Villa es motivo de festejo turístico que atrae a miles de visitantes a la ciudad de Hidalgo del Parral, Chihuahua, donde descansan sus restos y su memoria, aunque han señalado que se encuentran en el monumento a la revolución o su cabeza que fue decapitada al igual que la de Miguel Hidalgo 112 años antes como si mutilando se pudiera impedir la marcha de los pueblos por su liberación.

Han querido echar tierra sobre el hijo del pueblo que luchó contra las injusticias de los terratenientes y caciques al convertirlo en un atractivo turístico más. Es la moral hipócrita del poder: califican al general de asesino y al mismo tiempo utilizan su imagen para el comercio y el lucro, para campañas presidenciales y electorales, para disolver la memoria de pueblos enteros que lucharon al Norte y la orientación de los pueblos, para disfrazar de revolución al reformismo y la continuidad del poder usurpador disfrazado de legítimo, avasallador de democracias pintadas a modo, disfrazadas de colores de piel que de tierras áridas y fértiles somos.

Pero nosotros no olvidamos.

No olvidamos no sólo a Villa sino a los miles de hombres, mujeres, niños que combatieron en trenes, puertos, ciudades, desiertos, montañas, “fronteras”, cuevas, bosques, a paso de mula, de burro en la sierra burra, a pie, con heridas físicas y del alma, donde la voluntad de luchar y lograr la liberación es el hilo conductor, donde se puede, desde abajo, construir un mundo nuevo en el seno del pueblo.

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.





Tumba de Villa en Parral, Chih.
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