Al grito de “¡Viva el Che Guevara!”, el grupo de choque “Los Halcones”, entrenado por la Dirección Federal de Seguridad y la agencia de espionaje norteamericana (CIA), arremetió a balazos contra el contingente de estudiantes desde las calles aledañas a las avenidas Carpio y de los Maestros, después de que los granaderos cómplices les abrieran fila. Los paramilitares iban armados con varas de bambú, palos de kendo y porras, y en un principio fueron fácilmente repelidos por los manifestantes.
Los Halcones atacaron por segunda ocasión con garrotes y armas de fuego, bajo la mirada complaciente de los granaderos, e iniciaron el tiroteo y golpiza contra los jóvenes que se prolongó por varias horas. Camiones cargados con armas y parque abastecieron a los agresores para facilitar su acción criminal. El saldo de las víctimas es aún desconocido, pero se estima que fueron más de 120 muertos y decenas de heridos que fueron trasladados al hospital Rubén Leñero, a donde los Halcones llegaron para rematar a varios jóvenes en los quirófanos e intimidar a internos y al personal médico.
Ese Jueves de Corpus sólo es la continuidad de un Estado criminal que respondió con violencia a los reclamos estudiantiles de 1968 bajo el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, cuando Luis Echeverría ocupaba la Secretaría de Gobernación. Ambos fueron cómplices de la represión que buscaba asegurar la celebración de los Juegos Olímpicos en un estado de aparente calma. Hoy es un hecho comprobado que detrás de los genocidas hechos gobierno estaba la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y el imperialismo, al que servían como espías.
A 53 años del genocidio la memoria sigue viva, porque el 10 de junio nos alerta sobre el peligro de un Estado autoritario, ciego y sordo a los reclamos sociales, que sólo es posible enfrentar mediante la lucha permanente en todos los rincones, formas y trincheras posibles.
¡Porque el 10 de junio y el 2 de octubre no se olvidan!
¡Porque las y los desaparecidos están en nuestras luchas!
¡La lucha y la resistencia siguen!
No olvidamos tampoco que el 19 de junio de 1867, Maximiliano de Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, junto a los militares conservadores Tomás Mejía y Miguel Miramón, luego de ser capturados por las fuerzas republicanas de Mariano Escobedo en el sitio de Querétaro. Porque la derrota de los enemigos del pueblo, es motivo de fiesta que también debemos recordar.
Recordamos ahora en estos días la lucha de las Madres de plaza de Mayo, su lucha hermana por la justicia y la presentación de los desaparecidos de Argentina y de todo el mundo, en especial a Nora Cortiñas y con ella hablando desde el sur de un continente entero, recordamos los 96 años del nacimiento del Comandante Ernesto Che Guevara el 14 de junio.
De nuestras efemérides, este mes recordamos a nuestros compañeros Ruth y Manolo, nacidos en junio.
Nuestro compañero Mario escribió en el Nepantla 5 (el 22 de junio de 1979), que Manolo nació un 10 de junio de 1936 en el Estado de Veracruz, que perdió a su madre a muy temprana edad y que ya en la década de los cincuentas se traslada a Monterrey, donde trabajó como ayudante de cocina mientras estudiaba secundaria y luego bachillerato y profesional. Ya como estudiante de la UNL (Universidad de Nuevo León, pues todavía no era Autónoma), comprendió la necesidad de crear una organización de carácter nacional y se integra al fallido intento guerrillero del Ejército Insurgente Mexicano, dirigido por el periodista Mario Menéndez. Comprendió la necesidad de retomar la fracasada empresa y junto con otros compañeros se da a la terea de aglutinar a los elementos dispersos que participaron en ella y que supieron mantener, en medio de sus adversidades, la moral alta y la fe en el triunfo.
Es así que Manolo forma parte de los compañeros fundadores de las FLN, que comprendieron que regresar a las montañas no era sólo una cuestión de “meses”. Junto con nuestros compañeros fundadores, entiende que la tarea revolucionaria requiere de tiempo para la maduración de las condiciones que faciliten su desarrollo. Así que desde entonces cumple disciplinadamente las pequeñas tereas que los difíciles comienzos imponen a esos “pequeños pasos” que hacen “correr” a la revolución.
Manolo era el responsable de la formación integral de las compañeras y compañeros que vivían con él en la Casa Grande de Nepantla. Fue asesinado por la Dirección Federal de Seguridad, policías judiciales federales, regionales y el Ejército Federal Mexicano, junto a las demás compañeros y compañeros que lo acompañaban, el 14 de febrero de 1974.
Un día que es un trámite y un dolor.
