Posted On 1 marzo, 2024 By In Editorial, Portada With 827 Views

Marzo mes de las flores: Dení, Flor en otomí, Soledad, y Murcia… ¡Por siempre en nuestros corazones!

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¿qué podemos saber las mujeres sino filosofías de cocina?

Bien dijo Lupercio Leonardo,

que bien se puede filosofar y aderezar la cena.

Y yo suelo decir viendo estas cosillas:

Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito (…)”.

Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, 1690. Sor Juana Inés de la Cruz

Marzo ahora se dice por todos los medios de comunicación que es el mes de las mujeres. No hay duda que se ha ganado a pulso y a base de seguir el ejemplo que no debemos olvidar de lo ocurrido en otros marzos… el 8 de marzo de 1857, cuando por primera vez, mujeres que trabajaban en la industria textil en Nueva York organizaron una huelga protestando por sus condiciones laborales. 50 años después, en 1908, 15,000 obreras marcharon en la misma ciudad exigiendo ¡Pan y Rosas! (aumento de salario y mejores condiciones de vida). Para 1909, un año después, también en marzo, trabajadoras textiles (costureras industriales) se habían declarado en huelga. Luchaban por sus condiciones laborales, aumento de salarios, reducción de la jornada laboral a 10 hrs. y fin del trabajo infantil; durante esta huelga pacífica, 129 mujeres murieron calcinadas en la fábrica Cotton Textile Factory, en un incendio provocado por sus dueños los señores Max Blank e Isaac Harris, y es hasta 1910 que Clara Zetkin propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la mujer que lucha, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres organizadas contra la explotación capitalista. Muy fácil es ahora olvidar su origen y cambiar el sentido de la lucha… de ser producto de una lucha de clases, a solo verla como una lucha de género….

No hay duda que dentro de nuestras luchas debemos sumar una nueva…  una lucha que nos ayude a modificar toda una cultura que se ha venido desarrollando patriarcal y abusiva y no solo eso… agresiva y hasta criminal a más no poder… y debemos librarla, organizarla, practicarla y llevarla adelante… y ya no más permitirla… pero no perdernos en solo practicar lo segundo…. pues la lucha de clases continúa, el capital con sus múltiples rostros y poderes explota a los trabajadores, sin importar géneros

En las FLN, marzo nos llama a recordar a la compañera Anita, joven internacionalista que ayudó a nuestra organización en los difíciles trabajos de los años 70’s y a la compañera Lucha… primer mujer en integrarse a la clandestinidad en esos mismos años.

Junto a ellas, tenemos que recordar al compañero Alfredo, quien muere un 7 de marzo de 1975, producto de un lamentable accidente. Fundador de las FLN, que con su trabajo se destacó como formador moral de la organización. Todos los recordatorios y escritos de compañeros que lo conocieron demuestran la firmeza de sus convicciones. Tocaron a él tiempos muy difíciles como fue la pérdida de los primeros compañeros y el inicio de la búsqueda de los compañeros desaparecidos políticos de la Laguna del Ocotal. La tristeza no le hizo perder lo digno de la lucha.

No hay duda de la firme convicción de Alfredo en cuanto a la seguridad y la confianza que brindó a quienes en esos años convivieron con él para iniciar la difícil búsqueda de los compañeros en la Selva Lacandona, lugar a donde no falló, ni un sólo día en buscarlos, primero en las fechas acordadas y posteriormente de manera permanente. Su ejemplo fue motor para toda la organización de aquellos años para volver a las montañas y buscarlos en cada rincón que se pudiera, al grado tal de continuar la búsqueda en la montaña hasta el último día de su vida.

Compañeras que en esa época mantuvieron viva esa convicción fueron, por un lado, Lucha quien lo acompañó a la montaña en 1976 y después participó en muchísimos trabajos necesarios en aquellos años, así como Aurora, quien también apoyó con esa misma convicción hasta 1975 que es asesinada por el Ejército Federal en Cárdenas, Tabasco.

Ambas compañeras ayudaron sin lugar a dudas, en múltiples tareas, desde el acompañamiento en los viajes, dando vida “de familia” ante el vecindario cuando hacía falta quedar escondidos más de una docena de compañeros en una casa, donde no podían ni asomarse por la ventana. Animando en momentos donde la tristeza y el “temor” normal que se produce cuando te toca vivir momentos de incertidumbre y represión por parte del enemigo, y que puede volverse terror paralizante que te impida conservar la paciencia y la disciplina tan necesaria en momentos como esos.

La compañera Aurora, recabando colaboraciones, dando explicaciones a quienes por temor a la represión era más cómodo y fácil dejar de ayudar en los encargos tan necesarios en esos momentos, donde una lata de sardina servía de plato y las puertas de los closets servían de “cama” para aislar un poco el cuerpo del frío de los mosaicos a la hora de dormir.

Se podrían enumerar un sinfín de situaciones que se vivieron… pero la mística que Alfredo pregonaba y que las compañeras multiplicaban… tuvo mucho que ver en la manera de salir adelante en aquellas difíciles situaciones.

Otra compañera que enfrentó con éxito la soledad de la cárcel fue la compañera Elisa, después de la detención, los interrogatorios y la tortura, quedar “sola” en la cárcel… también requirió de convicción y firmeza revolucionaria. Valores que no se aprenden en ningún libro… solo los procesos revolucionarios te brindan la oportunidad de vivirlos y aprenderlos en su entera dimensión.

Por todos esos aprendizajes… bien decía el compañero Alfredo parafraseando a Martí… refiriéndose a los “retoños” de color verde-nuevo, que nacen de un tronco podrido, “eso somos o aspiramos a ser nosotros… los retoños de la vieja sociedad”, y tenemos muchas cosas que aprender.

En este 8 de marzo histórico y de lucha, nombramos a nuestras compañeras, las que nos precedieron con su ejemplo, determinación y valentía, a todas las mujeres que se organizan y luchan, que resisten, defienden y construyen vida. Desde el río hasta el mar, abrazamos la lucha de liberación en las tierras palestinas, sea hoy, nuestra respiración y latido para nombrar a las miles de mujeres y niñas que están resistiendo por su vida, por la vida toda, como ayer y por el mañana. Luchamos por la liberación de todos los pueblos de la tierra madre, compañeras, mujeres, hermanas, camaradas, hijas, madres, trabajadoras, todas las mujeres revolucionarias, abrazamos sus luchas, y junto con ellas seguimos llamando a todo ser humano que haga suyos estos ideales revolucionarios en cualquier país… es decir, a ¡Vivir por la patria! o ¡Morir por la libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.

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