Posted On 1 mayo, 2020 By In Editorial With 1511 Views

MAYO, mes de historia digna, mes de lucha

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Este mayo se cumplen 134 años  de que se iniciara la huelga de 1886 en Chicago,  por mejores condiciones laborales, la participación organizada de miles de mujeres y hombres trabajadores, su exigencia, la participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de 8 horas y la consecuente represión a los sindicalistas anarquistas dio origen al asesinato de los Mártires de Chicago. Ante el  capitalismo salvaje  que históricamente  le tiene sin cuidado el dolor de los pobres, a sangre y fuego y enfrentando la represión,  la organización de luchas de trabajadoras y trabajadores, organizados política e ideológicamente generación tras generación se abrió paso.  Aprendió a resistir el capitalismo de esa época,  y en esa constante lucha alimentó  valores propios de los trabajadores como el compañerismo, la solidaridad,  conciencia de clase, espíritu de sacrificio, etc. y llevó a heredarnos lo que hoy conocemos como Día Internacional de los Trabajadores, que no Día del Trabajo.

Fotografías compuestas de niños trabajadores, entre 1908 y 1911, por Lewis Hine. Cada retrato es la suma de diversas exposiciones a varias niñas y niños, sometidos a labores intensas en el sector algodonero de los Estados Unidos.

Ya en este año 2020, en mayo… ¿Cómo se encuentra la clase trabajadora?   Como nunca!!!….., encerrada en sus casas, algunos todavía con trabajo, aunque  la gran mayoría de trabajadores de manera silenciosa ya no lo tienen y ni cómo reclamar,  si hay cientos de patrones que ni siquiera los tiene registrados como tales. La ley que originalmente estaba plasmada en el artículo 123 ha sido modificada “N” número de veces a conveniencia de presidentes, diputados, senadores, de “N” partidos políticos que también “N” veces han cambiado de nombre, queriendo parecer diferentes,  pero que sus “reformas estructurales”, benefician a unos cuantos, y de manera totalmente inequitativa se apropian del producto del trabajo de los que somos mayoría:  la clase trabajadora.

Indudablemente la realidad nos lleva a no perder de vista, ese renglón que aunque traten de ocultarlo, de disfrazarlo, de aparentar que somos iguales, la terca realidad saca a flote la tantas veces escuchada, temida, vilipendiada por unos, aprovechada por otros, la lucha de clases que históricamente ha existido.

Prueba de la desigualdad, un botón de muestra:  https://www.forbes.com.mx/millonarios-mexico-2020/

“La fortuna de las cinco familias más acaudaladas del país equivale a 25 por ciento –la cuarta parte– de los ingresos de todo un año de las casi 35 millones de familias mexicanas. Lo anterior, aunque son conceptos distintos, coinciden especialistas, refleja la enorme desigualdad que hay en México”.

https://www.jornada.com.mx/2020/04/16/economia/018n2eco

Lewis Hine viajó a través de los Estados Unidos a inicios del siglo XX, como parte del National Child Labor Comitee (NCLC, en español: Comité Nacional de Trabajo Infantil), documentando el trabajo infantil en fábricas, talleres textiles, minas de carbón y empacadoras.

¿Quienes son esos 5?

Según datos de la revista Forbes México, la riqueza de las familias de Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego, Germán Larrea, Alberto Baillères y María Asunción Aramburuzabala asciende a un billón 736 mil millones de pesos.

Ellos si no dejan de pensar y buscan cómo consolidar su dominación  y sacar ganancia de la crisis para continuar y acrecentar sí su fortuna y por ende acrecentar la desigualdad aumentando la explotación, sin preocuparse por las injusticias. No duermen, siguen organizándose y viendo cómo salir adelante ellos con sus fortunas de la crisis económica que también “sufren” y se lamentan. Esperan con ansia el cambiar “Quédate en casa” por el “Regresen a trabajar”.

Estas imágenes compuestas no fueron publicadas durante la vida de Lewis Hine, aunque varios de los niños retratados para su realización, fueron retratados también -individualmente- para la denuncia pública del trabajo infantil por parte de la NCLC.

Indudable que los trabajadores, aún en casa, tenemos que pensar cómo organizarnos  para que no finiquiten al mundo (Nuestro Mundo), que continúen destrozando la naturaleza, que no disminuyan los derechos de todos los humanos sin importar del país que seamos, que terminen con los pocos espacios de democracia que nos quedan. No podemos permitir que frenen la potente marcha de las mujeres, -brujas, medio brujas y no brujas-, en el respeto a su persona y a terminar de una vez por todas con los resquicios de fin al machismo que empieza a despuntar en la cultura machista del mundo entero.

No podemos consultar a nuestros antepasados que vivieron pandemias en sus generaciones para que nos digan cómo “libraron” la situación… pero lo hicieron, aún con las carencias técnicas y científicas de aquella época; pero si pudiéramos preguntarles sin duda nos dirían que ahora tenemos avances científicos y tecnológicos que deben estar al servicio de la humanidad y no del “dinero”, que la salud no es una mercancía, que la ciencia y la tecnología debe también servir a todos los grupos sociales y sobre todo, a los explotados que son quienes están más expuestos a la infección. Todos los proletarios, las trabajadoras y los trabajadores del mundo, haremos realidad aquellos lemas de por más de 150 años han coreado tales como ¡por una sociedad sin clases!, y ¡por un mundo sin fronteras!, sólo ellos podrán vencer cualquier pandemia.

El trabajo de Lewis Hine, que en más de una ocasión lo puso en peligro de muerte, permitió que la NCLC tuviese impactantes documentos gráficos que sumaron voces a favor de un cambio legal para prohibir el trabajo infantil en los Estados Unidos, con el Acta de trabajo infantil de 1916.

EFEMÉRIDES

En mayo, mes de historia digna, no olvidamos a nuestro compañero Ismael, compañero-pilar que dio cimiento firme a la consolidación de las Fuerzas de Liberación Nacional como organización revolucionara, artífice  (junto a Mario y Ruth) de nuestro órgano de comunicación interna “Nepantla” en 1979; redactor de los Estatutos de 1980 y eslabón que dio continuidad a lo iniciado por nuestros compañeros fundadores en el trabajo con los compañeros indígenas que hicieron nacer al Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Mayo nos repite como lección, sin aprobar todavía, que no debemos dejar de continuar con la  organización y resistencia, tal como nos enseñaron los pobladores de San Salvador Atenco en aquel Mayo en que los gobiernos en turno, al servicio de intereses trasnacionales, intentaron socavar su lucha; otra lección pendiente de aprobar todavía, es la tenacidad y perseverancia de la lucha de las viudas de Sartaguda en Navarra, siempre presente como ejemplo en la lucha por los desaparecidos.

¡Vivan los trabajadores del mundo!

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la libertad!

Grupo Editorial de la Casa de Todas y Todos.

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