En otro punto, éste 2 de junio es el único día en que existimos los electores… Para el Estado, sólo éste día somos importantes como trabajadoras y trabajadores, niñas y niños, personas con discapacidad, personas de la tercera edad, enfermos que necesitan atención médica y medicamentos, como ciudadanos pues. Somos quienes vamos a “decidir” el futuro mediante el voto… incluso “se debe dar permiso a los trabajadores para ir a votar”.
Esta elección es de singular importancia, pues termina el sexenio de Andrés Manuel López Obrador; se eligen ocho gobernadores, 128 senadores, 500 diputados, representantes a los Congresos locales, alcaldías y Juntas Municipales; en total, más de 19 mil cargos para los próximos seis años (de 2024 a 2030). Y claro que hay interés de todos los candidatos, en que los ciudadanos confirmen, con su voto, de que en México hay democracia. Por eso el interés en que “reflexionemos”, que no faltemos, que nuestro voto es importante y que con él “decidimos” el futuro del país. Por eso la “rebatinga” por los cargos públicos, y como cada seis años, el interés por el ciudadano y la insistencia en que vayamos a votar. Además, buscan mayoría en los Congresos locales o federales para avalar cualquier decisión, incluso para modificar, a su conveniencia, los artículos de la Constitución.
Durante la campaña electoral a la Presidencia de la República que acaba de concluir, afloraron de nuevo los intereses de políticos protegidos en la impunidad de la Cuarta Transformación, movimiento que suponía un cambio político de fondo para el país, llevando a una polaridad entre los ciudadanos, que llevada al extremo es muy peligrosa.
Un objetivo de la Cuarta Transformación es recomponer el Estado mexicano que estaba en total deterioro al terminar el sexenio de Enrique Peña Nieto. El Estado como fuerza e instrumento de dominación de clase. Esto incluye la rehabilitación del PRI con otro nombre y otro color como parte de la estrategia del capitalismo en México.
La recomposición del partido de Estado ha sido impulsada por López Obrador mediante dos maniobras: el debilitamiento del PRIAN con denuncias de corrupción en las conferencias mañaneras y las “benditas redes sociales”, y la incorporación de sus miembros a Morena, para integrar así una mescolanza que algunos llaman PRI-Mor, el nuevo PRI de color guinda.
El ropaje de “izquierda” con que aparece Amlo y Morena es solamente una maniobra para recuperar la imagen perdida del Estado “democrático y plural” y atraer fuerzas que le ayuden a legitimarse, pero muchos han caído en el señuelo por conveniencia, desesperanza, falta de claridad o las tres juntas.
A éstas alturas es muy clara la estrategia del Estado, que sólo se oculta a quienes no quieren verla: El partido Morena arropa a los viejos prianistas que dice combatir con el argumento de que la 4T es un movimiento amplio donde todos caben, mientras estén dispuestos a ayudar a la “transformación” del país por medio de clientelismos, corporativismos, “programas sociales” y no derechos, caridad y no justicia.
En varias cosas se nota una cercanía de Morena hacia el PRI, y lo vemos en las críticas constantes de López Obrador contra los expresidentes panistas, mientras guarda silencio hacia Enrique Peña Nieto, a quien hace poco calificó de “demócrata”, junto con Alfredo del Mazo, exgobernador del estado de México.
El pasado 27 de mayo, la excandidata a la gubernatura del Estado de México, Alejandra del Moral, anunció su renuncia al PRI y su incorporación a la campaña de Claudia Sheinbaum, quien aseguró que después de una plática a puertas cerradas, “encontraron más coincidencias que diferencias”. Del Moral es una más de las incorporaciones priístas, pero lo importante aquí es que ella es parte del Grupo Atlacomulco, que incluye a Eruviel Ávila (exgobernador del estado de México por el Partido Verde), Alejandro Murat (exgobernador de Oaxaca por el PRI) y al expresidente Enrique Peña Nieto.
En el caso de Alejandra del Moral, Morena justifica la incorporación de forma “pragmática”, al asegurar que la expriísta llevará casi tres millones de votos del Estado de México a la alianza “Sigamos Haciendo Historia” y los restará a la coalición Fuerza y Corazón por México, representada por la candidata Xóchitl Gálvez. La mirada de Morena está puesta no sólo en arrasar en las elecciones, sino en ganar la mayoría calificada (tres cuartas partes de los votos) en el Congreso y el Senado, para impulsar los cambios que dejó pendientes López Obrador y para ello se vale de todo.
Ya se verá si después hay continuidad o sólo reacomodos, recuerde a Lili Téllez, llegando por la 4T al Senado, o los miles de casos de personas y candidatos se visten con gorra de PT, bolsa de Movimiento ciudadano, las banderas del Verde, camisetas del PAN, se cambian en cada carro o en cada cuadra, donde los cuerpos se visten de los colores mezclados, que viajan en un autobús revestido de la campaña de Xóchitl al mitin de Claudia y gritan por algún cacique candidato o a cambio de arreglar un trámite o una despensa. ¿se acabó el viejo régimen? Las multas, cacería en vía pública para llevar la cuota a los mandos, las extorsiones a miles de migrantes hombres, mujeres, niños y niñas que a pie recorren miles de kilómetros sin más apoyo que el de algunos pueblos, los golpes, la represión a las mujeres en las movilizaciones pacíficas, los convoyes militares y policíacos en los pueblos, las calles y plazas, el aumento al salario y negocios militares, los encapsulamientos de manifestantes por el supuestamente extinto cuerpo de granaderos, la fabricación de delitos, la impunidad a los responsables de la violación a derechos humanos. El negocio abierto de plazas y cobros escolares de todos los niveles, la ideología de empresas como OXXO que distribuye libros de ética en las escuelas, los cursos de yoga, las empresas que lo mismo financian tecnología y armamento que programas en universidades de todo el mundo, y agregue la descalificación de las ideas y acuerdos ¿se acabó el neoliberalismo? ¿se acabó la corrupción? No es sólo un asunto de ministros sino de los ejemplos cupulares de que todo se puede y todo se vale, que el fin justifica los métodos, ése es el verdadero rostro del sistema y el juego electorero que sólo suplanta derechos, finge democracia y aparenta paz, cuando cientos de comunidades son asediadas por el crimen y los derechos de los trabajadores o los familiares de desaparecidos pueden esperar, total ya esperaron 6 años, han esperado, 20, 30 , 40, 50 años, que esperen hasta que pase el día sagrado de las élites, donde se reafirman en su comunión de poder político y económico.
Los pueblos de México no quieren regresar al pasado del PRI-gobierno, pero tampoco la simulación actual, ni el desesperanzador vota por quién sea, mejor cualquiera que los punteros, mejor nada. No. Los pueblos han demostrado que aún en las condiciones más difíciles y en las mentiras más refinadas se van entretejiendo acuerdos y pasos, vea usted la radiografía de las resistencias y verá ahí otro país, el de abajo, el que tiene memoria por las y los desparecidos y justicia para las víctimas no premios para victimarios, el que se organiza en todas sus formas mucho más allá que la electorera, el país de milenarias experiencias de otras formas de gobernarse, de impartir justica, salud, educación, el que acompaña movimientos, huelgas, autonomías, luchas, resistencias, el país que sí es humanista, el que lucha por la paz para Palestina y para todo el planeta, el que abraza de verdad a migrantes, el que no intenta participar en elecciones a modo, los que luchan todos los días, no sólo un día.
Por último, no podemos dejar de mencionar el saldo que lleva el desarrollo de la “fiesta de la democracia”, pues no todo es “jaloneo” visible entre partidos… también hay muerte, amenazas políticas, incluso varios lugares donde ni siquiera se podrán instalar casillas. Al cierre de las campañas, 34 candidatos o aspirantes a puestos de elección popular han sido asesinados; al menos 8 en Chiapas, 6 en Guerrero y 4 en Michoacán. Ahí no hay cuenta que diga quién va adelante en las encuestas, pero al menos hay 14 bajas de Morena, 4 del PRI, 4 del PRD, 3 del PV, 1 del PT y 11 de Movimiento Ciudadano, sumando el fatal incidente en uno de los municipios más ricos de México.
Según Armando Vargas, consultor de Integralia en el periódico El Economista, “este proceso estuvo marcado por la alta intervención del crimen organizado, a través de violencia política. Las estadísticas señalan que, si se considera el tipo de agresión, la mayoría fueron amenazas (181), seguido por atentados (54) y asesinato (34), aunque hay otras 47 de diferente tipo. Del total de víctimas de ese tipo de ataques, 239 fueron del ámbito municipal, 31 del federal, 25 estatal y 24 no se identifica. El partido con mayor número de militantes víctimas de este tipo de agresiones es Morena, con 61, seguido por PRI, con 58; PAN, 43; MC, 30; PVEM, 20 y PT, 13.”.
Así las cosas, podemos concluir que este gobierno se disfraza de izquierda, da migajas y no derechos, se alía sin principios a las órdenes del poder, se mezcla en turbulentos juegos de hipocresía, descalificación, mentiras y compra de conciencias.
El Estado no deja de ser un aparato al servicio de los intereses capitalistas, por mucho que se maquille y cambie de color. Sólo se recompone para mantener el poder que permite al capital seguir haciendo negocios. El pueblo sigue estando ausente y sólo es llamado a votar cada seis años para legitimar el despojo y la explotación.
Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.